Diario "El Comercio", Lima 7 de Enero de 1989
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Variadas polémicas despertaron en el país las expedicones científicas que la Comisión de la Universidad de Yale, dirigida por Hiram bingham, realizó en Machu Picchu entre 1911 y 1915.

Uno de los más severos críticos, contrario a las concesiones especiales otorgadas por el gobierno a esa delegación norteamericana, fue Emilio Gutiérrez de Quintanilla, director del Museo de Historia Nacional, quien dirigió duros informes al respecto al director general de Instrucción.

"En guarda de la respetabilidad de este suelo, tan maltratado siempre por propios y extraños, i cumpliendo un deber impuesto por el cargo que ejerzo, señalo la forma irregular en que los expedicionarios de la Universidad de Yale efectuaron sus operaciones; forma que hiere el sentimiento patrio", denunció en uno de ellos.

Rechazó asimismo el "dadivoso" decreto supremo del 31 de Octubre de 1912 mediante la cual se da a esa comisión, "en nombre de la etiqueta internacional", grandes ventajas para la libre ejecución de sus trabajos y para la exportación de las piezas.

Infringieron los Decretos
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Explicó que las excepciones concedidas es esa disposición infringieron los decretos de 1911, que prohiben la salida del país de objetos de valor arqueológico, aunque el Perú se haya reservado el derecho de exigir su devolución.

El hecho culminante, agrega Gutiérrez de Quintanilla, es que ese decreto caducó el primero de diciembre de ese mismo año, "por manera que los trabajos arqueológicos, osteológicos i geodésicos realizados en el departamento del Cuzco por la expedición científica de Yale, durante los dos últimos años, i con acatamiento al soberano territorio, adolecen de inmotivada i amarga deliberación, i asumen un carácter inaudito e inexcusable".