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Disclaimers: Xena: Princesa Guerrera, Gabrielle y todos sus personajes son absoluta propiedad de copyright de MCA/Universal y Renaissance Pictures. No se pretende infringir los derechos de autor en está historia; esta historia no puede ser vendida o usada en beneficio de ningún tipo, pues hay derechos de autor propios. Copias de esta historia pueden realizarse para uso privado, y deben incluir todos los disclaimers y copyright.

Advertencia de violencia: Un solo golpe (y bien dado para mi gusto)

Advertencia de amor: Esta historia describe un amor entre dos mujeres adultas. Si eres menor de 18 años, esta clase de historias es ilegal en el estado o país en que vives, o por alguna razón no te gustan estas historias, por favor, por favor ve a buscar otra cosa que hacer con tu vida.

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EL PODER DE GABRIELLE

Autora: FF Morgan

I

Todo estaba en silencio, le noche era hermosa, las estrellas brillaban con más intensidad que nunca o al menos eso le parecía a la joven muchacha que las contemplaba embelesada, cerró sus ojos y suspiró hondo, en su mente se agolpaban mil palabras, queriendo salir todas a la vez, sonrió y continuó escribiendo en su amado pergamino, su compañero fiel en horas de insomnio, su fuente de paz luego de una ardua y sangrienta batalla, la pluma corría velozmente dando paso a las letras que estaban atrapadas en su cabeza, nunca le había costado escribir, era como si la pluma fuese una extensión de su cuerpo, su semblante resplandecía a la luz de la luna, sus ojos brillaban, se sentía plena. Tan absorta estaba en esto que no notó a la guerrera sentada en el petate al lado del fuego, la morena mujer la contemplaba maravillada.
- ¿Cómo puedes ser tan hermosa Gabrielle?- pensaba- ¿Cómo puede alguien transmitir tanta dulzura, estando sentada así como tú lo estás?, cada vez me convenzo más que no eres de esta tierra... eres un regalo de los dioses, un regalo para mí... y para la humanidad- sonrió triste- quisiera ser solo un poco como tú- la llamó en voz alta- ¡Gabrielle...! - la bardo la miró sonriente y asombrada
- Xena... ,creí que dormías...
- Te observaba escribir- la bardo volvió a sonreír- ¿Por qué estas conmigo Gabrielle?- pregunto mirándola a los ojos
- ¡Porque te quiero!- fue la simple respuesta de la joven que seguía escribiendo, Xena sonrió y volvió a acostarse, con eso le bastaba, no necesitaba otro motivo, no con ella, que la quisiera era suficiente para la guerrera, ella la amaba con toda su alma, con todo su ser, era el amor de su vida, lo sabía hace mucho tiempo, sabía que sus sentimientos hacia la joven eran distintos a todos los que había sentido en su larga historia de vida, pero eso no importaba, ella podía vivir con eso, solo necesitaba que Gabrielle estuviese a su lado y la quisiera, nada más- la bardo la miró un instante
- ¿Estás dormida Xena?
- Aún no...
- ¿Qué piensas...?
- Pienso que soy muy afortunada
- ¿Afortunada... por qué?
- Por tenerte a mi lado... querida amiga...- Gabrielle se sonrojo levemente
- ¿Dónde iremos mañana?- pregunto entusiasmada
- ...Humm, no lo sé, quisiera... descansar un poco, han sido días muy agitados... ¿Dónde quieres ir Tú...?- la bardo miro al cielo pensativa
- Podríamos ir al lago donde pescaste el Sulario , ese donde ibas con tu hermano Lyceus ... unos días allí nos harían bien... puedes pescar, eso te gusta mucho..., yo escribiría todas las historias que tengo en la cabeza... - hizo un gesto de confirmación- ¡Eso es!, ¡Allí iremos mañana!- Xena sonrió
- Muy bien pequeña bardo... allí iremos
El lago parecía mas calmado que de costumbre, la guerrera miró de un lado a otro preocupada, algo andaba mal, pero no sabía que era, sus músculos se tensaron, los pelos de su nuca se erizaron, la bardo también percibió algo extraño
- Xena..., ¿algo anda mal, verdad?- la guerrera asintió con la cabeza, en estado de alerta-... ¿sientes ese olor extraño en el aire?- dijo olisqueando con un mohín de desagrado- es..., es..., no lo sé..., ¿a qué huele Xena...?
- ¡A muerte!- respondió esta preocupada, acercando a Gabrielle hacia ella para protegerla, no sabía de que, pero debía protegerla de lo que fuera- abrazó a la joven con temor, sus ojos recorrieron todo el lugar, grabando cada detalle, mientras mantenía apretada a la joven contra su pecho, sin notar que la estaba sofocando
- Xena... - protesto tiernamente la bardo- Me ahogas
- Lo siento Gabrielle- dijo soltándola de inmediato- no fue mi intención...
- Lo sé..., solo me protegías- acarició la cara de la guerrera con infinita ternura- siempre me proteges...
- Gabrielle..., creo que es mejor irnos de aquí..., no me gusta esto, no pienso arriesgarnos a nada malo..., vinimos a descansar, ¿recuerdas?- intentó esbozar una sonrisa, pero no obtuvo muy buenos resultados
- Xena..., no podemos irnos sin saber que sucede..., no te niego que me da temor, pero..., debemos saber que pasa, quizá podamos hacer algo al respecto- la guerrera intentó protestar, pero Gabrielle la calló- ¡Es nuestro deber Xena!- de malas ganas la princesa guerrera acepto el desafío. Sigilosamente rodearon el lago hasta alcanzar la orilla contraria, el hedor a muerte cada vez se hacía más intenso, tanto que la joven rubia se hubo de detenerse a vomitar, Xena la tranquilizó mientras acariciaba su espalda, se alejaron unos metros de la orilla del lago, de pronto ante su vista, el espectáculo más horroroso que jamás ojos humanos habían presenciado, ni siquiera cuando Xena era la "Destructora de naciones" se había enfrentado a algo así, una gran cantidad de cuerpos mutilados por doquier, pedazos de personas esparcidos en el pasto, a medio comer, quemados, y en proceso de descomposición, sin piel, sin ojos, les habían arrancado las lenguas, las uñas de las manos y de los pies
- Xena..., esto..., es..., es espantoso!- las lágrimas rodaron por las mejillas de la joven sin poder detenerlas, fue tanto el impacto que perdió el equilibrio, derrumbándose en los brazos prontos de la guerrera que la sostuvo, apoyándola en el suelo, la guerrera intentó reanimarla, dándole pequeñas palmaditas en las mejillas
- Gabrielle..., Gabrielle..., te encuentras bien- la bardo la miró con ojos lloros y angustiados, un gesto de desesperación dibujado en su rostro
- Xena..., dioses!..., ¿quien... pudo hacer esto, que sucedió aquí...?
- No lo sé Gabrielle..., no lo sé, pero quien lo hizo..., claramente esta desquiciado- acarició la rubia cabeza- Todo estará bien Gabrielle, no te preocupes...- intentaba calmarla, como podría hacerlo si ella misma estaba horrorizada, ¡Quien demonios pudo hacer algo así!, ¿En que mente enferma se aloja tanta maldad, ¡Qué vamos a hacer...- pensaba- Gabrielle deberías irte de aquí, no soportaría que te sucediera algo malo- un escalofrío sacudió a la guerrera, miro a la joven con ojos de pánico, intento calmarse, no podía perder el control, no ahora, no sin saber contra que o quien debía luchar- Vamos...- dijo en voz alta levantando a la joven que continuaba llorando- Debemos llegar a Anphipolis antes que anochezca..., esta comenzando a oscurecer. Entraron al pueblo casi al anochecer, la bardo caminaba abrazada a la guerrera, no quería separarse de ella, el miedo había calado hondo en ella y no dejaba de atormentarla. El pueblo estaba desierto, parecía un pueblo fantasma, soplaba un aire helado y cortante, se podía oír la respiración de ambas mujeres, acelerada, revisaron todo y no encontraron a nadie.
- ¿Qué rayos pasa aquí?- protesto Xena
- ¿Dónde están todos..., donde esta la gente...?- pregunto asustada la bardo
- No los sé..., ven- dijo tomándola de la mano- no me sueltes Gabrielle, vamos a la taberna de mi madre. Entraron a la taberna con mucho sigilo, no había nadie, subieron las escaleras, la joven no soltaba a Xena, recorrieron las habitaciones sin encontrar nada, volvieron a bajar. Xena encendió el fuego de la chimenea, Gabrielle preparo algo de comer, Xena no perdía de vista a Gabrielle, no permitiría que nada le pasara. Se sentaron a comer en silencio, Gabrielle no tenia mucha hambre, no podía sacar de su cabeza el horrible espectáculo del lago y el solo hecho de pensar en tragar un bocado hacía que se le revolviese nuevamente el estómago. De pronto la puerta de la taberna se abrió de par en par, dando paso a la figura de una menuda mujer, increíblemente delgada y pálida como la nieve, de largos cabellos negros que llegaban hasta sus piernas, sus ojos transparentes, de un color indefinido, pero sobre todo, impresionaba su mirada vacía, sin brillo, sin vida, avanzaba sin tocar el suelo con los pies, Gabrielle hablo asombrada
- Xena..., esta..., esta..., volando- dijo escondiéndose atrás de la guerrera, no sabía porque, pero el miedo creció aun mas dentro de su pecho, la misteriosa mujer sonrió con una mueca de cinismo, giró la cabeza mirando fijamente a la guerrera directo a los ojos, Xena no pudo evitar temblar ante esa mirada, apretó fuerte las mandíbulas
- ¿¡Quién Demonios eres!...?- pregunto- no hubo respuesta- ¡Te hice una pregunta!- Gritó furiosa
- ¿Tienes miedo... guerrera?- respondió la extraña manteniendo en su faz la sonrisa cínica- ¿temes por ti....?, ¡No!..., ¡No!- sonrió- Temes que le pase algo a tu linda... amiguita..., ¡Qué ternura...!- se burló- Una guerrera de la Oscuridad, doblegada por el amor de una inocente joven- la mirada de Xena se helo de rabia- ¿Quieres saber quien soy...?, mi nombre es Morgana, reina y señora de la Magia Negra y la oscuridad
- ¡Tú causaste la masacre del lago!
- ¡Ohhh...!, Esa no fui yo.., fueron mis pequeños...
- ¿Tus pequeños?
- ¡ Sí !, mis niños- se aparto de la puerta dejando ver tras ella un grupo de bestias horrorosas, a primera vista parecían seres humanos, con cuatro patas, una gran cabeza peluda y deformada, colmillos tan filosos como sables, inmensas garras en las patas, ojos rojos, vidriosos y desorbitados, humeaban por la nariz y babeaban sin control
- ¡Que rayos son esa cosas!- pregunto asqueada Xena
- Son mis Gourlincks..., mis pequeños tesoros..., hacen todo lo que les pido..., ¿verdad niños?- las criaturas se agacharon en señal de sumisión total- Ellos se encargaron de destruir..., quemar..., mutilar y.. devorarse a unos cuantos humanos inservibles- soltó una carcajada que les heló la sangre- merecían morir..., eran débiles y estúpidos- su expresión se volvió indiferente- Me gusta tu lado oscuro guerrera..., la maldad y el odio que emanan de ti son exquisitos- dijo cerrando los ojos y elevando la cara al cielo- ¡Eres Toda oscuridad...!
- ¡No es cierto!- grito Gabrielle- ...eso fue antes, ahora Xena es otra persona..., ella es buena...
- Déjala Gabrielle... -dijo Xena poniendo a la bardo tras ella nuevamente
- ¡SÍ!... ¡Déjame Gabrielle... o te pesará... - amenazo con un gruñido
- ¡Cómo le toques un solo cabello...!- dijo Xena levantando su puño
- ¿Me matarás Xena...?- rió con fuerza- No puedes matarme... No puedes porque ¡Ya estoy MUERTA!, Tu querida humanidad... Gabrielle, tus amadas personas me mataron, mataron mi alma, me convirtieron en lo que soy ahora... y lo pagarán... - grito entre risas- ¡LO PAGARAN CARO!... desaparecerán todos de este mundo, no dejare ni una sola alma buena viviente..., y creo que comenzaré contigo niña tonta...- una sonrisa macabra se dibujo en su rostro desfigurado por el odio, con un movimiento casi imperceptible de su mano y sin tocarla, envió a la guerrea volando por los aires hacia el otro lado de la habitación, estrellándola contra la pared, de su otra mano salió un rayo de luz oscuro directo al corazón de Gabrielle
- ¡Gabrielle!- gritó Xena desesperada, la bardo no tuvo tiempo de reaccionar, el rayo golpeó en su pecho, e increíblemente, rebotó en él sin siquiera tocar a la joven, que asombrada , vio como el rayo cambió su trayectoria impactando en el pecho de la guerrera, que había logrado levantarse y caminaba hacia ella, el impacto impulso nuevamente a la morena hacia atrás, estrellándola otra vez contra la pared
- ¡Xena...!- grito Gabrielle asustada corriendo hacia ella, Xena yacía inconsciente en el suelo, la extraña mujer tenia el rostro desfigurado de ira, no entendía como esa insignificante mujercita aún estaba viva... como había rechazado su rayo destructor
- ¡Quién eres!- le grito frenética, lanzándole otro de sus golpes en la espalda el cual nuevamente rebotó, tubo que apartarse para evitar ser golpeada por él, Gabrielle ni se inmuto, con un grito de frustración desapareció del lugar junto con sus horrible criaturas
- Xena..., Xena...- gemía la bardo- Xena..., despierta por favor..., Xena...- las lágrimas corrieron por sus mejillas sin cesar, de pronto la guerrera abrió sus ojos mirando fijamente a la bardo, la cual retrocedió aterrorizada, la mirada de Xena no era la misma de siempre, era oscura y siniestra, fría, malévola, una cruel sonrisa apareció en su rostro, se incorporó despacio avanzando hacia la asustada joven- Xena... ¿Qué te sucede...?- la guerrera solo sonreía- Xena... por favor... estas asustándome, ¿Qué te sucede...?- por unos segundos la mirada de la guerrera volvió a ser la de antes
- Gabrielle... - dijo tambaleándose- No..., puedo controlarlo... ¡Huye Gabrielle, huye...!, no quiero dañarte..., no quiero...!- Gabrielle la abrazo con todas sus fuerzas
- No Xena..., no voy a abandonarte..., no lo haré- nuevamente la mirada de Xena se oscureció, tomo a la bardo por los hombros con rudeza- Xena..., me lastimas- la morena sonrió cruelmente, miro a la joven con lujuria, se paso la lengua por los labios
- ¿Alguna vez te han besado de verdad Gabrielle?- preguntó cínicamente- ¿Un beso real...?, ¿Lo han hecho...?- tomo con furia la boca de la bardo, que luchaba por soltarse de sus brazos, mordió la boca de la joven haciéndola sangrar, esta gimió de dolor, miró con infinita ternura a su guerrera
- Xena..., ¡Te amo!- sollozó- ¡Te amo Xena..., no me hagas esto, por favor- dijo abrazándose a ella con todo el amor que le fue posible demostrar, el cuerpo de la guerrera se sacudió de golpe, cayendo de rodillas, Gabrielle se agacho a su lado acariciándole la cabeza suavemente, Xena levantó los ojos inundados en lagrimas hacia su amiga- ¡Xena..., eres tu!, ¡nuevamente eres tu!...- la estrecho contra su pecho con ternura
- Gabrielle..., perdóname- suplicó llorando Xena- no quise..., no..., ¡Mírate...!, mira lo que te hice..., yo..., lo lamento tanto...
- ¡No eras tu Xena!, ¡no eras tu!, yo lo sé, sé que jamás me lastimarías.., tranquila, sé que no lo harías...- Gabrielle acomodo unas mantas cerca de la chimenea, llevo a la guerrera hasta ellas- Descansa Xena..., necesitas descansar un poco...
- ¡¡¡No me dejes Gabrielle !!!- imploró la princesa
- ¡¡¡NUNCA!!!, ¿Oyes?- la obligo a mirarla a los ojos- ¡Nunca te dejaría...!, ¡Jamás te abandonaré Xena..., tú eres mi vida entera, sin ti no sé que hacer, no quiero pensar que hacer sin ti- le sonrió- Ahora descansa..., se recostó junto a la guerrera, abrazándola, Xena apoyó la cabeza en el pecho de Gabrielle- ¡Duérmete Xena!, ¡Duérmete!- repetía mientras acariciaba su cabello con infinita ternura- Nunca te dejaré sola, nunca...

II

Los primeros rayos de sol asomaron en el horizonte, Gabrielle abrió los ojos con dificultad, miró a la guerrera que aún dormía abrazada a su cuerpo, se levanto despacio para no despertarla, encendió el fuego de la chimenea, preparó el desayuno, de pronto su cuerpo tembló al recordar la mirada de Xena, miro a la guerrera dormida, había sentido miedo de su amada amiga, ahora entendía el terror que alguna vez inspirara la "Destructora de Naciones"- ¡Así debe haber sido antes!- penso triste- debe sufrir mucho al recordar constantemente toda la maldad que había en su alma, debe luchar a diario con sus amargos recuerdos..., ¡Xena..., si pudiera borrar todo eso de ti, lo haría sin dudar, se que ya no eres la misma... lo sé bien!- Toco su boca, la herida de su labio le dolía el labio bastante, su cuerpo volvió a estremecerse, cerrando los ojos recordó el beso que le había robado la guerrera, a pesar de haber sido violento, casi a la fuerza, una parte de ella se había sentido feliz, había deseado rendirse a los deseos de la oscura princesa..., solo que no había sido "Su verdadera princesa", quien la había besado, si así hubiese sido, no hubiese dudado en entregarse a ella, llevaba largo tiempo soñando con que Xena la tomara en sus brazos y le dijera que la amaba con toda su alma, tal y como ella la amaba, la despertó con un suave beso en la mejilla
- Hola- dijo Xena sonriendo triste
- Hola dormilona- bromeo, Xena miró la boca de Gabrielle con una mueca de dolor
- ¿Duele mucho...?- preguntó acariciando el labio de Gabrielle con ternura- la joven negó con la cabeza- Cuanto lo lamento... Gabrielle, nunca quise...
- Tranquila Xena- la callo- ¡Esta no fuiste tu!- los ojos de Xena se llenaron de lagrimas- ¡Vamos Guerrera!- dijo animándola- No vas a dejarte vencer por esto, hemos pasado por peores cosas... y siempre hemos salido de ellas- la abrazó- ¡Lo importante es que lo hagamos juntas!- miro sus hermosos ojos azules quebrados por el dolor, su cuerpo se sintió inundado por una infinita dulzura, tenia que dejar de mirarla, si continuaba perdida en ese cielo, no podría contener mas sus deseos de besarla, con un suspiro dijo- ¡El desayuno esta listo y... tengo hambre!- Xena sonrió
- Tu siempre tienes hambre...
- Así es,... siempre tengo hambre- comenzaron a desayunar
- Fuiste muy valiente anoche Gabrielle
- ¿Valiente...?
- ¡SI!, te quedaste a mi lado, aún sabiendo que podía hacerte daño... - agrego incomoda- ... mas daño aún del que te hice...
- Xena, escúchame bien- dijo mirándola a los ojos- ¡Sí..., tuve miedo de ti, tenias una mirada que daba terror..., pero siempre sentí... aquí... - se llevó la mano al corazón- sentí que no podías lastimarme, sabía que nada me pasaría estando a tu lado, aunque volvieras a convertirte en "La destructora de Naciones", nunca me dañarías...
- Gracias por no haberme dejado sola...
- Gracias por permitirme ser tu compañera Xena...- dijo mirándola intensamente
- Gabrielle...
- Dime Xena
- Tenemos que pensar que hacer..., no sé si pueda recuperarme si recibo otro ataque como el de anoche..., tuve que luchar con todas mis fuerzas para liberarme de la oscuridad que invadía mi corazón y mi alma, no sé si pueda hacerlo de nuevo..., - la miro incrédula- Aún no entiendo como pudo no afectarte a ti, el rayo rebotó en tu pecho... ni siquiera logró moverte del lugar donde estabas, a mi me tiró lejos...
- Tampoco sé que paso Xena..., pense que moriría..., pero no fue así, nada me sucedió, no sentí nada...
- Es extraño...- dijo la morena preocupada
- Xena..., ¿Dónde estarán las personas del pueblo?
- No lo sé..., solo espero que no sean ellos los que se encuentran esparcidos en el lago...
- ¿Qué haremos Xena?- la guerrera se quedo pensando unos segundos en silencio
- ¡Merlin!- gritó levantándose de un salto
- ¿Merlin...?
- ¡Sí!, un... poderoso hechicero...
- ¿Otro mas...?
- Él es bueno Gabrielle... un hechicera de la luz, de magia blanca, no de la oscuridad... ¡Vamos!- dijo asiendo a la bardo de la mano, Gabrielle alcanzó a tomar su morral y su vara camino a la salida
- ¿Dónde vive Merlin?
- En una gruta, en las montañas al norte de aquí..., tardaremos un día entero en llegar, debemos apresurarnos...
Llegaron al paso de la montaña al amanecer, bajaron de Argo, Xena se sentó en el suelo con las piernas cruzadas, cerró los ojos y elevó la cara al cielo, meditando por un instante, de pronto un ruido ensordecedor, en la pared sur de la montaña, se abrió una entrada a una especie de gruta, la guerrera se levantó, dio una cariñosa palmada a su caballo
- Tu té quedas acá muchacha..., espéranos, ¡Vamos Gabrielle!- dijo entrando a la caverna- dame la mano y no me sueltes- caminaron a tientas por la oscuridad hasta llegar al corazón de la montaña, entraron en una inmensa caverna iluminada con grandes candelabros adornados con velones, una de las paredes cubierta por completo por estanterías llenas de libros de todo tipo, Gabrielle miró maravillada
- Son libros- dijo Xena- como el de Lao Ma..., todos cuentan historias diferentes...- dijo a la rubia divertida- ¿Te gustaría leerlos todos...?
- Sería fantástico Xena!- respondió aún con la boca abierta por el asombro
- Merlin es un gran hechicero, tiene el don de viajar por el tiempo
- ¿Viajar por el tiempo...?
- Así es..., puede ir al pasado o al futuro, siempre trae cosa de los lugares a donde va, por eso aquí puedes encontrar cosas muy extrañas para nosotras- la bardo continuaba mirando los libros maravillada
- No conozco esta escritura... ni esta tampoco, Xena... ¿Qué clase de pergaminos usaran para esto?- dijo mostrando un libro de nuestra época, empastado y con hojas doradas. En una esquina un escritorio atiborrado de papeles, pergaminos, plumas y tintas de diferentes colores- Mira esto Xena- grito feliz acercándose a el- ¡Es increíble!- la princesa sonrió al ver a su bardo tan complacida, caminó hacia una gran puerta de roble, la empujo con fuerza entrando en la habitación, sobre una gran cama se encontraba un anciano con una enorme barba y bigotes blancos que hacían juego con sus pobladas cejas y largos cabellos del mismo color, al ver a la guerrera se incorporó de la cama
- ¡Xena!
- ¡Merlin!- saludó, avanzando hacia el anciano apresuradamente, un metro antes de llegar a la cama, la guerrera se estrello contra una muralla invisible, el golpe fue tan fuerte que se tambaleo retrocediendo asombrada
- ¡Lo siento Xena... no alcance a avisarte!, no puedes entrar, ni yo puedo salir de aquí...
- ¿Qué?
- ¡Estoy atrapado en esta jaula invisible..., he intentado todo para salir, nada ha dado resultado, estoy prisionero...! - miró a Xena con una sonrisa paternal- es bueno verte nuevamente
- Me hubiera gustado que fuera en otras circunstancias, pero ya vez..., vengo a pedir tu ayuda otra vez
- ¡Lo sé Xena... Morgana!
- ¿La conoces?
- Ella me encerró en esta prisión invisible, sabe que soy el único que puede detener sus siniestros planes y se aseguró de que no pudiese intervenir
- Háblame de ella- pidió- ¿La conoces bien...?
- Conocerla..., era mi mejor alumna y aprendiz, nunca en toda mi existencia y tu sabes... que he vivido mucho- dijo sonriéndole a Xena- he tenido a mi cargo a alguien tan excepcional, siempre delante de todos, queriendo saber mas..., solo que sus propósitos nunca fueron los mismos que los míos, nuca quise darme cuenta de su lado oscuro...
- ¡Cómo el mío...!- dijo apesadumbrada
- No, no como el tuyo, tu lado oscuro afloró en ti por otros motivos, tú lo combatiste... y lo derrotaste, en ella es su lado oscuro quien gobierna su vida, mis amigos hechiceros me lo decían, pero el cariño que sentía por ella, que aún siento por ella me cegó, no quise darme cuenta que en ella no existía bondad, quería conquistar al mundo, someterlo a su voluntad, nunca supe porque siempre odió tanto a la gente, los culpa de haber matado su alma cuando nunca tuvo alma...
- ¿Aún sientes cariño por ella...?
- Así es... la última vez que nos enfrentamos pude haberla destruido, sin embargo solo la encerré, creyendo que no podría escapar, no quería matarla...- tomándose la cabeza entre las manos- ahora me arrepiento de no haberlo hecho... por mi debilidad- levanto sus ojos grises húmedos hacia Xena- nuevamente han muerto tantas personas, y no puedo hacer nada desde esta prisión para detenerla...- la guerrera camino seria de un lado a otro con una mano en la cintura y con la otra se rascaba la cabeza
- ¿Existe algún modo de sacarte de allí?- Merlin movió la cabeza con pesar
- ¡Lo he intentado todo!- penso un momento- quizá si mis colegas y yo trabajamos juntos, podríamos lograr algo
- ¿Dónde los encuentro?- preguntó ansiosa- dímelo e iré a buscarlos a donde sea
- Tranquila Xena, no necesitas salir de aquí, en la otra habitación encontrarás un libro en un atril, en la página veinte, al final, encontrarás un conjuro que debes decir, busca una vela amarilla grande, con ribetes rojos y azules, debes escribir los nombres de los hechiceros que vas a llamar en un papel, enciende la vela y mientras quemas el papel recitas el hechizo, eso los traerá de inmediato, debes llamar a Haquedoor, Grandalf y Kurumck, ellos son los mas poderosos de todos, aparte de mí... modestamente hablando- dijo haciendo una reverencia avergonzado. La guerrera procedió a realizar todo lo que el mago le había encargado, mientras tanto Gabrielle leía uno y otro libro, sentada en el suelo, totalmente apartada de la realidad, cuando Xena concluyó aparecieron ante ella tres ancianos muy parecidos a Merlin, vestidos con túnicas y sombreros puntiagudos, Xena los puso al tanto de lo sucedido, entraron a la habitación y juntos se pusieron a trabajar, transcurrieron varias horas sin ningún resultado, uno tras otro los intentos fallaban, el cansancio y la desesperación se estaban apoderando de ellos, nada daba resultado
- ¡Es inútil!- bufo Kurumck- dejándose caer en una silla, los demás lo imitaron. De pronto la bardo entro en la habitación con un libro en la mano empapada en la lectura
- ¡Estas historias son increíbles Xena...!- dijo sin dejar de leer caminando directamente hacia la cama donde se encontraba echado Merlin, Xena hizo un gesto para detenerla antes de que chocara con la pared invisible, las palabras se atragantaron en su boca, la sorpresa se apodero de todos ellos, la bardo traspaso la pared invisible sin ningún problema, sentándose al lado del también asombrado mago- son realmente increíbles Xena... - dijo levantando por primera vez la vista, encontrándose con cuatro pares de ojos que la miraban extrañados- Hola- saludó tímidamente- lo siento si interrumpí algo... importante
- ¿Quién eres tu?- pregunto intrigado Grandalf
- Gabrielle..., me llamo Gabrielle, soy la mejor amiga de Xena- la guerrera sonrió abiertamente- ... ¿Qué... sucede?, ¿Por qué todos me miran de ese modo?, Xena...- dijo caminado hacia la guerrera- ¿Qué sucede...?- Xena la abrazó con ternura
- Nada malo Gabrielle... no te preocupes
- ¿Cómo logró hacer eso...?- pregunto Haquedoor
- ¿Hacer que... que hice?- dijo angustiada- si es por los libros... solo los leía..., no hacía nada malo, ¡Lo juro!, ¿Tu me crees Xena verdad?- suplicó con la mirada
- Tranquila Gabrielle, sabemos que no hiciste nada malo- en pocas palabras Xena le explico lo sucedido, Gabrielle no podía creer lo que oía, tocaba el aire en donde se suponía estaba la pared invisible, por supuesto sin encontrarla
- Aquí no hay nada Xena- la guerrera tuvo que demostrarle que la pared si existía, chocando nuevamente contra ella, Xena recordó el extraño suceso del rayo en la posada y les contó a los magos lo sucedido, Merlin levanto sus manos al cielo
- ¡Tanto buscar la solución y la teníamos justo frente a nuestros ojos!- gritó feliz
- ¿A que te refieres?- pregunto la guerrera intrigada
- ¡ELLA, PUEDE VENCER A MORGANA!
- ¿Yo...?- dijo asombrada la bardo- ¿Puedo vencerla...?- pregunto con su típica cara de niña inocente
- ¡Si eres lo suficientemente valiente para enfrentarla sin temor..., no podrá dañarte!
- NO- Gritó Xena- No permitiré que Gabrielle se enfrente a ella
- Xena...- interrumpió Merlin
- No Merlin- cortó la princesa angustiada- No quiero que le pase nada malo, no lo permitiré, ¿Me oyes?, yo misma la destruiré con mis propias manos si es necesario, pero no dejaré que lastime a Gabrielle- abrazó a la joven con angustia- ¡Te amo demasiado para permitirlo Gabrielle!- dijo casi en un susurro, Gabrielle sintió que el suelo se abría a sus pies y si no hubiese estado sujeta a la guerrera, lo mas probable es que hubiese ido a parar directo al suelo
- Tu no puedes derrotarla guerrera- dijo Kurumck- ¿Quieres volver a ser "La Señora de la Guerra y la Oscuridad", si la enfrentas... eso es lo que lograrás, que se apodere de ti haciendo aflorar tu lado oscuro... ¿Quieres volver a dañar a tu amiga?- Xena se paso la mano por la cara con desesperación
- Kurumck tiene razón Xena- dijo Merlin- tu corres el riesgo de perder tu alma para siempre si te enfrentas a ella... - Gabrielle gimió horrorizada
- ¡No Xena... por favor... no soportaría que te sucediera algo así!
- Sin embargo Gabrielle puede vencerla... la pureza de su alma es lo único que puede vencer a Morgana, no pudo inundar su corazón con maldad, tu bondad y el amor que sientes- dijo mirando a la joven- son tan profundos y puros que no puede dañarte..., ven aquí- la bardo se acercó al anciano el cual acarició su cabeza suavemente- eres el ser más puro que he conocido Gabrielle- miró a la guerrera a los ojos, Xena resopló incómoda
- Te preguntas que hace alguien como ella a mi lado...- afirmo molesta
- NO... sé lo que hace ella a tu lado guerrera, ella es la que te nivela, es la fuente de tu bondad... te enseño lo que realmente significa "amar"- sonrió- y la respuesta a tu pregunta es ... sí
- ¡Sí que!- bramo Xena
- Si mereces tenerla a tu lado Xena- quiso preguntar como lo había adivinado pero guardo silencio, las palabras del mago la tranquilizaron, él sabía mucho y si decía que si la merecía, estaba bien para ella, sonrió feliz, mirando con inmenso amor a su amada Gabrielle, ella le devolvió la sonrisa
- ¿Qué debo hacer?- pregunto decidida- lo que sea lo haré- Xena intentó protestar, pero la bardo la callo- ¡Lo haré Xena, esta claro!, no voy a discutir contigo de esto, sé que deseas protegerme, y te lo agradezco... pero esta vez seré yo quien te proteja a ti, ¡ FIN de la discusión!- Xena bajó la cabeza escondiendo una sonrisa disimulada, ¡Nada que hacer!, nada que decir, cuando su bardo se ponía así, nada la hacía cambiar de parecer y la princesa lo sabía muy bien, interiormente se sintió halagada por las palabras de Gabrielle, era tan tierno que quisiera cuidar de ella, que quisiera protegerla...

III


- La única forma de derrotar a Morgana es quitarles su poder, sin él estará indefensa..., en ese momento podremos... - la cara del mago se contrajo en un gesto de dolor- ¡Darle muerte....!
- Vamos Merlin- dijo Haquedoor- sabemos que siempre la has querido mucho, pero también sabemos que no hay otra salida..., lo intentaste antes de otra forma, y ya ves... no resulto, ella logro escapar con el tiempo, la única forma de acabar con ella es... detenerla para siempre, y eso significa darle muerte
- Bien- dijo Grandalf- basta de charlas, tenemos que movernos pronto, hay que preparar todo para el duelo entre el bien y el mal, buscaré la vasija donde atraparemos los poderes de Morgana- miro a Merlin- deberíamos utilizar...
- Si Grandalf- asintió el anciano- "La caja de Nuvia", solo ella puede mantener seguros los poderes de Morgana, lo bueno es que una vez que queden atrapados en ella, solo podrán ser liberados por la misma persona que los encerró, nadie mas puede liberarlos, y sabemos que la pequeña jamas la liberará por su propia voluntad
- ¿Y cómo le quitamos sus poderes?- pregunto Gabrielle intrigada
- Esta es la parte difícil Gabrielle... debes enfrentarte a ella cara a cara, a estas alturas ella debe saber que tu tienes el poder de derrotarla, por eso se fue de la posada cuando sus rayos rebotaron en ti, también se debe haber dado cuenta- dijo frunciendo el ceño- que a Xena si puede poseerla y que a través de ella... puede llegar a ti pequeña, sabe que Xena es tu debilidad... y se aprovechara de eso, la única manera en que pueda entrar su maldad a tu corazón, es que tu se lo permitas, si la dejas entrar lo hará sin dudarlo, y si lo hace... nada la podrá detener. Haga lo que haga... diga lo que diga... veas lo que veas, no te rindas Gabrielle, solo recuerda que tienes el poder de cambiar las cosas, ella intentará engañarte, debilitar tu espíritu para apoderarse de él... no la dejes. NUNCA, NUNCA le pidas nada durante la batalla, no debes hablarle Gabrielle..., es una prueba muy dura, verás cosas terribles..., ¿crees que estas preparada para eso...?
- No lo sé- respondió asustada- No sé si estoy preparada..., pero lo intentaré, haré mi mayor esfuerzo poniendo todo de mi parte, ¡Les doy mi palabra!- hablo decidida, Xena seguía sentada y pensativa, se había quedado en las palabras de Merlin "Yo soy su debilidad", por mí pueden llegar a ella y dañarla, no quería eso, sin embargo su lado oscuro siempre dañaba a su amada bardo, si ella se alejaba... quizá Gabrielle estaría a salvo...
- No guerrera- Dijo Kurumck- la salvación no es alejarte, así como Gabrielle te nivela a ti... tú la nivelas a ella, el amor que siente por ti, le da fuerzas para luchar contra todo, sin ti a su lado... perdería la batalla...
- Xena- exclamó Gabrielle abrazándola- No permitiré que me dejes... ¿entiendes?, Juntas, tu y yo... juntas superaremos todo... ni siquiera pienses en apartarte de mí
- Perdona Gabrielle...- suplicó- creí que era lo mejor para todos
- Lo mejor para mí... ¡Eres TU Xena!, siempre lo has sido y siempre lo serás... - La princesa beso la frente de la bardo con ternura
- Ven aquí Gabrielle- llamo Merlin, la joven obedeció, el mago le entregó el anillo que llevaba puesto momentos antes- Ten... usa esto...
- ¿Un anillo?
- No es solo un anillo!, es una joya especial pequeña, un anillo de poder... allí guardo parte de mi esencia pura, ahora ve con ellos- Gabrielle se fue acercando a cada uno de los magos los cuales tocaban el anillo traspasándole parte de su pureza, el anillo cambió de color a un blanco brillante, la joven lo puso en su dedo y se adapto a él perfectamente como si hubiese sido hecho para ella
- Debes memorizar este hechizo- Dijo Grandalf- cuando estés frente a Morgana, has de repetirlo mentalmente sin cesar, mirando a Morgana a los ojos, mientras mantienes la caja abierta, con este hechizo y el anillo, el poder de Morgana quedará capturado en la caja, Merlin podrá liberarse y liberar a las almas que están prisioneras en los cuerpos de las bestias
- ¿Almas prisioneras...?- interrogó Xena
- Los Gourlincks, las personas tocadas por el rayo de Morgana, se convierten en esas criaturas, tu te salvaste solo por el inmenso amor que Gabrielle siente por ti...
- Ahora sé donde están las personas del pueblo- masculló la princesa
- Xena... ¡Tu madre...!
- Lo sé, lo sé- respondió abrumada
- La liberaremos Xena... - tomó las manos de la guerrera entre las suyas acariciándolas- veras que todo sale bien...
- Gabrielle- interrumpió Merlin- a través del anillo estaré comunicado con ustedes, partan ahora, no deben perder mas tiempo
Los cinco salieron de la montaña rumbo a Anphipolis, llegaron al pueblo desierto al medio día
- Debemos descansar un poco- dijo Grandalf- Morgana se presentará en la noche, en el día se esconde ya que su poder se debilita
- Es cierto - Dijo la guerrera - No hemos descansado bien estos días y necesitamos todas nuestras fuerzas para la confrontación, sobre todo tu Gabrielle..., será difícil, tienes que dormir un rato
- Tu también estas cansada Xena - reprocho la bardo
- Pero es a ti a quien le tocará la parte mas pesada de todo Gabrielle, no discutas conmigo y descansa, ... por favor ... - La miró con una dulce sonrisa, la bardo asintió con la cabeza y se tiró a descansar
- Ven aquí conmigo Xena, acuéstate a mi lado - La guerrera se acostó junto a su amada amiga, la abrazo fuerte, cerrando los ojos mientras de su pecho escapaba un gran suspiro - ... Todo saldrá bien Xena, ... ya veras que sí...
- Lo sé..., lo sé...
Ya entrada la noche llegaron al lago, los pedazos de cuerpos aún estaban tirados por doquier, el hedor que emanaba de la carne descompuesta era casi insoportable, sintieron deseos de vomitar, pero lo superaron rápidamente.
- Nuestro trabajo será mantener a las criaturas lejos de Gabrielle - Les hablo Kuorunck - y evitar hacerles daño en el intento, recuerden que estas criaturas deben ser las personas del pueblo de Xena..., y tu guerrera - Miro a Xena - Debes cuidarte de Morgana, ella intentará poseer tu alma para derrotar a Gabrielle, debes evitar que se apodere de ti, debes luchar contra tu lado oscuro como jamas antes lo has hecho, ...
- No te preocupes, ... sé que de eso depende la vida de ella - dijo mirando a la bardo con ojos llenos de amor - ¡ y por ella soy capaz de vencer al mismísimo demonio! - Gabrielle le sonrío con ternura, Xena le guiño un ojo.
Gabrielle espero paciente la llegada de Morgana, Xena y los demás estaban ocultos y preparados para salir en el momento necesario, de pronto un ruido ensordecedor y una luz cegadora se dejo ver en medio del campo, dando paso a la hechicera que sonreía diabólicamente, la horda de criaturas a sus espaldas, esperando la orden para lanzarse al ataque, Gabrielle tembló en su interior, no podía flaquear ahora, tenia miedo, mucho miedo, pero había prometido que daría lo mejor de ella y eso haría, además estaba en juego el alma de su amada, y no permitiría que esa horrible mujer la poseyera jamás
- ¿Tienes miedo Gabrielle ... ? - preguntó cínicamente la pálida mujer, la bardo se limito a esbozar una pequeña sonrisa, esto enfureció a la hechicera - ¡Crees que puedes derrotarme Niña Estúpida!!! - grito con una voz chillona y aguda que dañaba los tímpanos - Creíste toda esa porquería que te contó Merlin sobre el amor y la pureza ... que con tu alma blanca y el gran amor que sientes por el mundo y por esa patética imitación de guerrera, puedes derrotar a la oscuridad, ... ¡Qué ilusos, Merlin no cambiará nunca!, ¡Te haré pedazos poco a poco!, ... ¡ATAQUEN!! - grito a sus bestias, estas corrieron de inmediato hacia la bardo que temblando continuo en el lugar sin moverse ni un milímetro, Xena y los demás salieron de su escondrijo y comenzó la batalla, los magos lanzaban rayos hacia las bestias, haciéndolas retroceder, la guerrera lo hacia a su modo, pateando y golpeando cabezas y traseros, uno tras otro, cuidando si, de no dañarlos demasiado, Gabrielle en tanto comenzó a recitar mentalmente el hechizo, abrió la caja de Nuvia mirando fijamente a los ojos de la hechicera
- ¡Con la pureza de mi alma y la fuerza del anillo, demando que el poder de la oscuridad quede atrapado en la caja! - repetía una y otra vez, una luz blanca comenzó a rodear a la bardo, Morgana se debatía por librarse del poder de la luz que salía del cuerpo de la joven rubia, lanzando rayos a diestra y siniestra, buscando con la mirada desorbitada a la guerrera, que esquivaba un rayo tras otro con gran habilidad, en tanto luchaba con las bestias, de pronto un haz de luz negra salió de la mano de la hechicera, semejaba a una cuerda larga, con ella comenzó a seguir a Xena, que hacía todos los intentos por evitar ser atrapada, una de las bestias consiguió derribarla y eso fue suficiente para que Morgana amarrara su cuerpo con el lazo negro, la guerrera intentó zafarse, luchando vehemente, pero mientras mas luchaba, mas fuerte se hacía el lazo, Gabrielle vio angustiada como su amada amiga se debatía para salir de la trampa
- Xena … - penso - … Xena...
- ¡No Gabrielle! - oyó una voz en su interior - Sigue recitando el hechizo!! - era Merlin que se comunicaba con ella - Te dije que Morgana haría todo lo posible por distraerte, … no la dejes ganar…
- Pero Xena … - pensando
- Xena estará bien si logras derrotarla, si ella te derrota a ti,… volverá a ser "La Destructora de Naciones", y esta vez nadie podrá salvarla, recuerda eso pequeña … - Gabrielle angustiada de solo pensar en Xena como la señora de la guerra continuó recitando, una y otra vez. La guerrera mientras tanto se retorcía de dolor, Morgana a través del lazo la hacía recordar los peores momentos de su cruel pasado, la bardo también podía verlos, … sintió un dolor inmenso por Xena, las lágrimas rodaron por las blancas mejillas, siguió recitando con mas y más fuerza, cada vez la luz de su cuerpo se hacía más intensa, de pronto se elevó del suelo unos centímetros. Xena en tanto no paraba de gritar, no era solo el dolor que sentía, era la lucha interna que estaba llevando a cabo, el lado oscuro intentaba dominarla, ella se esforzaba por detenerlo, oía en su cabeza voces que le decían que se entregara, que dejara de luchar
- Allí esta Gabrielle Xena, mírala, es hermosa,… anda guerrera, tómala como siempre lo has deseado, ahora puede ser tuya, solo tienes que dejar de luchar, piénsalo guerrera, el amor de tu vida servido en bandeja, solo tienes que desearlo y Será TUYA para siempre. Las voces eran envolventes y seductoras, Xena deseaba Tener a Gabrielle, era lo que más deseaba en el mundo entero, sentir a su bardo junto a ella, sentir su cuerpo cerca, poder besarla a gusto, como el beso en la taberna, sintió nuevamente esa sensación dulce sobre sus labios, de pronto el recuerdo del rostro aterrado de Gabrielle la hizo volver a la realidad, no dañaría a su amada amiga, no lo haría nuevamente, aunque deseara con todas sus fuerzas tenerla para ella, no volvería a dañarla de ese modo, el dolor era insoportable, vio la mirada de angustia con que la veía Gabrielle, con un enorme esfuerzo le sonrió
- No te detengas Gabrielle … - gritó la guerrera - tu puedes … ¡Haaa!, - se retorció nuevamente de dolor - … puedes vencerla … yo - nuevo grito aún mas fuerte - … confío en ti Gabrielle, … Juntas, siempre Juntas … - la sangre comenzó a salir por la nariz y la boca de la guerrera, sus ojos se entornaron de dolor - … Juntas … - dijo casi en un hila de voz - … podremos superar todo ¡¡¡…, Té Amo Gabrielle…!!!. La bardo se renovó de fuerzas al oír a su guerrera, ella también amaba a Xena, recito con mas fuerzas, con toda la fuerza de su alma, debía detenerla pronto o si no su guerrera moriría en manos de Morgana, sabía que Xena no podría soporta mucho mas el dolor y la lucha interna, la luz de su cuerpo se hizo mas y mas brillante, de pronto Morgana comenzó a tambalearse, de su cuerpo comenzaron a salir unas esferas negras brillantes que rebotaban en el anillo de la bardo e iban a parar a la caja de Nuvia, a medida que las esferas salían del cuerpo de la hechicera, el dominio que ejercía sobre la guerrera iba cediendo, Morgana se retorcía cada vez que perdía una esfera, poco a poco fue perdiendo todo su poder, hasta que salió la última, Gabrielle miro a la mujer con ojos tristes, vio que a pesar de haber perdido todo su poder, su aura seguía siendo oscura y diabólica, no como la de su amada guerrera que yacía inconsciente envuelta por una aura clara y brillante, tan hermosa como ella, penso sonriendo, la caja sé cerro herméticamente y la bardo cayo al suelo de golpe
- Lo lograste Gabrielle - oyó la voz de Merlin casi en un susurro el esfuerzo había sido tan grande que su cuerpo no lo resistió mas y se desmayo quedando tirada boca arriba, Morgana aún de pie, a duras penas saco de entre sus ropas una filosa daga y se abalanzo sobre la caída bardo para acabar con su vida
- Gabrielle ... - se escucho el grito desesperado de Xena, la hechicera detuvo su andar con un gesto de dolor y sorpresa dibujado en el rostro, abrió la boca y no pudo articular ni una palabra, solo sonidos guturales escaparon de sus labios mientras un hilo de sangre asomaba por la comisura de sus labios, los ojos perdieron el brillo de la vida, cayo de boca al piso a poca distancia de Gabrielle que se recobraba lentamente, en su cráneo incrustado medio a medio el chacram que Xena había lanzado, la guerrera se dejo caer sin nuevamente sin fuerzas, suspirando tranquila, Gabrielle se levanto y corrió hacia ella, levanto la morena cabeza recostándola en su regazo, Merlin apareció en el lugar sonriendo, la bardo acariciaba la cara de su guerrera
- Xena, ... Xena, ... - Xena abrió lentamente los ojos, aún sangraba por la boca y la nariz, le sonrió débilmente - Hola ... - dijo la rubia llorando
- Ga... brielle , ¿estás bien ... ?
- Oh Xena... - dijo llorando y riendo a la vez - estoy bien, eres tú la que me preocupa ahora - acaricio nuevamente su rostro ensangrentado - ... ¿Cómo te sientes? - miró a Merlin suplicante
- Se pondrá bien pequeña - dijo dándole unas palmaditas en la espalda en señal de cariño - es una mujer muy fuerte, ... además - le sonrió a Xena - Tiene mucho porque vivir, ¿Verdad princesa guerrera? - Xena bajó la mirada abrumada y asintió con la cabeza - Ahora - dijo dirigiéndose a sus amigos - debemos volver a la gente a su estado natural y a sus casas para que no recuerden nada de lo que aquí sucedió, rápidamente y tras unos conjuros las extrañas criaturas se transformaron en las personas de la aldea de Anphipolis, otros conjuros mas las hicieron desaparecer del lugar devolviéndolas a sus hogares sin que supiesen lo sucedido, los cuerpos y el hedor también se fueron, Xena se levanto con dificultad ayudada por su amiga
- Deberías descansar Xena - reprendió Merlin - Morgana te hizo mucho daño interno, creo que lo mejor será llevarlas conmigo - miro a sus amigos - Gracias a los tres por su ayuda - Los magos hicieron una reverencia y desaparecieron despidiéndose de ellos, Merlin tomo las manos de Xena y Gabrielle y en un abrir y cerrar de ojos se encontraban en la gruta de la montaña, la guerrera acostada en una suave y mullida cama, sus heridas limpias y una expresión de sosiego en su hermoso y maltratado rostro - Aquí podrán descansar tranquilas - dijo el mago - Este será su habitación hasta que deseen marcharse - miró a la bardo con infinita gratitud y ternura - ... puedes leer todos los libros que desees jovencita, nunca antes había tenido mejor publico para mis amados libros, la cocina está por allá - dijo señalando una gran puerta de madera - encontrarás todo lo que necesites, Xena dice que cocinas muy bien, espero poder probar tu mano, esa puerta de allí - señalo a la izquierda - da al jardín, puedes salir cuando lo desees, se que te encantará ese lugar, vendré mas tarde a ver a Xena - dijo desapareciendo repentinamente.
Gabrielle miraba todo boquiabierta, comenzó a recorrerlo todo, esto era el paraíso de una bardo, miles de historias que leer, una gran cocina con todo cuanto se pudiese imaginar, un jardín maravilloso donde el sol brillaba con una intensidad poco usual, con un calor cálido sin ser sofocante, cientos de plantas que no sabía siquiera que podrían existir, una buena cama para dormir, ... y lo mas importante de todo, penso mirando el rostro de Xena dormido
- Mi guerrera sana y salva a mi lado, nada de esto sería lo mismo sin ella, la vida no sería lo mismo sin ti mi amada princesa - acarició su cabello suavemente, beso su rostro con sumo cuidado y dulzura - Duerme Xena - Dijo en un susurro - descansa tranquila, yo estoy aquí a tu lado
- Gabrielle... - murmuro Xena dormida - no me dejes sola... quédate a mi lado
- Aquí estoy Xena, estoy contigo, ahora descansa... - se acostó al lado de su princesa y el sueño la venció casi de inmediato, habían sido demasiadas emociones por un día.
La guerrera se recuperó totalmente en una semana, se sentía fuerte de nuevo, la bardo había cuidado de ella con esmero.
- Ya se marchan? - pregunto el mago con un dejo de tristeza - me había acostumbrado a tan buena compañía - dijo abrazando paternalmente a Gabrielle, quien le sonrió feliz - ¿Has disfrutado tu estadía aquí Gabyta? - así le decía de cariño
- ¡Cada instante! - respondió presurosa - ha sido maravilloso estar aquí Merlin, he aprendido tantas cosas, ahora tengo un millón de historias que contar
- Cuando desees volver solo tienes que pedirlo - dijo cariñoso - si usas el anillo yo podré oírte
- Pero este s tu anillo... - protesto la bardo
- No, ahora es tuyo, te lo ganaste querida mía, ¿Cómo te sientes Xena?
- Nunca me había sentido mejor Merlin, gracias por todo lo que has hecho por mí
- Gracias a ti, por traer a mi vida a este ser tan maravilloso - acarició el cabello de Gabrielle - ... gracias a ella volví a creer en la humanidad, eres el mejor regalo que una persona puede tener pequeña, no cambies nunca, y tu guerrera ruda... cuídala mucho
- ¡Con mi vida! - respondió Xena dejando salir una sonrisa franca y amplia, tomo de la mano a la joven y la atrajo hacia ella en un abrazo - ¡Con mi vida...!
- Bien - beso a ambas mujeres - cierren los ojos y las enviaré donde quieran ir - sonrió - ¡claro que lo ideal es que ambas deseen ir al mismo lugar
- ¡El lago! - dijeron al unísono
- ¡El lago entonces!
En segundos se encontraron frente al hermoso lago
- Esto esta mucho mejor - dijo Gabrielle sentándose a sus orillas
- Si que lo está - rió la guerrera, un rato después - quieres que nos quedemos unos días aquí Gaby?
- ¿Podemos.... ? -pregunto emocionada
- Claro que podemos
- ¡Que bien Xena!, tengo miles de historias que contarte, además debo escribir esta que vivimos y me encanta la idea de estar unos días... solo contigo Xena... - dijo sonrojándose, la princesa le dio una mirada de esas que podrían quitar el aliento - oh dioses, que hermosa es - penso - soy afortunada de tenerla a mi lado
- A mí también me encanta esa idea Gabrielle...
- ¿te encanta estar a solas contigo...? - bromeo risueña
- No tonta - dijo riendo también - me encanta estar a solas... contigo, lejos del mundo, solo tu y yo... - la bardo se sonrojó bajando la mirada turbada, la guerrera pensó que se había incomodado con sus palabras, se reprendió a sí misma - Tonta, tonta - se dijo, lograste hacerla sentir mal - No puedes callar tus sentimientos y tratarla como siempre ¿Verdad? - se levanto de un salto - Vamos a bañarnos! - la invito divertida - La ultima es una bacante! - grito la guerrera, sacándose la ropa y echándose al agua fría - esto te hará bien -penso mientras nadaba, la bardo bastante desilusionada también se quito la ropa y se echo al agua
- Era demasiado bonito para ser cierto - penso la rubia nadando - creer que Xena siente por ti lo mismo que tu sientes por ella, ¡JA! - se dijo a sí misma - ¡Despierta Gabrielle!, deja ya de soñar con algo que nunca sucederá, es tu amiga, debes repetírtelo, solo tu amiga, tú eres la que desea otra cosa, no ella, es solo tu amiga...
El día paso volando, Xena se entretuvo pescando y nadando, Gabrielle escribiendo sus historias y contándole otras a la guerrera, la noche había llegado, sentadas frente a una hermosa y acogedora fogata, luego de haber comido suficiente, ambas guardaban silencio, sumergidas cada cual es sus pensamientos, Argo pastaba tranquila
- ¿Qué piensas Xena? - preguntó intrigada al ver la cara de ensoñación de la guerrera - esta se sorprendió por la pregunta, estaba pensando en lo hermosa que era su bardo, pero no podía decirle eso, suspiró profundamente - Dicen que las personas que suspiran tan profundo, desean tragarse al mundo entero... - bromeo Gabrielle, la princesa esbozó una sonrisa tierna - ¿Qué piensas... parece ser algo bueno por tu expresión?
- Mejor que bueno - continuó pensando - pienso en lo maravillosa que eres - quiso decir- ¿Y porque no puedo decirlo?- se pregunto- no tiene nada de malo, una amiga puede ser maravillosa- habló en voz alta no muy segura de lo que hacía - ¡Pienso en lo maravillosa que eres Gabrielle! - la bardo quedo con la boca abierta, lo cierto es que su expresión resultaba algo cómica - ¡Cierra la boca Gabrielle! - rió Xena
- ¿De verdad crees que soy... maravillosa?- pregunto tímidamente- Xena buscó su mirada
- Eres la mujer más maravillosa de todo el mundo Gabrielle..., nadie se te compara... - nuevamente la bardo se turbo y bajó la mirada al suelo - ¡Mírame Gabrielle! - ordeno suavemente, esta obedeció- Nunca te avergüences de ello
- No es vergüenza Xena, es solo que...
- ¿Qué...?- preguntó ansiosa, su corazón latía con fuerzas
- Siento algo extraño cuando eres tu quien me lo dice... algo que me revuelve el estómago .-¡Le da asco! -penso Xena angustiada con ganas de golpearse a sí misma - un calorcito aquí... - dijo poniendo su mano en el pecho- siento que mi corazón quiere salir volando... - miro a Xena con los ojos llorosos, la guerrera se angustió
- Lo siento Gabrielle- se disculpó atarantada- no quiero hacerte sentir mal, olvida lo que te dije, yo y mi bocota, lo último que deseo es hacerte sentir mal... - La miró extrañada, recién había tomado conciencia de las palabras de la bardo- ¿Tu corazón quiere salir volando...? - dijo con expresión de real asombro- ¿ salir volando a donde...?- Gabrielle casi en un balbuceo respondió ilegiblemente
- A... encontrase... co...n el tu...yo- dijo temerosa, levantando los ojos hasta encontrarse con los de Xena
- ¿A qué...?- pregunto asombrada- Gabrielle solo atino a sollozar en silencio- ¡Gabrielle... no llores por favor!, soy una tonta y... Demonios Gabrielle, no entendí lo que dijiste- dijo molesta con ella misma rascándose la cabeza en un gesto desesperado, calmándose un poco pregunto suave- ¿Podrías repetirlo por favor?- solo consiguió que Gabrielle llorara aún mas que antes- esta bien, esta bien, no lo repitas... no importa, no digas nada si no quieres, olvida lo que hablamos, haz cuenta que nunca dije nada de nada...- intento sonreír, Gabrielle la miró furiosa- ¡Que hice ahora!? - dijo entrecerrando los ojos, reprimiendo la rabia y angustia que sentía
- ¿Crees que es llegar y olvidar así como así y nada mas?, ¡Olvídalo y listo!- su cara estaba roja, pero ahora de rabia- No puedo olvidarlo Xena... ¡Me oyes Guerrera!- grito con furia, Xena la miraba asombrada- ¡No puedo sacarte de mi cabeza... ni de mi corazón! - escondió su cara entre las manos - ...Me levanto pensando en ti, me acuesto pensando en ti, ocupas cada espacio de mi alma- Se levanto y comenzó a caminar del un lado a otro desesperada- Cuando te acercas a mí...- cerro los ojos y mordió su labio inferior- todo mi cuerpo tiembla con tu presencia, si me tocas... mi sangre hierve Xena- suspiro con toda su alma- Oh dioses,... te amo tanto Xena, no tienes idea de cuanto te amo... - miró a la guerrera que continuaba con la boca abierta y una expresión de felicidad en su cara- Lo dije Xena...por fin pude decir todo lo que tenía guardado dentro de mi... desnude mi alma ante ti guerrera, si tu no me correspondes esta bien, pero no me alejes de tu lado... no lo soportaría, entenderá si solo deseas ser mi amiga, de verdad no estoy pidiéndote nada... - lloró angustiada tapándose la boca con ambas manos- pero ya no podía, no puedo seguir callando esto que siento por ti... es demasiado fuerte, demasiado para seguir ocultándolo, ¡Lo siento...!- dijo y se echo a correr hacia el bosque. Xena aún no conseguía reaccionar
- Gabrielle me ama tal y como yo lo he soñado siempre... -decía en voz alta riendo- ¿No estoy soñando?- no podía dejar de sonreír, sus manos iban de su cabeza a su cara que lucia una expresión mezcla de asombro y felicidad- Me ama!...¡ME AMA!- grito con toda su fuerza- se levanto y fue en busca de su amor - Gabrielle - llamaba dulcemente - Gabrieeeeelle, ven acá cariño... - ¿...cariño?- penso - ¡Suena tan hermoso!- Ven por favor... TE AMO, ¿oyes Gabrielle?, TÉ AMOOOOOO- una pequeña silueta asomó tímida detrás de un árbol, la guerrera corrió a su encuentro y la abrazó con fuerzas levantándola del suelo como si fuese una pluma- Gabrielle... mi amada Gabrielle, mi hermosa Gabrielle...
- ¿De verdad me amas Xena...?- preguntó incrédula con sus ojos cubiertos de lágrimas
- ¡Claro que sí mi amor!, siempre... siempre te he amado de este modo, solo que... tenia miedo de decírtelo, así como tu, pensaba que si lo sabías no querrías estar mas a mi lado
- Xena… yo… dime que no estoy soñando Xena- suplico la bardo mirándola con todo el amor que sentía por ella, su cuerpo temblaba de emoción
- No sueñas mi amor… susurro la guerrera a su oído- …Te amo mas que a nada en este mundo, siempre te he amado Gabrielle, creo que desde el momento en que te conocí te he amado….
- Xena!- exclamo llorando de felicidad- Yo también te he amado siempre, desde que te vi por primera vez, … cuando miré tus ojos… sentí que podía ver tu alma, y me enamore de ti Xena, sin siquiera saberlo, sin proponérmelo, sin pensarlo, solo me enamore de ti, … no quería admitirlo guerrera, pensaba que estaba mal amarte de este modo, que no era lo correcto… Dioses, cuantas noches lloré a solas el dolor de no poder tenerte conmigo, no imaginas cuanto sufría al verte interesada en otra persona, cuando te escuche hablar con Ulises en el barco… sentí tanta desesperación, pero luego pensé que si tu eras feliz con el, no me importaría y que si me dejaban seguir con ustedes lo haría para estar cerca de ti…
- Oh Gabrielle…. - perdóname amor, nunca quise lastimarte, yo… Ulises me gusto mucho, no puedo negártelo, pero no lo amaba, me sentía bien con él, me sentía querida, pero cuando me beso y cerré mis ojos, solo pude ver tu cara, deseaba que hubieses sido tu quien me besara… mi dulce amor, cada vez que hubo alguien en mi vida, cada vez que estuve con alguien, … solo pensaba en ti, hacia el amor con ellos, pero en realidad lo hacia contigo mi pequeño amor, era contigo con quien deseaba estar…
- ¿Xena… crees que esto esta bien?- pregunto con temor
- ¿Qué cosa Gabrielle?
- Esto entre tu y yo… ambas somos…. Mujeres, se supone que no es lo correcto
- ¿Me amas verdad?
- Con todo mi corazón!
- Entonces Gabrielle… si existe este amor tan hermoso… ¿Crees que sea malo estar juntas como ambas lo deseamos?- Miro a la joven a los ojos, la bardo se perdió en ese cielo azul, los ojos de la guerrera la trastornaban, podría estar mirándolos toda la vida y jamás se cansaría de ello, sonrió dulcemente
- No Xena, sé que no esta mal… yo te amo de verdad y no me importa lo que digan las reglas, no me importa lo que piense la gente, mi amor por ti es mayor a todas esa cosas… - hablaba con la voz quebrada de emoción- Solo quiero estar contigo, despertarme entre tus brazos y dormirme en ellos todos los días de mi vida, hasta el final de los tiempos que nos toquen por vivir…. Quiero ser tuya Xena, en cuerpo y alma, compartir todo contigo… lo bueno y lo malo, no solo como amigas, quiero ser tu mujer, tu amante, tu pareja, quiero….
- Gabrielle- interrumpió divertida la guerrera- sabes que adoro oírte hablar, y que lo haría por siempre…pero ahora mismo puedes callarte un poco, me muero de ganas por darte un beso- Gabrielle sonrió nerviosa
- Lo siento Xena, estoy temblando entera, los nervios me consumen, entonces hablo sin darme cuenta, yo…- no pudo continuar, sus labios fueron atrapados por otros ardientes y deseosos, fue un leve roce al principio, la bardo sintió que se quemaba por dentro, atrapo la boca de Xena con la suya, pasó sus labios suaves por los de la guerrera, los humedeció con su lengua, despacio, poco a poco, una oleada de emoción las recorrió haciéndolas temblar, sus cuerpos se juntaron uniéndose en un abrazo íntimo, se rozaron, quedando perfectamente unidos, acoplados, la lengua de la guerrera busco la de la bardo desesperada, la lentitud con que Gabrielle la besaba la hacía enloquecer de deseo y pasión, encontró la lengua de su bardo quien abrió la boca para dejar entrar a su guerrera, saboreando cada contacto, la lengua de Xena danzaba en su boca, de aquí para allá, explorándola completamente, se rindió a sus besos con un gemido de deseo
- Oh Xena... , si esto es un sueño no quiero despertar nunca mas... - su mirada brillaba a la luz de la luna, el verde de sus ojos se hacía transparente, rebozaba de amor, su cuerpo entero temblaba sin ningún control- ... ¡Eres exquisita Xena!, nunca nadie me había besado de esta forma amor mío, siento que cada beso tuyo entra en cada poro de mi piel, y sobre todo en mi espíritu, ...Te amo- volvió a besarla suavemente- Te amo tanto- la guerrera la miraba con adoración, jamás creyó posible tener a Gabrielle así en sus brazos, poder besarla a su antojo sin que ella se resistiese, lo soñó durante tantas noches se lo imaginó, ahora era cierto, estaba en sus brazos, respondiendo cada beso, cada caricia que le prodigaba era contestada de inmediato por la pequeña mujercita
- No sabía que alguien pudiese ser tan feliz Gabrielle... - volvió a besarla- Lo cierto es que no conocía la felicidad hasta ahora...- tomó la barbilla de la bardo con infinita dulzura- sabes que he tenido muchas aventuras en mi vida ¿verdad?...- la joven asintió embelesada por la belleza que tenia el rostro de Xena en esos momentos- ... Nunca antes, y escucha bien lo que estoy diciendo amor..., Nunca antes me había sentido tan amada como ahora, nunca antes había temblado de ternura en los brazos de nadie... , todo lo anterior no se compara con estar al lado de la persona a la que realmente entregas el alma, ... o sea a ti mi amada bardo de Potadia- cerro los ojos y sonrió tranquila, relajada- No tienes idea de lo que has hecho con mi alma Gabrielle
- ¿Qué he hecho con tu alma guerrera mía...?- dijo besándola nuevamente y acurrucándose en su cálido pecho
- Siempre creí que Lao Ma había salvado mi alma amor... - la mirada de la bardo ensombreció, de todo el pasado de Xena era Lao Ma el recuerdo que más temía, la guerrera movió la cabeza con ternura y acarició la mejilla de Gabrielle- ...ella solo limpió mi alma querida mía, ahora sé bien que mi alma te pertenece a ti, que tu me salvaste Gabrielle, tu amor, tu ternura, tu bondad, todo lo bueno que tienes me han salvado, se que contigo a mi lado nunca volveré a ser la Guerrera oscura de antes, mi alma es tuya vida mía, si la quieres tomar o dejar es tu decisión
- Ya la tomé princesa, ya es mía y no voy a dejarla por nada del mundo, tendrán que matarme para que me separe de ti Xena, de otro modo no te dejaré jamás- se fundieron en un beso profundo y sublime, era tanto el amor que sentían la una por la otra que sus cuerpos brillaban a la luz de la luna , estuvieron besándose largo rato. La guerrera tomo de la mano a su amada mujer
- Vamos, volvamos al campamento- dijo pasando el brazo por encima de su hombro, Gabrielle se abrazó a su cintura y se encaminaron rumbo a la fogata unidas en una solo cuerpo, así caminarían por el resto de sus vidas.
- Xena...
- Dime amor...
- ¡Amor!- Xena sonrió mientras la bardo la miraba con su típico rostro de niña inocente- Tu dijiste que te dijera amor... -protestó
- Y tu siempre vas a hacer lo que yo diga... -pregunto con cara de deseo entornando los ojos y pasándose la lengua por los labios, esto hizo que Gabrielle sintiera una ola de calor por todo el cuerpo, sus piernas la sostuvieron apenas, la guerrera rió con fuerzas besándola nuevamente- ¿Qué ibas a decirme amor...?- pregunto con ternura
- Xena... ¡No vuelvas a permitir que yo elija el lugar de descanso, nunca mas! - la miro divertida - de ahora en adelante tu decides donde ir y cuando ir... ¿De acuerdo...?
- Lo que tu digas mi amor...- continuaron caminando hacia la fogata- Siempre... lo que tu digas...

FIN


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