- Como ve, lo hemos estado vigilando desde hace tiempo, Sr. Anderson.
Parece que ha estado viviendo dos vidas.
En una, es usted Thomas A. Anderson escritor de programas
para una respetable firma de software.
Tiene número de seguro social. Paga sus impuestos.
Y hasta le ayuda a la casera a sacar su basura.
La otra vida la vive en las computadoras
donde se le conoce por su alias, "Neo"
y donde ha cometido todos los crímenes de computadora que existen.
Una de esas vidas tiene un futuro.
Y la otra, no lo tiene.
Voy a ser lo más directo que pueda, Sr. Anderson.
Usted está aquí porque necesitamos su ayuda.
Sabemos que lo ha llamado cierto individuo.
Un hombre que se dice llamar "Morfeo" .
Todo lo que Ud. crea saber sobre este hombre es irrelevante.
Muchas autoridades lo consideran el hombre más peligroso que existe.
Mis colegas creen que estoy perdiendo el tiempo con usted.
Pero yo creo que Ud. desea hacer lo correcto.
Nosotros estamos dispuestos a olvidar su pasado darle un nuevo comienzo.
Y a cambio, sólo le pedimos su cooperación
para llevar a un terrorista conocido ante la justicia.
- Sí. Suena excelente el trato.
Pero creo que tengo uno mejor.
¿Qué tal si yo les digo que se vayan al diablo
y Uds. me dan mi llamada?
- Sr. Anderson me decepciona.
- No me asusta con sus tácticas de Gestapo.
Conozco mis derechos.
Quiero mi llamada telefónica.
- Dígame, Sr. Anderson ¿de qué sirve una llamada
telefónica, si no puede hablar?
