MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN19 DE JULIO |
DECLARACIÓN DE
PRINCIPIOS
I
El Movimiento de
Liberación 19 de Julio (ML-19) se organiza como destacamento de
vanguardia marxista-leninista de la clase obrera y capas
oprimidas del Perú que luchan por la liberación nacional, la
democracia popular y el socialismo. El ML-19 se considera
heredero de las tradiciones revolucionarias del pueblo peruano y
continuador de la trayectoria socialista del Amauta José Carlos
Mariátegui, fundador del partido de la clase obrera y de un
nuevo pensamiento. Asimismo, de acuerdo al principio del
internacionalismo proletario y de su vocación insurreccional, el
ML-19 asume el legado de Ernesto Che Guevara, como también el de
Luis de la Puente Uceda y de los mártires y héroes de la
revolución antimperialista en América Latina. La finalidad del
ML-19 es el derrocamiento del sistema capitalista dependiente y
su reemplazo por un nuevo poder de obreros, campesinos y
desposeídos, representado por los órganos del Poder Popular,
cuya tarea será construir el socialismo y extinguir gradualmente
el Estado hasta llegar a la sociedad sin clases. Nuestro
movimiento adquiere su denominación en conmemoración de la
heroica jornada de lucha que libró el proletariado peruano el 19
de julio de 1977, contra la dictadura militar del general
Francisco Morales Bermúdez, alcanzando el mayor índice de
unidad insurreccional de las masas que haya conocido la historia
del Perú.
II
La estrategia del ML-19 para el actual
periodo histórico consiste en derrotar la dominación
neocolonial del imperialismo, principalmente yanqui, abatir la
dictadura de clase de la burguesía dependiente mediante la tarea
insurreccional y construir sobre los escombros del estado
burgués un estado de democracia popular basado en la alianza
obrero-campesina, dirigido por el proletariado, que avance
ininterrumpidamente hacia el socialismo. La clase de vanguardia
deberá ganar para la revolución a sus aliados estratégicos:
los campesinos; como también a intelectuales, técnicos,
estudiantes, pequeños productores y pequeños comerciantes. El
ML-19 combate intransigentemente a los explotadores y rechaza
toda prédica reformista y capitulacionista que pretenda
subordinar los intereses de los trabajadores a los de una confusa
alianza de clases con sectores afines al imperialismo.
III
A comienzos del siglo XXI podemos
constatar que se aproxima la agonía definitiva del sistema
capitalista. La revolución tecnológica que ha fortalecido
momentáneamente al modelo de dominación, agudiza la
contradicción entre el desarrollo acelerado de las Fuerzas
Productivas y las viejas Relaciones de Producción; no ha servido
para evitar las crisis periódicas, los millones de desocupados y
la pauperización a causa de que el capitalismo, en su versión
neoliberal, sólo garantiza el aumento de la brecha diferencial
entre ricos y pobres. El capitalismo, en su etapa superior
monopólica, no puede ofrecer a la humanidad otra perspectiva que
no sea el totalitarismo, el genocidio y la guerra para salir de
sus constantes crisis. Pretende ocultar su carácter de dictadura
burguesa mediante regímenes de democracia liberal, pero sus
propias condiciones estructurales lo llevan inevitablemente al
fascismo, a la liquidación del ecosistema y de la humanidad en
general.
IV
El rasgo más sobresaliente de este
siglo es el carácter mundial que ha adquirido el sistema de
explotación capitalista. Todos los continentes han sido
sacudidos por la globalización de la opresión y la correlación
de fuerzas cambió en un sentido desfavorable a la revolución
mundial. El colapso del socialismo burocrático en los países de
Europa del Este, principalmente en la ex-URSS, causó la
formación de un mundo unipolar. Igualmente, el alineamiento de
China con las potencias hegemónicas y su inserción en el
capitalismo, significa una seria limitación para las luchas del
proletariado internacional. El eje principal de la lucha mundial
de clases se ha trasladado a los países dependientes cuyos
pueblos están adquiriendo la capacidad de dirigir el proceso
revolucionario, siendo los más castigados por la maquinaria de
opresión imperialista. En estos países neocoloniales fracasan
constantemente las estrategias de dominación, sus recetas
económicas y fatuos planes de desarrollo, solo quedándole a los
opresores la alternativa de la fascistización y el genocidio. En
América Latina se libran batallas desiguales contra el
imperialismo, desde la lucha armada en Colombia hasta la gesta
bolivariana en Venezuela; desde la insurrección de masas en
Argentina, hasta la batalla de los campesinos sin tierra en
Brasil. Igualmente en Asia y África los movimientos de
liberación nacional adquieren madurez al enfrentarse con el
coloso imperialista. En estas naciones agredidas por una guerra
de exterminio sionista-yanqui, muchas luchas de liberación
nacional son dirigidas por fuerzas no proletarias en ausencia de
vanguardias marxistas-leninistas organizadas. No obstante, nos
unen lazos de hermandad y solidaridad frente al enemigo común.
Ejemplos señeros a seguir son las experiencias socialistas de
Corea, Viet Nam y Cuba, a las cuales prestamos nuestro apoyo.
V
Bajo el neoliberalismo están madurando
las condiciones objetivas para el colapso del sistema capitalista
y el imperialismo. A pesar de ello, el reformismo y el
revisionismo persisten en defraudar los intereses de los
trabajadores. La crisis de la humanidad encuentra sus causas en
la crisis de dirección del proletariado y el estancamiento de la
teoría revolucionaria. El proceso de descomposición social
causado por el neoliberalismo y su reflejo al interior de las
organizaciones políticas han producido una crisis en los
partidos tradicionales de izquierda, y se hace necesario el
surgimiento de movimientos revolucionarios nuevos para superar la
ausencia de dirección revolucionaria.
VI
El Perú es un país neocolonial, de
desarrollo capitalista atrasado con rezagos precapitalistas.
Dentro de una formación socio-económica de desarrollo desigual,
el modo de producción predominante en nuestro país es el
capitalista. A pesar de su atraso, el Perú está integrado a la
economía mundial capitalista en condiciones de dependencia. En
los últimos 24 años de desgobierno "democrático",
las clases dominantes han liquidado la agricultura y la
industria, han entregado nuestras principales fuentes de materias
primas al capital monopólico, han hipotecado la soberanía
nacional con pactos y compromisos lesivos; han convertido al
Perú en uno de los países con más bajo promedio de vida, de
más alta mortalidad infantil, de mayor analfabetismo, déficit
alimenticio y habitacional. Desde la declaración de nuestra
independencia en el siglo XIX hasta el presente, ha quedado
demostrada la incapacidad de la burguesía y sus partidos para
resolver las tareas democrático-burguesas que son,
fundamentalmente: la independencia nacional, una auténtica
reforma agraria, la liquidación de los vestigios feudales y la
integración de las naciones autóctonas. Rechazamos por
consiguiente, toda concepción que aliente ilusiones en la
colaboración de clases. Sostenemos enfáticamente que la única
clase capaz de dirigir la revolución nacional,
democrática-popular y la construcción del socialismo, es el
proletariado, en alianza con los campesinos y sectores medios
empobrecidos.
VII
Los partidos tradicionales de la
izquierda han optado por la vía burocrática, limitándose a
plantear reformas dentro del capitalismo. Esto ha llevado a que
subordinen la acción directa de masas y la organización de sus
estructuras, a una táctica electoral permanente. El ML-19
rechaza cualquier posibilidad de trasformar nuestra realidad
mediante el camino parlamentario, porque la historia demuestra
que las clases dominantes jamás han entregado pacíficamente
cuotas de poder al pueblo. Reafirmamos el principio
marxista-leninista de que el único camino para derrotar al
capitalismo dependiente es la vía insurreccional. El ML-19 no
rechaza por anticipado ningún método de lucha, pero todas sus
tácticas, formas de organización y de confrontación, se
subordinan al cumplimiento del objetivo estratégico.
VIII
Frente a estos hechos, fundamos el
ML-19 para organizar, por encima de todo sectarismo, a los
revolucionarios dispuestos a emprender seriamente la preparación
de la Revolución Proletaria. El ML-19 se define como una organización
marxista-leninista de cuadros, que se rige por los principios del
centralismo democrático y que lucha principalmente por el poder.
Como destacamento de vanguardia del proletariado peruano, el
ML-19 se propone la reconstrucción del Partido fundado por José
Carlos Mariátegui, en pleno proceso de lucha y en unidad con
todos los revolucionarios marxistas-leninistas que así se lo
propongan. Dado a que la tarea de la liberación nacional jamás
ha sido hecha por los marxistas solos, y que ésta convoca a
todas las voluntades patrióticas, democráticas y
antimperialistas el ML-19 se propone impulsar el Frente Popular
Revolucionario bajo los principios recomendados por Luis de la
Puente Uceda: unidad en la acción, unidad para la revolución.
Lima, enero de 2005
MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN19 DE JULIO |