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Aprovechando que ando encarrerado...usaré esta sección, para hablarles un poco de la Alquimia...además, ya varias personas interesadas en el tema, me pidieron que mostrara algo referente al tópico en cuestión.

 

IaN HaGeN  . . . Aieth Kadol Leolam Adonai

 

 

DEL HERMETISMO A LA ALQUIMIA

 

¿Será la alquimia el arte de transformar todos los metales en oro con la ayuda de la piedra filosofal? Esta transformación es posible actualmente gracias a la química termonuclear, aunque el oro así obtenido resulta más caro que el oro normal. ¿Será pues nuestra época la edad de oro de la alquimia? O bien. ¿no hay que pensar más bien que la alquimia no es del todo lo que se cree generalmente? Oriente La leyenda pretende que los chinos hayan practicado la alquimia desde el 4500 antes de nuestra era. La historia asegura que, hacia cl 500 antes de J. C. , el taoísmo, doctrina de Lao Tsé, habría buscado la piedra filosofal y el elixir de larga vida con el edificante fin de condu cir a los seres a su mayor grado de perfección.

 

En las Indias, se operaron cambios de «poderes» entre alquimistas. yoguís y fakires. Mucho antes de las influencias árabes, la litera tura búdica menciona procedimientos alquímicos y, desde el siglo II de nuestra era, señala el «jugo hataka capaz de transformar el bronce en oro puro». El ilustre filósofo Nagarjuna menciona, en su Tratado de la gran virtud de sabiduría, cuatro métodos de transmutación de me tales. entre otros la concentración yóguica, lo cual es confirmado por el gran tratado tántrico tibetano relativo a los 84 magos.

En suma, el elixir de larga vida, la conservación de cadáveres y la «preparación del oro» tienen un rico pasado entre los chinos, los indios y los tibetanos.

 

Alejandría, Bizancio, los Árabes La alquimia occidental nació en Alejandría. En sus comienzos aglomeró una mezcla inverosímil de prácticas y de teorías caldeas, ju días, egipcias y griegas. El {{arte sagrado» conoció un sorprendente éxito, desde finales del siglo III a principios del v. Su exaltado misticismo se encomendaba a obras atribuidas a los dioses, a sabios famosos, a soberanos ilustres. Sus principales representantes fueron Zósimo, Synesio y Olimpiodoro, así como María la Judía que inventa el kerotakis, vaso cerrado de alquimista que pasa a la posteridad con el nombre de... «bañomaría». Mediante la piedra filosofal, esta alquimia pretende cambiar los metales en oro (crisopea) o en plata (argiropea); mediante la panacea, se propone curar todas las enfermedades, prolonga la vida humana, en una palabra asegurar la felicidad perfecta del adopto en el seno de la divinidad.

Aun cuando el emperador Heraclio la sostuvo, la alquimia fue más o menos perseguida en Bizancio. Asimismo, alcanza el Occidente cristiano a través de los árabes.

 

Las palabras alquimia, alambique, alcohol, elixir son por lo de más derivadas de vocablos árabes.

El príncipe omeya Chalid ibn Yazid se cree que aprendió la alquimia en Egipto, en la primera mitad del siglo VII. Sus sucesores hicieron maravillas: Gebeb (hacia 7208()(» descubrió el agua regia, el ácido sulfúrico, el ácido nítrico; Al Razi (muerto hacia 930) desarrolla la alquimia médica; Avicena (9801036) tuvo la intuición de la geología; Al Gazali (muerto en 1110) predica una «alquimia de la felicidad», Únicamente espiritual.

 

El hermetismo A través de España y las Cruzadas, la alquimia se infiltra en el mundo cristiano donde se puso de moda, hacia mediados dt.1 siglo XII, por un opúsculo latino anónimo y abstruso El enjambre de los filósofos.

Desde ese momento, aparecen una serie de tratados alquímicos atribuidos a Hermes Trismegisto, el Tres veces muy grande, equivalen te de Thoth y dios de la magia egipciogriega.

El más célebre de los tratados es la «Tabula smaragdina» o «Tabla de esmeralda» que se ha comentado con frecuencia desde la Edad Media y que es. ..hermética a medida de sus deseos. Se la pretendía grabada sobre una esmeralda por el dios HermesMercurio y descubierta por Alejandro de Macedonia en la Gran Pirámide. En realidad, tal vez es la traducción latina de un texto árabe del siglo x, traducido a su vez de un original griego del siglo IV. Esta es nuestra versión: Es verdad, sin tapujos y muy variable.

 

Lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo, para hacer milagros de una sola cosa.

 

Y como todas las cosas han sido y son venidas' de una, así todas las cosas han nacido en esta cosa única por adaptación.

 

El sol es aquí el padre, la luna es la madre, el viento la ha llevado en su vientre, la tierra es su alimento, el padre de todo, el Telema de todo el mundo está aquí, su fuerza es completa si se convierte en tierra.

Separarás la tierra del fuego, lo sutil de 10 denso, suavemente con gran habilidad. Sube de la tierra al cielo, y de nuevo desciende a la tierra, y recibe la fuerza de las cosas superiores e inferiores. Tendrás, por este medio. toda la gloria de/ mundo y toda oscuridad se alejará de ti.

 

Esta fuera de toda fuerza porque vencerá toda cosa sutil y penetrará toda cosa sólida. Así ha sido creado el mundo.

 

De esto serán y saldrán innumerables adaptaciones cuyo medio está aquí. Ello es porque he sido llamado Hermes Trismegisto, y tengo !as tres partes de la filosofía del mundo. Lo que he dicho sobre la operación del sol está cumplido y terminado.

Histórico

 

 

En el siglo XIII, se desarrolla la alquimia occidental. Cuenta con ilustres representantes como Alberto el Grande (11931280), Roger Bacon (12141294), el médico Arnaldo de Vilanova (12451313) que la orienta hacia la filosofía espiritualista y habrá de tener como discípulo a Raimundo Lullio, el «doctor iluminado» (12351313). Es ortodoxa.

En el siglo XIV, por el contrario, las tendencias anticristianas apa recen, con la multiplicación de obras escritas. Entre tanto Nicolás Flamel (13301418), con la ayuda de su mujer Pernelle, se proclama primer maestro del Arte Real reencontrado, de inspiración divina. Es él quien compone esta admirable plegaria, citada en la Biblioteca química de Manget: Dios todopoderoso, padre de la luz, de quien vienen todos los bienes y todos los dones perfectos, imploro vuestra misericordia infinita, dejad me conocer vuestra infinita sabiduría, que rodea vuestro trono, que ha creado y hecho, que lo conduce y lo conserva todo. Dignaos enviármela del cielo, vuestro santuario, y del trono de vuestra gloria, a fin de que esté y trabaje en mí,. porque ella es la dueña de todas las artes celestes y ocultas, la que posee la ciencia y la inteligencia de todas las cosas; haced que me acompañe en todas mis obras,. que por su espíritu yo alcance la verdadera inteligencia,. que proceda infaliblemente en el noble arte al que me he consagrado, en la búsqueda de la milagrosa piedra de los sabios que habéis ocultado al mundo, pero que acostumbráis al menos a descubrir a vuestros elegidos; que esa gran obra que he de hacer aquí abajo, la comience, la continúe y la termine felizmente; que, contento, disfrute de ella para siempre. Os pido por Jesucristo, la piedra celeste, angular, milagrosa, y autorizada de toda eternidad, que con vos manda y reina, etc.

 

En el siglo xv, la alquimia evoluciona en doctrina mística secreta, cada vez más en oposición con la Iglesia. Basile Valentin de Erfurt en salza la varita adivinatoria para descubrir metales subterráneos.

El Renacimiento ve a la alquimia aproximarse cada vez más a la kábbala ya la magia con el inglés John Dee (15271608), el abate ale mán Johann Tritheim (14621516), Teofrasto Bombast von Hohenheim llamado Paracelso (14931541), a un tiempo teósofo y farmacéutico ( «yatroquímia» ).

 

A principio del siglo XVII, todas las formas de alquimia se expandieron. El emperador Rodolfo II (15621612) tiene su cohorte de al quimistas. El médico belga JeanBaptiste Van Helmont (15771664) concilia el hermetismo y la!i prúclicn!i médicns. Los hermanos de la RosaCruz o rosacruces desarrollan sus logias secretas especialmente en Alemania, y buscan la «pansofía» o conocimiento universal. Entre ellos, citemos principalmente al alemán JohannValentin Andreae (15861654) y al médico inglés Robert Fludd (15741637).

 

El «zapatero inspirado» Jacob Boehme (15751624) les deherá mucho. Descartes asesta un terrible golpe a la alquimia. Stahl (16bO1734), con la teoría de la «flogística» ( o principio del fuego que hace arder los cuerpos com bustibles), trata en vano de salvarla. La química la absorbe y las teo rías de Lavoisicr consagran la ruptura final entre adeptos y químicos.

El conde de SaintGermain y Cagliostro no harán sino desacreditar aún más la alquimia.

Tendencias modernas La alquimia no obstante ha sobrevivido. Hoy, se puede dividir a sus discípulos en tres tendencias: 1) Aquellos que perpetúan la tradición de la Edad Media y del Re nacimiento. Por ejemplo, los autores que se ocultan bajo los seudÓni mos de Jacob y de Auriger. Se pueden incluir aquí al misterioso Ful canelli que escribió las Moradas filo.\'ofales y, en 1926, Misterio de las catedrales desvaneci,éndose después sin dejar rastro.

2) Los «cientistas» que, esforzándose en probar científicamente la posibilidad de las transmutaciones metálicas, realizan en alguna forma una «hiperquímica». Por ejemplo. los franceses Oelobel o JollivetCastellot.

3) Los «místicos» para quienes la práctica de la alquimia es sobre todo una operación analógica y simbólica con vistas a una mejora. a una transformación del ser. La mayor parte de ellos son escritores ma sónico~ (en efecto. se conoce la similitud existente entre numerosos emblemas alquímicos y francmasones). como Oswald Wirth cuya obra sobre El Simbolismo hermético en sus relacilmes con la Alquimia y la francmasonería fue publicado en París en 1910.

 

La doctrina En todos los escritos alquímicos. se encuentra una deliberada vo luntad de esoterismo. Sólo aquel que es digno puede emprender la Gran Obra. Así las Bodas Químicas de Christian Rosenkreutz comien zan con el siguiente texto: Hoy, hoy. hoy Son las bodas del rey; .5i has nacido para tomar parte en ellas Elegido por Dios para la alegría, Ve hacia la montaña que alberga tres templos A ver los acontecimientos.

Mírate.

Examínate a ti mismo.

Si no te has purificado asiduamente.

Las bodas te perjudicarán.

Malaventura al que se retrase allá abajo.

Que quien es demasiado ligero se abstenga.

 

Para no ser comprendida por profanos a quienes su empleo abu sivo podría dañar. la doctrina utiliza un vocabulario reservado a los ini ciados y cuyo simbolismo es con frecuencia demasiado complejo: por ejemplo, cuadrado = los cuatro elementos; Pelícano o Cristo = Pie dra filosofal; espada = fuego; hermafrodita = azufre y mercurio unidos; lobo =antimonio; marte = hierro; neptuno =agua; satur no =plomo, etc.).

Las teorías alquímicas están basadas en:

1) la unidad de la mate rih;

2) los trcs principios siguientes: el azufre es activo. el mercurio es pasivo, la sal o el arsénico son unificantes;

3) los siete metales: el oro Sol, la plataLuna (ambos perfectos) y los imperfectos. azogue o Mercurio. plomoSaturno. estañoJúpiter, hierroMarte. cobreVenus..

 

 

La práctica La primera operación del alquimista consistía en realizar el Arbol lunar o Pequeña Obra o Pequeño Magisterio o argiropea, es decir lle var a cabo la piedra blanca que cambia los metales imperfectos en plata, A continuación, se ejecutaba el Arbol solar o Gran Obra o Gran Magisterio o Magnum Opus o crisopea, que suministra la piedra filo sofal roja, que muda los metales en oro, La mezcla primitiva se hacía en el huevo filosófico, o Casa del Pollo, vaso cerrado (herméticamen te) sometido, con arreglo a 4 grados, a una cocción lenta y complicada en el atanor, especie de horno de reverbero, La mezcla se hacía negra (estado de la putrefacción), después blan ca (estado de la resurrección o argiropea), después finalmente roja (rubificación simbolizada por el pelícano, el fénix o un joven rey coronado), La piedra filosofal podía ser empleada sólida (se proyectaba una parte de la misma para hacer oro, de aquí el nombre de polvo de proyección) o líquida (oro potable; entonces es disuelto en agua mercu rial, lo que permite hablar de disolvente universal o alkaest), A estas virtudes curativas (panacea), añadía la de longevidad (elixir de larga vida), pero no la inmortalidad: ¡el accidente es posible! Ulteriormente, podía hacer invisible, permitía desplazarse en el espacio, conocer la razón última de todo, hablar con las potencias celestes.

He aquí una de las numerosas recetas de elixir de larga vida, extraída de los Admirables secretos del Pequeño Alberto, grimorio que se ha atribuido falsamente a Alberto el Grande:

 

Tomad ocho libras de jugo mercurial; dos libras de jugo de borraja, tallos y hojas, doce libras de miel de Narbona u otra, la mejor de la región: ponedlo todo junto a hervir a borbotones para espumarlo, pasadlo por la manga de hipocrás, y aclaradlo, Dejadlo aparte, poned en infusión durante veinticuatro horas, cuatro onzas de raíz de genciana cortada a tajadas en aproximadamente litro y medio de vino blanco, sobre cenizas calientes, agitando de cuando en cuando pasaréis este vino por un lienzo sin exprimirlo, poned esta colación en los mencionados jugos con la miel, haciéndolo hervir todo lentamente y cocerlo dándole consistencia de almíbar; lo haréis enfriar en un tarro vidriado, y a continuación lo depositaréis en botellas que conservaréis en un lugar templado, para serviros de ello, tomando todas las mañanas una cuchara da, Este almíbar prolonga la vida, restablece la salud contra todo tipo de enfermedades, incluso la gota, disipa el ardor de enlrañas; y aun cuando en el cuerpo no quedase más que un pedacito de pulmón y el resto estuviese deteriorado, mantendrá lo sano y mejorará lo enfermo; cura los dolores de estómago. la ciática, los vértigos, la migraña. y generalmente los dolores internos.

 

Algunos alquimistas creyeron igualmente en la posibilidad de crear artificialmente un ser humano: el homúnculo que sobre todo popularizará Paracelso en su De Natura Rerum.

 

Insufladores o místicos En la alquimia se encuentra aquello que se quiere.

Los materialistas permanecen aquí en el estadio de los insuflado res, que «insuflando, cociendo» creían ir a parar a la piedra filosofal.

Algunos cayeron antaño en un iluminismo pueril o en un luciferismo grosero.

Para los místicos, la Gran Obra o Ars Magna es ante todo un acto simbólico: buscar la piedra, esto es, regenerar su espíritu, renacer, purificar su alma, tender a ser un superhombre.

A cada uno según sus medios... Sin embargo, sería injusto con fundir el profano que no apunta más que a los bienes materiales y el iniciado sincero que, a través de la transformación de la materia, aplica el simbolismo alquímico a operaciones espirituales que tienden a mejorar sus conocimientos y su moralidad. La alquimia pasa a ser entonces la purificación del ser, indispensable si el hombre desea acceder al supremo conocimiento.