José Donoso





Ella bajó sus párpados

Ella bajó sus párpados. Las pequitas plateadas del maquillaje azul destellaron, y al sonreír, en los pliegues de su geta de bull-dog, babearon sus colmillos tenaces. El cuerpo de la enana ya no se azorochaba como al comienzo del verano: su piel lisa, sus pechos pequeños, toda ella entera tenía un color castaño bruñido del que se encargaron los ungüentos de Guerlain que, después de la escena del estanque, comenzó a aplicarse. Caminaron un poco más, muy lento, casi tocándose. Allá había un rincón. Allá la encerraría en sus brazos, a esa enana horripilante, la poseería porque la deseaba, sí, para qué engañarse, iba a hacer el amor con ella en un minuto más, en cuanto alcanzaran la sombra, porque su miembro se había erguido repentino al rozarla y los ojos gachos de Emperatriz no podían haber dejado de notarla, desaba a ese monstruo, a ese renacuajo con cabezade perro que muerde y no suelta y arranca el trozo, agarrarla en sus brazos, penetrarla con su sexo, matarla de placer al ensartarla gritando con su sexo inmenso...

José Donoso nació en Santiago de Chile en 1924. Libros: Verano y otros cuentos, El charlestón, Coronación, El lugar sin límites, Este domingo, y El obsceno pájaro de la noche.


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