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Los
gatos domésticos pertenecen a la especie Felis catus, tienen 38
cromosomas y se clasifican dentro de la familia Felidae, orden Carnívora
y clase Mamífera. La mayoría de los especialistas en taxonomía
consideran que desciende del gato montés africano ( Felis líbyca) al
cual se lo considera actualmente como una variante más estilizada del
gato montés euroasiático ( Felis silvestris). Los
gatos poseen características comunes con el resto de los felinos, (1)
como por ejemplo cara corta, grandes ojos frontales, fuertes y largos
colmillos y eficientes muelas carniceras en ambas mandíbulas.
Según
cuentan los historiadores, el gato comienza a acercarse a los graneros en
el Antiguo Egipto ( 3000 años AC) atraido por la gran oferta de roedores
que por ese entonces se comían una buena parte de las cosechas de
aquellos primitivos agricultores (2-3). Para los egipcios, la llegada de
los felinos fue interpretada como un envío divino para proteger sus
cosechas. Esto, más su adoración posterior los llevaron a crear una
diosa llamada Bast (fig. Nº 1 ) que tenía cuerpo de mujer y cabeza de
gato; ella simbolizaba la fecundidad, la belleza y la luz entre otras
cosas. Aparentemente los romanos se encargaron de llevar el gato desde Egipto al resto de su vasto imperio, incluyendo Asia y Oriente y así lentamente pero con paso muy firme, el gato comienza a ocupar un nuevo espacio al lado del hombre como experto cazador de ratones. Desde aquel entonces ha corrido mucha agua bajo el puente y el gato ha sufrido variadas adoraciones y persecuciones ( casi se extingue en Europa en tiempos de la Inquisición) a lo largo de la historia. Así llegamos a fines del siglo pasado, donde se inicia la cría organizada y también comienza un cambio en la relación hombre-gato con un ascenso en la valorización como animal de compañía A esta altura de fin de siglo XX, el gato se ha posicionado como uno de los dos más importantes animales de compañía de toda la historia de la humanidad. En el año 1985 se registra por primera vez en EEUU que la población de felinos ( 50 millones), sobrepasaba la población de caninos ( 49 millones),(4) manteniéndose actualmente esa tendencia. En muchos países de Europa la cantidad de gatos es igual o superior a la de perros y en el resto de los países del mundo día a día sigue ganando posiciones. Trataré de definir cuales son las características felinas que han logrado desplazar al perro como principal animal de compañía en la mayoría del mundo desarrollado y cuyos pasos seguirá inexorablemente el resto del planeta.
LA FASCINACIÓN DE LA ESTÉTICA Y EL MISTERIO El gato, al igual que sus primos salvajes, reúne una serie de cualidades estéticas sumamente valoradas por el ojo humano. La armonía y el equilibrio de sus formas ( fig. Nº 2 ), produce un efecto de belleza insuperable . La elegancia y plasticidad de sus movimientos, que provoca que en ocasiones pareciera estar caminando en el aire, se nos representa como una maquinaria perfecta, sobre todo cuando despliega su destreza predatoria. Cuando no alcanzamos a comprender un fenómeno, se nos convierte en un misterio y crece nuestro interés en el mismo. El comportamiento y la personalidad del felino, tantas veces catalogado de enigmático sigue siendo, a través de los siglos , ni más ni menos que eso, un misterio. Sólo sabemos que en su mayor parte está regido por su código genético de conducta y recién en los últimos años estamos comenzando a interpretarlo. Este es uno de los grandes desafíos que afronta actualmente la etología. Creo que si hay una palabra que puede definir la sensación del hombre frente al gato, esta es fascinación.
LA IMPORTANCIA DE LO PRÁCTICO Además de los valores enunciados en el ítem anterior, el gato posee tres cualidades prácticas que sin ninguna duda, determinan su rol como animal de compañía (5). 1-Cualidad higiénica: comprende el aseo personal y la eliminación de las deyecciones. El aseo personal se realiza escrupulosamente a través del lamido. La lengua, con sus espinas dirigidas hacia atrás, funciona como un verdadero cepillo. El lamido también es una forma de contacto social entre madre e hijo, entre adultos y entre gatos y personas. La eliminación de las deyecciones (fig. Nº 3 ) en un lugar fijo ( cajón sanitario), es la más importante y determinante de las cualidades del gato, y a los fines prácticos es la responsable del desplazamiento del perro en los departamentos. Estos últimos deben salir dos o tres veces por día a la calle, con su propietario, para hacer sus necesidades, mientras que el gato se las arregla solito dentro la casa. 2- Cualidad económica: esto se basa principalmente en el gasto de alimentación, que es el mayor costo de mantenimiento. Sabemos que el consumo de alimentos es proporcional al tamaño de los individuos y como el gato es un animal pequeño (puede tener entre 3 y 5 kg de peso) la ingesta de alimentos es realmente muy baja. 3-
Cualidad sociable: el gato es un animal de comportamiento sociable porque
es capaz de convivir en relativa armonía con individuos de su misma y de
otras especies como la humana. Ejemplos de su sociabilidad son la búsqueda
de la compañía de su propietario, la solucitud de caricias, dormir junto
a él en su propia cama, etc. Entre gatos, si hay alimento y espacio
suficiente, hay acicalamiento mutuo, juegan y duermen juntos y hasta hemos
observado el cuidado de camadas en forma comunitaria y la depresión por
la pérdida de un compañero.
RUBÉN MARIO GATTI (*) Articulo originalmente publicado en la Revista de la Sociedad de Medicina Veterinaria, Vol 79 N°5, oct/1998. LA DEFINICIÓN TAXONÓMICA
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