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La Rigidez del Sistema Educativo Mexicano

Dr. Roger Díaz de Cossío
Ing. Armando Cerón Roa
Ing. Luz Ma. Matamoros

A MODO DE INTRODUCCIÓN

En este trabajo se critica la forma en que las instituciones de educación superior mexicanas cumplen una de sus funciones centrales: preparar los profesionales que la sociedad necesita. La universidad y el concepto de universidad han sido sujetos de numerosos y sesudos estudios desde hace siglos. Las universidades son organizaciones complejas que tienen otras funciones importantes, difundir la cultura, incrementar el conocimiento, ser un espejo crítico de la sociedad, que no serán discutidas en este trabajo.

Piénsese en un estudiante que ingresa a la educación superior, a una carrera fuertemente regimentada, cubierta por una armadura férrea que se llama plan de estudios, de la que no puede salir a no ser que pierda el tiempo empleado o que la abandone. ¿Qué persona de 18 ó 19 años sabe qué quiere estudiar? Es más, nuestro estudiante ya tuvo que hacer una decisión previa al escoger el tipo de bachillerato, lo que limita sus opciones posteriores.

Nuestro sistema educativo es extraordinariamente rígido y permite muy poco la innovación y la libertad. Está regulado hasta la más pequeña minucia y es difícil salirse de las normas.

La gran mayoría de las universidades públicas con sus sistemas de preparatorias son como un órgano de tubos, donde una vez que el aire entra por un extremo de un tubo, no tiene más remedio que salirse por el otro extremo. Los tubos no están interconectados. En la Universidad Nacional Autónoma de México se les pregunta a los alumnos, desde su ingreso al bachillerato, qué carrera o grupo de carreras quieren estudiar. Una vez en el tubo que es una licenciatura, si por alguna razón no les gusta o creen que lo harán mejor en otra, es casi imposible cambiarse sin perder parte de lo estudiado y, a veces, todo. Tienen en la práctica que volver a comenzar. Esto explica, en parte, la deserción de más del 40 por ciento de los alumnos que entran a la educación superior.

El sistema de tubos incomunicados que son las carreras y las especialidades de posgrado, impide la innovación. Los estudiantes no tienen la libertad de crear su plan de estudios, con ciertas restricciones, aunque sólo fuera dentro de una misma facultad que ofrece muchas carreras afines, como es la de ingeniería. Llevar una carrera en más de una facultad es imposible. Los contenidos de cada especialidad están en manos de grupos diversos de profesores que guardan con celo su territorio. La rigidez continúa en las divisiones de posgrado con las especialidades. Esto último ha comenzado a romperse con reglas más flexibles, pero hasta ahora ha sido una barrera a la innovación. Subsiste la incomunicación entre las especialidades en el posgrado de medicina que son cada vez más estrechas y largas y, en general, se impide al alumno asomarse a otros campos relacionados.

En otras palabras, las reglas de los estudios superiores han sido fijadas para facilitar el control administrativo y detallado de los estudiantes, y no para despertar su imaginación. Vienen de cuando debía llevarse todo a mano. Ahora, con controles electrónicos, no existe tal dificultad de llevar en forma individual el progreso de cada alumno. Pero esto no es lo más importante. La historia pesa y pesa mucho. Nuestro sistema educativo superior es producto de una historia turbulenta donde la creación de la Universidad Nacional en 1910 y la del Politécnico en 1936 fue producto de la agrupación de escuelas existentes con fuertes y diversas tradiciones arraigadas en el Siglo XIX que, hasta hoy, siguen presentes e impiden la coordinación y la combinación de sus disciplinas. En la educación media superior ocurre otro tanto. Aquí se da otra rigidez. Es casi imposible pasar con facilidad de un plan de bachillerato a otro sin perder tiempo de estudio al que obligan absurdas revalidaciones materia por materia. Cada universidad controla su bachillerato hasta el más mínimo detalle y obliga a los estudiantes que quieren entrar a sus licenciaturas a cumplirlos religiosamente.

Aunque lo anterior parezca un poco remoto, tiene una gran relevancia para la innovación ya que los jóvenes profesionales salen abrumados por haber cumplido reglas y más reglas para poder avanzar. Esto les fija marcos mentales difíciles de romper después.

Otra consecuencia grave del sistema de reglas es que - salvo en medicina - pocas veces se pone a los alumnos tanto de licenciatura como de posgrado en situaciones reales, frente a problemas difíciles y mal definidos, ni tampoco se les hace conciencia que son ellos mismos los que deben crearse su propio empleo. No se les induce una conciencia empresarial, con lo cual muchos de los prejuicios por ciertas actividades desaparecerían. En los siguientes párrafos se examinarán las razones fundamentales que han producido la rigidez de nuestro sistema de educación superior y se harán algunas propuestas sencillas para combatirla.

CAUSAS DE LA RIGIDEZ

El origen: suma de escuelas disímbolas

Las profesiones se han venido decantando desde la Edad Media, según las actividades se hacían más diversas en la sociedad. En la medida en que se desarrollaban los conocimientos de matemáticas, física, química y biología, se fueron aplicando en la vida real e incorporando a lo que tenía que saber un especialista. Poco a poco se crearon instituciones especiales para estudiar, que se convirtieron en universidades, primero eclesiásticas y después laicas. Los anglosajones comenzaron desde el principio con modelos de universidad donde se impartían distintas disciplinas que se podían combinar, con ciertas reglas, para un estudiante. Oxford y Cambridge en Inglaterra y las universidades estatales fundadas por Lincoln después de la guerra civil norteamericana son buenos ejemplos. Franceses y españoles siguieron otro modelo, el de las escuelas de altos estudios en diferentes campos. Como ejemplos, la normal francesa y la escuela de Caminos Canales y Puertos, española.

En México, después de la conquista, se descartaron todas las maneras de enseñar que tenían las culturas indias y se adoptó el modelo español de creación de escuelas. Así, hacia 1790 se fundó el Real Seminario de Minas y la Academia de San Carlos. A lo largo de la colonia se fueron fundando escuelas y este proceso continuó con vicisitudes durante nuestro accidentado Siglo XIX, donde también se fundaron en los estados los institutos de artes y letras. Benito Juárez es producto del instituto de Oaxaca.

En 1910, Justo Sierra fundó la Universidad Nacional como un agregado de escuelas existentes de larga raíz decimonónica. Componían la Universidad entonces las escuelas Nacional Preparatoria, de Jurisprudencia, de Medicina, de Ingenieros, de Bellas Artes-dedicada a la arquitectura-y la de Altos Estudios con otras disciplinas. Al obtener la Universidad su autonomía en 1929, se le agregaron otras escuelas e institutos que trabajaban aislados: la que se denominó de Ciencias Químicas, la de Medicina Veterinaria, los institutos de biología y de geología, y se incluyeron en la de Bellas Artes las especialidades de pintura y escultura. El nombre Universidad incluía todos los estudios posteriores a la primaria. De hecho, la Universidad tiene todavía hoy, en 1998, una preparatoria con secundaria anexa.

En 1917, Pascual Ortiz Rubio fundó la Universidad Michoacana uniendo bajo el mismo mando un conjunto de escuelas existentes en el estado: El Colegio de San Nicolás Hidalgo - con raíces históricas desde 1540 como escuela religiosa - las escuelas de artes y oficios, la Industrial y Comercial para señoritas, la Superior de Comercio y Administración, las escuelas normales y las de medicina y jurisprudencia, además de otras entidades como la biblioteca y el observatorio.

En 1936, Lázaro Cárdenas funda el Instituto Politécnico Nacional, nuevamente agrupando escuelas existentes desde el Siglo XIX: la Nacional de Medicina Homeopática, la Nacional de Ciencias Biológicas, la Superior de Comercio y Administración, la Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica y la Superior de Construcción. La Preparatoria Técnica, también incluida, se dividió en dos niveles, la prevocacional, posprimaria, y la vocacional. Es decir que se siguió el modelo de la Universidad Nacional de incorporar los niveles previos a la educación superior.

Masificación y clonación

Durante los siguientes 60 años y en particular a partir de 1960, se dio en nuestro país un proceso ininterrumpido e intenso de creación de universidades e institutos de educación superior en toda la República y muchas universidades se hicieron masivas para atender a decenas de miles de estudiantes. Sus organizaciones se volvieron cada vez más complejas, en especial las universidades públicas, que hoy atienden a cerca del 70 por ciento de la matrícula.

La gran mayoría de las instituciones fueron creadas, carrera por carrera y facultad por facultad, siguiendo los modelos anteriores: crear escuelas y facultades bajo un mismo mando, pero nunca con visión interdisciplinaria, salvo en unos cuantos casos frustrados (La UAM y la UPICSA). Dentro de las instituciones existentes se fueron creando nuevas facultades o escuelas, algunas como divisiones de una escuela existente, pero el concepto siempre ha sido el mismo. Las universidades en México son agrupaciones de escuelas, facultades e institutos con casi ninguna relación entre sí, regidas todas por un ferreo mando supraescuela.

Burocratización

Otro fenómeno importante contribuye a la rigidez: al poner bajo un solo mando a escuelas disímbolas, se crean burocracias supraescuela para controlarlas. ¿Cómo se puede controlar a un grupo de escuelas diversas? De dos maneras.

La primera, a través del presupuesto, los recursos fluyen de arriba hacia abajo y se necesitan funcionarios especiales para llevar las cuentas, tanto en la unidad central como en cada escuela. Se crean más burócratas para autorizar bienes y servicios. Sólo la burocracia central compra muebles y lápices, y se centraliza el mantenimiento, la creación de plazas, la política salarial. Esto desde luego produce un mayor número de burócratas centrales con sus contrapartes en cada escuela.

Y la segunda: Debe controlarse qué se enseña y cómo se enseña, también a través de más burocracias ahora “académicas” que dictan normas sobre los llamados “planes de estudio”, hasta el más mínimo detalle: horas de clase, temas, materias, conjuntos de materias, créditos. Incluso tienen que aprobar las listas de las materias optativas, que en general son un número pequeño de ellas. En el origen, cuando no existía personal de tiempo completo en nuestras universidades, los controladores de lo que se enseñaba en cada escuela eran profesionales externos que por lo menos tenían una idea de lo que pasaba en la realidad. A medida que las universidades fueron teniendo personal de tiempo completo, la responsabilidad de los cambios recae sobre los claustros académicos y los funcionarios centrales. Los cambios se alejan de las necesidades reales. Se da un proceso que se podría llamar “academización de la enseñanza superior” que se nutre de los intereses de los académicos y funcionarios de tiempo completo y no de la realidad del mundo.

La férrea armadura: el plan de estudios Para modificar un plan de estudios, aunque sea en una sola materia, se dan procesos extraordinariamente laboriosos. Los primeros que deben reunirse son los propios profesores de las asignaturas formados en cuerpos colegiados y comités de especialidad, los que naturalmente necesitan de empleados y asistentes para procesar todo el papel que se produce. A veces como el trabajo es tan detallado, los profesores tienen que ser relevados de sus clases mientras lo realizan. Este es un proceso que se vuelve tenso porque cada profesor que interviene desea mayor tiempo para su materia, para que tenga aparentemente mayor importancia. Una vez que al nivel de escuela se tiene una propuesta de modificación o creación de carrera y se aprueba por su Consejo Técnico (cuerpo colegiado con decenas de personas), tiene que someterse a cuerpos colegiados y funcionarios supraescuela, lo que le añade por lo menos otros dos años de tiempo, antes de autorizarse.

Para dar una idea de la laboriosidad con que esto se hace en la Universidad Nacional Autónoma de México, a continuación se transcriben 4 artículos del Marco Institucional de Docencia en vigor:

...
3. El plan de estudios es la expresión formal y escrita de la organización de todos los requisitos que deben cubrir los alumnos para obtener un título, diploma o grado.
4. Los planes de estudio deben contener al menos los siguientes apartados:
a) Fundamentación del proyecto;
b) Metodología empleada en el diseño curricular;
c) Perfil del egresado;
d) Requisitos escolares previos o antecedentes necesarios requeridos para poder inscribir al estudiante al plan de estudios correspondiente;
e) Estructura del plan de estudios;
f) Valor en créditos de cada asignatura o módulo y del plan completo, en su caso;
g) Tiempo de duración en periodos académicos del plan de estudios;
h) Programas de cada asignatura o módulo;
i) Criterios para la implantación del plan de estudios;
j) Requisitos académicos complementarios para la obtención del título o diploma correspondiente;
k) Mecanismos para la evaluación y actualización del plan de estudios.
5. El programa de estudio es la descripción del conjunto de actividades de enseñanza-aprendizaje estructuradas de tal forma que conduzcan al logro de los objetivos de una determinada asignatura o módulo.
6. Los programas de las asignaturas o módulos deben contener al menos los elementos que se describen a continuación:
a) La descripción de los objetivos educacionales de tipo general que se pretenden alcanzar;
b) El listado de los contenidos mínimos;
c) Las metodologías de enseñanza y de aprendizaje que se utilizarán;
d) Los créditos de la asignatura, indicando si es obligatoria u optativa;
e) Una sugerencia de horas para cubrir cada parte del curso;
f) La bibliografía básica y complementaria del curso;
g) Una recomendación de las formas de evaluación para conocer la eficacia de la enseñanza y del aprendizaje (exámenes, trabajos, seminarios, participaciones, etc.), que el profesor utilizará como elementos para dar testimonio de la capacidad del alumno;
h) El perfil profesiográfico de quienes pueden impartir la asignatura o módulo;
i) La ubicación y la seriación, en su caso, de las diversas asignaturas.
...


Se queda uno sin aliento. Una vez hecho el proyecto de plan de estudios que, si se cumplen con rigor todos los apartados anteriores, resulta en documentos de cientos de páginas, tiene que someterse a varios cuerpos colegionados que le hacen observaciones en cada etapa, refutadas o aceptadas por la escuela en un continuo va y viene. Las instancias donde numerosas copias de estos documentos van y vienen, pueden ser 10 ó 12. Entre otras, la Unidad de Apoyo a Cuerpos Colegiados, la Dirección General de Administración Escolar, los consejos académicos de área, grupos de expertos externos y, si es nueva carrera, el Consejo Universitario en pleno.

Esta es una pequeña muestra del grado de control supraescuela que tiene la UNAM sobre sus escuelas y facultades. Un proceso que se ha ido haciendo más y más rígido al paso de los años, hasta no dejar a las escuelas ninguna decisión importante en materia de docencia, que puedan llevar a cabo por si mismas, sin autorización previa y expresa. No hay lugar para la experimentación, para prueba y error, para proyectos piloto, que tendrían que seguir el mismo curso. No se pueden ir añadiendo asignaturas con profesores que traen nuevos conocimientos y enfoques, para ver como resultan, porque las materias optativas están rígidamente controladas en el plan de estudios.

Los alumnos no tienen ninguna libertad de elección. En Internet se pueden encontrar más de cien mil cursos a distancia de las universidades más importantes del mundo que no se pueden tomar porque no están descritos en el plan de estudios. No se pueden tomar cursos en otra escuela, ni siquiera en otra carrera.

El proceso es tan lento, de años de duración, que para cuando un plan de estudios se aprueba, ya está obsoleto, porque el conocimiento y la práctica afuera cambian a una velocidad mayor. Se quiere controlar la realidad a través de un documento – el plan de estudios – tan lleno de adivinanzas y estimaciones que resulta muchas veces ridículo. Se inventan los planes de estudio y luego se inventan los profesores. A pesar de la libertad de cátedra, en la realidad los docentes tienen muy poca. Están dentro de la misma férrea armadura.

LOS AÑOS RECIENTES: MÁS DE LO MISMO

La composición global del sistema de educación superior mexicano en 1995 se muestra en la Tabla 1.

TABLA 1. ALUMNOS, ESCUELAS Y DOCENTES, 1995
 ----------------------------------------------------------------------------
|           ALUMNOS (miles)	  |     ESCUELAS	|        DOCENTES    |
 ---------------------------------+---------------------+--------------------
  NIVEL	    |Público Privado Total Público Privado Total Público Privado Total
Bachillerato| 1651.3  399.4 2050.7    3513   2410   5943   95824  42626	138450
Superior    | 1115.1  339.9 1455.0    1230    992   2222  110288  42467	152755
Posgrado    |	55.0   22.8   77.8     544    236    780    7652   3126	 11088
------------------------------------------------------------------------------
FUENTE: Estadística Básica del Sistema Educativo Nacional, Secretaría de Educación Pública Nótese que el posgrado es todavía pequeño en nuestro país y necesita desarrollarse mucho más. Representa un 5 por ciento de la matrícula de licenciatura y un problema grave para el desarrollo del país. Los mismos trabajos se pasan para los planes de estudio de posgrado y más están obsoletos cuando se implantan, para luego tener pocos alumnos.

La estadística educativa registra escuelas. El número de instituciones que imparten educación superior es bastante menor, ya que cada institución puede tener muchas escuelas y facultades.

La Tabla 2 muestra la evolución de los campos de estudio, el número de instituciones que los ofrecieron y las carreras mayores de que constan. Se comparan 1980 y 1995.

TABLA 2. LICENCIATURA: CAMPOS DE ESTUDIO, INSTITUCIONES, CARRERAS Y TITULADOS
 -------------------------------------------------------------------
|                      	   1980	                  1995              |
|  CAMPOS (Inicio)	 TITULADOS		TITULADOS           |
 -------------------------------------------------------------------
1. Ingeniería	#Carr #Inst Total %Total  #Carr	#Inst  Total  %Total
Industrial  (1883)11	35   898     2.7    15	 108	4261	4.4
Computación (1977) 5	 5    56     0.2    19	 117	3867	4.0
Agronomía   (1854)18	24   511     1.5    71	  79	2992	3.1
Civil       (1897) 5	38  1524     4.6    12	  78	2952	3.1
Químico     (1925)15	32  1492     4.5    20	  70	2648	2.8
Electrónica (1937) 4	 8   299     0.9    15	  50	2040	2.1
Mecánico-
Electricista(1912) 2	22   790     2.4    14	  44	1960	2.0
Mecánico    (1867) 4	19   514     1.6     5	  47	1267	1.3
---------------------------------------------------------------------
Subtotal                64  6084    18.3	 171   21987   22.9
Otras	                34  1322     4.0          74	2353	2.4
---------------------------------------------------------------------
Total	                98  7406    22.3	 245   24340   25.3
---------------------------------------------------------------------
2. Matemáticas Ciencias Naturales Agropecuarias y Marinas
Químico    (1917) 13	28   951     2.9    26	  37	2015	2.1
Biólogo    (1935)  2	 8   280     0.8    13	  30	 956	1.0
---------------------------------------------------------------------
Subtotal	        15  1231     3.7    39	        2971	3.1
Otras	                 9   379     1.1    21		 780	0.8
---------------------------------------------------------------------
Total	                24  1610     4.9    60		3751	3.9
---------------------------------------------------------------------
3. Artes y Arquitectura
Arquitecto(1766)  3	29   992     3.0     5	  69	2748	2.9
Otras	                 9    65     0.2          33 	1521	1.6
Total	                12  1057     3.2	  38 	4269	4.4
---------------------------------------------------------------------
4. Económico-Administrativas
Contaduría(1929)  3	55  3237     9.8     8	 159   16746   17.4
Admon.    (1929)  6	58  1919     5.8    35	 187   10768   11.2
Economía  (1935)  1	26   649     2.0     5	  44	1352	1.4
---------------------------------------------------------------------
Subtotal	        10  5805    17.5          47   28866   30.0
Otras	                 5   297     0.9	  20 	3272	3.4
---------------------------------------------------------------------
Total	                15  6102    18.4	  67   32138   33.4
---------------------------------------------------------------------
5. Humanidades
Lenguas y
Literatura(1924) 8	 7    69     0.2    24	  23	290	0.3
Otras	                 4    40     0.1          15	171	0.2
Total	                12   109     0.3	  39 	461	0.5
---------------------------------------------------------------------
6. Ciencias Sociales
Derecho   (1553) 9	46  2901     8.7    18	 110  11975    12.5
Psicología(1944) 1	24   696     2.1    10	  75   2679	2.8
---------------------------------------------------------------------
Subtotal	        10  3597    10.8          28  14654    15.2
Otras	                19   413     1.2	  30   3424	3.6
---------------------------------------------------------------------
Total	                29  4010    12.1	  58  18078    18.8
---------------------------------------------------------------------
7. Ciencias de la Salud
Médico     (1833)3	33  8829    26.6     4	  52   6813	7.1
Odontología(1904)1	26  3294     9.9     2	  44   3105	3.2
---------------------------------------------------------------------
Subtotal	         4 12123    36.6           6   9918    10.3
Otras	                 5   741     2.2	  16   3219	3.3
---------------------------------------------------------------------
Total	                 9 12864    38.8	  22  13137	13.7
---------------------------------------------------------------------
8. Educación
Educación	23	13   219            95	 371* 17398	
---------------------------------------------------------------------
*Incluyen 354 Escuelas Normales que no aparecieron en 1980 por no ofrecer entonces el nivel de licenciatura
FUENTE: Archivo de cédulas profesionales, Dirección General de Profesiones, Secretaría de Educación Pública


Campos de estudio. La primera columna de la Tabla 2 muestra los 8 campos de estudio en que se han agrupado las licenciaturas que se imparten en México y, dentro de ellos, las carreras más populares, las que produjeron el mayor número de titulados en 1980.

Los nombres de las carreras que aparecen en la tabla son genéricos. Los nombres completos y exactos varían de institución a institución. Por ejemplo, ingeniero industrial aparece como tal y con otras denominaciones ligeramente diferentes, como ingeniero industrial mecánico o en producción; el licenciado en derecho aparece como tal y también como abogado o licenciado en jurisprudencia. La Dirección General de Profesiones registró 222 nombres diferentes de carreras en 1980 y 624 en 1995. Al final de cada campo se muestra un renglón que dice otras carreras donde se indica su número, que no se hacen explícitas porque la tabla sería inmanejable. Representan en general a una pequeña fracción de los titulados, en promedio un 11 por ciento.

En la tabla se enlistan 19 carreras genéricas. Salvo 3, todas se enseñaban ya en 1935; 8 se fundaron entre 1904 y 1935 y 8 se empezaron a impartir antes de 1900. Psicología se inició en 1944, ingeniería electrónica en 1937 e ingeniería en computación en 1977. Sin duda las universidades se diversifican con lentitud porque internamente no tienen mecanismos flexibles para hacerlo y la demanda es muy tradicional y conservadora a no ser que se presente un fenómeno revolucionario como el de la tecnología de la información.

Carreras e instituciones. En las columnas encabezadas con #Carr y #Inst se muestra el número de carreras genéricas que corresponden a los nombres en la primera columna y el número de instituciones donde se imparten. Así, leyendo horizontalmente, la ingeniería industrial se impartió en 1980 con 11 nombres diferentes en 35 instituciones; en 1995 se ofreció con 15 nombres en 108 instituciones. En las ciencias de la salud, la carrera de médico se impartió con 3 nombres en 33 instituciones, en 1980 y con 4 nombres en 52 instituciones, en 1995.

Titulados. Se muestran los números de titulados con cédula en 1980 y 1995, y su porcentaje respecto del total, excluyendo el campo de la educación. Las ciencias de la salud tuvieron al mayor número de titulados en 1980, 38.8 por ciento, mientras que en 1995 el mayor porcentaje, 33.4, se dio en las ciencias económico-administrativas.

Ingeniería. Ocho fueron las especialidades de la ingeniería con 64 carreras y el mayor número de titulados, 6 084 en 1980 (línea de subtotal en ingeniería). Existían entonces otras 34 carreras con 1322 titulados (donde están, por ejemplo, la ingeniería petrolera y la de minas). Su participación en el total de titulados fue de 22.3 por ciento. El crecimiento en 15 años fue disparejo. En 1995 aparecen 171 carreras, o sea que se crearon 107 más en las especialidades demandadas. Su participación en el total aumentó de 18.3 a 22.9 por ciento. A pesar que las instituciones hicieron un esfuerzo notable por diversificar las otras carreras de ingeniería, que pasaron de 34 a 74, su participación en el total disminuyó considerablemente, de 4 a 2.4 por ciento.

La ingeniería civil, que mostraba el mayor número de titulados todavía en 1980, aunque ya venía bajando, cayó al cuarto lugar en 1995. Salvo la industrial que creció para ocupar el primer lugar en titulados en 1995, disminuyeron también su participación las ingenierías más tradicionales, química, mecánica y mecánica-eléctrica. En cambio creció casi al doble en porcentaje la ingeniería agronómica, y se septuplicó la participación en titulados de la ingeniería electrónica.

El crecimiento de la ingeniería en computación fue espectacular. De 5 instituciones que la ofrecían en 1980 pasó a darse en 117, el 40 por ciento de las instituciones de la República. Sólo la contaduría se daba en un mayor número de instituciones. Los titulados en computación pasaron de 56 en 1980 a 3867 en 1995. En resumen, en ingeniería las universidades respondieron al mercado de trabajo, aunque en general fue más de lo mismo. Su participación en los titulados pasó de 22.3 por ciento a 25.3.

Matemáticas, ciencias naturales, agropecuarias y marinas. Se agrupan aquí las carreras científicas, físico, químico y biólogo, todas sus combinaciones y otras como ciencias del mar. Todo el grupo representa una participación baja en el total de titulados, que disminuyó de 4.9 a 3.9 por ciento en 1995. Las carreras más demandadas fueron químico y biólogo con 3.7 y 3.1 por ciento de participación. Estas carreras y sus combinaciones, biofísica, bioquímica y fisicoquímica, son esenciales para el desarrollo científico del país y deben promoverse más, especialmente porque son la base de los posgrados en ciencia. Artes y arquitectura. En este campo dominan los arquitectos, cuya carrera se enseñó en 29 instituciones en 1980 y en 69 en 1995, aunque su porcentaje de participación bajó ligeramente de 3 a 2.9 por ciento. Empero, la creación de otras carreras tuvo éxito y se diversificó hacia el diseño y el diseño industrial, y comercial, como especialidades independientes que crecieron ocho veces del 0.2 al 1.6 por ciento. Las carreras antiguas como la pintura tienen un número insignificante de egresados.

Económico-administrativas. Este campo fue el que más creció. Representaba el 1980 el 18.4 por ciento de los titulados y llegó al 33.4 por ciento. Uno de cada tres titulados en el país están aquí, y de ellos la inmensa mayoría se encuentran en contaduría y administración. La economía disminuyó su participación de 2 a 1.4 por ciento, aunque el número de titulados se dobló en 15 años. Las otras carreras del campo como comercio internacional y mercadotecnia, aumentaron y ahora representan cerca del 11 por ciento del total. Humanidades. El número de titulados en este campo siempre ha sido minúsculo, a pesar de la importancia que tiene para preservar nuestro rico legado cultural. Muy lentamente ha ido aumentando su participación que pasó de 0.3 por ciento y 109 egresados en 1980 a 0.5 y 461 en 1995. El número de instituciones que imparten lengua y literatura pasó de 7 a 23.

Ciencias sociales. La carrera de derecho, fundada en 1553, sigue representando un porcentaje muy importante de los titulados y ha incrementado su participación de casi el 9 por ciento en 1980 a más del 12 en 1995, cuando el número de titulados fue de 11 975, el segundo más grande después de contaduría. Se imparte en 110 instituciones. Psicología ocupa un distante segundo lugar. Las otras carreras del campo, que crecieron de 19 a 30 aumentaron su participación. Entre ellas se encuentran periodismo, ciencias políticas y sociología, pero sobre todo el aumento se dio en el campo de la comunicación.

Ciencias de la salud. Más de uno de cada cuatro titulados en 1980 eran médicos. Por limitaciones en la capacidad hospitalaria del país que adiestra a todos los estudiantes de medicina, la admisión a las escuelas se cortó en forma drástica y en 15 años su participación bajo de 26.6 a 7.1 por ciento, a pesar que ahora la carrera se imparte en 19 instituciones adicionales a las que había en 1995. La odontología también ha bajado su participación de 9.9 a 3.2 por ciento. El número de egresados fue ligeramente menor en 1995 que en 1980. Otras carreras afines han aumentado su participación. Entre ellas se encuentra la medicina veterinaria.

Educación. El campo se contempla por separado porque en 1980, salvo unos pocos titulados de universidades que tenían carreras en educación, no se exigía el bachillerato para ingresar a una escuela normal. Esto se cambió en 1977 y en 1995 ya aparecen más de 17 mil titulados en educación, la mayoría proveniente de 354 escuelas normales.

En síntesis

En los quince años transcurridos entre 1980 y 1995:

1) Se triplicó en número de titulados con cédula de licenciatura.
2) El número de instituciones que ofrecen educación superior pasó de 118 a 290, un incremento neto de 172, casi dos y media veces.
3) El número de titulados se concentró en las mismas 18 carreras que se ofrecían en 1980, de las cuales 15 se ofrecían ya en 1935. El grado de concentración casi no disminuyó, pasó de 89.2 a 83.5 por ciento, a pesar que fueron creadas más de 236 nuevas carreras profesionales.

El proceso de diversificación de la oferta de educación superior mexicana es muy ineficiente y no responde a los cambios que se dan en la sociedad en el ejercicio real de las profesiones, cada vez más complejo y diverso. Un campo nuevo, multidisciplinario, que se ocurre es el medio ambiente, donde no producimos profesionales con licenciatura. Debido a la laboriosidad del proceso y por no poder experimentar, una buena parte de las nuevas carreras que se han creado no han tenido demanda clara y amplia en la sociedad. A veces se han creado por el interés de un pequeño grupo de profesores influyentes.

PROPUESTAS PARA COMBATIR LA RIGIDEZ

1. Los profesores de asignatura y los profesionales de la práctica deben participar más intensamente en la elaboración de planes de estudio flexibles y realistas.

2. Debe incrementarse sustancialmente el número de materias optativas en los planes de estudio. Por ejemplo, en ingeniería civil son 3, de 56. Deberían ser 6 o 7 y no tan regimentadas. Debe dársele libertad al estudiante para que libremente escoja las que quiere tomar, de su carrera, de otras, de su universidad y del mundo a través de Internet. Para esto deberían dejarse libres por lo menos el 10 por ciento de los créditos.

3. En escuelas que ofrecen muchas carreras, como las de ingeniería, consolidar todas las carreras en un sola, más general, que tendría como especialidades las carreras que ahora se ofrecen y otras más que los estudiantes pudieran formarse, con ciertas reglas, eligiendo entre las materias que se imparten, después del 4º semestre. Esto no tiene costo y sí genera innovaciones.

4. Antes de establecer laboriosamente nuevas carreras deben probarse nuevos campos de estudio durante una temporada, añadiendo cursos optativos a una carrera establecida afín.

5. La medicina es la única carrera que se ofrece en México que tiene un mecanismo interno de modernización e innovación porque casi la mitad del tiempo los estudiantes lo pasan trabajando con profesionales en la práctica clínica en hospitales y así van acumulando créditos hasta llegar a una recepción profesional muy sencilla. Este modelo debería copiarse en otras carreras, como la de ingeniería. Los alumnos deberían poder pagar una parte de sus créditos con trabajo al lado de profesionales, fuera de la escuela.

Todas las propuestas anteriores para combatir la rigidez de nuestro sistema educativo superior están basadas en tres conceptos:

1)Dar libertad a las escuelas para experimentar.
2)Dar libertad a los alumnos para escoger su ruta de estudios.
3)Acercar a las escuelas a la realidad de la práctica profesional.

Para bien del país esperamos que se siga ese camino, ya no se puede controlar más.



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