Alberto Ruy Sánchez
La
revista Caras, número
uno, diciembre 2002, entrevista a un escritor contraponiendo sus respuestas a las
mismas preguntas que se le hacen también a una artista del
espectáculo. En este número Alberto Ruy-sánchez y Paulina
Rubio. En cada edición un contraste a contracara. Estas son las
respuestas del escritor.
1.
Si tuvieras que darle una receta a uno de tus colegas para ser existoso, ¿qué
ingredientes tendría?
Creo en el esfuerzo tanto como en el azar.
Pero creo especialmente que todo éxito es relativo y equívoco. Lo
único que yo puedo recomendar es no buscar el éxito. Es mejor
buscar la felicidad y la realización personal y comunitaria. Si el
éxito se deriva de la felicidad y la realización de uno y de los
demás es verdadero y si no es falso éxito: es brilloso y no
brillante.
2.
Después de haber gozado del éxito, ¿eres consecuente con
tus ideas o complaciente con tus seguidores?
El éxito es tan relativo que yo,
sinceramente no considero haber
gozado de él. Agradezco que se píense que sí. Pero me
falta mucho por hacer en mi obra de escritor y en mi trabajo de editor.
3.
¿Crees que lo que haces ayuda a tranformar al mundo?
Sé
muy bien que en mi trabajo de escritor trato de explorar zonas de la
sensibilidad y de la comprensión del deseo que para mí no estaban
nombradas así. Algunos lectores han encontrado enriquecedora la
experiencia. Para mí lo fue sin duda. Pero nunca puedes controlar que lo
sea para otros.
En
el trabajo editorial, con el grupo que hacemos Artes de México,
exploramos dimensiones de la Cultura mexicana de una manera singular que ya ha
transformado la visión de mucha gente y hasta la obra de algunos artistas.
Creo sinceramente
que hemos ayudado a apreciar más este hecho innegable: lo mejor de
México se expresa en su cultura y en su arte.
4.
¿Estás contento con la época en que te tocó vivir?
Soy incapaz de pensar que podría
vivir otra época: ¿Soy un amante obsesivo del ahora, del aprecio
del instante? Nunca he sido lo
suficientemente religioso como para creer que otras épocas fueron o
serán mejores. ¿Es falta de sensatez la nostalgia radical o la
esperanza radical? ¿Son argumentos para despreciar el presente?
5.
¿Cuáles son las experiencias que han marcado tu vida y que han
sido decisivas para tus logros?
Sigo
sin estar cómodo en el papel
de “triunfador” que generosamente me adjudicas. Es un regalo
que ustedes me hacen más que un merecimiento. Y he recibido muchos
regalos en la vida en forma de experiencias que me han marcado profundamente. Te
digo las seis primeras solamente:
A. Haber aprendido a leer de la mano de mi madre
antes de ir a la escuela. Desde entonces leo por placer y curiosidad sabiendo
que además de la información hay goce en la lectura y que en un
nivel superior de todas las lecturas
se puede encontrar a la poesía.
B.
Haber aprendido, de la mano de mi
padre, a caminar por el desierto descifrando huellas de animales y presencias
de plantas únicas: leyendo en aquella naturaleza árida una
riqueza sin medida.
C.
Haber gozado con
mis abuelas y abuelos, que hablaban con los vivos y con los muertos, del placer
deslumbrante de contar y escuchar historias.
D.
Haber encontrado por azar a mi esposa un día y desde
entonces complementarnos en una complicidad de límites escasos que van
desde el trabajo profesional, pasando por la construcción
metódica y cotidiana de la familia y llega hasta el reto cotidiano de
ver renacer el deseo.
E.
Haber visto el momento en el que mis dos hijos salieron al
mundo del cuerpo de su madre y sentir desde entonces un vínculo
extraordinario con ellos, estar presente en sus vidas y gozar que crecen siendo
ellos mismos; disfrutar sus diferencias, sus crecimientos, sus voluntades, su
belleza.
F.
Haber encontrado una audiencia grande, creciente y muy
participativa (audiencia es decir un público, un mercado) para lo que
hacemos como editores y para lo que hago como escritor. Haber encontrado personas
que encuentren en mis palabras (y en las páginas que editamos) una parte
de sus propios deseos.
6.¿Qué
importancia le asignas a la sexualidad en el éxito que has obtenido?
La sexualidad es una
dimensión indispensable de la felicidad. Pero lo es más el deseo
en todas sus formas. Negarlo es negarse a sí mismo. Toda
afirmación erótica es afirmación de vida. Y sólo
eso, independientemente de la sanción pública que diga si es o no
es un logro, debería ser considerado un éxito. Y puede ser un
éxito callado, secreto. Compartido tal vez con una sola persona.
7.
¿Crees que haya alguien que pueda sentirse superior a los
demás?
Todo es relativo: hay mejores
jugadores de futbol que otros. Mejores equilibristas y mejores bailarines. La
idea de superioridad nos repugna: pero hay que volverla muy relativa. Digamos
que todos pueden ser superiores a otros en algo. Si todos son superiores
ninguno lo es de manera absoluta. Pero si alguien se siente superior ya es muy
inferior en algo: en la capacidad para ver su lado ridículo. En la
capacidad para reírse de sí mismo y exigirse más. Toda
existencia es paradójica.
8.
¿Qué pondrías antes del amor?
El Deseo, que es su
complementario irrenunciable. Y muchas veces es también su antesala. Y
puerta trasera.
9.
Si desde tu posición pudieras tomar una medida
política, ¿Cuál sería?
Dar importancia e incentivos a
la cultura como motor de crecimiento de las personas y fundamento de todo
desarrollo económico a largo plazo de cualquier país.
10. ¿Cuál
es tu filosofía y cómo la aplicas?
Esa idea de que cada quien
tiene una filosofía de la vida es un poco cómica e invita al
ridículo de quien reflexiona poco y tiene ideas fijas. Si en algo creo
es en la duda sistemática, en la riqueza que ella aporta al crecimiento
de las personas y las sociedades. Pero hasta de eso vale la pena dudar cuando
la idea se anquilosa. Creo en el placer de actuar y de establecer
vínculos significativos con las personas. Creo en la creatividad y en el
esfuerzo. Mi filosofía no es filosofía. Es una cierta
pasión por la vida y por mi oficio de escritor y de editor.
11. Dime tres
personalidades que te emocionan y cuya lección de vida consideras
fundamental.
No tengo un santoral muy fijo.
Mi admiración es casuística. Tal vez porque admiro a mucha gente
en proporciones relativas. En todo caso la gran mayoría son personas que
no son muy conocidas públicamente: jardineros extravagantes, artesanos
inusitados, artistas de lo diminuto, apasionados que abren en el mundo un
ámbito especial para sus deseos y que lo comparten con otros.
12. En una escala del
uno al diez, ¿Cómo calificarías la situación del
mundo actual?
Toda situación es una
montaña rusa a cada instante: nunca un grado fijo. Si te digo diez al
siguiente segundo es cinc o y mañana tres o cero y pasado mañana
diez. Toda escala así establecida es una ficción que retrata
sentimientos y los míos son escépticos pero apasionados.
13. Dime una virtud y
un defecto de tu generación.
La
idea de generación pensada así es otra ficción
estática y antigua. Era útil para pensar sociedades lentas y
encerradas. Yo me siento alejado de mi generación porque crecí
una parte de mi juventud en otros países y aprendí que cada
sociedad es muy distinta. Y que al mismo tiempo se viven tiempos distantes.
14. ¿Cuál
es tu principal meta a alcanzar?
La que fijó Lezama Lima
cuando dijo “al despertar ser como un recién nacido y al acostarme
ser milenario. Que me guste la fruta extraña que nunca he probado y la
que como todos los días. Acercarme a las cosas por apetito y alejarme
por repugnancia.”
15. ¿Cuál
es tu concepto de Dios?
La
persona amada sin límites en el acto ritual del amor.
16. ¿Qué
libro recomendarías?
Nunca
un sólo libro. Uno distinto para cada quien. El que mejor le vaya a su
“química y estado de anímo y necesidades en la vida”
El libro ideal es distinto para cada uno. Pero cada quien tiene que encontrarlo
probando entre muchos otros libros. No hay otra manera. Si no lo encuentra es
como alguien que nunca se enamora: es incapaz de conocer una de las mejores
dimensiones de la vida. Y si lo encuentra debe ponerse a buscar otro
más. Porque en lo que a libros se refiere no hay monogamía
posible ni deseable. Recomiendo buscarlo cada uno a su medida.