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Disclaimer: La misma historia de siempre... todo pertenece a un mamonazo sin conrazón y sólo utilizo los nombres para entretener ni animo de lucro.
Aviso: Se habla de un romance con tendencias lésbicas, así que si no es de tu agrado ya encontraras otras historias sin este tema principal.
Contactos y comentarios: lobeznadlbosque@yahoo.es y lobeznadelbosque@hotmail.com
Agradecimiento: A una Lady Bardo que me ha animado a continuar lo que había dejado, así que, aconsejo leean sus historias pues son muy buenas y hay más, ya que a esta Bardo le da por escribir 1 vez al año. Aunque espero que les guste y que no les haga perder la paciencia que me han tenido para continuar esta 6º parte. Gracias a todos y sobre todo a la página del Mundo del Subtexto por mantener viva la ilusión de los bardos día tras días.


PENSAMIENTOS Y AMOR

Por Lobezna del Bosque

Sexta parte

Todo el reino amazona buscaba sin mucho éxito a la guerrera, fueron a buscar hasta Amphypolis, rebuscaron en Atenas, indagaron en el Tártaro, pero no hubo éxito, Gabrielle estaba oficialmente en un sueño profundo, que ni Morfeo conseguiría sacarla de ahí. Afrodita decidió llevarla a las antiguas reunías de las amazonas, en un lugar donde antiguamente hubo vida, un sitio mágico para algunos, ahí encontraría la tranquilidad que necesitaba, mientras todos buscaban a Xena.

-----Afrodita-----
¿Qué hubiera pasado si me hubieran dejado hacer mi trabajo? Todavía no entiendo como no me dejaron hacerlo, ahora no estaríamos como locos buscándola, ella se sabe muy bien esconder para que nadie, ni siquiera los dioses la encontremos. Artemisa debería haberlo considerado bien. No entiende el problema del amor, la gente muere, lo he visto mil veces. Al menos mi querida bardo ha entrado en este sueño profundo.

-----Artemisa-----
¡¡¡Estúpida ley!!! Si no hubiera sido por mi culpa nada de esto hubiera pasado, nunca me lo voy a perdonar, he intervenido en el amor, ¡cosa! Qué ya me lo advirtieron, las cosas del amor sólo la llevan Afrodita y Cupido. No una testadura.

-----Ephyni-----
¡Ojalá! Joxer tenga suerte, no se nada de él desde hace semanas, algunas de mis mejores amazonas me comunicaron que lo habían visto, apenas comía, apenas dormía, sólo quería cumplir la misión.
Pobre chico, estaba enamorado de una persona que no le correspondía, como yo.
¿Y si estoy enamorada de ella? No creo, todo habrá sido un conjuro de ella, simplemente ha sido eso, una vez que se ha cansado de mi se marchó, sino ahora mismo estaría conmigo tratando de consolarme por perder en un abrir y cerrar de ojos a mis dos amigas y todo gracias a ella.
¡¡¡Pero que estúpida fui!!!

-----Athenea-----
Temo dentro de mí que Xena cometa una locura, ya lo hizo infinidades de veces, puede convertirse en un problema, aparte de un desastre y creo ser la responsable.
¡¡¡Espera un momento!!!
Yo no soy la responsable, está vez no, ha sido esa rubia, tenía que haber aceptado lo que se le ofrecía a pie de boca, y no mejor dicho.
Tenía que haber aceptado lo que se le brindaba, amararlo con fuerzas y nunca soltarlo, pero cometió el mismo error que yo, hacer daño a Xena es lo peor que se puede hacer en este mundo.

Cada cual estaba con sus pensamientos, cada cual, su corazón latía por otra persona, mientras que la principal, simplemente intentaba sobrevivir, en un mundo que solamente había terror, miedo, abandono, desamor y traición, atormentándola a cada rato, en cada esquina de su mundo, ajena de todo lo que la sucedía a su alrededor.

*****

En una zona desconocida para los mortales y para algunos dioses, una morena descargaba toda su ira sobre un hombre, cada golpe era certero, con mucha fuerza, estaba destrozada, pero su cuerpo estaba completamente lleno de energía, no pensaba en nada, simplemente actuaba. Dejaba salir de su ser cada ápice de ira y rabia, de dolor y amargura, de las manos pasó a la espada, el hombre rápidamente también cogió otra y lucharon sin tregua, quizás llevaban horas luchando, pero la morena no encontraba descanso, de repente el hombre empezó a cansarse con exceso, al verse totalmente desarmado en un abrir y cerrar de ojos desapareció y volvió a aparecer detrás de la morena, sujetándola de los brazos, para que detuviera el combate.

-¡Ya... vale...!. -parecía cansado, pero a su vez alegre.
-No pensaba que te cansarías tan rápido, has perdido facultades. -trataba de zafarse del agarre, pero sin éxito.
-Relájate, esto es el comienzo, pronto dejarás de pensar.
-¿Cuánto tiempo tengo que estar aquí? -preguntó con desagrado.
-El que sea necesario... además mi propuesta sigue en pie, aparte de la lucha, la sangre y todo en general, también puedes disfrutar de los placeres de la vida. -dijo en un susurro mientras depositaba un ligero beso sobre su hombro.
-¡¡¡No quiero nada más allá de lo que me has propuesto!!!.

Sentenció justo cuando le pisó el pie, éste la soltó, por acto de reflejo, cosa que cometió un grave error, porque le dio un golpe en seco en el estómago, seguido le cogió el brazo derecho y se lo retorció, y le hizo caer en el suelo.

-¡¡¡Nada más, entendido!!!
-De acuerdo muñeca, no pensaba que te doliera tanto, ya hasta creí que nunca volverías a mí por culpa de esa rubia irritante. -saltó burlón.

Cosa que no le agrado mucho a la morena el comentario, puesto que volvió a arremeter contra él, éste no estaba preparado y la morena le cogió el brazo y se lo dislocó, el hombre volvió a desaparecer y reapareció en su trono, bastante dolorido, con maestría se colocó otra vez el brazo, la miró con rabia, pero desistió sus intentos de ir a por ella.

-Deberías canalizar tu rabia en otros lugares.
-No me la vuelvas a nombrar. -le gritó con furia.
-De acuerdo, y tú trata de no pensar en ella o todo esto se vendrá a la mierda.
-Consígueme lo que quiero y luego ya veré que hago.
-Hicimos un trato Xena, yo conseguía que la olvidases y tu a cambio me dabas lo que más quiero en el mundo; que seas mi líder, mi guerrera, mi destructora, mi reina... -decía triunfante mientras se acercaba lentamente a ella.
-¡¡¡Ya para!!! No dramatices, tu me prometiste una cosa y yo a cambio trabajaría para ti, ese fue el trato. No pienso meterme en tu cama. -sentenció.
-¡Pero bien que quieres a mis asesinas en ella!. -la inculpo, algo decepcionado.
-No es igual Ares, llevo mucho tiempo reprimiendo mis deseos, una mujer necesita apaciguar sus ansias con alguien.
-Podría ser yo, por una vez. -parecía triste.
-¡¡¡Oh... por los dioses!!! Estas desilusionado que no me rinda a tus pies, tu querías algo de mi y yo algo de ti. Irme a la cama no estaba en el trato y si no me quieres cabreada cúmplelo.

Dijo mientras se marchaba algo furiosa, cierto era que hicieron un trato que le costaría la vida y su alma, pero merecía la pena, con tal de olvidar el pasado, con tal de olvidar a una persona que la había hecho tanto daño. Ares le había explicado que si tenía pensamientos relacionados con Gabrielle, que les mantuviera bien ocultos o que los gritase al aire, pues Afrodita podía localizarla, en cualquier momento. Tres meses habían paso, tres meses que rompieron su corazón, tres meses que se estaba preparando para volver a ser quien era en realidad, tres meses que apenas sentía su alma, tres meses de soledad, en los cuales solo encontraba una pizca de consuelo en las asesinas de Ares, unas chicas elegidas para ser su sustituta, pero que en esos momentos simplemente servían para apaciguar sus deseos más intensos y perversos. No era delicada con ellas, apenas las trataba bien, en cuanto conseguía el climax las dejaba ahí tiradas, ardientes de deseo por ella, las despreciaba y ellas deseaban que volviera para retomar la situación de pasión y lujuria.

-----Ares-----
Debería relajarse, nuestro ejército no estará listo hasta dentro de unos meses mas, debería aprovecharse de todo, pero mírala, se aprovecha de esas chicas y ellas desean verla de nuevo, las trata como una mierda, y aún así continúan suplicando por ella.
Conozco ese sentimiento, desear algo que no puedes tener, que no puedes sentir, salvo por unas noches de lujuria, tenerla y al rato no tenerla.
Pobres ilusas, al menos la tengo en mi bando, junto a mí, y eso no lo cambiara ni una irritante rubia, ahora es mía, ¡¡¡sólo mía!!!.

Dedicaba su tiempo libre en seguir poniéndose en forma, si ya en su época era una maestra del arte del combate, actualmente se estaba convirtiendo en el mejor en todo, si no conocía un arma, practicaba con ella hasta perfeccionarlo, si conocía un nuevo veneno lo investigaba. Para desgracia de algunos se estaba convirtiendo en lo que más temían muchos, en la Destructora de Naciones, solamente en eso, en una despiadada asesina, sin escrúpulos; sin pensamientos y sin amor.

-----Ares-----
Sé que le dije a Xena que no pensara en nada, que no hablara consigo misma, pero en realidad soy quien incumple la primera regla. Tendré que averiguar si alguien escucha mis conversaciones.

Bien apartada, sintiendo el frío suelo bajo sus pies, meditaba mientras hacia un poco de tai chip, movimientos lentos, tenía que relajarse no pensar en nada, pues bien le había explicado Ares que solo un leve pensamiento ya estarían ahí mismo y volvería a sufrir, volvería a ser traicionada por la persona que amaba, nada de amor, nada de pensar, el pensamiento de los sentimientos es para los débiles.

-¡¡¡Eso Xena!!!, El pensamiento de los sentimientos es para los débiles. ¡Dioses! Estoy loca, aquí hablando en voz alta, pero claro... no puedo hacer otra cosa. A veces hecho de menos mis conversaciones conmigo misma en mi mente, pero ahora tengo que gritarlo para que ni Afrodita ni Atenea den conmigo. Todo es una locura, hubiera sido todo tan sencillo, pero no... tenía que jugar conmigo, destrozar mis sentimientos, tenía que ser tan fría. ¡Bien rubia! ¿Tu quieres conocerme de verdad? Lo primero que hare será destrozar cualquier aldea alrededor de la tuya, luego avanzaré e iré a por la tuya si te interpones en mi camino...
-¿¿¿Qué harás???. -apareció un curioso dios de la Guerra.
-¡¡¡Qué te importa!!!. -continuó con sus ejercicios.
-No... adelante, dime que la haras. -seguía impaciente. -No tendrías valor para enfrentarte a ella. -la estaba tratando de sacar de sus casillas. -En cuanto la veas suplicarás por ella, serás su perro fiel, y cuando te tenga a punto de caramelo ella te... -no continuó su charla irritante y dañina, ya que el Chakran de Xena estaba en su cuello a punto de cortarle las cuerdas bocales.
-Ni... se... te... ocurra...
-Sólo te comento la verdad, volverás a sentir ese de dolor y daño como ahora, pero con más intensidad, porque la habrás dado otra oportunidad, por eso te pregunto qué harás con ella cuando la tengas delante.
-Lo que cualquier señor de la guerra en mi posición... -se apartó de él con movimientos seductores.
-¿La matarás, la descuartizarás, la ahorcarás, la ahogarás... o cualquier cosa que termine en aras...?. -esperaba como un niño desesperado por un dulce.
-No... mucho peor Ares, hay que ser más sutil, un poco más retorcido, en cuando tenga lo que quiero, en cuanto llegue al imperio del norte y encuentre la joya de Kalixo, entonces todo seguirá como hasta ahora, pero quizás los papeles cambien.
-¿¿¿Estas loca??? Nadie ha encontrado la joya de Kalixo, es una leyenda, ni siquiera la he encontrado yo para...
-Para mí, ¡Lo sé Ares! Sabia perfectamente que llevas años buscándola, pero conozco la forma de buscarla y Gabrielle lamentará haber cometido el grave error que cometió.

Empezó a jactarse de risa, una risa que congelaría hasta el pobre corazón de un tierno conejo, hasta Ares sintió escalofríos ante esa risa, siniestra, penetrante y helada, será de una persona sin corazón y sin alma, algo que una pizca de él lamentó, muy, pero que muy en el fondo de su corazón, que Xena se hubiera convertido en la persona que tenía enfrente de él, aunque al rato no sentía nada más que frío.

Continuará...


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