iglesia

Fachada como se encuentra ahora.

Se funda el Convento de la Limpia e Inmaculada Concepción de Nuestra Señora de Caracas, en toda una manzana, en el año de 1575, por Fray Alonso Vidal, con siete religiosos franciscanos, éste fué el primer Convento en Caracas.

En 1577 era el monasterio de San Francisco de tapias no durables, y de paja o pajizas, la Capilla pública estaba junto al convento, en la esquina de San Francisco, fue llamada desde el principio Capilla de la Inmaculada Concepción. El aspecto de la Capilla se modificó cuando a ésta única nave se añadiron dos Capillas laterales, construídas por personas pudientes: la de Nuestra Señora de la Cabeza y de San Juan Bautista (de la Degollación de San Juan Bautista). Así se mantiene hasta 1641 en que se derrumbó todo por el terremoto de 1641, luego fué reconstruída.

Fachada durante el siglo XVIII. Litografía de W.Stapler

En 1745 el Guardián del Convento Fr. Andrés de Vélez, acometió la remodelación total de la Iglesia de San Francisco, derrumbando las capillas que rodeaban la nave central, hizo tres naves, elevó la nave central, los arcos intercolumnales, aumentó la fachada, elevó el dintel de la puerta principal, para facilitar la salida de las imágenes en procesiones, e hizo un campanario a la derecha donde se ubicó la sacristía. También derrumbó la Capilla de los Terceros y ocupó parte de ella para poner unos estribos muy grandes para sostener la capilla mayor de la iglesia.

Hubo otros dos terremotos uno en 1766 y otro en 1812, no se sabe si sufrió daños.

En 1882 muere el último Franciscano rector de la Iglesia, el Padre Carlos de Arrambide, quien se enfrentaba a Guzmán Blanco, en defensa de la conservación de la fachada de la Iglesia.

En 1887 Guzmán Blanco dicta decreto ordenando la reforma del Templo y creando una Junta donde participa el Pbro Dr. Calixto González., la obra se ejecuta entre 1888 y 1890, con el Presidente Juan Pablo Rojas Paúl.

En 1952 se realiza una remodelación con nuevos pisos de mármol, se cambian las lozas blancas y negras de Francia, sólo permanecen en la sacristía de la Iglesia, hasta hoy.