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ORIENTACIÓN Y EDUCACIÓN PERSONAL
Durante la elaboración de esta página, de este compendio de años de comunicación con algo más allá- hubo alguien que me ayudó cuando lo pase mal, alguien que se alegró cuando me fue bien, alguien que se apenó cuando hacía algún mal, alguien que me dictó lo que ahora juzgará.
Hubo alguien que me educó como ahora lo verá. 
Lo verá y juzgará si ese alguien tiene razón. Si es así se educará como me eduqué yo.
si desea una respuesta en especial; oprima el amanecer.
¿Puedo tener bienes materiales?
¿Cómo se si hago un bien o un mal?
¿Qué es el éxito?
¿Qué tengo que aprender?
¿Qué pasa si caigo en una tentación?
¿Temo por mi certeza?
¿Cómo puede ser que me hayan elegido?
¿Cómo reacciono como hombre normal?
¿Por qué tengo tantas dudas?
¿Por qué tengo que esperar?
¿Qué imagen tendré que dar?
¿Por qué avanzo tan lentamente?
¿Necesito pruebas?
¿Dónde hay un bien o un mal?
¿Cuál es mi Misión?
¿Por qué no me dan mas cosas?
¿Puedo consultar por todo lo que hago?
¿Qué quieren que les prometa?
¿Por qué tengo tantos problemas?
¿Ya elegí?
¿Cómo puedo hacer para que me respeten?
Los últimos años...

¿Puedo tener bienes materiales?

¿Qué quieres para tu vida? ¿Quieres bienes materiales, o quieres que todos tus males se reduzcan hasta estar en su verdadero lugar?
¿Cuál es ese lugar? Para los bienes que cuentan: El pan para tu alimento, para tu diario sustento, lo deberás ganar cada día, paso a paso, poniéndote a trabajar.
Ese es el pan que ganado con el debido sudor, se santifica en tu mesa, porque tiene su valor.
Para los bienes que traen a tu vida comodidad. ¿Qué importa si tienes menos, qué importa si tienes más?
Al final de tu camino, cuando mires hacia atrás, esos bienes materiales que tanto costó ganar, son sólo cosas sin vida, cosas solas nada más. 
Si los tienes en tu vida: tienes comodidad y los ganaste en tu vida sin causar daño a alguien más.
Disfruta de ese bien en vida, dale valor a ese bien, porque ese bien que tienes lo ganaste con tus méritos, así es que lo mereces.
Pero tu vida, la vida que ambicionas, debe tener otras metas: no solo lo material.
Debes ser cada día, cada día más y más, un ser humano normal en el que no anida el mal. 
Si obtienes por tu trabajo algún bien material, disfrútalo, si eso te ayuda a lograr felicidad.
Pero no debes dudar en desechar ese bien., si en algún paso que das puede causar daño a otro mortal.
Ese bien malhabido, ese bien que no has ganado, se volverá en contra tuyo y no podrás disfrutarlo.
Esa es la explicación del interés por lo material: si lo ganas con las armas de amor a la humanidad, si lo ganas limpiamente sin hacer daño a alguien más, a esos bienes que obtuviste, los bienes que obtendrás, dales el destino que quieras.
El destino que tendrán alimentará a tu espíritu, si con ellos logras paz.
Pero si a esos bienes los usas para dominar, los usas para que te sirvan, para a otros doblegar, si lo haces con maldad, irremediablemente traerán a tu ser adversidad.
Los bienes materiales que puedas conquistar con tu trabajo honrado, con tu fe de prosperar, decides tú si los cambias por algo que ambicionas.
Pero siempre que quieras ganar un bien, detente por un momento a pensar si ese bien no causa a algún semejante, daños en su quehacer.
Si ese bien que conquistaste a ningún otro ser dañó, y lo obtuviste por medios que nada malo empleó, es un bien que has merecido: disfrútalo sin vacilar.
Dale el destino que quieras, úsalo para lo que quieras usar, ten tu mente tranquila.
Que tu conciencia, nada te reprochará.


La verdad en la vida es el bien prodigar.

Cuanto mas bien prodigas, más bien recibirás.

[INICIO]

¿Qué es el éxito?

¿Qué se puede comprar, con éxito nada más?
Claro, si tienes un éxito y lo puedes valorar en dinero u otra forma, ese éxito valdrá.
¿Cómo has de darle valor, si no se puede pesar?
¿Pero si es un éxito en algo que no se puede comprar?
Con acciones... vamos bien. ¿Cómo será que ese éxito que has tenido te sirva para avanzar?
Avanzar en qué... dirás. Será en algo que ansías, si no no te podría ayudar.
Piensa en algo... algo que ansías... ¿Qué necesitas para ese algo alcanzar? 
¿Es un éxito?... ¿Viste qué es? ¿Cómo lo alcanzarás? ¿Con acciones? ¿Y qué más? 
¿En esto... entra el azar? ¡Ah! La suerte... ¿Qué es? ¿Si le cambias el nombre y le pones destino? 
Entonces debe estar escrito... 
Si está en tu destino y el destino está fijado, la suerte que necesitas para el éxito tan deseado, debe estar en tu camino, ya escrito y prefijado. 
¿Qué debes hacer para lograr el éxito? Nada, ponerte a dormir, si eso te hace feliz. 
¿No crees que habrá algo más para lograr el éxito? 
Si está escrito me dirás escrito está. Para qué molestarse si el éxito llega igual. ¿Qué ganaré al final? Si lo tengo prefijado viviré una vida cómoda; esperando y esperando. 
Tienes que tratar de hacer progresos una y otra vez: no importa que tu destino tenga mojones, momentos prefijados. 
Lo que hagas en los momentos que aún no están señalados, son parte de tu albedrío y así podrás ayudarlo: Trabajando y estudiando. 
Cumpliendo con los éxitos marcados en tu camino. Pero cultivando, para poder embellecerlo. 
Para saber como hacer para que dé valor a tu ser. 
Los éxitos grandes, muy grandes, que a tu destino alteran, están todos señalados antes de que te mueras.
A los éxitos pequeñitos que hacen a tu vida plena, a esos puedes cultivarlos, puedes alcanzarlos, con trabajo y dedicación: Son parte de tu albedrío, son parte de tu función. 
[INICIO]


¿Qué pasa si caigo en una tentación?

Si dejas que la tentación te arrastre por el camino de la maldad, la traición, el rencor, el desvarío.
Esa tentación será quien deje en tu destino, un ser bajo, ruin, que merecerá el abismo en el que su alma caerá como castigo divino. 
Si dejas que el rencor anide en tu pecho, ese rencor llevará a tu ser a cosechar, en el jardín de las flores, las flores de la maldad. 
Si traicionas al vivir los sentimientos ajenos, que te dieron con bondad y que tú no mereces, esa traición alejará a los seres que se te brindaron. 
Y al dejarte; dejarán en tu espíritu perturbado soledad y frustración como siniestro legado. 
Si al morir acumulaste desvarío en tu ser, que te llevó a hacer cosas malas en la vida, esas cosas volverán como boomerang fatal a golpear en otra vida para a tu ser depurar. 
Todo lo bueno que hiciste, todo el bien que puedes hacer, hazlo sin pedir nada a cambio: que el premio será recibido al morir, pues habrás cumplido con la ley fundamental: 
El que obra con bondad, con acciones buenas y justas, es un ser que ha llegado a dominar su razón de tal forma y de tal modo, que no deja que ella albergue la maldad, la vanidad y todas esas acciones que al ser humano disponen para cosas mucho peores. 
Oscurecen a su ser y lo hacen padecer en su vida espiritual. 
En cambio, la bondad es premiada con más luz. 
En el espacio infinito se traduce en poder, se transforma en elevación. 
Te da la posibilidad de viajar hacia aquí y allá, de tener grandes misiones que ayudarán a elevarte aún más en lo espiritual, hasta poder alcanzar la meta de todo ser: 
Ser un espíritu superior para el que no hay barreras. 
No habrá nada que no puedas al llegar a ese sitial en que ya no hay bien ni mal, en el que las bajas pasiones no existen. 
Solo se ven en los millones de seres que pululan por doquier. 
Son como un rebaño, como un rebaño de ovejas, que si no tienen pastor, se pierden en la maleza.
Si quieres para tu ser el destino de ocupar algún alto sitial en la vida espiritual, debes primero quitar hasta de los pensamientos la maldad, y hacer un culto total del amor y la bondad. 
Que a tu vida la rija, a tu razón y a tu mente, la bondad como suprema forjadora de virtudes.
La bondad que es la medida con que se valora el ser.
La bondad que es la cualidad que Dios en su inmensidad prodiga a todos nosotros.
La bondad que debemos ganar vida a vida, paso a paso, para acercarnos a El.
Para que El sea al final quien nos cubra con su paz.
Para que El... el Dios que gobierna todo, nos diga al fin del camino: Que hemos cumplido. 
Que hemos merecido pasar a la inmensidad, a cumplir otro destino más grande, más cristalino, más cerca: Más junto a El. 
[INICIO]


¿Cómo puede ser que me hayan elegido?

¿Cómo puede ser que yo, que no tengo nada, pueda ser quien ha de dar el mensaje de cuál es la verdad? La verdadera verdad... 
¿Cómo puede ser que yo, que tengo poca instrucción, tenga la tarea de darle difusión a mensajes tan profundos, como los que tengo yo?
¿Cómo puede ser? Y es... 
¿Cómo podrá ser? Y será... ¿Cómo será que será? 
Y es seguro que será. No le encuentro explicación, no le encuentro el motivo: 
¡¿Cómo puede ser que yo sea el ser elegido?!
Si hay tantos más preparados, si hay tantos mejor ubicados, si hay tantos que podrían ser.
¿Cómo puede ser? Sin embargo... lo es. 
Si seguro lo soy, si seguro seré... 
¿Por qué no me dan más cosas? ¿Por qué no me preparan más? ¿Por qué será que será? ¿Por qué Dios no me ayuda más, con más?
Aunque... pensándolo bien... En el plano espiritual: ¡Cuánto he avanzado, cuánto he madurado, cuánto me he espiritualizado!
En lo material... ¿Qué pasó? ¡Cuánto será que avancé, cuantas deudas cancelé, cómo me afirmé! ¿Qué es lo que hice para hacerlo? ¿Quién me ayuda a hacerlo? ¿Qué pasa? ¿Cómo pasa? ¿Qué me pasa? ¿Cómo me pasa?
Al final, hago un balance de pocos años, no más: Cuales son las perspectivas... El por qué de mi ansiedad. 


Quienes dominan sus acciones, son dueños de sus reacciones. Quienes son dueños de sus reacciones, dan cabida a sus emociones; y no dejan que sus emociones los desvíen de sus acciones.

[INICIO]


¿Por qué tengo tantas dudas?

¿Si la verdad de la vida es la bondad de la gente, por qué ésta más y más se aparta de ese camino y sufre cada vez más porque se apartó del mismo?
Si la verdad de la vida, que emana del mismo Dios, es la bondad que prodigas en tu paso terrenal...
¡¿Cómo es que tantos seres se apartan de la verdad?!
¿Cómo es que esa bondad, ese amor a los demás, no aflora en esos seres que hacen culto a la maldad?
Si esa bondad algún día dijeron nuestros pastores por nosotros fuera conquistada, luego de muchos dolores...
Si los dolores fuesen menores cada vez, cuando rodeamos la vida del amor a los demás.
Esos dolores que ahora turban a mi razón, porque otros seres no saben el camino hacia su Dios.
Si yo que ya comprendo, que sé con seguridad que el camino verdadero es brindarse a los demás, tengo dudas y temores y vacilo en mi obrar.
¡Cómo puedo pretender que el mal sea dominado, si en mí el mal no está, cerrado y amordazado!


"Si tu deseo de herir hace daño a otra persona,

no olvides que ese dolor volverá a ti, en otra forma." 

[INICIO]

¿Qué imagen tendré que dar?

Si aunque bien lo meditas, la solución que buscada, se pierde como si nada, se pierde en tu razón:
No encuentras la solución, no sabes cómo has de hacer. 
Tienes que pensar también que nada es lo que pasa, que es nada lo que tienes, que es nada, que no lo tienes, que por nada lo has escrito, que por azar se escribió.
En el momento preciso, en un momento esperado, todo lo que has escrito será impreso y publicado por el medio más adecuado.
Todo lo que necesitas es un poco de paciencia, que te diga tu experiencia qué es lo mejor:
Difundir con la base de mentir, sin una imagen formada; o esperar que esa imagen que se forma en tu conciencia, sea la base futura para que crean en tus cosas, sea la imagen futura de alguien que está mas allá del hombre y su vanidad.
Que piensa que en la verdad, en la bondad y el amor, está la verdadera meta de todo ser superior.
¿De qué vale que prediques, que digas: esto es así, si no se hace carne en ti?
Si dices: Qué bueno es esto. Si dices: Yo lo practico.
Pero lo que dices y haces desmiente esa afirmación. 
¿Vos creerías a alguien que te dice que es así, pero en sus acciones, en su forma de actuar, contradice lo que dice, actúa con la maldad?
Deja que su vanidad lo anule en su condición.
Permite que el rencor se anide en su pensamiento.
Deja que sus pensamientos lo orienten sin ton ni son.
No creerías. ¿Verdad?
¿Ves la razón de por qué tienes que esperar?
Cuando esa condición, condición fundamental: que en todo tu obrar, traduzcas a la bondad, entonces divulgarás, entonces te creerán.
Mientras tanto esto harás: Esculpirás en tu mente, como esculpiendo en la piedra, día a día, paso a paso, la imagen que vos darás.
Pensarás a cada paso:
¿Esto lo haría ese ser al que le habrán de creer?
Si piensas que a pesar de todo eres un hombre normal en el que se anida el mal, vos no puedes divulgar, vos no puedes predicar.
Con una sola acción que contradiga lo dicho, todo lo que digas, todo lo que hagas, quedará anulado.
Habrás demostrado que no te convenció. 
¿Cómo puedes convencer de la verdad de la vida, si la verdad de la vida no forma parte de tu vida?
¿Cómo puedes predicar que la Suprema Bondad emana del mismo Dios, si en ti la bondad no está muy albergada en tu yo? 
Desde ahora en todo momento, en todos tus pensamientos, formando parte de ti, deberá estar registrada la imagen que vos darás.
Para que esa imagen sea real y valedera, deberá ser construida como construye el hornero su nido de paja y cieno:
Cada día, cada acción, cada cosa que hagas, convierte tu pensamiento en la segura argamasa con que construirás tu casa.
Cuanto mejor material, representado en bondad, uses en la construcción, más difícil le será a quien te quiera dañar, destruirte y perjudicar la casa que construirás.
Esa es la imagen que darás. Esa casa habitarás. En esa casa encontrarás alivio a todo penar.
Cuando te sientas seguro, cuando todo tu obrar haya formado este altar: El altar de la bondad. Nada te destruirá, nada te alterará.
Cuándo esa imagen sea parte de ti mismo, no la necesitarás: Porque esa imagen darás. 
[INICIO]


¿Necesito pruebas?

Si pudieras saber con certeza el motivo de las cosas, verías que lo que te sucede es por algo que sucede. 
Verías que lo que sucederá tendrá su razón de ser. Tendrá su explicación:
Lo que te pasa, pasó o pasará es para convencerte más. 
¿Por qué?
Si dejáramos que la duda de la comunicación que tienes se adueñe de tu razón, no tendrías la certeza, y tu razón te daría alguna otra explicación.
Pero si estás bien seguro, seguro en seguridad total, que lo que guía tus pasos es el mundo espiritual.
Esa misma seguridad te llevará a pregonar con más fuerza, con más ganas, los mensajes que te hemos de dar.
El convencimiento total, la certeza absoluta, sólo la has de obtener luego de pruebas menudas.
Con una prueba sola, aunque sea gigantesca, lo podrías confundir. 
Te podrían confundir.
Entonces sí dudarías atribuyéndolo a lo casual.
Aunque sea una prueba colosal no te daría la certeza más total, incluso, la atribuirías a mera casualidad.
Cada prueba que tienes, aunque sea en lo banal, es la prueba verdadera, es la prueba más cabal, de las fuerzas que te guían, desde el mundo inmaterial.
[INICIO]

¿Cuál es mi Misión?

Procura ser claro y preciso cuando te hagan preguntas, trata de elevar tu mente, tranquilizarte y decir:
Que la misión que tienes es la de difundir la verdad en esta vida: ¿Qué llevamos al morir? 
¿Qué llevamos cuando somos un cadáver nada más?
Llevamos sólo bondad como capital supremo y cargamos adversidad por todo lo malo que hacemos.
¿Cuál es el capital mayor que llevamos al morir? 
Tendrás que hacer razonar que el capital mayor, que enriquece al ser espiritual, es sin dudas: La bondad.
¿Qué pasa con la maldad? La maldad... piénsalo un poco.
¿Dios es malo? 
¿Quién es malo? Vamos... di.
Mira, recorre la historia...
Los seres que convirtieron su vida en un lodazal que fue sólo un pensamiento dictado por la maldad. ¿Dónde habrán ido a parar?
¿Quién te parece que está más cerca de la verdad?
Quien no le teme a la muerte, quien no le teme al destino, que prosiga sin razonar fríamente su camino.
El que tiene temor, que cree en algo superior, debe meditar todo ésto para saber su camino. 
[INICIO]

¿Puedo consultar por todo lo que hago?

Si alientas cada mañana a dejar que lo espiritual te guíe en el bien y el mal, te oriente en los que has de hacer, te diga si has de poder, rija todo lo que haces, te convertirás en pelele, serás un títere... no serás.
Lo que tienes que lograr es tomar tus decisiones con tus nuevas convicciones. 
Con la real seguridad de que nosotros desde acá cuidamos de que tus acciones no se guíen por emociones.
Nosotros necesitamos que mantengas tu albedrío.
Que sepas lo que haces bien. 
Que corrijas lo malo.
Que luches por tu futuro. 
Que consolides tu fe no sólo con pruebas vanas.
Que seas cada mañana el ser humano normal que no vive de soñar.
Que procura su sustento sin que esta ambición le haga abandonar todo ésto. 
[INICIO]


¿Por qué tengo tantos problemas?

¿Quién eres?... piensa... ¿Quién crees que será el que al final triunfará? ¿Quién tiene en sus manos la verdadera verdad?
¿Entonces?... piensa...
El trabajo que te da lograr que piensen tus cosas, lograr que cada cosa se te pueda realizar, piensa la dificultad que seguramente tendrás para que crean las cosas que tendrás que divulgar.
Piensa esta otra cosa más...
Si tienes en tu camino un andar suave y seguro, ese camino te llevará sólo a un cómodo andar.
Pero si tu andar, tu seguro caminar, te robustece al andar, cuando tengas que andar por camino desigual, vas a poder andar mejor camino al andar.
El camino desigual que tienes ahora que andar, te ayudará a llegar cuando tengas que andar, el camino verdadero de tu verdadera verdad.
Debes siempre meditar: Si paso por ésto, por algo lo paso. 
¡Si ésto me ayuda, bienvenida esa ayuda!
Si tengo problemas, eso no me apena, pues tendré recompensas que me gratificarán de todas las penurias que tengo que pasar. 
[INICIO]


¿Cómo puedo hacer para que me respeten?

Trata de vencer tus impulsos, trata de domar tu tozudez, trata de que tus pensamientos se dirijan, a la elevación espiritual de tu ser.
Si logras vencer a la materia, si logras que la vida haga de ti el ser humano que tiene con sus metas, que vencer la duda en los demás, te será más fácil el camino que te lleve al respeto y la bondad.
El respeto se gana en la gente cuando se actúa con honestidad.
La bondad se da como costumbre, la bondad se da hacia los demás cuando tienes anulados en tu mente los sentimientos que anida la maldad.
[INICIO]


¿Cómo se si hago un bien o un mal?

Tienes siempre que pensar: ¿Con ésto hago un bien o un mal? 
Si haces algún bien... lo dejarás pasar con normalidad.
Cuanto más normal sea que hagas un bien en la Tierra, es más seguro que seas un hombre bueno luego de ésta. 
Convierte cada bien en algo que te haga bien.
Hazlo con naturalidad... 
Si lo haces con bondad, si lo haces sin maldad, queda grabado en tu ser y eso te beneficiará. 
¿Para qué lo has de contar; acaso cuenta el herrero cuantos martillazos da?
Si haces un bien, déjalo. No digas: Esto lo hice con algún fin superior.
Si dices, si pregonas los actos buenos que haces, es porque esos actos son, actos raros en tu ser. Si lo normal es hacer un bien a los demás, no necesitas difundir lo que en vos es normal.
Es distinto cuando estás seguro de hacer un mal y lo puedes doblegar. De eso sí puedes hablar. Así ayudarás a quien enfrente ese mal. Así él sabrá cómo dominar ese mal.
¿Y si no puedes vencer? ¿Si al mal que has causado no pudiste evitarlo? 
Es porque aún no sabes cómo hacer para enfrentarlo. 
Convierte a tu pensamiento en florida primavera, convierte tu pensar en algo sano y vital.
Si al pensar sueles pensar sólo en el bien que brindas, ese bien florecerá en los pasos que darás.
Si das un paso malo y no puedes evitarlo, trata por todos los medios de dominarlo pensando.
A ese mal, cuando regrese, será más fácil doblegarlo.
Si dejas que el pensamiento te haga esclavo de maldad, tus actos sólo serán, actos malos y traerán a tu andar en esta tierra, trastornos, y nada más.
Cuando el día amanece debes siempre pensar:
¿Qué haré para que hoy sea un día que me ayude más?
Si quieres que esa ayuda sea una ayuda material, que te ayude a tener algo que materialmente deseas, tus pensamientos serán: 
¿Cómo he de hacer para vencer?
Si lo haces con fe, si lo haces con valor, si la meta está a tu alcance, tu razón y tu fe alcanzarán para lograr esa meta en el plano material.
¿Si es en lo espiritual?... 
¿Qué quieres en lo espiritual? 
Has una imagen de ti... ¿Cómo querrías ser?
¿Cómo quieres que te vean?
¿Cómo querrías que fuera tu imagen cuando te mueras? 
Cuando tengas formada la imagen que ambicionas, debes trabajar cada día, pon tu mente a trabajar.
No pretendas alcanzar esa imagen en un día. 
Es la imagen que tendrás luego de toda tu vida y para formarla precisas todos los días de tu vida.
Cada acto, cada acción, cada cosa que haces, forma una imagen de ti, hace que otros te vean, de una u otra manera. 
¡Pero atención!... 
Mira bien que con una sola acción que altere con su emoción, la imagen que estas formando, la imagen se dañará, y no podrás formar la imagen que estás buscando.
Vamos a ver en qué te ayuda el pensar: 
En el plano material te ayudará a conquistar lo que vos ambicionas. 
En el plano inmaterial te ayudará a conformar la imagen que vos deseas. 
¿Todo eso con qué? Solamente con pensar. 
¿Crees que vale la pena detenerse a pensar un tiempo en cada jornada cada paso que darás?
Que beneficio obtendrás... Para tu espíritu: Paz. Para tu ser: Tranquilidad.
La paz y tranquilidad que el ser humano obtendrá, la imagen que dará, los bienes que tendrá, será fruto de su mente, será flor de su razón.
Su mente y su razón, junto a su voluntad hicieron que conquistara solamente con pensar, las metas que ambicionaba en su paso terrenal.

El principio del amor es dar de beber al sediento. Alimenta esa sed, con la fuerza de tu aliento.

[INICIO]

¿Qué tengo que aprender?

Tiempo es de que comprendas, tiempo es de meditar, tiempo es de que aprendas, aprendas a valorar.
Aprendas que en esta vida todos vienen a penar. Aprendas que en esta vida se viene a vencer al mal. 
Y lo vences con las armas con que te arma tu bondad.
Trata por todos los medios, día a día, instante a instante, sin que nada te aparte, sin que nada ni nadie te aparte, de vencer en tus pensamientos la maldad en su nacer. 
Un ser que al crecer aprende a vencer con sus pensamientos toda maldad en él, no tendrá que pasar las pruebas que tendría que pasar.
Las pruebas que pasa en su vida terrenal, son hitos de un camino que tiene que transitar. 
Si en cada prueba pones tu cuota de bondad, el camino se riega con eso que siembras. 
Y cuando te detengas y mires hacia atrás, veras que ese camino que hiciste al caminar, es un campo de luces: un campo singular. 
Todas las jornadas, cuando pienses un mal, anúlalo en tu mente, mátalo antes de obrar.
Así seguramente en vos ya no estará, el mal de consejero y encontrarás la paz. Si vives con eso, tu paso terrenal será un campo de luces de luces que al mirar, te llenarán de gozo el día que fatal, tus pasos en el mundo dejes de caminar. 
[INICIO]

¿Temo por mi certeza?

Esas luces que a mí me conducen hacia algo tan grande y tan bello, tan sublime, tan mío, tan nuestro, tan de todos los que crean en esto.
Todos estos sabores de instantes que me dejan mal sabor en la boca, pasarán como pasa la lluvia al pasar sobre tierra reseca; fertiliza de la mies la simiente para qué crezca fuerte, muy fuerte, la certeza más clara y más cierta.
La cierta certeza muy cierta de la fuerza que gobierna al mundo con los lazos más fuertes y sólidos, con los lazos que emanan de ella.
Esa fuerza que me fuerza a escribir que no tema por esta certeza, porque forma con su forma más fuerte, una cierta certeza, muy cierta. 
[INICIO]

¿Cómo reacciono como hombre normal?

Cada vez que un contratiempo te haga vacilar, debes en ese momento detenerte a pensar:
¿Qué reacción tendría un hombre normal? 
¿Qué reacción tendría que tener el mortal al que los otros tendrán que respetar? 
Seguramente dirás: El hombre callará, no se revelará, no culpará a nadie del mal que le pasa, del paso mal medido en que el hombre cayó. 
Pero, más importante que cualquier reacción, es que aprendas en esa y en toda otra ocasión, que pese a todo y todos, que pase lo que pase, ningún trastorno a vos podrá alterarte.
Este consejo formará parte de todo pensamiento de ahora en adelante... 
Si tienes en el camino una valla a tu verdad, deberás superarla sin que en ti haya maldad. 
Si encuentras en tu camino a quien te quiera hacer mal, debes dominarlo sólo con la seguridad de la verdad que pregonas: con sólo eso podrás. 
Si logras representar en tu seguro caminar a un ser superdotado en lo que aprecias más, esa imagen que muestres, la imagen que darás, podrá ser indestructible luego del tiempo pasar.
Y cuando pase ese tiempo la medida de tu estar verás que a los contratiempos que pudiste superar, ni siquiera los recuerdas, los recuerdas como mal. 
Sólo son circunstancias, sólo eso sólo serán. 
[INICIO]

¿Por qué tengo que esperar?

¿Quién te dijo qué las cosas te vienen sin más ni más? 
¿Quién te dijo qué las cosas se obtienen sin trabajar? 
¿Quién te dijo qué tendrías que esperar? 
¿Si te dijimos qué tendrías que esperar... te pondrás a dormir, sin más? 
Te decimos que deberás cultivar a la paciencia en tu vida.
A la paciencia... no más. 
No dijimos que dejes, que todo te llegará. 
Te dijimos que esperes, pero que luches igual.
No sabemos si ahora o nunca tu desahogo vendrá, pero es más fácil que nunca se te pueda conformar si te sientas a esperar... 
¿Esperar qué? Dirás... 
Esperar que todo pase, que lo que tenga que pasar te suceda solamente porque lo escrito, escrito está.
No es así como serás el que seguramente serás. 
Serás todo lo que ansías en el plano espiritual si dominas a tu cuerpo en el plano material. 
Todos los días, luego de despertar, pensarás: Qué hacer para que lo que tengo que divulgar llegue a más gente por día, a más gente, más y más... 
De ese modo avanzarás, de ese modo cumplirás con tu destino futuro. 
De ese modo ese fruto que algún día gustarás será el fruto de tu trabajo, de tu fe y de algo más: El fruto de tu constancia y fuerza de voluntad. 
[INICIO]

¿Por qué avanzo tan lentamente?

Si ahora bien lo meditas, si ahora bien te dispones, verás que esa maldita duda que siempre supone el decidir tu camino cuanto más trabas traspones.
En esta duda que siempre hace carne de vos mismo, esta la razón de ser de que sientas que un abismo se encuentra ante vos, a vencer, con fuerza y con fe en vos mismo.
Pon tu mente a meditar: medita y dale valor, a una valla superada sin penas y sin dolor, u otra que al ser alcanzada tiene una altura mayor.
Y la vences con osada templanza, fuerza y valor.
¿Cuál es la que te satisface más?
¿Cuál queda en tu recuerdo?
¿Cuál tiene mayor valor?
¿Ves qué esa es la razón de que todo se te trabe, de tu difícil andar, de que sea tan penosa tu manera de avanzar?
Será, aunque fatigosa, esa forma de andar, la que refuerce tus fuerzas cuando debas cruzar, caminos más peligrosos, más difíciles de andar.

Pelea por tus convicciones, pues más fuertes ellas se hacen cuanto más trabas traspones.

[INICIO]

¿Dónde hay un bien o un mal? 

Vamos a recrear imágenes con claridad... Mira un poco en el pasado, busca algo que has ansiado.
¿Lo tienes?... Bueno, piensa... ¿Qué es lo que quisiste más, ese algo o algo más?
También ponlo en tu mente, también inclúyete allí.
Veamos que sucede, si a eso que revives, pudieras obtenerlo con pensar y decidir.
¿Lo tendrías? Vamos bien... Ahora define esto: 
Un árbol lleno de flores, un jardín vacío de ellas, una fuente rumorosa, un páramo lleno de breña, un hombre sin ansiedad, otro hombre angustiado, otro hombre demudado y otro que ya murió.
Ponle a cada imagen nombre. 
Que te sirva de inspiración: Lugares que has recorrido, hombres que has conocido y para el hombre que murió, ponle nombre y apellido: el tuyo, en esta ocasión.
Ahora que has hecho ésto que en tu mente se formó, todo lo que quisiste representado en tu yo, tienes que definir tres cosas:
Una: tu sed de vivir. Otra: tus ganas de vivir. Por último: la sensación que crees que sentirás cuando al dejar de vivir, dejes de respirar. 
Ya tienes los pensamientos, ya sabes como lo has hecho, ahora lo harás igual con lo que te voy a mandar:
Toma una hoja de diario, lee algo que hay allí. ¿Te resulta indiferente o te hace sufrir?
Naturalmente que la hoja deberá tener relación con algo que hayas vivido, con algo que sucedió.
Si eso que has leído en algo te conmovió, ponte a leerlo nuevamente.
Se redujo lo que piensas, ya no te conmueve más. Ya solo son solo letras que no te hacen penar.
Te acostumbraste a la historia, esa es la explicación. Te ayudó tu memoria a borrar la emoción.
Pues bien... ahora prueba esto:
Has un poema en tu mente. No importa que salga mal. Solamente imagina que es una obra genial.
Repítelo en tu mente... ¡¿No puedes?! Se te olvidó. 
¡Qué pena que tu memoria en este caso falló!...
Siempre con los ejercicios que te ayudarán a saber como saber de seguro dónde habrá un mal o un bien, vamos a hacer esto otro: Imagínate un tren... 
Un tren largo, muy, muy largo, con una máquina enorme y cientos de vagones que la siguen por doquier. A esa imagen que has creado la deberás de conservar. 
Vamos a ver... ejercicios: Un árbol... ¿Cómo fue? 
Un campo... ¿Qué pasó? 
Un hombre... ¿Quién fue? 
Un recuerdo... ¿Quién vivió? 
Un instante de tu vida... 
Una vía muy tranquila y ve a ese tren pasar...
El árbol es tu presencia: de acuerdo a como lo hayas presentado, podrás ver que es la imagen que tienes de tu pasado.
El campo es tu existencia: Si fue un campo cultivado, a tu existencia la has gozado.
Si es un campo malogrado, a tu existencia no has amado.
¿El hombre?... Fue quien influyó en algo que te conmovió. 
El recuerdo: En él está representado un momento de tu pasado. De acuerdo a lo evocado así ha sido tu pasado.
El instante de tu vida: ¿Qué fue lo que te pasó? Analiza si ese momento no fue lo que te marcó, para cambiar tu vida en una u otra dirección.
¿Y la vía? ¿Y el tren? Sólo estuvieron allí para distraer tu mente en algo más baladí. 
Ahora me has de decir: ¿Quién te parece que es el que puede afirmar qué conoce bien seguro dónde hay un bien o un mal?
¿Dónde te parece que está? ¿Guardado en tu corazón, en tu mente, en tu razón? 
Lo guardas en tu ser vital. Queda allí archivado. 
Cada recuerdo evocado sale como de un cajón. 
Si ese cajón se ha alterado con algo que lo emocionó, ese cajón es hallado. 
Pero si el recuerdo ha sido algo que no te alteró, ese recuerdo se pierde, perdido en otro cajón. 
Estamos en que cada recuerdo queda en tu ser albergado, clasificado, con un valor que le da a cada recuerdo el grado de su emoción.
Presta atención: Trata de poner tu mente en blanco y sin emoción... 
Piensa algo bueno, ahora un momento bueno... 
Ahora, algo mejor... ve aumentando en tu mente el grado de tu emoción... 
Más bueno... más agradable... que te haga más feliz... 
Has ahora este ejercicio, como lo hiciste recién: El recuerdo que sea malo, algo que te desagradó... 
Este recuerdo evocado te produce una emoción...
Busca más en tu pasado... trata de provocar emoción con otro recuerdo malo... 
Es difícil recordarlo, no lo sientes, no es igual... 
Tu memoria ha fallado al evocar algo malo. Entonces lo cambiarás... 
Recuerda cuando cometiste una maldad en tu vida... 
Vuelve a vivirla... ¿Qué fue lo que te pasó? ¿La volviste a vivir como si estuvieras allí?
¿Sabes por qué fue eso? Porque cuando cometiste la maldad, la conciencia te lo reprochó. 
Entonces esa maldad en tu ser se acumuló, en el cajón de lo malo: allí fue que se archivó. 
Ese cajón que está bien clasificado, bien albergado en tu yo, lo sacó instantáneamente y tu mente lo mostró. 
Elige esta otra cosa: Una historia venturosa que viviste con amor...
Vuelve a vivirla, vuelve a vivir su emoción...
Deja que los pensamientos fluyan a tu corazón... 
Revives ese momento con felicidad y amor.
Cambia ahora ese cuadro... 
Recuerda cuando tuviste esa desgracia que tanto te alteró.
¿Qué sientes al evocarla? ¿La emoción es igual?... No.
Porque las circunstancias han cambiado, no están más.
Tu mente ha actuado así: En el momento ingrato que tuviste que vivir, pasaste el mal rato y tuviste que sufrir.
Luego de haber pasado, tu memoria lo archivó.
Ahora al evocarlo, ahora al recordarlo, falta para tu emoción el dolor, la angustia, el miedo o alguna otra pasión, que en ese momento puso su cuota en tu frustración.
Entonces vimos lo lindo, lo feliz, lo agradable. 
Después vimos lo malo que en algo pudo afectarte.
Ahora vamos a ver cuando pudiste hacer algo que a ti te parece que en ese algo hubo un bien.
¿Recuerdas ese momento? Ese bien; ¿Cómo fue?
Ponlo en tu pensamiento... ¿Te hace sentir mal o bien? 
Ahora vamos a la inversa... Alguien que a vos te hizo un bien.
¿Recuerdas a esa persona, la recuerdas para bien?
Invierte los pensamientos: Busca a quien detestas. 
¿Porqué es que lo detestas? ¿Alguna vez te hizo mal? ¿Esta en tus pensamientos?... 
Vuelve a evocarlos...
Ahora ese mal que otro te hizo, imagínate que lo hace alguien en quién vos confías.
Haz la prueba... 
Ya sé que él no te lo podría hacer...
¿Pero, por qué no podría? Si él lo podría hacer.
Muy bien, ahora invierte los términos. Mira si vos se lo harías a esa última persona
¿Cómo lo tomaría?... 
¿Te odiaría? ¿Qué diría? ¿Perderías su amistad? ¿Perderías integridad? 
¿Te rebajarías, sin más?
Ahora piensa: Para saber en la vida si haces un bien o un mal, piensa que si lo hiciera el ser que más aprecias.
¿Tú, cómo lo tomarías?... 
En esa respuesta está.
Ahora haz esto otro: Ponte a pensar que esto otro, otra persona lo dio... 
¿Qué pensarías de ella? ¿Ella por qué te lo dio?
Porque ella procuró que tu pudieras saber si cada cosa que haces, lo haces por mal o bien. 
¿Por qué te quiere bien? 
¿Yo... te quiero bien? 
¿Si te quiero bien, te aconsejaría mal?
¿Tú, a alguien quieres mal? ¿Le leerías este plan?
Entonces lo quieres bien, porque no quieres su mal.
¿Ves que en todo hay un bien? 
¿Ves que si al bien evocas, puedes hacer algún bien a alguien que te hizo mal? 
Ahora piensa... Si es tan fácil hacer mal, es más fácil hacer bien. 
¿Con qué te sientes mejor? 
¿Entonces... por qué dudar? 
Si el cajón de tu vida en donde está la bondad, está repleto de acciones en que primó la bondad, ese cajón atestado cuando lo vas a evocar te colmará de emociones de auténtica felicidad. 
Si el cajón de tu vida que está albergado en tu mente, en que se archiva y se guarda todo lo malo que sientes, está vacío de todo... está vacío de mal, no podrías evocarlo si a nadie has hecho mal.
Pero si ese cajón tiene guardados muchos males realizados, muchos que habrás causado, a esos males es mejor, no volver a evocarlos. 
Ese cajón olvidado -porque en él no guardas más los pensamientos, los actos, las acciones con maldad quedará lleno de polvo, lo archivara tu conciencia.
Cuando lo evoques, las acciones que encierra no te podrán alterar.
Piensa que en esta vida, en ésta y en el Más Allá, la verdad pura y cristalina, la pura, pura verdad, es seguir durante tu vida el camino de la bondad. 
¿Quién te parece que está más cerca de la verdad? ¿Quién crees que será? 
El que la busca, la encuentra, la tiene en su corazón, la percibe en su emoción, le aflora con su emoción: Ese ser es el verdadero encaminado al Señor.
Si en la verdad encuentra su seguro derrotero, al cultivar la verdad en todas sus acciones, en todas sus emociones, en todo lo que dispone, la verdad le dará con su cuota de bondad, el material, la semilla, obtendrá la maravilla, obtendrá para su Ser... La depuración de El. La depuración de su alma.
Así verá que su calma, su tranquilo caminar, a su espíritu alimenta con lo que él valorará:
Una conciencia tranquila. 
Pensamientos meditados. Pensamientos destinados hacia el bien de los demás.
Entonces sí obtendrá con su gracia más divina, el lugar que ha merecido:
Esa vida cristalina, esa vida singular, en la que no existe el mal. 
En la que el bien lo domina y encuentra en cada esquina del camino que tendrá, el premio más importante que pueda encontrar acá: 
Que todos sus semejantes, tenga lo que tenga en vida, digan: 
Es un hombre bueno, es un hombre servicial.
¡Qué importa que tenga menos! ¡Qué importa que tenga más!
Si todo eso que tenga, irremediablemente lo perderá... 
El día que deje el mundo, el día que morirá. 
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¿Por qué no me dan mas cosas?

Si crees que tienes todo al tener más y más, si crees que a la vida sólo se viene a ser más...
Piensa... ¿Cuánto tuvieron los que importaron más?
¿Qué tuvo Dios? 
¿Qué tuvo El cuando quiso que algún ser, algún ser que es parte de El, viniera a penar al mundo para otorgar su merced? 
¿Qué tuvo cada uno de ellos?
Piensa... piensa y vas a ver que todos los que vinieron al mundo para enseñar, tuvieron sólo en su mente su mensaje colosal. 
No tuvieron nada de bien material.
Recorre ahora la historia... ¿Quién fue qué tuvo más?
¿Los que expusieron riquezas o los que se brindaron más?
Mahoma tuvo sus bienes, seguramente dirás.
Quien tuvo sus bienes para difundir su verdad, los tuvo porque era parte de la misión primordial.
Esos bienes que ayudaron para que puedan cumplir, son bienes que necesitaron para su verdad difundir.
Cada época, cada era, tiene una particularidad: hay épocas en las que llega el mensaje que se da predicando con el ejemplo... ejemplo de frugalidad. 
Hay épocas en que el mensaje que vienen a divulgar es necesario que sea -para que pueda llegar- afianzado con los medios de lo material.
La fuerza más grande que tiene la humanidad es la fuerza de la mente... la fuerza del pensamiento.
En el pensamiento está la base y la inspiración para que ese pensamiento, cuando se usa con razón, te lleve a saber que tienes albergado en tu razón, una parte de Sí mismo, que te ha brindado el Señor.
La parte verdadera partícula de tu Dios es la verdad de la vida, es la verdad: tu razón.
Para que esa parte de ti mismo esa parte del Señor se desarrolle en ti mismo, te lleve hacia el mismo Dios, debes cultivar sin medida, debes cultivar con tesón, que la verdad de la vida, la verdad de tu misión, es cumplir con los preceptos que emanan del mismo Dios. 
Esa Verdad en la vida, esa verdad más total, es cumplir en cada vida que vengas aquí a penar, con el mensaje supremo que dieron antes de ti los que vinieron al mundo para dejar para ti el mensaje de sus vidas, en las que primó la bondad de su existencia, la caridad... el amor.
El mensaje que te dieron: La verdadera verdad es acercarse hacia Dios, por el camino verdadero que emana del mismo Dios.
La verdad de la vida, la verdadera verdad, es la bondad que despliegas cuando vienes a penar.
El camino más claro para acercarte hacia Dios, es cumplir con los preceptos que emanan del mismo Dios.
La verdad de la vida, la verdad del existir, es hacer culto en tu vida del amor y la bondad y eliminar de tu vida lo malo de la maldad. 
Todo ser que cultiva su ser con paz y amor, brindándose sin medida a su prójimo y al señor.
Todo ser que practica como una religión la ayuda a sus semejantes con buena disposición.
Todo ser que se brinda hacia todos por igual.
Todo ser que practica en su vida la bondad.
Tendrá como premio último luego de cada morir una existencia tranquila luego de cada vivir. 
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¿Qué quieren que les prometa?

Con una mano en el pecho...
Prométete que serás espiritual y probo.
Prométete que razonarás todos tus actos futuros, pensando que desde aquí juzgamos tus actitudes con mucha más severidad que a las demás personas.
Tú no eres más una persona cualquiera: sos quien habrá de llevar nuestro mensaje a la tierra.
Si quieres aparecer ante los demás como alguien que no tiene metas, puedes dejar que te guíen actitudes deshonestas.
Si quieres que los demás te respeten y te quieran, debes tener en la vida actitudes guiadas por la virtud, la honradez, y no por la inconsciencia.
En ti deberán encontrar al hombre cuerdo y cabal, que conoce el bien y el mal, que conoce su camino.
Que es recto y servicial, que es honesto y es humano, que no se deja llevar por actitudes mundanas.
Que debe expresar con su actuar y con sus gestos, la grandeza espiritual que nuestros mensajes guardan, la grandeza inmaterial que tiene y tendrá todo esto. 
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¿Ya elegí?

Si me dieran a elegir entre mi vida actual y el pasado, no vacilaría en decir que la vida que comienzo tiene futuro, es real, pese a estar regida desde el mundo espiritual.
En la vida futura, aunque tenga desventuras, tengo el camino trazado, tengo el camino tomado, tengo mis convicciones.
Cuando llegue la muerte, tendré que estar agradecido, agradecido a mi suerte que me permitió sentir, que permitió que mi vida que podía estar vacía esté colmada de amor, esté colmada de acción.
Que cumplí con mi misión de ser el cuerpo carnal, que sirvió de mensajero, que ofició de guardián, que cuido que los mensajes que depuren a la gente, que la haga meditar, que la haga razonar; tengan destino seguro: Cumplan el fin que persigue, sean imagen y voz desde el medio espiritual, para traer más bondad. 
Para matar de raíz el materialismo malsano, que lleva a la perdición.
Que lleva al ser humano a la peor desventura de vivir con una meta que al cumplirla le dará: Sólo frivolidad... 
Sólo: nada cuando muera. 
Nada se llevará, nada de la materia tiene cabida en el alma, sólo las buenas acciones, sólo el vivir con bondad, sólo la espiritualidad se acumula en el ser: lo eleva espiritualmente.
Al elevarse consigue alcanzar metas mayores que las vanas ambiciones de ser mucho en esta tierra, y que al morir sólo sirven para que en rueda funesta los que queden se peleen, peleen por los despojos.
Hagan que sus ambiciones al aflorar sin medida, olviden sus deberes y borren los sentimientos primeros del ser humano, para acumular rencor incluso entre los hermanos.
Ya elegí... 
Elegí y me eligieron.
Aunque tenga que vencer todas las trabas del mundo, aunque mi cuerpo destruyan, no podrán borrar jamás esto que estoy escribiendo, esto que perdurará.
No hay fuerza en el mundo, ni siquiera la maldad, que pueda con su fuerza vencer... la fuerza de la bondad.

¿Quiere qué le confíe algo?... ¿Deja qué me sincere?. ¿Quiere saber qué siento a esta altura de mi vida? Lo resumo en dos palabras: ¡Soy feliz! Feliz por decirle a usted que esto no fue escrito por mí, mejor dicho; no fue redactado por mi. Feliz porque después de años de aprendizaje, de años de recibir mensajes; aprendí de los mensajes, con ellos me instruí. ¿Sabe porqué también soy feliz? Por esto que hoy sucede: que llegó a leer hasta aquí. Que juzga lo que me dictaron. Por esto también soy feliz: Porque a partir de este momento, de esta fecha en mis cuadernos, mi vida cambió... para bien. ¿Sabe qué pasó? Continuo con mis mensajes...


30 de junio de 1992

La solución total de tus problemas que te saque de las angustias que en este momento te aquejan, no deberás esperarla después de corto tiempo, pero la tendrás en muy poco a porvenir, cuando se te muestre el camino a seguir.
Lo emprenderás raudamente, más pronto de lo que piensas, antes de lo esperado ya lo estarás cruzando. 
Si flaqueas en verdad, si la duda te atenaza, si piensas que no podrás con todo lo que te pasa. 
También deberás pensar que es por nada que sucede, que lo que vos escribes con facilidad suprema, son sólo desvarío o frustraciones de un poeta. 
Como no puedo aconsejarte para lo que habrás de hacer, sólo te daré un consejo que quizá sea en tu bien. 
Cuando pase poco tiempo, antes de lo que imaginas, escribirás un mensaje, claro camino a seguir, no te pierdas en ti mismo valorándolo y sin dudar acomete tus tareas que ellas te ayudarán. 

30 de noviembre de 1992
¿Qué es lo que pasará?Te dijimos que esperes, que esperes y no desesperes, no te podemos decir como sucederá, pero te queremos decir, para que ésto quede acá, que antes de lo que piensas, poco tiempo mas, cambiará tu derrotero, en todo cambiará, dejaras de ser quien eres para ser otro, quizá.
Mas no debes asustarte, no deberás dé temer, que ese cambio que se avecina será algo para bien.
Abre los ojos bien grandes, mira con admiración.
Esa mirada de asombro que en tu cara se formó, será pálido reflejo de lo que te ha de pasar, para marcar a tu vida desde ese momento en más.
Todo esto que te excita y no te deja descansar, es algo que cuando pienses, luego del tiempo pasar, pasará sin dejar huellas, aunque si la dejara.
Serán surcos prodigiosos, más que huellas en verdad, los que marcarán tu vida desde ese momento en más.
Si ahora bien lo meditas, si ahora bien te dispones, verás que esa maldita duda que siempre supone el decidir tu camino cuanto más trabas traspones, en esta duda que siempre hace carne de ti mismo está la razón de ser de que sientas que un abismo se encuentra ante ti, a vencer, con fuerza y con fe en vos mismo. 

15 de enero de 1993

¿Qué es lo que quieres saber? ¿Qué pasará quizá?
Cuándo en otro tiempo pasado, en esa otra ocasión en que todo se derrumbaba, mucho más grave que hoy. ¿A qué fuerzas acudiste? ¿Con qué tuviste valor?
Cuándo en ese tiempo malo, esa prueba aún mayor, te sacudía en jirones, en pedazos tu ilusión, aún no tenías claro tu futuro y tu misión.
Ahora es distinto todo, es distinto, diferente: Tienes guardados mensajes que ayuden a mucha gente.
¿Crees qué dejaremos que te pierdas, dejaremos que te hundas?
¿Consentiremos acaso en que esta desventura, éste no saber que hacer, cambie tus metas futuras frustrado a más no poder?
Si crees que por acaso que éste será tu final, crees también en el fracaso de quienes te queremos más, que quizá no estén tan lejos, quizá los tienes acá.
Y tu fracaso y el de ellos, frustrados en tu condición, deje un surco de miseria donde antes existió el fruto más prodigioso con que tu Dios te dotó.
A partir de este momento, de este momento en más, sucederán tantas cosas, tantas te sucederán, que aún lo más prodigioso que te decimos acá, será pálido reflejo de lo que te pasará. Si ahora lo meditas con calma y tranquilidad. 
De esa manera muy tuya, tu manera de avanzar, sólo un paso hacia adelante y los demás hacia atrás.
Esta es la razón de ésto que aún deberás pasar. 
Ahora espera tranquilo, tranquilo, calmo y en paz, que muy pronto este motivo, motivo de tu penar, sólo será un recuerdo imposible de olvidar.
Y las dudas, como sombras, se disipan en tu mente, para pensar, seriamente, en lo que habrá de venir...
tan prodigioso, tan grande, tan majestuoso y profundo, que cambiará para siempre tu posición en el mundo.
Con la mente más tranquila ve ahora un cielo azul, ve cambiando los colores, un arco iris brillante que surca el cielo infinito como ríos de diamantes.
El cenit de esa figura que va cruzando ese cielo, es la meta apacible que te espera en tu camino, cuando dejes de avanzar, proyectado en tu destino.
Si ahora lo acometes, si te quieres acercar, el arco iris se desvanece y sólo es una prueba más de las muchas que aun sorteas y de las que aún sortearás.
Nosotros necesitamos a tu mente convencida con total seguridad. 
Sin una nube que nuble lo que esa seguridad te da.
Para que esa seguridad sea total y extraordinaria deberá ser constituida con las pruebas necesarias. 


8 de mayo de 1993

Mirando una vez un ave, una de blanco plumaje, resplandeciente de ver.
Mirándola extasiado, me maravillaba con ella, entonces, otra más bella en otro árbol se aposentó y otra aún más bella, bella de blanco color volaba hacia las estrellas y desde una estrella me habló:
Soy el ave más magnífica que vos puedas apreciar, soy el ave luminosa que tu destino va a guiar.
Para qué buscarme nombre, qué necesidad tienes.
Si con sólo nombrarme no me harás aparecer.
Sólo con solo pensarme yo estaré dentro de ti para guiar tu camino que va directo hacia mí.


4 de junio de 1993

¿Qué hago mal? ¿Qué haces mal, preguntas? 
Mejor di: ¿Qué puedo hacer mejor? Te contesto... Esperar.
No temas, que todo pasa con la debida tardanza justa y plena en cada acción. 

24 de junio de 1993

¿Qué puede dar el futuro, que puede ser que será, que modifique la vida de todo ser mortal?
¿Será un gran cataclismo? ¿Será una gran explosión?
¿Será un agujero negro que todo se pierda en él? 
¿O sólo será un cambio en el pensamiento de toda la humanidad?
¿Qué será que será? ¿Qué crees que será?
Será una fuerza inhumana que cambie a las estructuras. 
Será una fuerza tan fuerte, una unión de voluntades, que con su fuerza fuerce a miles de voluntades.
Ya está madura una gran fuerza en la tierra, que tiene para el futuro, que tiene para esta era el cambio que esperas: 
Dar valor al espíritu. 
Dar valor a los mensajes.
En ellos está implícita la verdadera verdad: 
Nacer, vivir, morir mil veces hasta que dentro del ser vital sean buenos pensamientos los que guíen a la humanidad.
Qué importa como se digan, que importa de dónde vienen, sólo importa de los mensajes la verdad que ellos contienen.


24 de julio de 1993

Recuerdas esta metáfora...
Había una vez un ave, una de blanco plumaje.
Esa ave, deslumbrante, de esplendorosos colores cuando desplegaba alas para ponerse a volar.
Dispuesta estaba a cruzar por ese cielo infinito, para darse a conocer, para difundir mensajes.
Para que, con esos mensajes, los seres ya elegidos...
Tengan la ejemplar Misión de dar a conocer al mundo la Buena Nueva que aurora. 
La Buena Nueva que ahora, en este instante presente, te dice que está latente la gran Misión emprendida.
Que, de ahora en adelante, le dedicarás tu vida.
Esa será tu Misión, esa será tu tarea:
Anunciar la Buena Nueva.
Decir que ya nació la noticia venturosa:
El Ser que pronto será por medio de quienes sea, el verdadero Mesías. 
El Mesías de esta Era. 


25 de julio de 1993

Impresionado por el mensaje, no sabes que ese mensaje estaba ya en vos grabado.
Aunque aun no expresado, formaba parte de vos.
Y te diremos que sí.
La definición exacta, con sus puntos y sus comas, es que la fuerza que al mundo cambiará de todas formas.
Está latente en mil seres preparados desde siempre para dedicar sus vidas les cueste lo que les cueste, a dar mayor difusión, la difusión cristalina de la verdad de la vida:
Por la bondad y el amor, por el buen trato hacia todos el ser evoluciona hacia Dios. 
Va depurando a su vida.

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El día 26 de Mayo de 1979 perseguido por las ideas que escribía vertiginosamente en el papel, me plantee; Para qué hacia todo esto, porqué lo escribía, que fin perseguía. En definitiva, quién era yo y qué iba a hacer. Estas son las respuestas:

427 ¿Quién es Roberto Ángel Satragno? * Un ser que vino al mundo para ser el intermediario natural de las ideas del espiritualismo. 

428 ¿Qué fines persigue el Espiritualismo? * Benéficos, espirituales e intelectuales (relativo al intelecto). 

429 ¿Por qué tiene fines benéficos? * Porque los bienes materiales que recauden tendrán fines totalmente benéficos. 

430 ¿Por qué tiene fines espirituales? * Porque es su manifestación natural. 

431 ¿Por qué tiene fines intelectuales? * Porque por medio de su intelecto los seres humanos podrán razonar la verdad de sus ideas. 

432 ¿Cómo se va a manifestar? * Por intermedio de su medio natural. 

433 ¿Quiénes lo dirigirán? * Seres especialmente preparados para hacerlo. 

434 ¿Cómo se manifestarán? * Por intermedio de los medios de comunicación. 

435 ¿El espiritualismo es una religión? * No, solamente es el vehículo difusor de estas ideas. 

436 ¿Es una Fe religiosa? * No, es una idea. 

437 ¿Es una unión de seres? * No, es una de las formas que encontraran los seres humanos para elevarse espiritualmente. 

438 ¿Cómo se elevarán espiritualmente? * Con el cumplimiento de sus enseñanzas. 

439 ¿Cómo interpretar esas enseñanzas? * Con el intelecto. 

440 ¿Hacia quiénes están dirigidas estas enseñanzas? * Hacia todos los seres humanos que deseen elevarse espiritualmente. 

441 ¿Cómo se difundirán estas ideas? * Por los medios de comunicación. 

442 ¿Cuándo se difundirán? * En el momento oportuno. 

443 ¿Qué papel cumplirá Roberto Ángel Satragno en este movimiento? * Será un simple intermediario de nuestras ideas. 

444 ¿Cómo saber si alguna de estas ideas es espuria? * Razonandolas. 

445 ¿El medio natural será una especie de profeta? * No, solamente es nuestro intermediario. 

446 ¿Qué beneficios obtendrá? * La elevación de su ser. 

447 ¿Qué cualidades deberá aportar? * Honradez, trabajo y espiritualidad. 

448 ¿Estas tareas no perturbarán su trabajo? * Nosotros cuidaremos que por ellas no deje sus tareas habituales. 

449 ¿Recibirá ayuda? * En lo espiritual, para que la fuerza de su yo se desarrolle. 

450 ¿Tendrá prerrogativas especiales? * Solamente las relativas a sus méritos personales. 

451 ¿Tendrá muchos detractores? * Nosotros le enseñaremos a defenderse. 

452 ¿Tendrá muchos seguidores? * Nosotros le enseñaremos a no envanecerse. 

453 ¿Tendrá bienes materiales? * Nosotros le enseñaremos a subestimarlos.

454 ¿Sentirá la importancia de sus tareas? * Tendrá la responsabilidad de la importancia de sus tareas. 

455 ¿En qué se beneficiarán quienes le acompañen? * En lo espiritual lo que obtendrán de valor es convertirse en ángeles del ejército salvador. ser los paladines de algo inconmensurable. el beneficio mayor será: paz y amor, que es la palabra sagrada del Supremo Redentor.


Si... no me lo diga. Estoy seguro de que usted tiene las mismas dudas que tuve yo en su momento. ¿Será ésto cierto? ¿No será mi desvarío el que me hace escribir como si fuera un dictado? 
Pero... soy yo quien lo escribe, soy yo el que lo interpreta, soy yo el que se lo digo, soy yo... nada más que yo. 
Y si soy yo. ¿Disminuye el mensaje? ¿Tiene menor valor? 
Lo que dude, deséchelo. Recoja los pensamientos que considere que le serán útiles. 
Si son muchos es mejor. Si no sirven le pido perdón por su tiempo y su atención. 
También le pido perdón porque esto que estoy escribiendo, también me lo fue dictado de la misma manera, de la misma forma que todo lo anterior.

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