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Motivación es el proceso por el cual la necesidad insatisfecha de una persona genera energía y dirección hacia cierto objetivo cuyo logro se supone habrá de satisfacer dicha necesidad. Los estados emocionales están, por consiguiente, en continuo flujo, en un estado de crecimiento y declive perpetuo (Reeve, 1994). Según este autor, la motivación es también un proceso cíclico y lo divide en cuatro etapas: la anticipación, la activación, la retroalimentación y el resultado. Esta definición de la motivación está dirigida a todo aspecto del comportamiento humano. La motivación ha sido explicada desde la perspectiva de diferentes teorías, como por ejemplo, la teoría conductista, la teoría psicodinámica y la teoría de la jerarquía de las necesidades. Cada teoría explica el concepto de motivación desde un enfoque diferente, dándole una amplia gama de definiciones y características.
Para dar una breve historia de la motivación en el industria no habría que remontarse más allá de la revolución industrial.  Antes de la revolución industrial de mediados del siglo pasado, nadie se ocupó de manera sistemática en los problemas de la motivación de los empleados.  Las cuestiones a cerca de la utilización de los esfuerzos humanos o la motivación para trabajar no eran particularmente importantes o significativos.  Todo eso cambió bajo el impacto de la revolución industrial (Dunnette, 1989).  Según Dunnette (1989), la inversión de capital en tierras, fábricas y maquinaria se elevó en espiral; las innovaciones en el mercadeo no solamente satisfacieron la demanda del comsumidor sino que empezaron a ampliarla.  Frente a la amenaza de una fuerte competencia los propietarios presionaron cada vez máspara aumentar la productividad.  Súbitamente, se dirigió la atención al empleado en el aspecto individual y los problemas acerca de su eficiencia y motivación se volvieron muy importantes.
El tema de la motivación como concepto admite dos enfoques complementarios a saber: el enfoque psicológico y el enfoque socio-organizacional. El enfoque psicológico tiende a explicar el funcionamiento interno de la persona, en el que importan las estructuras básicas de la personalidad, el componente orgánico, el historial personal y sus anomalías. El enfoque socio-organizacional está más dirigido a las condiciones de la organización, la tarea, la política de recursos humanos y otros factores externos que afectan la motivación de la gente.
En el ámbito de las organizaciones es habitual plantearse si alguien está motivado, si un determinado grupo está motivado o si la gente en general está motivada. Ahora bien, cuando se emplea el concepto de motivación en dicho ámbito es evidente que la definición introducida anteriormente resulta incompleta porque la persona o el grupo pueden estar motivados para perjudicar a la organización. Esto se debe a que existen varios sistemas motivacionales de naturaleza aversiva o negativa (Reeve, 1994). La motivación en general, es algo implícito, ya que nadie se sienta a pensar cómo su nivel de motivación está afectando su rendimiento en el trabajo. Por consiguiente, el desempeño de la persona o el grupo pueden estar perjudicando a la organización sin intención.
Este aspecto de la motivación requiere, desde el punto de vista de la organización, que a los tres elementos mencionados anteriormente haya que arreglarles dos condiciones: que la persona tenga cierto grado de satisfacción general con la organización, sin perjuicio de la necesidad puntual insatisfecha inherente a la motivación específica y que el objetivo de la persona sea convergente con los objetivos de la organización (San Miguel 1991).
La motivación puede darse de dos maneras diferentes: intrínseca o extrínsecamente. La motivación intrínseca es auto-regulada y generalmente surge de intereses, necesidades y reacciones personales al propio comportamiento. Un ejemplo de este

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MOTIVACION
EN EL TRABAJO