Siempre hemos
pensado que el Rottweiler tiene su origen en
Alemania, pero esto no es del todo cierto. Si
bien la raza, como la conocemos hoy, es un
producto alemán, su origen se remonta nada
menos que al Imperio Romano. El Rottweiler de
hoy en día guarda un gran parecido físico
con su antecesor de la Roma antigua, aunque
estos eran de menor tamaño. Sus progenitores
fueron grandes guardianes de las legiones,
utilizados como conductores y guardianes de
ganado. Dada su agresividad y su coraje
también fueron adiestrados para pelear
contra esclavos. Dicen que el emperador
Nerón se hacía rodear siempre de un grupo
de ellos para disuadir a sus enemigos.
Los
perros acompañaban a las tropas en sus
desplazamientos. Una de las zonas por las que
penetraron los invasores con sus perros fue
Württemberg, al sur de Alemania, donde se
encuentra Rottweil. Algunos de estos perros
pastores y sus cachorros se quedaron en esta
zona cuando las tropas siguieron su avance.
Otra zona invadida por los romanos fue
Britania en el año 43 de nuestra era.
Posteriormente con la caída del Imperio se
marcharon de las Islas dejando abandonados
algunos de estos perros. Aunque podrían
surgir ciertas dudas sobre el origen de la
raza, es a orillas del río Neckar, en la
ciudad de Rottweil donde se sitúa la cuna, y
fue este pueblo el que dio lugar al nombre de
la raza ya que allí, en 1905 se notificó el
primer ejemplar reconocido.
Rottweil fue
siempre un centro muy frecuentado por los
mercaderes de ganado y de grano. Allí iban
compradores y vendedores de Francia,
Hungría,etc. Pronto surgió la necesidad de
tener un perro no sólo capaz de ayudar a
llevar los rebaños, sino también a proteger
al amo que podía llevar fuertes sumas de
dinero en una época en que los viajeros a
través del campo y del bosque podían
representar algún peligro. El Rottweiler se
hizo popular rápidamente. LLamaba la
atención de todos los tenderos por su viva
inteligencia, su astucia (robaba el sustento
de los mostradores), y por su fuerza. Se
convirtió así en el compañero ideal de los
carniceros y los tratantes. De hecho se le
denominó "Metzerhund" o perro del
carnicero.
La
prohibición del transporte de ganado por
carretera en 1900 unido a la implantación
del ferrocarril hizo que el Rottweiler
estuviera a punto de extinguirse. Sin
embargo, se inició en el norte de Alemania,
antes que en la región de Rottweil (se tiene
entendido que en 1905 sólo quedaba allí una
hembra Rottweiler) un gran interés por la
raza, pues la policía empezó a utilizarla
para labores auxiliares. Es conocida la
anécdota en una taberna de Hamburgo. Nada
más y nada menos que catorce marineros,
totalmente embriagados estaban peleándose
por los favores de una mujer. Un policía,
dueño de un Rottweiler, vio la reyerta y
entró en acción sin sopesar la disparidad
de fuerzas. Rápidamente fue el blanco de la
multitud. El Rottweiler, que no perdía de
vista a su amo, en un abrir y cerrar de ojos
se hizo con la situación: varios marineros
fueron derribados y el resto huyó
apresuradamente.
Hoy, a salvo
del olvido, el Rottweiler trabaja con la
policía austriaca. En Alemania casi todos
los ejemplares son poseedores de un título
de defensa con diferente graduación: SCH I,
SCH II, SCH III. Entre ellos, ciertos
elementos forman una brigada especial
destinada a colaborar con la policía en la
represión de manifestaciones callejeras. En
Suiza el ejército lo empleaba como perro
paracaidista. Lo encontramos también en el
ejército y en la policía de Brasil. Pero no
hay que limitarle a estas funciones. Quizás
un día lo encontremos en brigadas
especializadas en la búsqueda de niños
desaparecidos o en operaciones de salvamento
después de catástrofes naturales ya que sus
capacidades olfativas son enormes.