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EL REGALO PERFECTO
Por XaryEn la mañana muy temprano Xena, se despierta y sorprendida observa que Gabrielle ya se ha levantado, algo poco usual en ella que acostumbra ser la ultima en levantarse.
X : Gabrielle, que haces despierta tan temprano
G : Nada especial, solo recogía el campamento, quiero que lleguemos temprano a Litos, supe que están en ferias y tienen un mercado genial, con bastante futu...
X : Gabrielle, (dice Xena con un tono subido) no estarás pensando en regatear, tenemos muchas cosas importantes en que pensar.
G : a si como cuales (dice Gabrielle, desafiante).
Xena coloca las manos en la cintura, baja la cabeza para mirar a Gabrielle y dice: No lo se, probablemente haya líos que arreglar, donde hay ferias siempre hay ebrios que causan problemas.
Gabrielle se para frente a ella, y responde en el mismo tono desafiante: si, es probable, puedes tener razón, pero para poder parar los problemas de la feria hay que estar en la feria. No lo crees.
Xena no encuentra que responder a la lógica aplicada por Gabrielle, odio cuando haces eso, siempre encuentras la respuesta correcta y no dejas nada para agregar, eso te agrada, verdad?
Gabrielle acede con una sonrisa.
Bien no has recordado, ni te has dado cuenta de nada y ya logre convencerte de ir al mercado, merezco un premio por ello, sonríe pícaramente, pero su sonrisa la delata.
X : Que?
G : Como?
X : Que es tan gracioso, porque te estas riendo?
G : Nada solo pensaba
X : en que?
G : " Gabrielle piensa, piensa"...
X : Oye, espero tu respuesta
G : Si (Gabrielle reacciona) estaba pensando en regatear, eso, quiero comprar algo bonito.
X : bonito, que, para que?
G : No lo sé, solo para divertirme, no quieres divertirte.
X : Si pero la idea de diversión es muy diferente para mi.
Rato después al llegar a Lito, al ambiente de feria ha inundado todo el pueblo, ambas están hambrientas y buscan una cantina para comer algo, pero todas están llenas de ebrios, así que Xena entra pero Gabrielle piensa que es el momento justo para escabullirse.
G : creo que el ambiente esta un poco pesado, así que iré al mercado.
X : Gabrielle, debes comer...
G : alejándose rápidamente, responde: comeré algo lo prometo.
Bueno, ahora lo difícil, buscar el regalo perfecto.
Gabrielle recorrió el mercado casi tres veces pero no pudo ver nada que le agradara sabia que era difícil pero nunca creyó que tanto, no encontrar el regalo para Xena le produjo una gran tristeza, la alegría de la mañana no quedaba nada, su pensamiento se concentraba en Xena y su regalo, el regalo perfecto para su cumpleaños, pero que podría regalarle a un guerrera, un arma, no como encontrar un arma más especial que su chakram, no eso no era suficiente, un traje, no que traje podría llamar su atención. En fin un millón de ideas cruzaron su mente pero ninguna era suficiente.
X : Gabrielle te he buscado por casi dos horas donde te has metido?
G : (Gabrielle responde desanimada) estaba por ahí caminando.
X : Que pasa no encontraste nada que te agradara?
G : No, no solo no encontré nada que me agradara, sino que me he dado cuenta que mi imaginación esta en decadencia.
X : huuu, que trascendental, veo que no estas de buen animo, (dice Xena mientas coloca su brazo en los hombros de la pequeña rubia).
Gabrielle, disfruta la sensación que esto produce, mientras eso ocurre piensa: por que no puedo encontrar el regalo perfecto para mi mejor amiga, la persona que me ha guiado, enseñado y me ha acompañado tantas veces. Se encuentra tan triste que una lagrima casi se le escapa. Xena nota la reacción de su joven amiga y se inquieta, siente un fuerte corrientazo, algo inexplicable a lo que reacciona levantando su brazo violentamente.
Ahora ambas están sumidas en un profundo silencio, Xena piensa en su amiga que le ocurría, como preguntar sin lastimarla, Gabrielle piensa en Xena como ocultar sus sentimientos para no lastimarla, nadie lo sabe pero Xena es muy sensible solo que no lo deja brotar.
X : Y, Gabrielle que comiste ?
G : Comer? lo olvide (agrega Gabrielle un poco asombrada de haber olvidado su apetito cuando al llegar al pueblo se encontraba hambrienta).
X : No comiste nada, pero Gabrielle como pudiste olvidar algo así (Xena la regaña).
G : Disculpa solo me entretuve no pense en comida.
X : En que pensabas entonces ?
G : "No puedo decirte que pensaba en ti"
Con el silencio de Gabrielle, incremento la curiosidad de Xena, que no podía dejar de preguntarse que le había ocurrido, porque su animo estaba tan mal si en la mañana se encontraba muy bien y sonriente.
G : Xena podemos irnos no quiero estar mas aquí.
X : No, no podemos, debemos buscar algo que puedas comer.
G : La verdad, ya perdí mi apetito, no quiero comer.
X : Estas loca, buscaremos algo que puedas comer, lo comerás y no discutirás mas conmigo.
El entusiasmo de Xena por cuidar de Gabrielle, hacia que esta se sintiera peor.
Al llegar la noche mientras Xena encendía la fogata, Gabrielle la miraba detenidamente, esa mujer que le había protegido tantas veces, y ahora casi dos días antes de su cumpleaños no encontraba nada que regalarle, nada que pudiera demostrarle lo mucho que la quería y que para ella no existía nadie en el mundo tan importante como XENA.
Al dormirse Gabrielle, Xena la observa tratando de descifrar su mente, su pequeña amiga la que le daba alegría a su vida, la que le daba fe. Dioses en que estoy pensando es Gabrielle, con mis pensamientos puedo dañarte, no lo haré, te amo demasiado aun cuando no pueda decírtelo.
Al despertar Xena, noto como el rostro de Gabrielle estaba totalmente relajado, "que hermosa eres Gabrielle, ojalá pudiera decírtelo, ojala pudiera hacértelo saber" piensa Xena con un gesto pícaro en su mirada.
Una vez despiertan ambas, y ya desayunando, Gabrielle trata de preguntar a Xena que es la más quisiera tener, pero esta no responde nada contundente, así que la mente de Gabrielle, comienza a divagar de nuevo.
Un ruido extraño, las saca de sus pensamientos….
G: Xena, que es eso?
X: No lo se, viene de los arbustos.
G: Que crees que sea?
X: Voy a averiguarlo.
Se dirigieron a los arbustos, pero la sorpresa fue mayor de lo que esperaban, JOXER, que haces aquí, por que nos asustas, quien crees que eres?
J: Joxer, el poderoso.
X: OH, sí claro. Vamos Gabrielle tenemos que irnos.
J: Puedo ir con ustedes, tal vez necesiten un hombre fuerte que las defienda, digo alguien que las cuide.
G. Joxer, sabemos cuidarnos.
J. Será mejor no correr riesgos.
Xena se adelanta para revisar el camino, mientras Joxer y Gabrielle caminan lentamente tras sus huellas,
J: Qué pasa Gabrielle, por que estas tan triste?
G: Nada, Joxer no molestes.
J: Solo quiero ayudar.
G: Quieres ayudar, bien dime, que puede regalarse a una guerrera como Xena, para su Cumpleaños?
J: Xena esta de cumpleaños!
G: Joxer, cállate! Exclama Gabrielle tapándole la boca.
J: Que Xena no lo sabe?
G: No seas tonto. Claro que lo sabe. Lo que no sabe es que yo lo sé!
J: Creo que deberías decirle que ya lo sabes, así seria más fácil saber que es la ella quiere, solo te lo diría.
G: Joxer no quiere que me lo diga, quiero darle una sorpresa.
J: Bien dale uno de tus poemas.
Más tarde cuando se encontraban ya en el campamento, Xena se extraño porque Gabrielle no se fue a la cama temprano, pero no le dio importancia.
J: " Gabrielle, que haces"
G: " duérmete Joxer, no la despiertes, estoy haciendo el poema, no quiero que se entere".
En la mañana, Gabrielle estaba muy sonriente, más que de costumbre, mientras Xena estaba muy seria. "Gabrielle, me agrada cuando sonríes, pero hoy no es el mejor día" piensa.
G: Joxer, escuche el rumor que un terrible villano esta por llegar a Crasu, creo que quieren un valiente guerrero que los defienda, Xena y yo creemos que puedes ser tu, que opinas?
J: En serio Gabrielle, eso crees?
G: Si
J: Lo siento mis amigas pero el deber me llama, debo dejarlas.
X: Por que haces eso Gabrielle, no hay nadie el Crasu:
G: Solo quería que nos dejara solas, deseo hablar contigo.
X: Hablar, bien dime?
G: Quería darte esto, se que no es lo que deseas pero, toma?
X : Por que?
G: Es tu cumpleaños.
X: Cómo lo sabes?
G: No importa. Léelo?
Para la más hermosa guerrera. Mi amiga
En una noche estrellada, cuando la luna ilumina con hilos de plata, el claro donde se encuentra la guerrera, se encuentran el valor y el poder, reunidos en un ser, ella que no puede ser desterrada de su trono de princesa, se encuentra sentada observando las llamas que dan calor a la noche, su cabello resplandece y sus ojos azules, tan profundos que logran penetrar mi alma, están ahí en silencio tan solo observando.
Los dioses la han hecho grande, pero solo ella ha construido su nombre, nadie la logrado poseer su voluntad, si corazón o su alma, y aunque se le conoce, ella no logra comprender que fuerza de su alma es la bondad y el amor que habitan en su interior, que nadie puede ver tras su coroza de hierro, pero que yo a su lado he aprendido a amar.
G: Y? Te gusto?
X: Gab, Gab. No se que decir
G: No digas nada, fue solo un tonto poema.
X: No Gabrielle. Es hermoso. Solo que nadie me había regalado uno antes. Afirma tomando en sus manos los hombros de la rubia.
G: Debí, regalarte un arma te hubiera sido más útil.
X. Gabrielle, solo te diré que es el mejor regalo que nadie me ha hecho, tú eres mi regalo Gabrielle.
Se miran frente a frente, y Xena no resiste el deseo de besarla, un beso suave y cálido, Gabrielle tiembla pero responde al beso, primero tímida y luego intensamente, permanecen así por un instante luego, Gabrielle le susurra tu regalo fue mejor que el mío. Entonces la pequeña bardo ansiosa por tocar su guerrera, se empina para estar a su altura, como no logra conseguirlo, se sube en una roca que la deja a la par con Xena, su amada.
Al verla, Xena entiende lo que Gabrielle desea, así que sus manos se deslizan por su cuerpo suavemente, hasta alcanzar sus senos y desciende lentamente hasta sus caderas, Sus corazones laten fuertemente, mientras Gabrielle le demuestra que también esta interesada en el juego que apenas comienzan. Juntas exploran sus cuerpos hasta determinar aquellas zonas donde el deseo se hace más ardiente, aquí Xena se detiene para hacer a su bardo temblar de la emoción, pero Gabrielle aprende rápido y le susurra al oído, es tu cumpleaños déjame a mi, y comienza a entrar en el cuerpo de Xena hasta hacer que se estremezca, sus gemidos llegan a los oídos de Gabrielle quien se siente feliz de hacer feliz a su guerrera.
Rato después, acostadas las dos, Xena murmura suavemente este ha sido un gran día, gracias a ti Gabrielle. Y esta responde: pronto será mi cumpleaños.
FIN
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