Madre...
quisiera que conserves esta carta,
porque no pude en estos tiempos
llevarte a tu lado un diploma...
Mas me hubiese gustado decirte
madre... aqui tienes lo que refleja de mi!
Aunque no pude, mi vida es como el viento.
Aprendi de que se trata la vida,
por tal motivo te escribo esto...
aquellas palabras por cuanto me diste un reto,
resonaron tan fuerte que estremecio mi cuerpo...
Baje la mirada y parti,
con el pesar de un bolso en hombros
un adios, un sin rumbo y un sue?o.,
entendia su sufrir
que despues de treinta a?os de convivir
se desprendia un sue?o.
Llegue a una ciudad para hacer una promesa
solo Dios, Maria, un llorar y un sin verguenza...
pedi entre gentes rodeadas a un altar
fe, fuerzas y una meta.
Andando de tropiezos en tropiezos
alegrias, fracasos y sufrimientos,
este diploma te lo debo a vos
es el de la vida... que aun aprendo.
Madre...
soy vagabundo y so?ador
con la fe a cuesta, un Dios...
que me ilumina y sus angeles protegen
este andar de historias y sue?os.
Madre... te entrego con humildad
este simple papel, por siempre estas en mi,
sellado con sangre en mi corazon
con tus caricias, ense?anzas y retos
Hoy te comprendo y valoro mas,
el por que de las cosas y esmero
te lo dedico a vos...
suave ternura y acobijo,
que Dios pone en mis manos a reflejar...
ella es mi madre y la amo.
Carlos Omar Melian.
autor.-