SIEMPRE
JUNTAS ALLÁ DONDE SEA
Por María
Desde lo alto
de un árbol se observa como una joven estaba relatando un manuscrito, esa
joven tiene realmente un buen talento para ello, para una niña de tal solo
12 años. Poco a poco la historia vuelve a cobrar vida. La joven contaba
a las personas cercanas a ella la historia con realismo y con pasión:
Hace mucho
que mi madre me contó la historia, nunca llegue a comprender lo que realmente
paso, pero de lo que mi madre me contó consigue sacar la siguiente historia.
Xena se encontraba luchando ferozmente contra un guerrero el cual se encontraba
con la cabeza cubierta, además de una capa que cubría su cuerpo atlético,
por la forma de luchar recordaba mucho a Xena. Ambas lucharon con valor
mientras que Gabrielle se limitaba solamente a observar. Por unos instantes
Gabrielle se quedo paralizada, había descubierto, después de unos minutos
saber quien se escondía detrás de la mascara, era Eve, sin duda lo tenia
bien claro no podía ser otra, y por lo que pudo observar debía estar embarazada.
Eva era la hija de Xena, por la que tanto su madre como Gabrielle lucharon
con los dioses para que continuara con vida, ahora llamado Livia, la hija
de Xena, eh intento avisarla.
-Xena no luches
es.........
En ese mismo
momento alguien sujeto a Gabrielle, como pudo se zafó del no fue fácil ya
que le sacaba bastante altura y bastante peso, pero al final lo consiguió.
En ese mismo momento Xena tenia contra las cuerdas a Livia y estaba a punto
de matarla clavándole la espada a lo que Gabrielle rápidamente se lanzo
para recibir la herida mortal. Al final lo consiguió y la herida mortal
la recibió ella, quedando tendida en el suelo con un gran charco de sangre,
la mujer escapo, escapo a los ojos de Xena.
Xena se quedo
paralizada no supo reaccionar sus ojos e nublaron y su mente no dejo escapar
una pizca de razón, su ojos azules comenzaron a llenarse de lagrimas de
lagrimas saladas, lagrimas qué nunca se habían dibujado iguales en los ojos
de la guerrera, miró su manos cubiertas de la sangre de lo que mas amaba,
la sangre de Gabrielle cubría su cuerpo y su espada, sus manos manchadas
de esa sangre. En cuanto reacciono se acerco en seguida a Gabrielle estrechándola
entre sus brazos y comprobando la herida producida por el filo de su espada.
Xena comprobó
que la herida no tenia remedio había dañado con toda seguridad órganos internos,
y no tenia mucha esperanza de que sobreviviera a ello. Lentamente le acariciaba
el pelo, muy lentamente a lo que Gabrielle intento hablar:
-Xena yo..........
-Gabrielle
no hables, necesitas descansar.-Dijo Xena con lagrimas en los ojos.
-Xena me muero
y ... tu lo sabes.-Le costaba mucho trabajo poder hablar, la muerte ya se
acercaba.
-No te vas
a morir, porque yo no lo voy a permitir ¿me oyes?
-Xena no te
engañes ¿quieres?
-Gabrielle
¿Por qué lo has hecho?-Dijo con preocupación.
-Xena,..ahhhh,
te amo entiendes y si lo hubieras hecho te hubieras.. ahhhh, arrepentido
toda tu vida. Adiós Xena, adiós.
En esto apareció
la muerte vestida de blanco portando en su mano una gran vela blanca ante
la llegada de ella Xena dijo:
-No te la
vas a llevar, no lo voy a permitir.-Su boca la traicionaba no podía mas
el dolor la ahogaba.
-Xena déjala
ya descansar, ¿no ha sufrido bastante? Déjala marchar.
La muerte
la toco, llevándose a Gabrielle con ella, ante esto Xena se hunde
-Gabrielllllllllllllllle......................
¡noooooooooooooooooooooo¡
"Según
me dijo mi madre ese grito se oyó en cada rincón del mundo, los habitantes
de los pueblos vecinos oyeron un grito desgarrador, el grito de una persona
rota por dentro, o bien muerta."
Xena partió
en su caballo rota por el dolor y con una furia en sus ojos, una furia nunca
vista, partió a lomos de Argo, cabalgaba día y noche sin descanso, en busca
de una razón, su cabeza se había nublado y había enloquecido. Había perdió
al ser que más amaba y todo por su culpa, ella la había matado, había sido
capaz de matar al ser que más amaba. Su corazón se oscureció, todo el amor
que podía dar se murió, se marchito como se marchita una rosa en invierno,
no le quedaba nada de aquello que Gabrielle había creado.
Después de
unos 20 días cabalgando sin descansar, Argo no pudo mas y se desplomo, estaba
agotada y no podía más. Xena se quedo quieta observándola detenidamente.
Después se situó en una piedra cerca del arroyo y deseo por unos instantes
que nada hubiera pasado que al volver la vista tras estuviera Gabrielle
allí sentada. En su corazón solo buscaba ansias de venganza vengar la muerte
de Gabrielle, asi que lentamente cogió su espada, la cogió muy fríamente
se armo de valor y apunto directamente a su corazón, lo tenia decidido se
clavaría la espada para vengar a Gabrielle. Cuando ya estaba apunto de hacerlo,
noto como que algo se lo impedía, no sabia lo que era, pero no podía hacerlo,
dejando caer la espada al suelo, Xena rompió por fin a llorar, lloraba como
llora un niño recién nacido, eran verdaderas lagrimas de dolor, un dolor
desgarrador, en el cual las lagrimas se caían y clavaban como si fueran
autenticas navajas, no podía quitarse la vida, no podía quitar lo que tantas
veces le había dado Gabrielle.
La pena la
invadía, y ya no era capaz de coger esa espada mas, había dejado de luchar,
no tenia ganas de vivir, no podía, no sabiendo lo que ella sentía. Sabiendo
que Gabrielle, le había dicho que la amaba, no sabia realmente lo que mas
le dolía, el que ella hubiera muerto a sus manos o el no haberle dicho antes
lo que sentía por ella, lo que sentía cuando la tenia cerca, lo que sufría
al verla sufrir, el pensar que la podía perder le amargaba toda la noches,
estaba totalmente hundida en su mísera. Así que decidió que lo mejor que
podía hacer era escribirle una carta, decirle lo que por su cabeza pasaba,
lo que ella sentía. Después de tomar aire dijo:
-Ahora que
no estas, no se que hacer, ¿Que pretendes que haga? no lo se. Te fuiste
de mi lado y fue por mi culpa, hace ya veinte días que te perdí, que supe
lo que era realmente era sufrir. Siento el corazón morir y el alma perderse
en ti. Te fuiste y todo muerto en mi razón. En las noches amargas que he
pasado ya no siento tu calor y eso me enloquece. Te soñare, lo se, pero
se que al despertar no te veré y notare que no tengo tu amor. Te extraño
tanto, tanto y ha pasado tampoco tiempo. Te necesito te amo, ¿Lo sabes?¿Puedes
entenderlo?.Me dejaste y no logro asumirlo, te odio mucho, te odio y ¿Sabes
por que?, lo sabes y se que los dioses lo saben también. Te odio, porque
te amo, porque te extraño tanto y no consigo olvidarte, se que ha pasado
poco tiempo, pero necesito sacarte de mi cabeza de mi mente, de mi alma,
de mi corazón, de todo mi ser te quiero sacar. Pero no puedo cada vez te
amo mas y te necesito cerca de mi, me muero ¿Lo sabes? me muero por no tenerte
por sentirte lejana. Desearía tanto estar junto a ti, decirte todo lo que
te quiero, todo lo que yo siento, decirte que sin ti no tiene sentido mi
vida. Pero tu moriste y me cuesta mucho seguir con vida. Tu me robas todo
y me has dicho adiós. Porque no luchaste, porque no me permitiste seguirte
hoy, Me maldigo día y noche, segundo a segundo, me maldigo por no ser capaz
de verte, por no ser alguien importante para ti. Podría ser fuerte, pero
no lo soy, pero juro que hallaré la manera de estar junto a ti en este o
en otro mundo, donde sea estaremos juntas, pero se lo juro a los dioses
que lo lograre, porque te amo y eso me da la fuerza suficiente, siempre
te amare
Xena.
Después de
terminar de escribir, Xena lloro, lloro durante toda la noche. Llevaba casi
diez días sin comer y más de 20 sin dormir nada. Así que no se sabe si rota
por el dolor o por el cansancio se quedo completamente dormida sin darse
apenas cuenta, pero en su ojos se apreciaban ya sangre, sangre de tanto
llorar por un amor que se marchito. Mientras tanto Gabrielle junto con uno
de los Ángeles guardianes observaba con lágrimas en los ojos como Xena se
estaba destruyendo sin poder hacer nada por evitarlo. Noto como el otro
ángel le daba un cálido abrazo por la espalada, entonces ella se giró y
observo como caían lagrimas de hielo en sus ojos.
-¿No puedo
hacer nada?.-Dijo Gabrielle con lagrimas en los ojos.
-Creo que
no, pero encontraremos la manera de que estéis juntas, te lo prometo Gabrielle,
un amor como el vuestro no se puede dejar escapar.
Trascurrieron
los días y Xena cada vez estaba peor no le dejaba paso a la vida, la muerte
le llenaba, sabia que si moría seguramente no iría con Gabrielle y todo
por sus crímenes del pasado, así que no sabia que hacer.
Desde el cielo,
el mejor de los ángeles la observaba, ese ángel fascinado por un amor así,
comenzó a revisar los libros, uno tras otro sin encontrar ninguna solución,
así que llamo a los dioses del Olimpo, este les contó el problema, lo que
había pasado. Algunos dioses se mostraron en desacuerdo pero muchos otros
aceptaron, sobre todo Zeus, quien encontró una solución.
La solución
aunque parecía fácil no lo era, Xena debía morir de una forma que no fuera
provocada, así que mandaron a un buen ejercito, un ejercito de Ares quien
aunque no estaba de acuerdo con el plan acepto, ya que era por mandato de
su padre. Mando a su mejor ejercito, Xena no se resistió ni tan siquiera
cogió su espada para defenderse, tan solo dijo:
-Haz lo que
quieras, mata mi cuerpo, porque mi alma y mi vida ya están muertas.
Ante esto
le asestaron una herida mortal en el corazón para que no sufriera. Después
de que apareciera la muerte la llevo a un descanso. Un lugar apartado. Mientras
Gabrielle era participe de todo. Durante el tiempo del invierno llueve para
que después nieve y permanezcan unidad, siendo una el agua y la otra la
nieve. En cambio en el tiempo restante no ocurre nada de esto. Pero aun
así permanecieron unidas.
Al principio
pensé que eso era una cosa imposible, pero hoy por fin lo he entendido,
los dioses quisieron que permanecieran vivas para siempre y lo que hicieron
para ello es convertir a Gabrielle en agua de lluvia, y a Xena en agua de
nieve, así cada vez que nieva y después llueve, una esta con la otra, pero
esto no es todo, ya que no conformes solo con eso, consiguieron que siempre
estuvieran juntas, fuese la etapa del año que fuese, están juntas en alma.
Cuando se observa a dos personas que se aman, están ahí, cuando algo muere
pero se da la vida, están ahí, cuando lloras las lagrimas son ellas, siempre
juntas, juntas en la vida juntas en el amor, allá están siempre ellas. La
vida las llena y la muerte la une mas
El amor que
quedo quedara siempre. Si mira al cielo podrás ver a las dos unidas sonriéndote.
Esto me lo
contó mi madre Eve la conocida como Livia, quien amo a su madre por encima
de todo y que supo que lo mas bonito de todo es dar todo por la persona
que amas.
Por cierto
mi nombre es Gabrielle y soy nieta de las conocidas Xena y Gabrielle, a
las cuales siempre llevo en mi corazón."
""Y
lo más importante es que sin mi amiga Carmen nunca os contaría estas historias,
porque ella me guía a seguir escribiendo, es un gran apoyo para esto y una
buena critica porque se lo debo. Un besazo amiga y gracias de corazón"".
Fin
