Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!

DISCLAIMER LEGAL:

Xena: Warrior Princess, Gabrielle, Argo y todos los otros personajes que aparecen en la serie Xena: Warrior Princess, junto con los nombres, titulos e historias son propiedad de  MCA/Universal and Renaissance Pictures. No se han infringido derechos de autor durante la escritura de éste Fan Fiction. Otros personajes la idea de la historia y la historia misma son propiedad de su autor. Esta historia no se puede vender o usar para fines lucrativos. Copias de la historia se pueden hacer pero deben incluir los disclaimers y los derechos de autor. 

DISCLAIMER SEXUALES:

Esta historia habla abiertamente sobre una relación amorosa y sexual entre dos mujeres adultas. Si usted tiene menos de 18 años o si este tipo de historias es ilegal en la región o país donde vive, por favor no la lea. Si el múndo lésbico le disgusta, hay muchas historias que no tratan éste tema. 

ESTA HISTORIA LE SIGUE INMEDIATAMENTE AL EPISODIO  INTIMATE STRANGER. (Aquel donde Xena y Callisto intercambian sus cuerpos)



AJUSTES MENORES


Por Bat Morda

batmorda@aol.com

Copyright © 1996


Hemos estado caminando en silencio por horas. Me pregunto si ella se siente como me siento yo. Como no podría... si ahora veo una cara diferente. Ahora tiene que mirar a través de unos ojos diferentes, sentir a través de unos sentidos diferentes.  Debe ser muy extraño. Por qué el cuerpo de Callisto? Me guardo éstas preguntas para mi misma. Hemos acordado no darle mas vueltas al asunto. Es muy difícil, una mujer a la cual amo mucho,  atrapada en un cuerpo que detesto mucho. Claro está, es como si Xena supiera de mi amor antes... 

"Gabrielle, Argo ha caminado suficiente por un día, creo que deberíamos acampar". 

"Claro Xena", mis pensamientos fueron interrumpidos por su voz, la voz de Callisto. me obligaba a mi misma a llamarla Xena. Debía recordar que ella "era" Xena, por lo cual repetía su nombre. Yo no puedo ayudarla y ella lo sabe. Ella nota que mi mirada es fría, no espera nada de mí. Y yo estoy recibiendo lo mismo de ella.  Cuanto tiempo irá a durar así? Duele mucho. Parece que he gastado mucho tiempo odiando a Xena, enojándome con ella y nada ha sido su culpa. Meg me puso en el calabozo, me tramó con un plan que no existía y me trató como a una niña. Fue Xena quién finalmente me dejó salir y no se disculpó. Era el cuerpo de Xena pero la mente retorcida de Callisto la que me hizo enfurecerme conrra alguien que amo como nunca he amado a nadie.  

Xena escuchó pacientemente a la historia que saqué de mi sueño, una emoción que fue a mi mente. "Hoy le canto a Pérdicas"... ¿Qué estaba pensando?  de todas maneras ella era Xena. Argo caminaba pacientemente a su lado, Xena llevaba su rienda suavemente. Callisto nunca podría ser así de suave. Mirando otra vez a Xena, pensé que debí saber que no era ella, pues cuando Callisto estaba en su cuerpo me tocó y pr mi piel no pasó ninguna sensación, ni siquiera e me puso la piel de gallina. ¿Cómo pude ser tan ciega? 

Nos acabamos de sentar, ena trata de preparar una fogata. Aún no se ha ofrecido a ir a cazar  algo para que comamos ambas ésta noche a menos que yo se lo pida. Se notaba cansada, por lo cual yo me encargué de partir el queso y el pan. Eran suficientes, yo no tenía hambre de todas maneras. Creo que ella tampoco tiene apetito. Aún es temprano para armar el campamento, pero Argo ya está descansando y creo que Xena también tiene ganas de hacerlo. 

"Xena, ¿Estás bien? le pregunté mientras venía hacia mi con algunas ramas para prender fuego. Me sonrió, lo cual se veía fuera de lugar en el rostro de Callisto. 

"Digamos que el cuerpo de Callisto no está tan en forma como el mío, creo que ya gasté cada músculo que le quedaba en su última pelea". Ella sacudió su cabeza y pude ver la frustración que estaba tratando de esconder. "No sé quien le diseñó su armadura, pero aparte de ser de poca utilidad, es muy incómoda!" 

Yo me tuve que reír ante ese comentario. "Tu no tienes nada que hacer en esa armadura, estoy segura que Callisto sentia mucha envidia de tu cuerpo!".

"Ah si?" ella replicó con un toque de asombro en sus ojos, "¿Y por qué"? 

"Bueno... tu eres mas alta", empecé a repartir la comida. "Estoy segura que se está pegando en la cabeza con cada marco por el que entra, además que tu tienes mejor oído, debe estarse volviendo loca con tanto ruido. Tu eres más fuerte, sin duda alguna, ella debe estar rompiendo todo lo que agarra. Además que tu eres más hermosa.. " Ay Dioses, ¿Porqué dije eso? Tuve a Xena sonriendo hasta la última parte. "Oh Xena, lo lamento, no quise decir eso... 

"Está bien Gabrielle" dijo con una suave expresión. "Y gracias!". 

¿Como podría yo creer que el monstruo que me insitaba a atacar era la mujer amable que estaba sentada junto a mi?  Xena nunca me hubiera dicho esas cosas. ¡Estúpida! ¡Estúpida!

"¿Qué?"

No me había dado cuenta que estaba pensando en voz alta. "Solo es que estoy frustrada conmigo misma Xena" Admití. "Como pude haber confundido a Callisto contigo?"Las cosas que me decía hicieron que me confundiera. Pero tu eres muy diferente".  Xena me sonrió y parece que me entendió. 

"Hubo un tiempo Gabrielle, cuando Callisto y yo éramos caras de la misma moneda Mientras no era quien soy ahora no podía correr de ello. Estuve pensando, debe ser por eso que esty en su cuerpo ahora. Hay un pasado por el que debo responder. Esto debe ser parte de ello".  

Ahora hay mucha oscuridad en sus ojos, el dolor se nota en ellos, haciendo que a mi me cause tristeza. Xena puso su pedazo de pan intacto en el suelo  y con un gesto de dolor se quedó mirando el fuego. Yo puse mi comida en otra parte y fuí y me senté a su lado. Sus ojos marrones eran extrañamente hermosos. Hermosos como solamente eran los ojos de Xena. "Hay un lado brillante en ésta Xena" dije suavemente.  

"Humm?" Ella preguntó, mientras continuaba mirando el fuego. 

"Creo que rompí alguna de tus costillas cuando le pegué con el báculo". 

Ella empezó a sonreír. Sentí en mi corazón que Xena me estaba respondiendo. "Bien por ti Gabrielle" ella me dijo, luego suavemente añadió: "Esperemos que se sienta mejor antes que me devuelva mi cuerpo".

Nos quedamos mirando a los ojos por un momento. Los ojos de Xena nunca habían estado así de cerca. Callisto tan solo era un poco más alta que yo. Es extraño pero agradable. "¿Necesitas ayuda con esa armadura?" pregunté y nuevamente me miró con una sonrisa. 

"si Gabrielle, la necesito, pues no tengo ni idea de como se desarma este aparato" se puso de espaldas a mi y yo examiné las ataduras y los alambres que mantenían el cuero negro junto.

"Okay, creo que lo tengo" Halé un cordón y la pobre Xena gritó de dolor. 

"¡Creo que ese cordón sirve para apretarla más!"

"Lo siento."  entonces intenté con otro cordón. "Esto es nuevo para mi!" el cuero y los metales parecían estar unidos, ya no sabía que mas hacer, pues si quitaba el metal tenía que quitar el cuero también. 

"Está bien Gabrielle" dijo. "Me pondré cualquier cosa encima cuando me la quites".  

Ella me dió su brazo, y yo empecé a quitar la complicada estructura de la armadura de Callisto. Mis ojos furon bajando hasta sus senos. Estaba completamente distraída, ¡eran los senos de Callisto! pero el acordarme no sirvió de nada. Con su mano libre, estaba desamarrando sus botas sin darse cuenta mi estado. Ella saltó y yo me congelé. 

Ella me miró pacientemente. "¿Podemos hacer esto sin temblar tanto?"She sighs patiently. "Could we do this without tickling?" preguntó.

"Disculpame."Le dije," no sabía que Callisto fuera tan quisquillosa. 

"Bueno... soy yo... ¿O será éste cuerpo? No te podría decir, solo sé que algo me hace temblar". 

"Xena, te he quitado tu armadura docenas de veces y nunca habías saltado. Eso solo puede significar una cosa, Callisto es cosquillosa!" Ella volteó a mirar el fuego, su cara no tenía expresión alguna. Creo que lo que le había dicho le había dolido de alguna manera. "Cuando te devuelvan tu cuerpo, lo intentaremos de nuevo y veremos si saltas". Fue todo lo que se me ocurrió decir, creo que fue de ayuda. 

"¿Me lo prometes?" me dijo de manera muy seca, tratando de suavisar su humor. Desaté la armadura de su brazo, mis dedos lentamente se deslizaron por su piel, así como yo. Nuevamente nos estábamos mirando la una a la otra. Ella esta sintiendo algo poderoso, lo puedo ver en sus ojos, pero sé que no me lo va a decir. Nunca pensé que los ojos marrones fueran tan hermosos. sin saber, porqué, mi mano empezó a buscar su cara. sus ojos se cerraron y puso mi mano en su mejilla y luego la besó. Mientras miraba tomó mi mano y la envolvió en la suya y todo se tornó muy claro. Todas las cosas que Xena había estado escondiendo con tanto cuidado de mí estaban saliendo a flote en ésta cara desconocida. 

"¿Por qué dejaste que me casara con Pérdicas? le pregunté en voz baja. 

"Fue lo que te convenciste a ti misma que querías". Lo amaste Gabrielle, lo conociste durante toda tu vida. Cuando alguien así te dice que eres su salvación, que eres lo que lo mantiene vivo, como podría interponerme y decirte que no eran razones suficientes para casarte. 

Ahora puedo verlo claramente. Y me siento como una idiota por no haberlo visto antes. "Pero tu me amabas" no le pude preguntar. Solo escuché su voz, la voz de Callisto. 

"Si Gabrielle, te amo" Y por lo que te amo tnto es que no me puedo interponer en las cosas que tu quieres o ir en contra de las cosas que tu crees que te harán feliz. Tus sueños, tus deseos. Quiero que seas feliz con todo eso Gabrielle, por que te amo". 

Todo el tiempo que soñé el escuchar esas palabras, imaginado el escenario, imaginado mi respuesta... nada era como ahora. ahora estaba enojada. "¿Cuando me fuí para la academia para bardos ennAtenas me amabas? ¿Cuando regresé a Potadia me amabas?  "Y dejaste que me casara con un hombre por las razones equivocadas y a quién amaba por las razones equivocadas". Por primera vez lamento no estar sosteniendo mi báculo. Y es mejor así por que creo que ésta vez sería capaz de matarla. "Xena, ¿no te has puesto a pensar que nada de esto hubiera ocurrido si me hubieras dicho que me amabas? Nunca se te ocurrió que yo te amaba igual? No me debiste haber dado tu bendición para hacer algo estúpido". Sus ojos se llenaron de sorpresa en ese momento, ella no sabía que decir, entonces yo continué "Acaso no sabes que mi piel se enciende cada vez que me tocas? que me derrito cada vez que me miras? Que el azul de tus ojos me mantiene tibia cuando acampamos en medio de una tormenta? Que tu sonrisa hace que doce horas de cabalgata sean aguantables?" Mi voz estaba combinada con lágrimas pero eso a mi no me importaba. Me retiré de su lado, puse mis brazos alrededor de mis rodillas, Me senté mirando al fuego. Había llorado tanto durante todos estos meses que no importaban unas lágrimas más. 

Ahora puedo sentirla, junto a mí, detrás mío. Ella puso sus brazos alrededor mío, como protegiéndome, rozándome. Podía sentir como su cabello rozaba mi mejilla con el movimiento del viento.  Ella me susurraba, su voz era diferente pero era Xena. Es mejor de esa manera. Cuando no la tengo que mirar... ella es Xena. 

"Gabrielle, lo siento mucho", me susurró al oído. "Admito que estaba ciega y que era una arrogante". Tenía que voltear a mirar esto. Esto era una admisión poco usual, aún para Xena. Miré sus ojos marrones que estaban enmarcados por un suave pelo rubio. Ella sonrió suavemente mientras continuó. "Tenía miedo de decirte como me sentía, por que esto podría crearte una obligación conmigo o a lo mejor que me temieras, que te sintiéras incómoda diciéndome que no, que no estabas interesada y quedarte conmigo de todas maneras. No quise arriesgarme a perderte, entonces decidí amarte en silencio antes que pensar en que te fueras enojada de mi lado". 

"Oh Xena" susurré. Qué le podía decir? Que era la criatura más noble y amorosa que había conocido? Que pasaría la eternidad en el Tártaro pero solo a su lado? No tenía palabras para eso, entonces decidó mostrarselo.

La busqué, mis dedos temblaban mientras tocaba un lado de su cara lo mas suave que podía. La atraje hacia mí y cerré mis ojos mientras sentía sus svaes labios contra los míos. Mi sangre empezó a hervir mientras sentía la imposible suavidad de su boca moviéndose con la mía. era tan suave. Podía sentir su mano en mi cuello y en mi cara. Sus suaves dedos por mi garganta.  Abrí mis labios, invitándola y ella respondió con la suavidad de su lengua, mi corazón latía fuertemente. Sentía una sensación se salvajismo y temor al mismo tiempo.  Ningún beso me había exitado tanto y crado tanto deseo. Le dije a Pérdicas que después de nuestra noche de bodas ya sabía lo que era el amor. Sabía que le estaba mintiendo. No tenía necesidad de decirle palabras a Xena. Por que lo que estaba sintiendo era verdadero. 

De repente Xena me alejó de ella.L a miré aterrorizada. Habría cambiado de mentalidad? como pudo haber rechazado la invitación de mi boca? Acaso no sabía que le estaba ofreciendo mi alma? Acaso no le importaba?

"Gabrielle", dijo Xena y nunca me había llamado de esa manera tan gentil. "Estás segura?" "Hs pasado por muchas cosas durante éstos últimos meses, no me quiero apresurar".

"Xena", la interrumpí. No quería oír palabras que no significarían nada. "Nunca he querido tanto algo como lo quiero ahora". Ella me creyó. Lo pude ver en sus ojos. Ella me deseaba tanto como yo la deseaba a ella. Ella me besó ésta vez, de una manera muy apasionada, su lengua recorrió lo más profundo de mi boca. Yo respondí igual queriendo más de ella. Envolví mis brazos alrededor de ella y de la desnudess de su espalda. Por un momento olvidé que había removido su armadura. con mis ojos cerrados, casi podía sentir que era la boca de Xena. PEro no ahora. Mis manos acariciaron esos hombros, que no eran tan suaves como siempre. Yo la halé hacia mí y noté que sus brazos no eran suficientemente fuertes. Sentí su pelo y no era lo suficientemente suave y largo. 

Nada de esto me importó. Era a su alma a la que deseaba hacerle el amor, y esa alma era la de Xena. Podía sentirlo en la manera en que se movía, en como me llevaba al suelo cercano al fuego. Lo podía sentir en la manera en que ella removía mi ropa al mismo tiempo que ella se quitaba la suya.  

Suavemente Xena cubrió mi cuerpo con el suyo. Ambas suspiramos ante la deliciosa sensación de la piel contra la piel. Creo que las dos sonreímos. Yo sé que lo hice. Ella continuó besándome, ahora recorriéndo mi garganta. Mi cuerpo entero tiritaba en respuesta.  No había respuesta más obvia que la humedad que había entre mis piernas. Una parte de mi estaba confundid, pues ya había hecho antes el amor, o al menos eso pensaba, pero todas éstas sensaciones eran nuevas. ¿Podía una mujer hacer semejante diferencia?

Deslicé mi mano desde su espalda hasta sus senos. La escuché quejarse con gusto y supe que me gustó ese sonido. Oh, como deseaba que hiciera más sonidos. La atraje hacia mí fácilmente, lo que me recordó que ese era un cuerpo más pequeño. La acerque hasta que puse su pazón en mi boca. ¡Ambrosía! otro sonido. Fue un gemido pequeño, pero yo quería que gimiera de placer! Pellizqué su peón con mis dientes, fuí recompensada con un "Gab... rielle!.

Sentí su peso sobre mi cuerpo, "Por los Dioses Xena! grité mientras sentía sus labios decender por mis senos. Su lengua se enrollaba alrededor de mi pezón mientras que con su otra mano apertaba el oro. Podía sentir que sonreía mientras con su boca recorría mi cuerpo.  Depsués de un recorrido de besos, cambiamos de posición.  Mi respiración se hacía más rápida, ya estaba fuera de control. No tenía nada en la mente, solo podía sentir las respuestas de mi cuerpo ante lo que Xena estaba haciendo con él. Xena sabía esto, ella era lenta y amorosa, no apresuraba nada, volviéndome loca con todo lo que hacía.

Sus largos dedos descendían por mi torso mientras que suaves besos cruzaban mi abdomen. sus manos recorrían todo mi cuerpo a lo largo y ancho. Sus dedos de deslizaron por mi entrepierna, ya sabía para donde iba, preparé mi cuerpo para el dolor. Cuando estuve con Pérdicas sentí mucho dolor, pero si Xena me hacia sentir bien, no había palabras para describirlo.

Ya en su lugar, sentí una increible sensación que me recorría como una cascada. La boca de Xena estaba en mi centro, sus manos sostenían mis caderas. Mientras me besaba ardienrtemente, me escuché gemir. Esta vez Xena no sonrió, por que su boca estaba ocupada explorandome muy lejos de mis sueños mas salvajes. Su lengua respondía a cada movimiento, primero lentamente y luego de manera rápida. ¡¡Oh Dioses, ha encontrado el sitio!! y meintras yo siento que mi mundo gira fuera de control, ella está conmigo.  Cierro mis ojos con fuerza y digo su nombre, Intensas olas de placer se forman desde mi alma.

Quería llorar, pero me sentía tan bien. Xena cubripo mi cuerpo con el de ella, lo me era probela sostener su peso. No podía pesar más que yo. Puso su cara en mi cuello y me dijo "Te amo"... ahí si lloré, pues era demasiado.

"Yo también te amo" le dije mientras tomé su cara entre mis manos y besé esos labios que habían hecho maravillas. Creo que si Xena hubiera estado en su cuerpo hubiera llorado, pero no creo que Callisto tenga lágrimas.

Xena me miraba con tanto amor, y yo sabía lo que estaba pensando. Ella estaba temerosa que siempre hubiera una barrera. La cara de Callisto que le impedía amarme por completo, entonces le sonreí. Hay cierta suavidad en su expresión, algo que me hace derretir. Esta no será la cara de Xena, pero ahora tampoco es la cara de Callisto.

Fin.


Indice Fan Fiction

Página Principal