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Los personajes de Xena: warrior princess pertenecen a Universal y Renaissance Pictures.

Advertencia: Esta es una historia con alto contenido sexual explícito entre dos mujeres, así que si no eres mayor de edad, es ilegal en tu país, o simplemente no es una historia de tu agrado, te ruego que no la leas. Quedas advertido, ¿eh?

Mi correo: Todas la críticas buenas y malas a lucy_xen@hotmail.com


SOLO TE NECESITO A TI, XENA

Por Shyara


En una noche fría se encontraban las dos amantes, Xena y Gabrielle, abrazadas. A Gabrielle no se le quitaba de la cabeza una cosa, y Xena se daba cuenta de que algo le preocupaba.

" Estoy muy feliz con Xena, nos amamos de verdad, pero hay algo que me preocupa, siempre he dicho que yo iba a tener algún hijo, y que sería con una persona que amara realmente, y, en fin, yo amo con toda mi alma a Xena. Bueno, creo que me precipito, ahora estamos bien así, pero es que no se me quita de la cabeza que quizás ya nos vamos haciendo "mayores" para tener hijos. No quiero morir sin ser madre. Bueno, amo a Xena, y creo que debería saber esto, mañana se lo diré" pensaba Gabrielle mientras miraba las estrellas.

" Algo le tiene que suceder, es muy raro en ella que no haya cruzado ninguna palabra conmigo, siempre que nos poníamos a ver las estrellas me contaba sus cosas, o hacíamos... bueno.... eso.
¿ Y si está mal conmigo? " pensaba Xena preocupada hasta que rompió ese silencio diciendo:

" Gabrielle"

" ¿Hmm?"

" ¿Estás bien? quiero decir, conmigo." dijo sin mirarla.

Gabrielle miró a Xena y se dio cuenta de que estaba preocupada por ella.
" Claro que estoy bien contigo cariño, ¿qué te hace pensar que no lo estoy? Eres toda mi vida, ¿recuerdas? Te amo, y lo sabes" Gabrielle se acercó a la cara de Xena y le dio un beso.

"Durmamos, ¿no?"

Xena sonrió y Gabrielle se dio la vuelta, dándole la espalda a Xena, y ésta la abrazó por detrás.

" Te amo Gabrielle" y le dio un beso en el cuello "Buenas noches"

" Buenas noches"

Las dos se durmieron abrazadas, y Xena se tranquilizó un poco, aunque aún no sabía qué era lo que a Gabrielle le preocupaba. Por la mañana, se despertaron temprano y se marcharon montadas en Argo. Gabrielle iba detrás, abrazada con fuerza a Xena.

" Xena, hay algo que quiero decirte, en fin, deberíamos hablar de algo que me preocupa"

"¡ Claro Gabrielle! Puedes contarme todo lo que quieras, y me alegro de que confíes en mi, en fin, siempre lo has hecho." "¡Por fin se ha animado a contármelo!" pensó.

" Verás... bueno, mejor bajemos del caballo Xena"

Xena le obedeció y se sentaron a la orilla de un río que estaba muy cerca del camino por donde iban.

" Mira Xena, siempre me han gustado mucho los niños, y bueno, tu has tenido ya dos, pero yo no, porque Hope no cuenta. Xena, lo que quiero decirte es que te amo, y si quiero formar una familia quiero que sea contigo, pero antes de que sea demasiado tarde. Si no quieres, que es lo más probable, lo entenderé y no insistiré más. En fin, ¿ qué te parece?"

Xena se quedó paralizada, no sabía que decir, le había cogido totalmente de sorpresa.

" Sabes que tendría muchos problemas, ¿no?"

" Sí, lo sé, pero es un riesgo que asumiría perfectamente, además este niño tendría mucho amor, y lo defenderíamos muy bien Xena. " decía Gabrielle con cara de pena.

Xena estaba pensando, realmente a Gabrielle le hacía mucha ilusión, no le podía decir nada, era su decisión, y ahí estaría ella para ayudarla.

" Además..." estaba diciendo Gabrielle cuando Xena la interrumpió.

" Sí"

" ¿Qué?"

"Pues que sí, que vale, que claro que tendremos un bebé. Gabrielle te amo, eres mi vida y te mereces todo." dijo Xena mientras se levantaba, cogía las manos a Gabrielle, la levantaba y la abrazaba.

" Ohh, Xena te quiero" dijo con una gran sonrisa.

"Bueno, pasemos aquí el día, tenemos mucho de que hablar" dijo Xena.

Ya llegó la noche, habían hablado de muchas cosas con respecto al tema, que iban a tener muchos problemas, que iban a seguir viajando (como hicieron con Eva), cómo le llamarían, etc... Hasta que Xena comenzó un tema, el gran tema que ninguna quería sacar antes:

" ¿Cómo lo haremos? es decir ¿ quién y con quién lo haremos?"

" No sé, estuve pensando sobre eso, me gustaría ser yo la que quedara embarazada, bueno, al fin y al cabo tu ya lo estuviste dos veces y también yo lo estuve, pero el mismo día en que me quedé embarazada, ya tenía Hope casi 6 meses, ¿ recuerdas?"

" Me parece bien, ya suponía que ibas a ser tú, pero, ¿ qué hay sobre la otra pregunta?"

"Pues... también he pensado en eso, y creo que te parecerá bien, bueno, había pensado en Virgil, es el único hombre medianamente normal que conocemos, es nuestro amigo, y seguro que nos hará ese favor"

" ¿¿¿Virgil??? ¡NO!, ni hablar. Tu no te acostarás con Virgil, si es el único hombre que tenemos, pues entonces lo haré yo."

" Pero Xena..."

" ¡No hay más que hablar!" dijo Xena mientras se levantaba y se disponía a irse, pero Gabrielle se levantó, se puso en frente suya y le dijo:

" Xena, por favor, dime una sola razón convincente para que no me acueste con Virgil y entonces lo harás tú"

" ¿Una razón? Pues muy fácil, porque él está enamorado de ti, y tu lo sabes. Pero bueno...en fin, es tu decisión, haz lo que quieras."

" Xena, mira, sabes lo que yo siento por ti, y en cuanto a él, se lo dejaremos bien claro, ¿ vale?. Por favor..."

" Está bien Gabrielle, mañana iremos a hablar con él"

Xena le sonrió, no le gustaba mucho la idea de imaginarse a su Gabrielle y a Virgil juntos, pero a ella le hacía mucha ilusión y sabía que todo era por un favor.

" Gracias Xena, gracias por estar ahí, apoyándome en mis decisiones"

" Siempre lo haré"

" Te quiero"

Se acercaron y se besaron, estaban dispuestas a hacer el amor. Se echaron en las mantas, mientras se besaban. Xena estaba encima y comenzó a besarle el cuello, succionó, dejándole una señal. Con cada movimiento de Xena, Gabrielle se estremecía, ésta estaba acariciando el cabello de Xena. Y ésta, por su parte, le quitó toda la ropa a Gabrielle, y ésta hizo lo mismo con Xena. Las dos, desnudas, continuaron besándose, y Xena empezó a acariciarle los muslos de Gabrielle, llegando, poco a poco, a donde éstos se unían. Cuando llegó, comenzó a mover sus dedos. Gabrielle no paraba de gemir con cada movimiento, y Xena disfrutaba de ese sonido. La boca de Xena estaba muy entretenida jugando con los pechos de Gabrielle, mientras uno de sus dedos se hundió en Gabrielle, y ésta dio un grito. Pero aún no había terminado, Xena quería saborear los jugos de Gabrielle y llegar hasta lo más profundo de su ser, del ser de su amada. Y así lo hizo, una y otra vez, hasta que a Gabrielle le llegó una oleada de placer, y Xena lo supo por que gritó su nombre tan fuerte que hasta los dioses del Olimpo se habrían enterado. Xena subió y besó a Gabrielle para que ésta pudiera saborear hasta su propio jugo. Las dos estaban sonriendo, eran felices.

" Te amo Gabrielle, me pasaría toda mi vida así, haciendo esto contigo"

" Pues toda la vida no puedes, pero al menos una vez más por hoy sí, ¿no? Además te lo debo después de lo que me acabas de hacer" dijo Gabrielle sonriendo de forma seductora mientras se colocaba encima de Xena."

Gabrielle la besó más fuerte que nunca, quería sentirla muy cerca, más cerca de lo que estaban, mañana tendría que hacer algo que no quería en absoluto, tendría que acostarse con alguien a quien no amaba, así que quería emplearse a fondo hoy con Xena, para demostrarle todo su amor. Bajó besándole el cuello, se acercó al oído de Xena, y le susurró " Te amo, y pase lo que pase siempre te amaré" y le atrapó con la boca el lóbulo de la oreja. Luego continuó con el cuello y bajó hasta el hombro, lo besó y continuó besando el brazo, hasta llegar a la mano. Se sentó a horcajadas encima de Xena y empezó a jugar con los dedos de la mano de Xena. Se los metía en su boca, los besaba, los lamía... era un juego ridículo, pero a Xena le excitaba muchísimo. Xena se sentó y la besó, se echaron otra vez, y Gabrielle siguió su recorrido. Llegó a los pechos de Xena, estaban erectos y la pie era morena y tensa, era perfecta. Comenzó a besarlos, con lo que Xena gimió. Empezó a hacer con la lengua círculos alrededor del pezón hasta que comenzó a succionar. Xena ya estaba empezando a sentir un calor inmenso, necesitaba que Gabrielle estuviera en un sitio en concreto. Gabrielle lo sabía pero no echó mucho caso y continuó bajando lentamente, con besos, hasta que Xena le suplicó que fuera a el lugar más necesitado por el momento, y Gabrielle le hizo caso. Cuando llegó, lo besó, estaba muy húmedo y cálido, con sólo verlo se podía notar que Xena estaba muy excitada, así que Gabrielle comenzó a mover la lengua suavemente, hasta que empezó a hacerlo más y más rápido, pero era muy mala, y paró. Xena le gritó que por favor no parase entre gemidos y suspiros, así que Gabrielle hundió la lengua hasta el fondo, haciendo que Xena gritase y se agarrarse con fuerza a las mantas. Gabrielle empezó a mover su lengua rápidamente y Xena gemía de forma continua, cosa que excitaba a Gabrielle. Y Xena por fin llegó a su muy muy muy deseado orgasmo. Gabrielle subió, la besó, y el cansancio las venció.

Al día siguiente, se despertaron abrazadas. Se levantaron y prepararon todas las cosas para irse a casa de Virgil. Gabrielle estaba un poco nerviosa, pero pensaba en que iba a tener una familia junto a Xena y se le olvidaban todas las preocupaciones.

Cuando llegaron, las dos le explicaron a Virgil su propósito. Xena se lo dejó bastante claro, y éste aceptó encantado, estaba enamorado de Gabrielle, pero quería que ésta fuese feliz, aunque fuera con Xena, así que decidió hacerles ese favor. Las dos enamoradas se despidieron.

" Adiós Xena, no te preocupes, pensaré en ti" dijo Gabrielle, eso último en tono burlón.

" Te voy a echar de menos. Gabrielle, te quiero. Te estaré esperando aquí fuera, ¿vale?" Se acercó a ella y la besó apasionadamente, y las dos se olvidaron de Virgil por un momento, querían repetir lo de anoche, pero se dieron cuenta que Virgil estaba esperando, así que se separaron y rieron por lo que habían estado a punto de hacer.

" Te quiero Xena, hasta luego" dijo Gabrielle mientras entraban con Virgil en una habitación.

Xena salió de la casa y se sentó en una roca, estaba muy preocupada y estaba por irse a esa habitación, e interrumpir lo que estaban haciendo, no podía imaginarse a su querida Gabrielle con otro, pero pensaba en el porqué lo hacían y eso le calmaba.

Los dos llegaron a la habitación, y Virgil besó a Gabrielle, era una sensación única para él, y desagradable para ella, entonces él empezó a quitarle la ropa . Empezó a besarle los pechos, pero Gabrielle lo frenó.

" Por favor, ve al grano"

" No puedo si no estoy excitado, parece que no has estado con muchos hombres" dijo al ver que Gabrielle no se daba cuenta de que si no estaba erecta, no podían hacer nada.

" Pues no, estoy acostumbrada a tener sexo sólo con Xena" dijo con un poco de maldad, a lo que Virgil se quedó cortado, le había dolido un poco lo que había dicho la mujer a la que amaba. "¿Quieres excitación? Pues yo te la daré, no habré estado con muchos hombres, pero os conozco"

Entonces Gabrielle empezó a desnudarle muy sensualmente, y esto, evidentemente, le excitaba a Virgil. Cuando estaba completamente desnudo, Gabrielle lo empujó a la cama y se puso a horcajadas encima de él, notando como él ya estaba bastante excitado. Y fue ella la que fue directamente a lo que buscaba, era ella la que empujaba, mientras no paraba de pensar en su amada.

Mientras tanto, Xena, que estaba esperando impaciente, oía los gritos de Gabrielle, eran unos sonidos que le retumbaban en su cabeza, jamás lo había pasado tan mal. Ni la más fuerte de todas las torturas eran más duras que ese sonido para ella.

Gabrielle y Virgil terminaron, se vistieron, y Gabrielle salió ansiosa por ver a Xena. La encontró sentada en una roca, se vieron, salieron corriendo la una la otra y se abrazaron con mucha fuerza. Luego se besaron durante un buen rato.

" Gabrielle, ha sido la espera más larga de toda mi vida"

" Para mi también, deseaba verte. Pero, en fin, lo que importa es el fin y no los medios, ¿no?" Gabrielle sabía perfectamente que Xena lo había pasado muy mal, y eso le dolía.

" Supongo que sí. Bueno, vámonos"

Las dos se despidieron de Virgil, le dieron las gracias y se marcharon, era de noche ya, y por el camino empezaron a hablar. No habían traído a Argo, así que iban las dos andando, cogidas de la mano.

" Xena, esto me ha ayudado a saber que tú eres y siempre serás la única"

" ¿ Cómo?"

" Pues que hoy, en esa habitación, no he sentido nada, absolutamente nada. Además, tu eres una experta en eso, y él no, nadie lo hace como tú" dijo riéndose. " Lo que he sentido hoy no tiene punto de comparación con lo que sentí anoche"

" ¿ Y qué sentiste?" dijo Xena muy interesada.

" Pues... vi las estrellas. Y ¿sabes?" dijo acercándose al oído de Xena y susurrando "quiero sentir de nuevo las estrellas, ahora, enséñamelas sólo como tú sabes hacerlo Xena"

Xena, cómo no, le obedeció encantada. Se apartaron del camino y se echaron en la hierba. Y esa noche vieron las estrellas, las dos, unas cuantas veces, y se demostraron todo el amor que sentía la una por la otra.

Ahora sólo tenían que esperar. Xena estaba dispuesta a cuidar de Gabrielle siempre, y también de su bebé.

Cuando pasó un mes, se acercó Gabrielle a Xena con mucha tristeza.

" Xena, tengo malas noticias, no estoy embarazada"

" ¿Qué?" Entonces Xena comprendió que a Gabrielle le había bajado el periodo.

" Pues eso, habrá que intentarlo otra vez, ¿no? Si ya no me quedo embarazada a la segunda, lo intentarás tú, ¿no?"

Xena no sabía qué decir, no sabía si podría soportar otra vez ese tormento, tenía ganas de llorar, no podía pasar otra vez por eso, pero era lo que Gabrielle quería, así que la abrazó y besó.

" Xena, no pienses en lo que pasará mañana, piensa en el presente, en lo que va a pasar ahora mismo"

" Pues lo que ahora mismo quiero es ... tomarte... hacerte completamente mía" dijo en tono muy seductor.

" Tus deseos son ordenes para mí amor mío"

Xena empujó a Gabrielle a las mantas y se tiró encima, se desnudaron las dos y Xena fue directa al centro de Gabrielle, comenzó con su lengua a explorarlo, y se dio cuenta de algo: Gabrielle, en ese momento, no estaba en plena menstruación, así que paró.

" Gabrielle, será mejor dejarlo para otro día, no se me apetece ahora" dijo dándole la espalda a Gabrielle.

" Pero Xena... acabas de decir que..." decía muy excitada y, a la vez, preocupada Gabrielle cuando Xena la interrumpió.

" Buenas noches Gabrielle" dijo muy seca mientras derramaba algunas lágrimas.

Gabrielle sabía que algo le acababa de ocurrir, pero no pensaba qué podía ser, estaba muy preocupada, mientras tanto Xena pensaba:

" ¿Cómo ha podido? Me ha mentido, y ya sé porqué es, quería volver a acostarse con Virgil. No lo entiendo, me ha dicho tantas veces que me amaba... y ahora prefiere a otro, ¿ durante cuánto tiempo me ha estado mintiendo? Será mejor acabar con esto de una vez, ella se merece lo mejor, sea con quién sea, y no quiero que esté atada a mí si está enamorada de otro. Además está mal conmigo porque estos días la he notado decaida, no está agusto junto a mi" pensaba Xena, cuando miró a Gabrielle y dijo:

" Gabrielle"

" Dime, ¿qué pasa Xena?"

" Gabrielle, será mejor que dejemos esta relación, esa es mi decisión, yo respeté la tuya y tú debes hacer lo mismo"

" ¿¿¿¿ Qué???? ¿Qué dices Xena? Dime que ha pasado, confía en mi como yo lo hice. Estamos muy bien" dijo llorando. Sentía que su corazón había dejado de latir, su alma se moría ante esas palabras.

" Sí, yo confié en ti y tu me mentiste" Dijo Xena mientras se levantaba de las mantas y se disponía a irse.

" No Xena, no te he mentido, nunca lo he hecho, dime cuando. Y qué hay sobre todas las cosas que nos hemos dicho, todas las noches que hemos pasado juntas, ¿ también son mentiras?"

" Adiós Gabrielle"

" No Xena, no te vayas, no me dejes así, yo...te necesito, eres la razón por la que vivo, no puedo estar sin ti. Dime que te he hecho, sea lo que sea, lo siento, de verdad" dijo llorando sin parar. A Xena le dolía esa imagen, no entendía lo que pasaba.

" Gabrielle...." Dijo Xena derramando lágrimas. " Lo siento" y salió corriendo a abrazarla, tal vez era cierto todo lo que ella pensaba sobre Virgil, no lo sabía, pero sí sabía con toda la seguridad del mundo que lo que acababa de decir Gabrielle era verdad. " Dime la verdad Gabrielle, ¿me quieres?"

" Pues claro que te quiero Xena, creí que lo sabías"

" Yo también lo creía, pero ¿ que hay de Virgil?"

" ¿Es por Virgil? Xena, creí que el tema estaba zanjado, no sentí nada"

" Lo sé, no es eso. Es que hoy me he dado cuenta de que no estás mala con el periodo, y pensé que querías acostarte otra vez con Virgil" dijo con mucha tristeza.

Gabrielle se rió, y Xena no sabía porqué lo hacía.

" Xena, por favor, pregúntame antes de decirme adiós. Todo ha sido un mal entendido, mira Xena, estos días he estado más decaida porque he estado mala con la regla, y estaba triste porque después de tener que haber pasado la noche con Virgil, no estaba embarazada, y no había servido de nada. Y hoy ya no estaba mala, ya se había terminado, por eso no te dije nada al empezar con lo nuestro, sino te hubiera frenado, ¿no crees? Y si no te dije antes que no estaba embarazada fue porque sabía que a ti te dolería pensar que tendría que acostarme otra vez con Virgil. Lo siento Xena, debí decírtelo antes"

Xena se quedó paralizada, no sabía si clavarse una espada, o salir corriendo. Así que se puso a llorar en el hombro de Gabrielle.

" Lo siento muchísimo Gabrielle, de verdad, por favor, ¿sabrás perdonarme? Te quiero más que a nada en este mundo, y te prometo que nunca más desconfiaré de ti"

" Claro que te perdono amor mío, la próxima vez te avisaré y te diré todo"

Los labios de Xena se acercaron a los de Gabrielle y se rozaron, luego se unieron con más fuerza, y Gabrielle abrió su boca para que el beso fuese más intenso, y para que Xena pudiera explorar con su lengua esa boca que había tenido tantas veces para ella sola.

" Bueno, ¿por donde íbamos?" dijo Xena sonriendo.

Y pasaron toda la noche haciendo lo que habían dejado pendiente. Se amaron de la mejor forma que sabían, eran muy felices de tenerse la una a la otra, y cada vez se amaban más y más.

Al día siguiente, se fueron a casa de Virgil, estaban dispuestas a seguir adelante con la idea de tener ese bebé. Le explicaron a Virgil que no había surgido efecto y que si no le importaba.... pues que le volvieran a hacer ese favor, Virgil dijo que sí, y, aunque le dolía mucho, era una oportunidad única. Gabrielle entró en la habitación otra vez, y Virgil estaba encantado, comenzó a besarla, hasta que Gabrielle paró y dijo:

" Lo siento mucho Virgil, pero no puedo, me he dado cuenta de algo" y salió corriendo de la habitación.

Xena esta vez estaba dando un paseo, ahora no estaba tan preocupada, después de lo de anoche le había quedado más que claro que Gabrielle le amaba totalmente. Gabrielle fue en su busca, y la encontró.

" ¡ Xena!"

" ¿ Ya?" dijo extrañada Xena al ver que había sido muy rápido.

" No Xena, no he podido, me he dado cuenta de que estoy así muy bien, contigo, ya veré lo que pasa en el futuro, pero quiero estar sólo contigo y con nadie más. Estoy locamente enamorada de ti Xena"

" Yo también estoy enamorada de ti Gabrielle, pero ese bebé era lo que más querías en este mundo ¿no?"

" Te equivocas, me he dado cuenta de que lo que más quiero en este mundo eres tú, y siempre lo serás, no podía estar otra vez con alguien a quien no amo, y no quiero tener ese niño, ahora no, no me siento lo suficiente preparada, quiero estar contigo, sólo contigo, y no quiero formar una familia porque tu eres mi familia, eres todo lo que quiero tener. Y cuando he estado a punto de perderte me he dado cuenta de que te necesito Xena"

" Ohh Gabrielle te amo, te amo más que a nada en este mundo, y nada ni nadie nos separará"

Y se perdieron, abrazadas, en el color del atardecer, en su luz, era una imagen hermosa.

Ahora no había ninguna duda, y no la habría nunca, Xena sabía que Gabrielle era completamente suya y ella de Gabrielle, estaban echas la una para la otra, eran una sola, eran almas gemelas. Eran felices juntas y no hacían daño a nadie. Y, sobre todo, eran dos personas enamoradas, con un amor puro y sincero, un amor que sobrepasa cualquier límite.

FIN


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