Sobre
diseño y alojamiento web.
Argentina como polo regional.
Por:
Gustavo Giordano
Favorecidas
por la devaluación, las empresas del sector se encuentran
ante una gran oportunidad. Contando con una alta capacitación,
profesionalismo y avanzada tecnología, es posible que nuestro
país rápidamente tome la delantera y se posicione
para realizar una exportación "no tradicional" de servicios
que aportan soluciones tecnológicas.
Al mismo tiempo
que se producía la devaluación (a principios del 2002)
y esto aceleraba la profundización de la crisis, se podía
percibir claramente que uno de los caminos que se abrían
para superar el contexto era el de la exportación.
Tal como sucede
actualmente en el sector de los call centers (con su cada vez más
habitual contratación "off shore"), la tendencia de "exportar"
hosting y diseño web (siendo productos naturalmente complementarios)
como consecuencia de la presión de los clientes para bajar
los costos, se presenta como una oportunidad muy atractiva.
Sumado a esto,
la "intangibilidad" de Internet, hace que el concepto de "deslocalización"
adquiera su máxima expresión.
Es en este sentido
que, aprovechando el expertise existente, la avanzada tecnología
y profesionalismo y la ventajosa competitividad que otorgan los
costos actuales, nuestro país puede posicionarse como polo
en donde se concentren, a nivel regional, este tipo de operaciones.
Para lograr
aprovechar al máximo esta oportunidad es indispensable contar
con políticas a todos los niveles de gobierno (nacional,
provincial, municipal) que otorguen facilidades para fomentar la
actividad de este sector.
También
es importante la realización de una campaña que logre
el posicionamiento como país y la identificación con
una imagen de marca, así como se conoce a India como polo
del sector tecnológico.
Para que el
esfuerzo no se disperse y sea efectivo, es importante que las empresas
involucradas se reúnan en torno a este objetivo puntual para
desarrollar en conjunto una estrategia para alcanzarlo.
Todo esto surge
del convencimiento acabado de que todo recurso que no se exporte
terminará siendo importado. En cuanto otro país ocupe
ese lugar y se posicione, va a ser muy difícil competir.
Es decir, todo lugar que nosotros no ocupemos será ocupado
por otro.
Además
de las ventajas mencionadas, la exportación de estos servicios
(en especial el alojamiento web), es extremadamente sencilla e inmediata.
Al ser el proceso 100% on line (tanto la recepción del "bien"
como su pago) se evitan los engorrosos pasos burocráticos
de los bienes "reales", realizándose en forma "directa".
La "larga" década
de convertibilidad y 1 a 1, permitió que los operadores del
sector se nutrieran de la más avanzada tecnología
y adquirieran un "envidiable" know how.
Ahora, con una
moneda hiper-devaluada, el mercado interno deprimido por la prolongada
recesión y el ahogo financiero provocado por la falta de
crédito externo e interno, la exportación se presenta
más como una salvación que como un desafío.
Con una gran
capacidad instalada y un alto porcentaje ocioso, el verdadero desafío
estará en recuperar la credibilidad y la deteriorada imagen
de nuestro país en todos los niveles (político, económico,
jurídico, etc.), aunque, a decir verdad, esto no represente
un mayor inconveniente. Quienes hayan adquirido un servicio pueden
"cancelarlo" en forma tan inmediata como su contratación.
Por lo demás,
el camino ya está trazado y los objetivos planteados. Solo
queda que las empresas argentinas tomen conciencia y comiencen a
transitarlo.
©
Gustavo Giordano
Editor
www.xipmedia.com
|