Advertencia: Esta historia está basada en los personajes de la serie Xena: Warrior Princess. Xena y Gabrielle, son propiedad de Universal Studios y de Renaissance Pictures, al igual que alguno de los otros personajes que puse en mi historia, otros son nombres comunes si te llamas así, bienvenida a mi historia. No pretendo infringir los derechos de autor con esta historia ficticia producto de mi imaginación, esto ha sido escrito solo para entretener a los fanáticos de la serie.
ADVERTENCIA DE VIOLENCIA: sí hay violencia.
ADVERTENCIA DE AMOR /SEXO: Esta historia describe una relación de amor y sexo entre dos mujeres adultas. Si eres menor de 18 años o esta clase de historias te molesta por favor no la leas...
Dedicación: Se lo dedico a todos aquellos que creen en el amor porque ya lo han encontrado y a los que no creen también, pues sé que es cuestión de tiempo creer en el amor y encontrar a esa persona que te llene el alma... cuando encuentres a tu alma gemela sabrás que valió la pena esperar... también se lo dedico humildemente a ciertas personas que aunque por el poco contacto que tuve me he dado cuenta de sus valores, a ti Iskalliz por tu poesía y sigue, tienes mucho talento, a ti Eugenia por tu simpatía, tienes mucha energía que no se te acabe nunca, a ti Keynax por tus comentarios y experiencias de vida y por supuesto también te lo dedico a "VOS" porque sos muy importante para mí, gracias por todo lo que me enseñaste a compartir, por tu ternura y tu bondad... tqymevfmv...
Y sobretodo a ti lector gracias por leer a los bardos, gracias por permitirnos darte un poco de nuestra imaginación... Mucha suerte y saluditos!!! Hasta otra oportunidad...
COMENTARIOS: puedes enviar tus sugerencias a labardita2005@hotmail.com


UN AMOR... ¿IMPOSIBLE?

Por: La Bardita

Quinta parte

Y llego el día del duelo...

Gabrielle: ya estoy lista, no veo la hora de terminar con esto...
Ephiny: sí te entiendo...
Melosa: su atención... por favor... ya están dadas las condiciones para efectuar el reto a muerte... Gabrielle por favor, ven... Leyra... acércate...

Las dos se acercaron a Melosa quien les dio un abrazo a cada una, y luego se pusieron en posición de combate, Gabrielle con su cayado en la mano y Leyra con dos palos... rodeadas por un círculo de amazonas comenzó la lucha...

Leyra: seré la nueva reina... ya verás...
Gabrielle: habla menos y pelea...

Sus palos comenzaron a sonar con fuerza, chocaban entre sí, hasta que Leyra con un movimiento ágil le dio en la pierna a Gabrielle quien casi se cae... luego Gabrielle se recuperó a tiempo y le dio con su cayado en las costillas, Leyra se dobló del dolor, todas gritaban que aprovechara la situación y le pegara de nuevo más fuerte para hacerla caer al suelo, pero Gabrielle se asustó por la cara de Leyra y creyó que la había lastimado mucho y se acercó demasiado para ayudarla, cuando Leyra vio el movimiento de Gabrielle que estaba indefensa, le dio fuerte en la parte de atrás de la rodilla y la hizo caer... todas gritaban, querían ver más sangre, luego se puso sobre Gabrielle y comenzó a darle golpes en la cara, la barda estaba muy mareada, pero logró buscar su concentración, y le dio un fuerte golpe con su cabeza en la nariz, haciéndola ver las estrellas, la sangre brotaba del rostro de Leyra, quien ya estaba para el desmayo del dolor... pero esta vez Gabrielle ya no se acercaría sin defensa, la barda se levantó y quedó en guardia con su cayado... por su parte Leyra se tambaleaba de un lado a otro, mientras el resto de amazonas la empujaban de nuevo al círculo, y le gritaban a Gabrielle que terminara con Leyra, era un duelo a muerte, pero Gabrielle no era así... ya había visto demasiada sangre... y habló...

Gabrielle: ¡¡ya basta!! Ya se terminó esto...
Amazonas: ¡es a muerte, debes matarla!...
Gabrielle: no lo haré, ya aprendió su lección... Melosa, no puedo matar a sangre fría...
Melosa: esta bien Gabrielle, tienes un gran poder de decisión... por eso quiero que seas mi descendiente... sé que lucharás por nuestra tribu, y lo harás bien...
Amazonas: bien por nuestra reina Gabrielle... - todas gritaban a favor de la barda.

Por su parte Leyra se estaba reponiendo del golpe en la nariz... y no soportó que Gabrielle le haya ganado, así que sacó de su bota un puñal y corrió hacia donde estaba Gabrielle, al lado de Melosa, fue todo muy rápido, la apuñalaría por la espalda, pero Melosa la vio justo y empujó a Gabrielle pero Leyra venía con tanto odio que siguió su carrera hacia delante y apuñaló a Melosa en el estómago... fue un caos, todas gritaban, Melosa estaba cayendo lentamente, Gabrielle le dio sus brazos, a Leyra la atraparon varias amazonas, Gabrielle lloraba desconsoladamente...

Gabrielle: Melosa, por favor, no me dejes... noooo... no te mueras, por favor... - la sangre manchaba sus manos, ya se apagaba la vida de una gran reina.
Melosa: Ga... gaa... bbbriellee... serás una buena reina... - así se despidió con su último aliento.
Gabrielle: nooooooooo...

Todas estaban muy conmocionadas, nadie podía creerlo... Gabrielle dejó el cuerpo inerte de Melosa sobre el suelo y se dirigió con todo su odio hacia Leyra...

Gabrielle: maldita, maldita... - le dio dos golpes fuertes en su cara, la sangre de Melosa aun en sus manos mancharon la cara de Leyra - esta sangre te perseguirá por siempre, ¡asesina!
Amazonas: sí es una asesina debemos matarla...
Gabrielle: soy la nueva reina ahora... y ella tendrá su castigo, por la ley amazona...
Leyra: sí merezco lo peor... yo quería matarte a ti, ¡maldita!, viniste para arruinarme la vida...
Gabrielle: la vida te la arruinaste sola, mataste a tu reina... y lo pagarás...
Leyra: tú no me asustas...
Gabrielle: tu castigo será el destierro...
Todas: nooooo, que muera... la traidora mató a la reina...
Gabrielle: si la matamos, seremos igual que ellas, no tendrá el castigo de vivir con su conciencia... vete, no quiero verte nunca más, si vuelves a pisar tierra amazona, morirás, lo haré yo con mis propias manos... pero antes llevarás en tu piel marcada la palabra asesina, para que nadie más te de la espalda, para que nadie más confíe en ti, para que no puedas vivir con nadie, para que la soledad sea tu castigo, la falta de confianza de la gente...

Mientras preparaban el funeral de Melosa, Leyra era desterrada de la tribu, con una marca en el pecho, la palabra "asesina"...

Pasaron varios días, Gabrielle se hizo cargo de todo, tenía en la sangre el poder de ser reina... ya se vestía como tal, Ephiny se convirtió en su mano derecha, el resto de la tribu la adoraba, conoció aún más las costumbres de la tribu, y esas amazonas se convirtieron en su familia... salvo en las noches, cuando volvía a pensar en Xena, no la podía quitar de su mente y menos de su corazón...

La vida para Gabrielle en la aldea se había vuelto su única manera de olvidar a Xena quien no había vuelto ha aparecer en todo ese tiempo... muchas mujeres la deseaban pero ella tenía su corazón solo para Xena... y siendo reina no podía abandonar la aldea por mucho tiempo, especialmente porque las cosas no estaban muy bien con ciertos grupos de bandidos que estaban a su alrededor y se querían adueñar de la aldea, además que ya tenía noticias de los romanos que necesitaban esa zona por estrategia para poder destruir a Pompeyo... Había salido algunas veces para ver a su familia, y a veces se encontraba con sus amigos... especialmente un día en que se encontró con Pérdicas y el hijito que tuvo con Triasta, en un pueblo cercano al suyo, fue un lindo encuentro, recordar los viejos tiempos...

Y así el tiempo pasó y pasó... entre recuerdos, entre tristeza y soledad para ambas a pesar de estar rodeadas de tantas personas se sentían solas porque no estaban juntas, unidas por el amor...

En un amanecer de tantos...

Gabrielle: Ephiny llama a Celia, quiero que vaya al pueblo de Critonis, necesito que traiga provisiones, quiero algunas telas, para hacerles unos lindos vestidos a las niñas que cumplen otro verano...
Ephiny: Gabrielle eres tan buena...
Gabrielle: me gustan mucho las niñas... y no hay nada más lindo que darle un regalo a un niño, niña en nuestro caso...
Ephiny: sí, viste como se le iluminan los ojitos, una sonrisa de un niño, te ilumina el alma... te quedaste pensando... Gabrielle, te gustaría tener hijos...
Gabrielle: lo pensé mucho tiempo, hubo un tiempo en que pensaba en ellos...
Ephiny: ¿tuviste prometido?... nunca me dijiste si estabas enamorada...
Gabrielle: sí tuve prometido... y también enamorada pero no de él...
Ephiny: ¿no de él? ¿por eso te fuiste?... a buscar a tu amiga, esa amiga que nunca me dijiste quien es... ¿te enamoraste de una mujer Gabrielle?
Gabrielle: sí...
Ephiny: ¿y qué pasó?
Gabrielle: se fue, me dejó... y mi vida tomó otro rumbo... y ya no me importaba tener hijos, solo quería estar con ella y ya ves, no tengo hijos y tampoco a ella... disculpa me hace mal hablar... pero sí te digo que me gustaría tener hijos si la tuviera a ella, para vivir, para compartirlos con ella...
Ephiny: te entiendo... lo siento, no quise ponerte mal...
Gabrielle: está bien Ephiny, ya debería sobreponerme... pasó mucho tiempo... no te preocupes, ve a llamar a Celia... por favor...
Ephiny: sí, mi reina - le dio una linda sonrisa.

Ephiny se retiró y Gabrielle quedó en silencio con su pensamiento en Xena, ya no tenía ninguna esperanza de volver a ver a la guerrera...

En la cabaña de Gabrielle:

Celia: permiso mi reina, ¿puedo entrar?
Gabrielle: sí, pasa...
Celia: buenos días...
Gabrielle: hola, mira te mande a llamar porque quiero que vayas al pueblo de Critonis, para traerme una telas, que sean lindas, vistosas con lindos colores, es para hacerles unos vestidos a las niñas que cumplen otro verano...
Celia: ¡¡oh!! ¡qué linda idea!... ¿cuándo parto?...
Gabrielle: hoy mismo... quiero que vuelvas pronto, y no te quedes por ahí paseando que te conozco...
Celia: jaja, es verdad que me conoces bien... bueno ¿a qué mujer no le gusta ir de compras?...
Gabrielle: cierto, en un tiempo fui como tú...
Celia: ¿y por qué no vamos juntas?...
Gabrielle: no puedo, debo quedarme, además ya dije que no volvería a salir de aquí...
Celia: pero algún día tendrás que hacerlo... no puedes quedarte toda la vida en la aldea...
Gabrielle: ya mi tiempo pasó... ya nadie me espera en otro sitio...
Celia: bueno... eso el tiempo lo dirá...
Gabrielle: toma, aquí tienes suficientes denarios para traer telas para hacer los vestidos, necesitamos para 4 niñas... con esto estará bien...
Celia: sí, es bastante... bueno me voy ahora mismo... volveré mañana a la noche...
Gabrielle: sí, te espero, que la Diosa Artemisa te proteja...
Celia: gracias mi reina... - hizo una reverencia y se fue.

Celia, luego de estar un día cabalgando llegó al pueblo de Critonis y en ese momento se encuentra con Xena, en la puerta de la posada del pueblo, su corazón palpitó como mil caballos galopando, hacía mucho tiempo que no veía a la guerrera quien estaba cada vez más hermosa, sus ojos brillaban a la luz del sol, ese atardecer que le iluminaba el alma... Celia quiso acercarse a Xena como siempre, muy sugestivamente y seduciéndola, pero la guerrera aun no estaba preparada para olvidar a Gabrielle así que por celos Celia no le dijo que Gabrielle era la nueva reina, cuando Xena le preguntó por Melosa le dijo que había muerto pero le dio otro nombre a la reina nueva, Xena le dijo que quizá con mas tiempo algún día iría a conocerla pero ahora no tenia mucho tiempo, en dos días debía seguir viaje, Celia por su parte luego de ver a Xena, supo que estaba triste, que tenía la misma mirada que su reina, y ella era la única que sabía el secreto de ambas y luego de comprar todo lo necesario volvió a la aldea y se sintió mal al ver el dolor que tenía Gabrielle en sus ojos, no era feliz, y ella era la única en la aldea que sabía el por qué, cuál era la causa de su tristeza... Celia se dio cuenta que fue una egoísta y celosa, se dio cuenta del amor que se tenían, así que decidió decirle a Gabrielle la verdad, que entre ella y Xena nunca había pasado nada...

Celia: Gabrielle, aquí tengo todo...
Gabrielle: ¡oh! ¡qué hermosos colores!... te felicito tienes muy buen gusto...
Celia: tú también...
Gabrielle: ¿mmm?...
Celia: sí, en mujeres...
Gabrielle: ¿en mujeres? no entiendo...
Celia: Gabrielle... debo hablar contigo...
Gabrielle: dime... te noto muy tensa... ¿qué pasa?
Celia: déjame hablar... ansiosa... es sobre... Xena...
Gabrielle: ¿Xena?
Celia: sí, sé muy bien que es a ella a quien amas... por eso te dije sobre el gusto en mujeres, Xena es muy hermosa - Gabrielle la miró sorprendida - lo sé desde el día en que llegaste cuando diste aquel suspiro, había tanto amor en ti, que aún lo recuerdo y supe que era por ella... sé que te dije que estuvimos juntas, pero - bajo su cabeza - no es cierto... ella nunca me dejó acercarme, ella ama a otra persona y me di cuenta que esa persona eres tú... Gabrielle perdóname ya no puedo verte tan triste y por mi culpa, por decirte que ella cada vez que venía estaba conmigo... nunca fue así, ese fue solo un lindo sueño que tuve siempre, pero nunca se me cumplió...
Gabrielle: Celia... no sé... gracias Celia... me has sacado un verdadero peso de encima, pero ya ves, igual ella no ha vuelto... por eso también me llamó la atención, si te amaba tanto hubiera vuelto por ti...
Celia: bueno ya ves que nunca fue así, tienes razón, si me amara tanto hubiera vuelto... o hubiera regresado conmigo...
Gabrielle: no entiendo...
Celia: por eso te lo digo, la vi en el pueblo al que me mandaste...
Gabrielle: ¿lo dices en serio?
Celia: sí, por eso quise decirte la verdad, pues tampoco le dije que tú eras la nueva reina, lo siento...
Gabrielle: esta bien, dime, ¿cuánto hace de esto?... tal vez llegue a encontrarla...
Celia: sí, puede ser que la encuentres, si te das prisa...
Gabrielle: hace tanto que quiero verla... - la barda temblaba.
Celia: aun la amas, se te iluminaron los ojos, debemos darnos prisa... le diré a la guardia real que prepare todo para partir...
Gabrielle: espera, no puedo irme, vienen las reinas de las otras aldeas, ¡maldición!... ve tú rápido, y dile que yo quiero verla, que soy Gabrielle de Potedia, la nueva reina, mmm... conociéndola bien, no te lo va a creer, pero dile... dile... que conseguí muchos denarios para pagarle por sus brazos en las noches de frío... dile eso, ella sabrá que soy yo, entenderá... vete... apresúrate, no puedo perderla otra vez...
Celia: sí Gabrielle lo haré... me gusta verte sonreír...
Gabrielle: sí, sí, vete, vete...

Y así Celia se fue rápidamente de nuevo hacia ese pueblo, mientras Gabrielle tenía que hacer de anfitriona en su aldea, con el corazón en la boca... ¿la encontraría por fin? ¿la vería de nuevo? ¿se perdería en sus ojos?... - "mi amor sigue tan fuerte como el primer día", pensó...

En tanto Celia ya había cabalgado mucho y llegaba al pueblo en donde se encontraba Xena... cuando justo vio a la guerrera que partía...

Celia: Xena, Xena... espérame...
Xena: mmmm Celia otra vez ¿que querrá? - pensó.

Cuando Celia se acercaba a Xena que le faltaba poca distancia, unos hombres que se estaban peleando con espadas se cruzaron en su camino y ella trató de esquivarlos pero uno de ellos sin querer le traspasó la espada en su cuerpo, Xena corrió a su lado, mientras el hombre gritaba desesperado... no fue mi intención lo juro, no fue mi intención...

Xena: a un lado estúpido... Celia, Celia, ¿puedes oírme?
Celia: - agonizando - Ga... bbriiiellll... eee... - y murió en los brazos de Xena.
Xena: córranse, váyanse todos, ¡malditos!, mataron a una gran mujer...
Hombre: fue un accidente, ella se cruzó en nuestra pelea...
Xena: debería matarlos a ambos... Celia, Celia... - la abrazó fuerte y se quedó pensando, le pareció que había dicho Gabrielle... ese nombre tan bello... no entendió nada... se dijo que fue producto de su imaginación... como siempre, cada vez que la recordaba a la barda...
Hombre: ¿qué haremos con ella?...
Xena: ustedes nada, ya hicieron suficiente, le quitaron la vida...
Hombre: lo siento...
Xena: ella es amazona, la llevaré a su tierra, para que le hagan el funeral allí... - el hombre asintió con la cabeza, y Xena cargó en sus brazos a Celia - no pensé que te llevaría entre mis brazos alguna vez, me lo pediste tantas veces, y ahora estas muerta... ¡Dioses! ¿por qué?... - gritó desesperada...

En tanto Gabrielle llegaba a un acuerdo con las otras dos reinas, pero debían firmar un tratado sobre los convenios a tratarse en la siguiente reunión, pero deberían ir a la otra aldea, era lo que se acostumbraba, la firma final se hacía en la aldea del sur... ella no quería irse, aun esperaba tener noticias de Celia y sobretodo de Xena, pero no podía retrasar mas la firma del tratado, así que se fue de la aldea, y cuando llegó Xena con Celia muerta, nadie podía creerlo... le hicieron el funeral, Xena, se quedó solo para eso, por respeto... no podía quedarse más tiempo la esperaban en otro sitio urgente, ya se había retrasado bastante por el asesinato de Celia... así que partió en cuanto terminó el funeral...

Ephiny: Xena, lamento verte de nuevo en estas circunstancias...
Xena: lo mismo digo... debo irme, tengo otros asuntos que arreglar... me quedaría ya sabes, pero es urgente... me necesitan...
Ephiny: sí lo sé, siempre corriendo... ahora no entiendo que hacia Celia en ese pueblo, si ya había ido cuando la reina la mandó...
Xena: sí, no sé que hacía ahí... yo la había visto la primera vez, y me dijo que volvía a la aldea, hasta les mandé saludos a todas ustedes... pero veo que salió enseguida nuevamente...
Ephiny: sí, ni yo sabía que se había ido de nuevo... supongo que Gabrielle sabría... cuando vuelva y se entere de esto... ¡¡Dioses!! - se tomó la cabeza.
Xena: ¿Gabrielle?...
Ephiny: sí Gabrielle, ella reemplazó a Melosa cuando murió en manos de Leyra, la sobrina...
Xena: a Leyra sí la recuerdo... mmm... Gabrielle... - dijo su nombre con nostalgia - así que tu reina se llama así, me pareció escucharla a Celia en el último suspiro pero es que ese nombre... lo llevo tan adentro que pensé que era mi imaginación...
Ephiny: bonito nombre...
Xena: sí lo es... bueno, dale mis respetos a tu nueva reina...
Ephiny: si lo haré es una lástima que no este, ella viaja mucho... bueno ahora no tanto, es raro, dejó de viajar buscando no se a quien... ahora fue hasta la otra aldea para firmar un tratado...
Xena: ¡linda Reina! te deja todo a ti...
Ephiny: es solo a veces, es muy buena reina, aquí la queremos mucho, se ha ganado nuestro corazón, es una gran mujer, te gustará conocerla...
Xena: bueno, otro día será, dile que lo siento mucho, lo de Celia, pero no pude hacer nada, fue todo tan de golpe...
Ephiny: lo sé Xena, si hubiera estado a tu alcance seguro la habrías protegido con tu vida...
Xena: sí Ephiny, es una lástima, era tan joven... y siempre me preparaba la cabaña, la extrañaré cuando vuelva algún día...
Ephiny: sí todas lo haremos...
Xena: bueno, me voy... adiós amiga... - se abrazaron.
Ephiny: adiós Xena, y vuelve cuando quieras... lástima que no pudiste conocer a la reina, seguro te gustaría, es muy dulce y bonita - le guiñó un ojo.
Xena: mi corazón aun sigue ocupado... por aquella mujer que te conté una vez...
Ephiny: sí lo recuerdo... ¿aún no volviste a verla?...
Xena: adiós... lo siento, no puedo hablar de ella - montó a Argo y se fue, como vino, rápido como el viento.
Ephiny: adiós - y luego recordó, claro el nombre de aquélla mujer era Gabrielle.

Cuando Gabrielle volvió a la aldea, no podía creer lo que Ephiny le contaba...

Ephiny: lo siento mucho Gabrielle, Xena no pudo hacer nada...
Gabrielle: Xe... na... ¿ella se fue?
Ephiny: si, estaba muy apurada, cierto tú no la conoces... me dijo que quizás un día volvería para verte...
Gabrielle: siempre lo mismo... - susurró.
Ephiny: ¿dijiste algo?
Gabrielle: no, nada... sólo pensaba en voz alta... y dime, pobre Celia... tan joven, ¿no pudo defenderse?
Ephiny: fue un accidente, me dijo Xena, que la llamó a ella y se cruzó en el medio de una pelea, no se dio cuenta y uno de los hombres la atravesó con la espada...
Gabrielle: ¡¡¡maldito!!! y esa... Xena... ¿no hizo nada al respecto?
Ephiny: no pudo... no llegó a tiempo, fue todo muy rápido...
Gabrielle: entiendo... bueno al menos tuvo un buen proceder el de traerla a nuestra tribu para hacerle el funeral como se lo merecía...
Ephiny: sí... en ese sentido Xena... es muy tradicional... sabe nuestras costumbres.
Gabrielle: bueno iré a descansar un poco, este viaje me ha cansado bastante...
Ephiny: sí... te veo muy cansada...
Gabrielle: sí - bajó su cabeza, más que cansada estaba triste por Celia, y desilusionada por Xena, la volvía a perder, y siempre le quedaría la duda si Celia llegó a decirle que su reina era ella "Gabrielle de Potedia", si era así, acaso Xena ya no quería ¿volver a verla? Pues si no se quedó... o a lo mejor Celia nunca llegó a decirle quien era la nueva reina... ahora la duda le volvía a romper el corazón... Xena, ¿la había olvidado? ¿la amaba aún?... esa noche no durmió, como tantas que había vivido...

En las cercanías de la aldea amazona cierto día...

Hombre: ayuuu... da, por favor necesito ayuda... - estaba muy herido, casi agonizando.
Solari: escucho una voz... Solita... ¿tú no?
Solita: sí Solari, viene de allí... - señaló detrás de un árbol.
Solari: ve a ver, yo te cubro... ten cuidado.
Solita: sí, lo tendré...
Solari: ¿y? ¿qué pasa?
Solita: es un hombre, esta muy mal herido... ayyyy...
Solari: ¿qué te pasa?
Solita: se movió... me toco el pie...
Solari: ¡tonta!, ven para aquí... iré a ver yo...
Solita: sí ven, tiene mucha sangre... un horror...
Hombre: - agonizando - a... gua... por favor...
Solari: esta vivo...
Solita: si me tocó el pie, seguro esta vivo...
Solari: graciosa... trae un poco de agua...
Solita: pero no podemos, es un hombre...
Solari: por eso, porque es un hombre hay que ayudarlo, así sea un animal, si alguien te pide agua hay que darle agua...
Solita: pero... y la reina ¿que dirá?...
Solari: nada, no hay alma más pura que la de la reina Gabrielle, ella seguro haría lo mismo... ¡y trae el agua de una vez!... ¡apresúrate!... y deja de hablar... ¡arggggrrr!...
Solita: esta bien, no te enfades... toma, aquí tienes...
Solari: ayúdame... levántale la cabeza...
Hombre: - bebió agua lentamente - gra... cias...
Solari: de nada, estas muy mal herido, te llevaremos a nuestra aldea, pero te aviso que allí no pueden entrar hombres, no sé cuanto puedas quedarte...
Hombre: ya me has ayudado... no... quiero... na... - y se desmayó.
Solari: vamos a llevarlo...
Solita: ¿estás segura?
Solari: sí, vamos... - ambas lo cargaron en un caballo y Solari lo llevó hacia el centro de la aldea, Solita se quedó para hacer guardia.

En el centro de la aldea...

Solari: ¡¡¡ohhh!!! Tranquilo...
Ephiny: ¿quién es?
Solari: estaba herido y necesita ayuda...
Ephiny: no debiste traerlo aquí, mira por sus ropas parece romano...
Solari: cierto... lo siento...
Gabrielle: ¿qué pasa aquí? ¿quién es?
Ephiny: parece un soldado romano...
Solari: lo siento, mi reina, es que lo vi muy mal herido y supuse que... me equivoqué al traerlo...
Gabrielle: esta bien Solari no te aflijas, hiciste lo correcto, siempre hay que ayudar al necesitado y este hombre esta muy mal, llévalo a lo de Silvistis la curandera...
Solari: con gusto lo haré...
Ephiny: Gabrielle, ¿crees que es buena idea?, pertenece a nuestro enemigo...
Gabrielle: ahora necesita ayuda, luego veremos, hay que sacarle información, cuando se recupere veremos que hacemos con él...

Pasaron los días y Gabrielle iba todos los días a verlo, quería saber sobre su estado de salud, el hombre iba mejorando, era muy guapo, cuerpo atlético y dorado por el sol, rubio de ojos celestes, esos ojos tan claros que cuando los vio abiertos, solo un pensamiento se le cruzó por su mente, pensó en ella, en la luz que irradiaban sus ojos, una voz gruesa la saco de sus pensamientos...

Hombre: hola... te he sentido en todo el tiempo que estuve aquí... sé que has pedido por mí a tus Dioses...
Gabrielle: hola, sí lo he hecho... me alegra que te recuperaras... mi nombre es Gabrielle, soy la reina de las amazonas...
Hombre: ¿amazonas?... ¿tanto caminé?... disculpa, mi nombre es Horacio...
Gabrielle: Horacio... bonito nombre...
Horacio: lo mismo digo...
Gabrielle: ¿que tu nombre es bonito?
Horacio: no, jaja, digo que tú nombre es muy bonito, tanto como tú...
Gabrielle: - sonrojada - gracias por el cumplido... bueno, dime que hacías en nuestras tierras... por tu ropa eres romano...
Horacio: sí, lo soy... fuimos atacados por unos salvajes, logré escaparme pero muy mal herido, no pensé que había caminado tanto...
Gabrielle: ¿y por dónde estaban?
Horacio: mucho más al norte de aquí...
Gabrielle: dijiste que te atacaron salvajes... ¿quiénes son?
Horacio: es un ejército nuevo, lo lidera una mujer... la maldad que tiene esta mujer ni siquiera se compara con la que tuvo alguna vez Xena, la Princesa Guerrera... - el corazón de Gabrielle palpitó con mas fuerza, cada vez que la nombraban era una explosión interna.
Gabrielle: Xe... na... ¿sabes algo de ella?
Horacio: no... creo que me entendiste mal, ella no es la mujer que lidera a esas bestias, Xena cambió, ahora lucha por el bien...
Gabrielle: lo sé... y entonces cómo se llaman esas bestias...
Horacio: "Los Leopardos", están liderados por esta mujer, nadie puede verla, pues lleva una máscara, como una cabeza de leopardo... su consigna es matar a todos, y apoderarse de todo, armas, provisiones, gente que la ayude en su ejército, dicen que la motiva la venganza, y que cuando este lista, matará a la maldita que le destruyó la vida, a ella y sus amigas... pero nadie sabe quien es solo se dice que lleva una marca tanto en su cuerpo como en su alma, el odio, la venganza... esta arrasando por varios lugares... es raro que no sepan nada de ella, se esta haciendo conocida...
Gabrielle: pues la verdad no la conocemos, y si es tan inhumana mejor que no venga... Ven, iremos al salón ya te puedes levantar, comeremos allí... eso sí te pido que ni siquiera mires a las mujeres, aquí están prohibidos los hombres...
Horacio: pues con solo mirarte a ti, me basta y me sobra...
Gabrielle: gracias por los cumplidos, pero te pediría que ya no los hicieras...
Horacio: perdón, no quise incomodarte... es que eres muy bella, y me has ayudado tanto... pero si tienes compromiso, discúlpame nuevamente...
Gabrielle: esta bien... dejémoslo así... vamos, tengo hambre... mi estómago es testigo... - arggggaarr - ...jajaja... yo también tengo un leopardo en el estómago...

Y así pasaron varios días, Horacio se iba recuperando y enamorando perdidamente de Gabrielle, él le enseñó todo lo que sabía como hombre romano, ambos disfrutaban mucho de su compañía, estaban casi todo el día juntos, excepto cuando llegaba la noche cada uno iba a su cabaña, Horacio pensando en Gabrielle, y Gabrielle aún pensando en Xena...

Al otro día...

Ephiny: Gabrielle, ¿dime sientes algo profundo por Horacio?
Gabrielle: ¿dices amor?
Ephiny: sí...
Gabrielle: bueno le tengo aprecio, pero no estoy enamorada...
Ephiny: ¿y no piensas enamorarte nunca?, digo, pues hace mucho tiempo que nos conocemos y bueno, tú sabes... hay muchas mujeres que te quieren bien, y Horacio...
Gabrielle: sí, lo sé, no soy tonta... es que mi corazón pertenece a otra persona...
Ephiny: y nunca me dijiste a quien...
Gabrielle: lo siento, no es que no confíe en ti, pero me duele mucho su recuerdo...
Ephiny: lo siento, no quiero ponerte mal... sólo quería saber si Horacio tenía alguna oportunidad...
Gabrielle: nunca digas nunca, pero no creo ya te dije, mi corazón, ya pertenece a otra persona...
Ephiny: pero esa persona... hace mucho que no la ves... tal vez ya te haya olvidado, la distancia nos hace olvidar...
Gabrielle: si amas de verdad con toda tu alma y corazón, no hay distancia que pueda hacerte olvidar, ni siquiera el tiempo...
Ephiny: tu amor es muy profundo... pero tampoco puedes vivir con un recuerdo...
Gabrielle: eso esta en la fuerza de cada uno, yo sí viviré con su recuerdo porque el amor que llevo dentro, el amor que inspiró en mí, no se me irá con nada, ni por nadie.
Ephiny: entiendo... te cerraste al amor... si no es esa persona no habrá nunca amor para ti.
Gabrielle: correcto... y no es que me cerré al amor... esa persona es mi amor, esa persona es el amor, el amor de mi vida... y sin su amor no vivo...
Ephiny: en eso te creo pues te veo cada vez más triste... tal vez si la vas a buscar...
Gabrielle: ojalá supiera por donde... y sí estoy triste porque veo que pasa mi vida, mis momentos lejos de su amor, y quisiera aprovechar el tiempo, pues la vida es muy corta, para vivirla sin amor, especialmente cuando lo conociste...
Ephiny: has sufrido mucho Gabrielle... deberías probar con otras personas...
Gabrielle: gracias Ephiny... pero esa persona lo es todo para mí... el tiempo quizás la traiga de nuevo hacia a mí, y volveré a sonreír...
Ephiny: ojalá amiga, mereces ser feliz... busca esa felicidad...
Gabrielle: la felicidad tiene un solo nombre para mí, el nombre de la persona que amo con toda mi alma... - en ese momento entro Horacio que justo escuchó la conversación.
Horacio: disculpen, Gabrielle quería decirte algo a solas...
Ephiny: con permiso...
Gabrielle: luego nos vemos Ephiny... dime Horacio en que puedo ayudarte...
Horacio: Gabrielle, vine a decirte que te amo... no puedo vivir sin ti... quiero darte un hogar, una familia, quiero hacerte feliz...
Gabrielle: Horacio yo...
Horacio: no digas nada ahora, por favor si necesitas tiempo, piénsalo...
Gabrielle: Horacio, espera... sabes que te aprecio , pero no te amo... lo siento...
Horacio: Gabrielle, pero puedes intentarlo... por favor no sé que haré sin ti...
Gabrielle: Horacio, el amor nace solo, no se intenta... sería mentirte y no quiero...
Horacio: lo siento, me ilusioné tanto... te amo... sé que nunca me prometiste nada, pero me deje llevar por mis sentimientos, nunca había sentido algo así por nadie, te necesito, pero respetaré tu decisión, porque tú eres lo más importante para mí, y no quiero incomodarte con esto que siento...
Gabrielle: no sé que decirte... solo que, no podré nunca corresponderte, mi corazón ya está ocupado...
Horacio: quisiera conocer a esa persona algún día... la que me ha robado tu amor...
Gabrielle: nadie te ha robado nada, porque mi amor nunca fue tuyo...
Horacio: en mis sueños, en mis noches, sí lo fue, fuiste mía cada noche... será mejor que me vaya, no quiero atormentarme más con tus ojos, y tampoco hacerte sentir mal con esto que siento... mañana al amanecer partiré...
Gabrielle: ¿a dónde irás?
Horacio: por ahí, por donde me lleve el destino, ya no quiero ser soldado romano... ¿sabes? Aprendí mucho de ustedes, a sobrevivir, a llevar adelante una granja, creo que haré eso...
Gabrielle: es lo mejor para ti... seguro encontrarás a una mujer que te ame, eres un gran hombre, mereces ser feliz...
Horacio: tú también eres una gran mujer, y mereces ser feliz... ojalá esa persona que se adueñó de tu corazón, regrese pronto a ti... Gabrielle... nunca te olvidaré... adiós...
Gabrielle: adiós Horacio... - se abrazaron fuerte.

Llegó el amanecer y Horacio se despidió de todas las amazonas, había caído muy simpático en la aldea, las mujeres pensaron que se quedaría por Gabrielle, pero luego se supo que la reina lo había rechazado como había hecho con varias, y ya todas se preguntaban quien era la persona afortunada que tenía su corazón, su alma, su vida, sentían envidia por ese fantasma que no conocían... tenía en su poder a una gran mujer... y lo peor es que tal vez nunca se había enterado...

Entre todos estos sucesos que iban pasando en la vida de Gabrielle y Xena que seguía haciendo sus obras de bien, ya habían pasado casi dos veranos desde que Xena había dejado a Gabrielle en las manos de Pérdicas...

En una reunión con unos guerreros Xena estaba haciendo una transacción comercial, necesitaba comprar algunas armas para defender a un pueblo de unos guerreros, hacía tiempo que viajaba con una mujer, pero no había nada entre ellas, solo una amistad que había nacido en ese mismo pueblo, ésta mujer llamada Lisa la había ido a buscar para pedirle ayuda a Xena, para que los defendiera, era una pueblo de campesinos... Lisa, era una mujer hermosa, pero para Xena ya no había lugar en su corazón, Gabrielle se lo había llevado todo, solo pensaba en ella, luego de haberla visto hacía bastante tiempo con aquel niño en brazos al lado de Pérdicas, Xena ya no tenía consuelo, pues en el fondo de su corazón sentía envidia hacia Pérdicas por haberle ganado el corazón de Gabrielle, aunque se alegró por la barda pues la había visto feliz al lado de él, con un niño en brazos...
Ahora se encontraban en la tienda de Maritusky un guerrero que solo se dedicaba a traficar armas, hacía muy buenos negocios, él solo sabía de donde sacarlas, por eso se aprovechaba de la situación de los necesitados y hacía valer su condición de comerciante, poniendo precios muy altos, si podías pagarlas, bien, sino, él lo sentía mucho, pero no le regalaba nada a nadie. Xena junto a Lisa estaban en tratativas, pero Maritusky era muy duro a la hora de hacer rebajas.

Xena: vamos Mari (Xena hacía tiempo que lo conocía y le gustaba llamarlo así), no seas tan malo, necesitamos esas armas y no tenemos lo que nos pides...
Maritusky: mi querida Xena, sabes que lo bueno cuesta... si quieres las mejores debes pagar, aunque a ti, mmm... estoy dispuesto hacer algo que nunca hago, a bajarte un poco el precio, eres una gran mujer, siempre me has gustado mucho, ni siquiera me has dado una sola noche a solas, podemos arreglar si tú deseas... ésta noche...
Xena: Mari, Mari... no hago negocios dando placer... deberías saberlo. Está bien me llevaré las que puedo pagar... eres muy malo... yo pensé que te simpatizaba algo... (puso cara de niña triste).
Maritusky: ¡por los Dioses!, si me pones esa carita me desmayo... soy un hombre... Xena me vuelves loco, solo una noche... te daré lo que quieras... (se acercó lo suficiente como para besarla).
Xena: pero estoy apurada... (se deslizó suavemente hacia atrás), hoy tengo cosas que hacer...
Ignus: si me permite señor, usted también hoy estará ocupado. Hoy vienen las amazonas del norte.
Maritusky: ¡oh!, cierto, no me acordaba, ¿ves Xena?, me haces olvidar de mis negocios.
Xena: ¿amazonas? Me gustaría saludarlas, tengo algunas amigas ¿a qué vienen?
Maritusky: a lo que vienen todos, necesitan armas, están muy mal, los romanos las tienen cada vez mas cercadas, creo que ésta batalla la pierden, aunque tienen una nueva reina, dicen que es hermosa.
Xena: no la conozco, yo conocía a Melosa, era muy buena persona y excelente guerrera, la última vez que estuve allí me dijeron que tenían reina nueva pero es de esas que se van y aparecen cuando quieren, una reina extraña, solo sé que se llama Gabrielle. - Xena bajó su cabeza y se emocionó.
Maritusky: ¿tus ojos tienen lágrimas o estoy soñando?... cuando pronunciaste "Gabrielle", te emocionaste... ¿conociste a alguien que se llama así?
Xena: sí, ¿tanto se me nota?.
Lisa: pues sí... nunca te había visto esa mirada... es como de nostalgia.
Maritusky: parece que la querías mucho.
Xena: sí, por eso la dejé, porque la amaba, aun la amo, conmigo no hubiera sido feliz, no le podía ofrecer nada, saben bien como vivo, viajando, siempre en peligro, no quería que le pasara nada malo jamás me lo perdonaría.
Lisa: pero renunciaste a tu felicidad, al amor, eso es lo que vi en tus ojos cuando nombraste Gabrielle.
Xena: pero me consuela saber que él, la hizo feliz.
Maritusky: ¿cómo sabes?...
Xena: sé que es feliz porque la vi hace tiempo, aun estaba con él y llevaba en sus brazos un hermoso niño, algo que yo nunca le hubiera dado.
Lisa: lo siento Xena, sé que eres una muy buena persona, mereces tener a alguien que te ame, espero que algún día vuelvas a encontrar al amor, mereces ser feliz.
Maritusky: estoy de acuerdo con Lisa, yo te ofrezco mi corazón.
Xena: gracias eres muy amable, sé que eres un gran amigo, tu también Lisa, gracias por todos los momentos que vivimos este último tiempo...
Lisa: de nada Xena, puedes contar conmigo para lo que quieras, la verdad me decidí a buscarte porque sabía que eras la única persona que podía ayudar a mi pueblo, y la verdad me alegro de conocerte, muchos me dijeron que estaba loca en buscarte, pero yo tenía la esperanza que nos ayudarías y ahora estamos todas juntas contra los hombres que hacen mal, podríamos hablar con la reina amazona y unir nuestras fuerzas, ambas tenemos enemigos.
Xena: sí sería muy interesante, y Mari nos vendería más baratas las armas, ya que te compramos tantas... mmm...
Maritusky: siempre quieres ganar algo, eres terrible, si te bajé algo a ti, es porque les pienso cobrar más a las amazonas.
Xena: no creo que les saques mucho, si están en guerra no deben tener mucho dinero.
Maritusky: peor para ellas, no les bajaré un denario, bueno aunque depende de lo bonita que sea la reina, me dijeron que es hermosa, tal vez pueda pagarme de otra forma.
Xena: eres un cretino...
Maritusky: de algo tiene que vivir el hombre, ya que no te puedo tener a ti.
Xena: y nunca me tendrás, jajaja... bueno ¿cuándo me las entregas?
Maritusky: ¿qué?
Xena: las armas, ¿en qué te quedaste pensando?
Maritusky: en tus ojos, eres realmente hermosa... Xena, me pregunto ¿como sería esa Gabrielle para enamorarte tanto?
Xena: muy hermosa, tanto por dentro como por fuera, un alma realmente pura, sin maldad.
Maritusky: debe ser digna de conocerla.
Xena: no lo dudes, una verdadera mujer con todas las letras.
Lisa: Xena, salgo un momento, quiero ver las armas.
Xena: sí, dile a unos de los hombres que te digan donde están, ten cuidado.
Lisa: sí gracias.

En ese momento llegaban las amazonas, rodeadas de varios guerreros.

Ignus: Lisa... ¿ya terminó de hablar Maritusky?
Lisa: creo que ya están en ello.
Ignus: es para hacer pasar a las amazonas, ella es la reina Gabrielle.
Lisa: hola, encantada, nunca había visto a una reina y tan hermosa.
Gabrielle: hola, y gracias por tu elogio, eres muy amable.
Lisa: solo digo la verdad, Maritusky está hablando con mi amiga Xena, ya sale. - cuando Lisa pronunció el nombre de Xena, Gabrielle casi se desmaya, se puso pálida, su pulso se aceleró y se mareó - ¿te sientes bien?... te noto tensa...
Gabrielle: es solo un poco de cansancio, viajamos mucho.
Lisa: te traeré un poco de agua.
Gabrielle: no te molestes ya estaré mejor.
Lisa: no es ninguna molestia.
Ephiny: Gabrielle, deja que te traiga agua, la necesitas.

A Gabrielle le daba vueltas la cabeza, la idea de volver a verla, era algo que estaba esperando desde hacía casi dos veranos, desde que Xena la dejó, pensó que ya nunca más la encontraría se había resignado a ser infeliz, pero ¿y si Xena ya no la amaba?, ¿si esa Lisa era su pareja?... Dioses pensó... ¿qué hago?... no puedo irme... debo enfrentarla de una vez por todas. - Lisa llegó con el agua.

Lisa: aquí tienes, te sentirás mejor.
Ephiny: oye, me pareció que nombraste a Xena, ¿eres su amiga? - Gabrielle escuchaba atenta.
Lisa: sí, hace un tiempo que viajamos juntas - Gabrielle pensó a ella la dejó que viajara a su lado y a mí me abandonó, ¿por qué? - ¿la conoces?
Ephiny: claro, es muy amiga de nuestra tribu.
Gabrielle: ¿muy amiga?, desde que estoy yo, solo ha venido una vez, cuando trajo muerta a Celia... después de eso no vino nunca mas - bajó su cabeza y Ephiny lo noto.
Ephiny: sí... claro, tú no la conoces personalmente porque cuando pasó, como bien dijiste tú estabas en la otra aldea, y es verdad que hace tiempo que no la vemos, pero sigue siendo nuestra amiga, si la conocieras sabrías que es una gran persona, en un tiempo fue muy violenta pero se dio cuenta que esa violencia no la llevaba a ningún lado, por eso ahora se dedica al bien, a encontrar su camino de paz... Supo que había otra reina, me dijo que la próxima vez que vendría quería conocerte, pero ya ves, Xena viaja tanto que nunca sabes cuando volverá, te va a encantar es una gran mujer y excelente guerrera, pelea como los Dioses, además de hermosa... es muy hermosa.
Lisa: cierto, mi amiga es muy hermosa... y pelea muy bien, cuando da esos saltos es maravillosa.
Ephiny: ¿y cuando grita?... ¡por Artemisa!... cuando grita agárrate porque te da la paliza de tu vida.
Lisa: jaja, sí es extraordinaria... te encantará conocerla y estoy segura que a ella también le gustará conocerte, pues hace un momento hablábamos de ustedes las amazonas y salió tu nombre Gabrielle, que por cierto es muy bello y ella se quedó en silencio pensando, la verdad nunca había visto esa mirada, de nostalgia... - Gabrielle estaba a punto de desmayarse, ¿acaso aun la amaba? - y nos contó a Maritusky y a mí que tuvo una amiga que se llamaba Gabrielle... que casualidad ¿no?
Ephiny: sí, una gran casualidad, porque ella seguro no es.
Lisa: no, primero que tu reina no la conoce y además Xena me dijo que su amiga se había casado y era feliz en otro pueblo.
Gabrielle: ¿y cómo sabe que su amiga es... feliz?... - dijo muy triste.

En ese momento interrumpió Ignus para que pasaran a la tienda de Maritusky y Lisa no le dijo que sabía por qué Xena la había visto con su esposo e hijo.

Ignus: Reina, ya pueden pasar, Maritusky las espera.
Gabrielle: gracias - respiró hondo y al abrir la tienda Maritusky se levantó para recibirla, Xena estaba tomando un poco de vino y al ver a Gabrielle se atragantó y comenzó a toser.
Lisa: Xena, ¿qué te pasa?... tranquila... respira hondo...
Xena: só... lo... tragué mal... ya estoy mejor... creo... - cof, cof.

Ambas se miraron a los ojos Xena no podía creer que era Gabrielle la que tenía enfrente como reina amazona, no podía ser cierto, ¿estaba soñando?

Maritusky: disculpen a mi amiga Xena, no está acostumbrada a tratar con la realeza. - Xena le puso cara de "te mato".
Ephiny: ¡Xena!... amiga ¿cómo has estado?...
Xena: Ephiny... que alegría verte - se abrazaron muy fuerte, pero los ojos de Xena solo veían los de Gabrielle aun sin entender que hacía la barda allí.
Maritusky: veo que conoces a todos... Xena ¿hay alguien que no te conoce?
Lisa: sí, la reina Gabrielle...

Xena la miró con más intensidad, Gabrielle solo se dirigió a Maritusky.

Gabrielle: disculpe, pero me gustaría ir directamente al asunto que tenemos pendiente.
Maritusky: vaya... una mujer rápida en tomar decisiones... me gusta eso en una mujer.
Gabrielle: me alegro, pues a eso hemos venido hacer un buen negocio para usted, espero que tenga lo que necesitamos.
Maritusky: me ofende, soy el mejor proveedor de armas de la zona, pregúntele a Xena.
Gabrielle: ¿todo hay que preguntarle a ella?... pensé que usted era el jefe.
Maritusky: y lo soy... pero, dígame cuanto ofrece por el cargamento.

Xena no le sacaba la vista de encima, Gabrielle sentía sus ojos puestos en ella, pero dejó de mirarla pues se perdía en ellos, y necesitaba estar entera para pelear con ese hombre por el precio de las armas, ya que no tenían mucho dinero para pagarle.

Gabrielle: quisiera verlas primero...
Maritusky: sí por supuesto, nadie paga sin ver antes la mercadería. Ven Xena así también te muestro las tuyas.

Xena estaba con la cabeza hacia abajo pensando, distraída, pensando solo en Gabrielle y no escuchó a Maritusky, así que Lisa le tocó suavemente el brazo y Xena reaccionó y le tocó suavemente la mano a Lisa, Gabrielle se moría de celos, de la forma en que Xena le sonrió a la mujer y le acarició la mano, a ella casi nunca la había tratado así.

Xena: lo siento estaba pensando en otra cosa, ¿decías?
Maritusky: vamos a ver las armas, quiero que me acompañes.
Xena: no quiero molestar a la reina.
Gabrielle: a mí no me molesta, solo quiero ver las armas que voy a comprar.

Xena movió su cabeza en señal de aprobación, y quiso darle la mejor sonrisa pero Gabrielle dio vuelta su cara, no le dio tiempo a sonreírle. Xena estaba muy tensa e ida, Lisa lo notó y quiso preguntarle si le pasaba algo malo.

Lisa: Xena ¿te sientes bien?... estas muy extraña. - Gabrielle estaba detrás escuchando todo, mientras caminaban para ver las armas y Xena sabía.
Xena: sí, estoy bien... no te preocupes.
Lisa: ya deberíamos irnos, cuando preparen todo.
Xena: sí, pero antes debo hablar con alguien - se dio vuelta y la miró a Gabrielle.
Gabrielle: si te refieres a mí, yo no tengo nada que hablar contigo.

Lisa se dio cuenta y se quedo pensando que en esas palabras había muchos sentimientos, odio, celos, ¿amor?... luego pensó... ¿la reina no será la Gabrielle que dijo Xena?... Xena está diferente desde que la vio, a Gabrielle cuando le nombre a Xena casi se desmaya le tuve que dar agua, y la manera en que se miran... sí, no hay duda, la reina es la misma Gabrielle que habló Xena, la mujer que amaba y dejó para que fuera feliz, la mujer que aun ama, ¿pero que Hades pasó?... Xena me dijo que se había casado y tenía un hijo.

Lisa se separó un poco para que Xena hablara con Gabrielle.

Xena: Gabrielle no puedes irte sin hablar conmigo.
Gabrielle: ¿por qué?... acaso tú no lo hiciste hace dos veranos... te fuiste sin hablar.
Xena: te dejé un pergamino.
Gabrielle: eso no me hace sentir mejor... me dejaste...
Xena: para que fueras feliz... con él...
Gabrielle: ¿feliz?... te odio... Xena, te odio... si supieras...

Xena la quedó mirando en silencio.

En ese momento llegaron a la tienda donde estaban las armas.

Maritusky: bueno, llegamos... reina Gabrielle aquí tiene todo lo que le puedo ofrecer, usted me dirá que es lo que quiere.
Gabrielle: gracias... si fuera por mí me llevaría todo, pero tengo poco dinero.
Maritusky: podemos hacer un buen trato, es usted muy bella... todas lo son.
Gabrielle: no estoy interesada en ese tipo de trato, ¿cuánto?
Maritusky: mmmm... digamos 1000 denarios...
Gabrielle: 700...
Maritusky: es poco...
Gabrielle: 710...
Maritusky: mmm... aun es poco...
Gabrielle: 720...
Maritusky: mmm...
Gabrielle: ¡mmm nada!...730 y cierro el trato, no puedo pagar más, o lo acepta o véndaselas a quien quiera - le estiró la mano para cerrar el trato.
Maritusky: ¡qué carácter!... se parece a una guerrera muy bella.
Gabrielle: ¡ya!... deje de lado las comparaciones, ¿acepta o no?
Maritusky: trato hecho - le apretó fuerte la mano cerrando el trato, Xena la miraba con orgullo, con una sonrisa, Gabrielle había logrado que Maritusky le rebajara el precio, eso no lo hacía nadie - llevará tiempo en preparar el cargamento.
Gabrielle: estoy apurada.
Maritusky: igual ya se acerca la noche no le recomiendo viajar de noche por estos lados, aunque seguro usted pelea muy bien.
Gabrielle: no le aconsejo probarme.

Xena estaba en una nube, observando los movimientos de Gabrielle, dignos de una reina, de una mujer, ya no era esa niña que había conocido hacía dos veranos, tenía ante sus ojos a una verdadera mujer, valiente, audaz, una comerciante de lujo, se quedó impactada por el cambio tan fuerte que había tenido Gabrielle, "su Gabrielle", esa Gabrielle que no la dejaba dormir en las noches con solo pensarla...

Maritusky: acepte mi hospitalidad, les prepararemos una tienda para usted y sus amazonas, además parece que va a llover.
Gabrielle: por el viento que hay, no creo que llueva, lo que sí es que hace mucho frío.
Maritusky: veo que sabe mucho, Xena me parece que tienes competencia... - Xena y Gabrielle se miraron fijo - y bueno mujer, porque hace mucho frío, les daremos algo caliente para comer y una buena tienda. Xena... para ti también lo mejor y para tu amiga.
Xena: gracias.
Maritusky: siempre tan seria... ven Xena, seguro que la reina no sabe de tus aventuras. - pasó un brazo por los hombros de la guerrera - vamos a contarle que has estado haciendo en todo este tiempo...

Todos se dirigieron de nuevo a la tienda de Maritusky, se sentaron y esperaron la cena, las únicas que hablaban eran las amazonas con Maritusky, Gabrielle y Xena permanecían en silencio, mirándose de vez en cuando, perdiéndose en sus ojos, Xena estaba muy tensa no entendía que hacía Gabrielle allí, Lisa observaba a su amiga preocupada, también miraba a Gabrielle quien la miró dos veces con dolor y odio, pensando que Lisa era más que una amiga para Xena.

Ephiny: bueno, ¿por qué no le decimos a Xena que nos cante algo?, lo hace muy bien, será un honor escucharte especialmente para la reina Gabrielle que no te conoce. ¿Sabes Gabrielle? ella es muy amiga de nosotras, como ya te he dicho, nos ha ayudado mucho, la última vez fue hace casi dos veranos cuando trajimos las armas aquellas, ¡será posible! nuestra vida no ha cambiado mucho, siempre estamos en guerra, ¿lo recuerdas?
Xena: sí Ephiny, lo recuerdo, tengo muy buena memoria - la miró a Gabrielle - luego volví otra vez cuando lleve a Celia y allí me enteré que Melosa había muerto, ella sí era una gran reina, lamenté mucho su perdida.
Ephiny: Gabrielle también es una gran reina - Gabrielle se sonrojó - si la conocieras bien, sabrías que no miento - Xena levantó los hombros.
Gabrielle: ¿dudas de que sea una gran reina?, ¡guerrera!... - dijo enojada.
Xena: no lo sé, Ephiny lo dijo muy bien, no te conozco... - le dijo sarcásticamente, Gabrielle se sintió dolida ante las palabras de Xena - ... pues cuando fui a la aldea si mal no recuerdo Ephiny me dijo que la reina Gabrielle se iba muy a menudo de la aldea, dejándola a cargo a ella, no creo que una buena reina deje tanto tiempo su tribu... - Xena dijo esto para que Gabrielle reaccionara y le diga que Hades hacía allí y porque se iba tan seguido, seguro era para ver a Pérdicas y a su hijo, como aquella vez que Xena la vio en aquel pueblo cuando su corazón se terminó de romper.
Gabrielle: - estaba muy dolida pues ella se iba a cada momento de la aldea para viajar por algunos pueblos y poder encontrarse con ella, pero luego de un tiempo decidió no viajar más aunque su alma estaba rota, el destino se empeñaba en separarla de Xena, por eso hacía mucho tiempo que no salía de la aldea especialmente en este último tiempo ya que tenían varios problemas con guerreros y romanos - sí ahora que lo pienso no valía tanto la pena dejar mi aldea para buscar a alguien - a Xena se le paró el corazón ¿acaso Gabrielle dejaba la aldea para buscarla a ella?
Lisa: bueno eso depende de quien era a quien buscabas...
Gabrielle: ya no importa... disculpen pero estamos cansadas quisiéramos irnos a dormir mañana saldremos temprano.
Maritusky: sí por supuesto reina, vengan por aquí.

Gabrielle se levantó junto a las otras dos amazonas y Ephiny se quedó más atrás.

Xena: ¿Ephiny?... ¿sabes a quién buscaba?
Ephiny: sí, pobre Gabrielle nunca encontró a quien buscaba, sé que amaba mucho a esa persona pero nunca me dijo su nombre.
Xena: ¿cómo sabes que amaba a esa persona?
Ephiny: si conocieras a Gabrielle sabrías que con verle los ojitos te dice todo, volvía cada vez más triste, hasta que un día lloró desconsoladamente y me dijo que ya no tenía esperanzas de encontrarla había pasado mucho tiempo desde que se habían separado. - a Xena se le hizo un nudo en la garganta, no entendía que hacía Gabrielle ahí ¿por qué no estaba con Pérdicas?... ¡maldición!, tengo que averiguar rápido, pensó.
Xena: ¿cómo se hizo reina?
Ephiny: ¿cuántas preguntas? ¿qué pasa?
Xena: nada es que... no parece ser una mujer tan fuerte como para ser amazona, y menos reina, ¿como llegó a la aldea?
Ephiny: Xena, Gabrielle es una gran reina... mmm... ¿te gusta?... tus ojos tampoco mienten... Xena...
Xena: es solo curiosidad, si no quieres contarme está bien. - se levantó.
Ephiny: no te enojes, te diré lo que sé, apareció un día en el bosque yo la encontré, estaba buscando a esa persona... pero se encontró con nosotras... y luego... bueno ella es tan especial, tan buena, tiene una luz interna, te transmite tanta paz, por eso me pareció raro que te contestara mal, la note muy tensa contigo... - Xena no dijo nada - Bueno se quedó un buen tiempo, Melosa la trató como a una hija, la quiso mucho, hasta que un día ella decidió que era hora de partir, Melosa no quería que se fuera pero sabía que la niña, así la llamaba pues ahora la ves muy dura pero cuando la conocí era una dulce niña, quería irse a buscar a esa persona, pero como Melosa le había tomado mucho cariño y supo que era una gran persona le dio su derecho de casta y Leyra puso el grito en el cielo, así que hubo un duelo para saber quien sería la futura reina cuando Melosa ya no estuviera...
Xena: ¿un duelo?... ¿y Melosa permitió eso?
Ephiny: es la ley amazona, si te retan debes aceptar...
Xena: pero y Gabrielle...
Ephiny: ella aprendió mucho con Melosa, si la hubieras visto... le dio una buena paliza a Leyra, y la maldita, cuando Gabrielle le dio la espalda la quiso matar con un puñal y Melosa se interpuso y Leyra la asesinó...
Xena: ¿Melosa le salvo la vida a Gabrielle?
Ephiny: sí... luego a Leyra todas la queríamos matar... pero Gabrielle se opuso, dijo que eso sería ser como ella, entonces la desterró, pero antes le pusimos a fuego la palabra asesina...
Xena: cometió un error...
Ephiny: ¿qué quieres decir?
Xena: Leyra esta haciendo estragos en los pueblos, tiene un ejército, destruye todo lo que ve... es la nueva guerrera de Ares, se convirtió en lo que yo fui alguna vez, una asesina a sangre fría, no le importa nada, ni las mujeres ni los niños... se hacen llamar "Los Leopardos".
Ephiny: ¡qué horror!
Xena: sí, ahora entiendo varias cosas, lugar que pisa, lugar que deja una marca, pone la letra de G escrita con sangre... debe estar preparándose para atacarlas en cualquier momento...
Ephiny: debemos avisarle a Gabrielle...
Xena: sí, luego... ahora termina de contarme sobre ella...
Ephiny: Xena... estas muy interesada en mi reina... ¿te gusta?
Xena: sigue... luego te explico...
Ephiny: y bueno, ya todas sabíamos que Gabrielle se había ganado el corazón de la reina y era tan amable y buena con todas que enseguida aceptamos que ella reemplazara a Melosa, además que había ganado el reto. Melosa le enseñó muchas cosas, aprendió a pelear, a usar mejor el cayado, es una gran mujer. Estoy segura que si la conocieras te encantaría, tiene un gran corazón. Y esa es la historia, se convirtió en reina... pero después de tanto tiempo no le pude sacar nunca el nombre de la persona que buscaba tan intensamente. Se le notaba en los ojitos que estaba muy enamorada y cada vez que regresaba después de ir por los pueblos a buscar a esa persona, volvía con los ojos tristes, pasaba unos días encerrada en la cabaña y luego salía y volvía a ser una reina, pero ya te dije un día decidió que ya no podía encontrar a esa persona, así que hace rato que no sale de la aldea, ésta vez vino porque era absolutamente necesaria su presencia, es una lástima, es una mujer muy bella e inteligente, pero sin amor se apaga día a día, hay muchas de nosotras que quisimos acercarnos pero amablemente nos dice que su corazón le pertenece a esa persona, que nunca pudo olvidar, ¿es triste no?
Xena: sí, pero...
Ephiny: ¿pero?
Xena: nada... necesito pensar...
Ephiny: como quieras, ya sabes que estoy para lo que necesites...
Xena: gracias Ephiny...

Y así Xena y Ephiny se reunieron con el resto de sus amigas en la tienda que había preparado Maritusky para ellas.

Maritusky: bueno las dejo tranquilas así descansan, tú Xena ya sabes que puedes dormir mejor...
Xena: estaré bien aquí... te agradezco tu invitación... - le sonrió de medio lado.
Maritusky: ¿cómo pretendes que pueda dormir sabiendo que tu estás en mi campamento?...

A Gabrielle se le retorcía el estómago, odiaba esos comentarios tan sensuales referentes a Xena, tenía que reconocerlo, estaba muy celosa.

Gabrielle: disculpa Maritusky, pero estamos cansadas - todas la miraron se estaba metiendo en una conversación privada, y ¿por qué? ¿sentía celos? ¿de quién? todas se preguntaban menos Xena, que sonreía en su interior.

Xena: creo que la reina, tiene razón, están todas muy cansadas.
Maritusky: pero yo te estaba invitando a ti, no a la reina.
Gabrielle: si la quieres a ella para pasar la noche en tu cama, no es mi problema, mi problema es que con tu conversación no nos dejas dormir - dijo enfadada.
Maritusky: vaya, ¡que carácter!... Xena si no me equivoco, esta mujercita no quiere que pases la noche conmigo.

Xena sonrío, pues ella pensaba lo mismo, ¿Gabrielle celosa?... le encantaba la idea.

Xena: esta bien Maritusky - Gabrielle la miró a los ojos, había dolor en ellos, pensando que Xena diría que sí - creo que todos tenemos que descansar, será mejor que te vayas a dormir... solo... yo también estoy muy cansada hace varias lunas que viajo con mi compañera - dijo esta palabra a propósito para hacerla sentir mal a Gabrielle - y ambas estamos muy cansadas, otra vez será.
Maritusky: siempre me dices lo mismo y te me escapas una vez más, tú te lo pierdes.
Xena: sé muy bien lo que me pierdo - le guiñó un ojo.
Maritusky: ¿eso es todo lo que tendré en la noche? Algo es algo ¿no?... que descansen.

Ephiny mientras Gabrielle estaba distraída con la conversación, les dijo a sus amigas que se acomodaran en las mantas de manera que solo quedara una para compartir, en ella deberían dormir Xena y Gabrielle.

Gabrielle: bueno será mejor que duerman, mañana debemos partir temprano - se dio vuelta para acomodarse en una manta junto a Ephiny, pero vio que esta estaba compartiendo su manta con Lisa, la amiga de Xena, quien le había caído muy simpática - Ephiny creí que dormirías conmigo en la misma manta - dijo enojada.
Ephiny: es que tú tardabas mucho discutiendo... y estamos cansadas. Además Lisa no se mueve tanto cuando duerme, como tú.
Gabrielle: ¿y tú qué sabes de ella?, si apenas la viste hoy... - más enojada pues se dio cuanta del juego de Ephiny que solo quedaba una manta y debía compartirla con Xena, ¿acaso Ephiny se había dado cuenta del sentimiento que tenía hacia Xena?
Ephiny: bueno es que... me lo dijo ella y seguro no miente, además Xena me lo confirmó.
Gabrielle: si Xe... ella - la señaló con un dedo - te lo confirmó ¿por qué no duerme ella con su "amiga"? - dijo aun más enojada, Xena se moría de risa por dentro, pero luego pensó ¿y si Gabrielle ya no sentía lo mismo por ella?, tal vez la estaba obligando a hacer algo que no quería, que no deseaba, no le gustaba ponerla incómoda.
Xena: esta bien Gabrielle, cálmate, sino quieres dormir conmigo, está bien, Lisa ven.
Ephiny: no Xena, no es justo.
Lisa: esta bien Ephiny, no es la primera vez que duermo con Xena. - Gabrielle bajó la cabeza.
Ephiny: pero yo... Gabrielle eres... una niña... yo quiero hablar con ella, necesito que me cuente algunas cosas sobre su pueblo pues descubrimos que ambas conocemos a una misma persona a Tedeorus, estábamos hablando de él y mañana ya nos iremos y nunca podré hablar con Lisa sobre él, eres una egoísta, que te puede hacer dormir al lado de Xena, si es porque no la conoces no debes temerle, yo la conozco muy bien y Xena es nuestra amiga, Xena duerme de forma... tranquila - le hizo seña a Xena que sonreía.
Gabrielle: ¿y como sabes que ella es tranquila? ¿acaso también dormiste con ella? - muy celosa.
Ephiny: no, nunca tuve el placer - sonrió, y Xena le giró los ojos.
Xena: está bien, basta, me voy a dormir afuera, no es la primera vez, ni será la última.
Ephiny: no es justo. Hace mucho frío, te hará mal.
Gabrielle: no quiero tener la conciencia intranquila pensando que te enfermaste por mi culpa, yo elijo el lado derecho.
Xena: bien - dijo seria.

Ephiny la miró y le dió una sonrisa, Gabrielle le hizo seña de "mañana te mato".

Luego de acostarse cada una dándose la espalda, compartiendo la manta, Xena se dió vuelta, no podía dormir, sintió latir tan fuerte su corazón cuando rozó con su nariz el pelo rubio dorado de la barda y sintió como su cuerpo se estremeció, supo que Gabrielle tampoco estaba dormida, en silencio se jugó la vida, se acercó pegando su cuerpo al de Gabrielle y pasó lentamente su mano por la cintura, atrayéndola más hacia su cuerpo, Gabrielle no dijo nada, pero no era indiferente al contacto como quería hacerle entender a Xena, su cuerpo respondía a las caricias que ya había empezado a efectuar la guerrera en su firme abdomen.
Xena: - susurrando al oído de la barda - ¿tienes frío? - Gabrielle no contestó, Xena la abrazó más fuerte era lo que sus cuerpos pedían en silencio, estar más cerca, más juntas, al menos Gabrielle no le había gritado que se alejara de ella - ¿me deseas tanto como yo a ti?, otra vez estamos en medio de personas para no poder amarnos como queremos, - Xena sintió como el pequeño cuerpo de Gabrielle se agitaba, la dió vuelta suavemente y vio que sollozaba despacio - shhhh, no llores.
Gabrielle: ¿por qué?... ¿por qué te fuiste?...
Xena: shhh... hay tanto para hablar... ¿qué haces aquí?...
Gabrielle: yo... te amaba... - esperó en vano la respuesta de la guerrera, quería que le dijera "yo también te amo Gabrielle" y fundirse en un beso.
Xena: te deseo tanto... - y recorrió toda la cara de Gabrielle dándole besitos suaves.
Gabrielle: siempre es lo mismo para ti, solo me deseas, soy un juguete para tu cuerpo, déjame, suéltame Xena...
Xena: shhhh... te gusta estar en mis brazos, no lo niegues.
Gabrielle: suéltame...
Xena: no... hace mucho frío y quiero sentir tu piel pegada a mi cuerpo.
Gabrielle: suéltame ahora o grito tan fuerte que vendrán todos los del campamento.
Xena: esta bien, tranquila solo quería... cuidarte del frío.
Gabrielle: ya no tengo frío...

Xena la soltó y Gabrielle giró su cuerpo dándole la espalda de nuevo a Xena quien se moría por dentro, pensando en que era lo que quería Gabrielle, la guerrera era tan bruta que no se dió cuenta que con solo decirle "te amo" ya era suficiente, pero no, la tuvo que perder de nuevo por ser tan efusiva con respecto al deseo, ella la deseaba y por supuesto que la amaba con toda su alma pero en ese momento no se dió cuenta de la necesidad de Gabrielle de escuchar de sus labios esas maravillosas palabras, palabras que había esperado desde el día en que la conoció e iluminó su vida.
Gabrielle estaba muy dolida y enfadada, Xena seguía pensando en el deseo, en tomarla de nuevo como un juguete sexual, como cuando quiso tomarla por la fuerza, ella solo necesitaba amor, ella quería hacer el amor con Xena, escuchar a la guerrera que la amaba no que la deseaba para tener sexo casual, ella quería entregarse en cuerpo y alma, Xena por lo visto solo la deseaba. Lo que Gabrielle no sabía es que Xena aun tenía dudas de lo que esperaba Gabrielle... pues pensaba en Pérdicas y en ese niño que había visto en los brazos de Gabrielle, aunque las cuentas no daban para que fuera su hijo de acuerdo a lo que le dijo Ephiny, pues el tiempo que Gabrielle estuvo en la aldea se hubiera dado cuenta que estaba embarazada... Xena estaba muy confundida por la situación, necesitaba respuestas pero ahora Gabrielle estaba enojada con ella de nuevo, eso lo sentía, la conocía tanto, sabía que estaba enojada y que no le hablaría, ya era tarde, se quedó dormida, cuando despertó se encontró a la barda otra vez entre sus brazos, Xena luego entendió porque había dormido tan bien, con tanto calor cuando la noche había sido tan fría. Gabrielle se movió y se encontró en los brazos de Xena, se sonrojó y quiso soltarla.

Xena: esta bien, no me molestas... puedes quedarte un poco más aun es temprano.
Gabrielle: lo lamento, no sé que me pasó - sabía muy bien lo que le había pasado, el sentir de nuevo ese aroma exquisito del cuerpo de Xena, el calor de su cuerpo al lado de ella, dormida fue a parar a los mejores brazos del mundo, los que ella amaba con toda su alma, para buscar refugio del frío nocturno como había hecho muchas veces, y que extrañaba desde hacía mucho tiempo, se perdió en ellos apoyó la cabeza y durmió como no había dormido en mucho tiempo, desde que se habían separado.

Ambas quedaron abrazadas ninguna dijo nada, solo se oía la respiración tranquila de cada una, estar abrazadas les daba una paz interna a ambas que no encontraban en ningún otro lugar.
Ephiny se despertó también en los brazos de Lisa.

Lisa: hola, ¿dormiste bien?
Ephiny: sí, muy bien, quería pedirte disculpas por lo de anoche, lamento si te incomodé... tal vez querías dormir con Xena...
Lisa: no te preocupes, no duermo con Xena de la forma en que tú piensas, y tu reina también, la note un poco extraña con Xena, me di cuenta por la forma en que se miran, nunca vi tanta luz en los ojos de Xena, cuando la mira... es muy hermoso, aunque es raro pues ellas no dijeron que se conocían. Xena es una gran mujer, merece ser feliz.
Ephiny: sí, es una gran mujer y Gabrielle también es maravillosa... y tienes razón nunca me dijo que conocía a Xena, aunque parece que sí... no sé...
Lisa: vamos a levantarnos... mira están abrazadas...
Ephiny: mmm... jajaja... ¿soy una ayudante de Afrodita? Nunca vi dormir con nadie a mi reina... ¡qué raro es todo esto!... Lisa, me gustó mucho conocerte, ojalá algún día puedas venir a la aldea... te gustará.
Lisa: gracias, tal vez algún día vaya, pero antes debemos volver con Xena a mi pueblo, para terminar con esos malditos guerreros, los vi alrededor de mi pueblo y no me gustó nada, por eso antes que nos saquen todo, hasta el alma, decidí buscar a Xena, para que nos ayudara...
Ephiny: no te preocupes, con Xena al lado nada te puede pasar, ella seguro te ayudará.
Lisa: sí, la quiero mucho, es muy extraña, pero muy buena...
Ephiny: sí, vamos a llamarlas... Gabrielle, Gabrielle... despierta.
Xena: hola Ephiny... Gabrielle... despierta - susurró - le encanta dormir.
Ephiny: sí... veo que la conoces muy bien. - Xena le sonrió.
Gabrielle: - dio vuelta su cabeza - hola Ephiny...
Ephiny: hola reina, ¿todo bien?
Gabrielle: sí, estoy muy cómoda.
Ephiny: sí ya veo, debemos irnos.
Gabrielle: sí... - la miró a Xena y se soltó de sus brazos lentamente - debo irme.
Xena: sí, yo también...

Se levantaron en silencio y ya estaban preparadas para salir de la tienda para ver un hermoso amanecer, cuando de pronto entró corriendo uno de los hombre de Maritusky, los estaban atacando, eran unos guerreros que querían tener más armas para luchar contra... las amazonas.

Blendix: Xena, nos atacan, son guerreros.
Xena: no te preocupes ya salíamos... iremos a ver quienes son...
Gabrielle: Ephiny, rápido ve por aquel lado, tú Danielle ven con ella.
Xena: ¿qué haces?
Gabrielle: le doy órdenes a mis amazonas.
Xena: estás loca, tú te quedas aquí.
Gabrielle: Xena, no quiero discutir contigo, por si no te diste cuenta soy una reina amazona, sé luchar muy bien.
Xena: no quiero que te pase nada.
Gabrielle: no me va a pasar nada, aprendí a defenderme muy bien... sola.
Xena: sí, veo que tu cuerpo ha cambiado, pareces más fuerte.
Gabrielle: sí, Melosa me enseñó mucho.
Xena: pero aun así....
Gabrielle: pero nada y vamos, estamos perdiendo tiempo, confía una vez en mí.

Xena bajó su cabeza y ambas fueron a pelear contra los salvajes guerreros.

Maritusky: Xena, parecen bastantes.
Xena: nunca habrá suficientes para matarme. Vamos por ellos.
Maritusky: no entiendo que querrán por acá...
Xena: es obvio Mari, tus armas... mira, los manda una mujer... esa debe ser...
Ephiny: Leyra... trae la máscara que me contaste...
Xena: "Los Leopardos"... déjamela a mí...
Ephiny: Xena, Gabrielle debe enterarse quien está detrás de esa máscara, seguro querrá matarla...
Xena: cuida a Gabrielle, yo me encargo de esa maldita, si le toca un pelo, sabrá quien soy...
Ephiny: Xena... Gabrielle es mi reina, por supuesto que la cuidaré, pero como reina, debe saber quien es esa mujer, entiéndelo... además no sé por qué te preocupas tanto por Gabrielle... no lo entiendo, si la conociste ayer...
Xena: no Ephiny, la conozco hace mucho... ella es... ¡cuidado! - Ephiny se corrió a tiempo cuando una flecha la iba atravesar - ¿estás bien?
Ephiny: sí, pasó muy cerca...
Gabrielle: ¡Ephiny! ten cuidado... ¿en qué estás pensando?... ¡Xena ya deja de hablar que distraes a mis amazonas!, nosotras sabemos cuidarnos muy bien, no necesitamos de ti...
Xena: cómo tú digas... Gabrielle... - dijo con ira.
Gabrielle: sí, lo que yo diga, por eso soy reina...
Ephiny: disculpen, en lugar de discutir tanto, porque no actuamos ¿eh?... los hombres de Marituski, no dan abasto...
Gabrielle: cierto vamos...
Xena: sí, vamos...

Y así se unieron a la batalla, Xena se cansó de dar patadas, gritos y saltos, también algún que otro golpe y enterrar el acero de su espada, en varios cuerpos enemigos...
Pero no le quitaba la vista de encima a Gabrielle, quien también a veces la buscaba con la mirada, y le sonreía orgullosa... Xena estaba asombrada y maravillada por ver a su barda pelear tan bien, como una verdadera mujer guerrera... aún la mujer de la máscara de leopardo no se había acercado a la cruel batalla, en donde la sangre ya estaba sembrada por todo el campamento... hasta que divisó a lo lejos una cabellera rubia que brillaba por el sol, y se acercó aún más, cuando vio la vestimenta amazona, su cara expresó el odio más grande, el objetivo de su venganza estaba a solos unos pocos pasos, ya no necesitaba viajar a tierra amazona para cumplir con su venganza, la tenía ahí y de espaldas... era perfecto... ni que Ares se la hubiera puesto ahí frente a sus ojos...

Leyra: jajaja... maldita... por fin te llevaré al Tártaro... no puedo creer que estés tan cerca... ¡te mataré!... - pero lo que no sabía Leyra es que un par de ojos azules con hielo en su mirada la estaban observando.

En otro sitio de la batalla...

Ephiny: ¿Xena estás bien?
Xena: sí... sólo observo...
Ephiny: ya veo a quien... está muy cerca de Gabrielle...
Xena: no por mucho tiempo... iré por detrás... avísale a Gabrielle...
Ephiny: sí lo haré... - en tanto Gabrielle estaba peleando con furia contra un guerrero bastante fuerte, Ephiny se acercó justo en el momento en que el hombre caía al suelo vencido por el cayado de Gabrielle.
Gabrielle: listo... ¿quién sigue?
Ephiny: yo no mi reina... - le sonrío.
Gabrielle: ¿dónde Hades estabas?, me preocupé al no verte... y ¿Xena?
Ephiny: a eso vengo... Gabrielle, la persona que manda a estos guerreros, llamados Los Leopardos... es... es...
Gabrielle: ¿quién es? Habla de una vez...

A todo esto, Leyra se había dado cuenta de lo astuta que era esa mujer alta vestida de guerrera, le adivinó sus movimientos y se acercó aún más a Gabrielle, para estar cubierta por si la mujer de cabellera negra la atacaba por la espalda...

Leyra: hola reinita...
Gabrielle: - giró su cabeza dorada y posó sus ojos verdes como puñales en la máscara que cubría un rostro que aún no había visto, pero con la astucia que la caracterizaba, observó todo el cuerpo de esa mujer, y se detuvo en el pecho, al leer con horror la palabra "asesina", no había duda, esa mujer era Leyra, y venía a matarla - Ley... ra - susurró.
Leyra: - se quitó la máscara - sí, soy Leyra, tu próxima pesadilla... pagarás caro el haberme quitado el derecho de ser reina...
Gabrielle: debí haberte matado... - a todo esto los hombres de Marituski estaban siendo vencidos de a poco, así que Leyra tenía casi todo el control, menos obvio a Xena y a Lisa, que estaban esperando el momento justo para dar el golpe.

Xena: Lisa, escucha, tienes que irte por aquel lado y quiero que cuando te dé la señal lances las flechas que he preparado, antes pásalas por este aceite y luego las lanzas prendidas... apunta bien, todo depende de eso, es la única forma de quitarnos de encima unos cuantos de estos malditos guerreros...
Lisa: sí, Xena... lo haré bien. Gracias por confiar en mí...
Xena: vamos, no debemos perder tiempo... tengo miedo por Gabrielle...

En el otro sector...

Gabrielle: no te tengo miedo Leyra, ya te vencí una vez, lo haré de nuevo...
Leyra: pero reinita... ya hemos dominado a todo el campamento... ¿y tú crees que te daré el honor de pelear otra vez conmigo, en un reto? jajaja, ¡estúpida!, te mataré a sangre fría... y seré la nueva reina de las amazonas...
Gabrielle: eso lo veremos... - comenzó a buscar con ansias los ojos azules, y no los encontró.
Leyra: atrápenla y átenla a un poste... primero nos vamos a divertir...
Ephiny: suelta a mi reina, ¡maldita!.
Leyra: Ephiny... no quiero matarte, siempre te tuve respeto, pero si sigues insultándome, no tendré compasión...
Ephiny: ¡ja! ¿como tuviste con Melosa?... ella era una gran mujer...
Leyra: fue un accidente, yo quise matar a ésta perra... además Melosa no era tan buena mujer, si así fuera me hubiera nombrado a mí como su sucesora... ¡ya basta, no quiero hablar más! Llegó la hora de divertirse y de hacerte pagar Gabrielle, esto... - y le mostró su pecho, con la palabra asesina marcada a fuego - antes de matarte te haré lo mismo - la expresión del rostro de Gabrielle decía todo, tenía miedo, volvió a buscar el rostro que la calmaba pero no estaba a la vista ¿dónde estás, Xena?, pensó.

A todo esto la guerrera estaba muy atenta escuchando todo, y viendo los ojos de Gabrielle, vio el miedo en ellos y quiso correr para abrazarla, y decirle que mientras ella estuviera allí nadie le haría daño...

Xena: listo Lisa, no podemos perder más tiempo... espera mi señal...
Lisa: perfecto...

Y así Lisa se deslizó suavemente por el campamento sin que la vieran para acercarse donde Xena había preparado las flechas, ya tenía el aceite, todo listo... y al grito de ayayayayayayayayaya... Xena apareció en escena, pegándole a cuánto guerrero se le cruzaba entre ella y el amor de su vida, "Gabrielle"... hizo la seña a Lisa y ésta comenzó a lazar las flechas con fuego, Leyra pensando que estaba rodeada enseguida disperso a sus hombres, le quedaban pocos, pero no le quitó los ojos a Gabrielle de encima, quien ya estaba sujeta al poste... a Ephiny aun la tenía suelta, por eso cuando Xena entró en acción, Ephiny rápidamente le dio una patada a la mujer que tenía a su lado y la tiró al suelo, quedando libre se fue enseguida al lado de Xena, la pelea continuaba, cada vez quedaban menos de pie, los guerreros de Leyra estaban perdiendo terreno, así que Leyra se llevó a Gabrielle, amenazándola de muerte...

Leyra: vamos, maldita perra... esta vez serás mi salvación, si la guerrera se acerca, te mataré al instante...
Gabrielle: suéltame... Xena, te matará...
Leyra: así que esa guerrera tan bella es Xena, oí mucho sobre ella, pero nunca había tenido el placer de verla en persona, es muy hermosa... pero ahora no tengo tiempo de quedarme, vamos, muévete...

Mientras sucedía la batalla, Xena perdió de vista a Gabrielle...

Xena: Ephiny, ¿dónde está Gabrielle?
Ephiny: no sé, no la veo y tampoco a Leyra...
Xena: ¡maldición!... termina con éstos malditos, ya quedan pocos, allá esta Maritusky...
Maritusky: ¡Xena! ya tenemos todo controlado... y como siempre gracias a ti...
Xena: no es el momento de agradecer, es momento de actuar... Leyra se llevó a Gabrielle... debo irme...
Maritusky: sí, vete rápido... tomó hacia el este... seguro va al pueblo de donde viniste tú...
Xena: cierto, el pueblo de Lisa... te dejo a cargo de todo...
Maritusky: vete, ya está todo controlado...
Xena: Lisaaaaaa...
Lisa: aquí estoy...
Xena: Leyra se llevó a Gabrielle, fue hacia tu pueblo...
Lisa: sí lo vi...
Xena: trae tu caballo, nos vamos... Ephiny reúne a tus amazonas, iremos a rescatar a Gabrielle... - sus ojos azules se volvieron duros como el acero, fríos como el más grande témpano de hielo.

Y así partieron rápidamente detrás de Leyra, que llevaba a Gabrielle de rehén...
Al llegar al pueblo... que no estaba muy lejos... ya se había hecho de noche...

Leyra: si te mueves, te mato aquí mismo, debo encontrar a algunos de mis hombres. Les dije que se quedaran por esta zona, para estudiar el panorama, es un pueblo de granjeros estúpidos, fáciles de dominar... pero ahora, iremos a la posada... necesito descansar y pensar mucho... ¡maldita!... camina... y ya te dije, ni una palabra... o te mueres aquí mismo...

Al llegar a la posada...

Leyra: - tenía del brazo a Gabrielle, quien a su vez tenía las manos atadas por delante cubiertas por un trozo de tela - queremos una habitación...
Posadera: buenas noches - observó los ojos de Gabrielle, quien le sonrió nerviosa - ¿una habitación?
Leyra: sí, ¿es sorda o qué?
Posadera: disculpe, es que... bueno pensé que querían estar separadas...
Leyra: ella es mi pareja, ¿tiene algún problema con eso? - y le dio un beso en los labios a Gabrielle, quien se sintió muy molesta y la posadera lo notó.
Posadera: no, no, ningún problema - ya se había dado cuenta de lo violenta que era esa mujer - son 3 denarios... Miranda, las acompañará...
Leyra: aquí tiene, 3 denarios... ¿incluye un buen baño?... necesito relajarme...
Posadera: el baño cuesta un denario más...
Leyra: esta bien, no hay problema... - total mañana será todo mío de nuevo, pensó.
Miranda: síganme por favor... - llegaron a la habitación, Miranda se alejó, y Leyra entró con Gabrielle del brazo, luego la empujó a la cama, y la barda cayó sobre ella.
Leyra: ahhhh... esto va a estar divertido... debo pensar mucho, esa guerrera es muy astuta... y si lo que vi en sus ojos es...
Gabrielle: ¿es qué?
Leyra: mmm... veo que te interesa...
Gabrielle: Leyra ¿por qué tomaste este camino?...
Leyra: ¡túuuuuu, me llevaste a él!!, y pagarás por ello... yo debía ser la reina...
Gabrielle: no estabas preparada...
Leyra: pero ahora sí, dirijo el mejor ejército del momento...
Gabrielle: pues no lo hiciste tan bien, estás huyendo...
Leyra: sólo estoy tomándome un poco de tiempo, hasta reunir el resto de mis hombres, ya te dije, están en la zona, y mañana tomaremos todo el control del pueblo... y tú morirás...
Miranda: - toc,toc - disculpe ¿puedo pasar?, les traigo el agua para el baño...
Leyra: esconde tus manos, si dices algo, mato primero a la chica y luego a ti...
Gabrielle: tranquila, no haré nada... no le hagas daño, ella no tiene la culpa de nada...
Leyra: ya sabes, no hables... entra, adelante...
Miranda: permiso, traigo el agua...
Leyra: sí, eso ya lo dijiste, prepárame la tina, pon bastante, nos bañaremos juntas... ¿verdad amor?... - Gabrielle la miró y le dio una sonrisa muy nerviosa, que Miranda notó - es muy tímida mi novia, pero seguro "se muere" por bañarse conmigo - una sonrisa sarcástica iluminó su rostro malvado.
Miranda: como usted diga... - la chica preparó la tina y se retiró en silencio.
Leyra: muy bien... levántate, quiero verte cerca mientras me baño... vamos apresúrate no tengo toda la noche... - la empujó y la ató cerca de la tina en donde pudiera verla para vigilarla, comenzó a quitarse la ropa delante de la barda - soy muy bella... ¿no crees? - Gabrielle no contestó - ¡te hice una pregunta!
Gabrielle: sí lo eres, sobretodo con la palabra ¡asesina!...
Leyra: ¡maldita hija de perra!! - le dio un buen golpe en la cara, el labio inferior de la barda comenzó a sangrar, luego le dio otro más fuerte - debería matarte aquí mismo - y otro más hasta que la desmayó - Arrrggggg, te odio tanto Gabrielle... eres una débil estúpida, con un par de golpes ya te desmayas... Será mejor que me bañe, así me relajo un poco, la idiota no despertará en mucho tiempo...

Y así pasó la noche, y en las afueras del pueblo, llegaba Xena junto a Lisa, Ephiny y las otras dos amazonas...

Xena: hay que estar atentas, Leyra es capaz de todo, no quiero poner en riesgo la vida de Gabrielle...
Ephiny: nosotras tampoco Xena, ¿tienes algún plan?
Xena: sí, iremos primero a la casa de Lisa... esto se va a complicar bastante, ahora entiendo el movimiento de guerreros que hubo hace un tiempo... Lisa, esos hombres que viste la otra vez, los que te llamaron la atención, que por eso fuiste a buscarme, porque tenías miedo por tu pueblo, ¿eran guerreros de Leyra?
Lisa: pues por la ropa que traían, sí... eran ellos... tengo miedo Xena, de lo que puedan hacer en mi pueblo...
Xena: no tengas miedo... entre todas vamos a salir adelante...
Lisa: gracias Xena...
Xena: bueno vamos, haremos un plan necesitamos saber donde puede estar Gabrielle...

En la posada:

Posadera: qué mujeres extrañas que son esas dos... ¿no te parece?
Miranda: sí, sobretodo la más alta, se ve que es muy violenta, la otra ni habla, me parece que le tiene miedo...
Horacio: hola, ¿quién tiene miedo?
Posadera: hola amor, es que vinieron dos mujeres, están en la habitación y no nos gustan mucho, sobretodo una de ellas, la otra parece que le tiene miedo...
Horacio: ahhh... ¿y crees que hay algo raro?
Miranda: para mí sí, la rubia parece muy tensa... - a Horacio cuando hablaban de rubias se acordaba solo de una, de esa reina amazona que le había robado el corazón - ¿te sientes bien?
Horacio: sí, sí... sólo recordaba...
Posadera: amor, ¿por qué no vas y les ofreces algo? no sé, para que al menos sepan que tenemos un hombre que nos cuida...
Horacio: ¡¡hey!! pero, ¿es para tanto?
Posadera: si vieras los ojos de esa mujer, te darían miedo... tiene mirada de asesina - susurró.
Horacio: pero mi vida, las mujeres tiene mirada de amor, todas ustedes son un encanto...
Posadero: por eso te amo, no crees en la maldad, pero si ves los ojos de ésta mujer pensarás lo contrario...
Horacio: ¿tú crees?
Miranda: sí, tu esposa tiene razón... ve y pregúntales si necesitan algo, tal vez más agua, yo les lleve hace un rato agua para un baño...
Horacio: esta bien, iré a verlas, y luego les diré que pienso de ellas...

Horacio preparo más agua y subió a la habitación donde estaban Leyra y Gabrielle quien seguía inconsciente luego de los fuertes golpes que le dio Leyra, la había puesto sobre la cama...

Horacio: (toc-toc)... disculpe, quería saber si necesitaban mas agua...
Leyra: ¡maldición! ¿y ahora qué quieren? - susurró.
Horacio: (toc-toc) no contestan que raro - susurró - disculpen ¿hay alguien?... - en eso se abrió la puerta de golpe y vio los ojos más asesinos del mundo - dis... cul... pe...
Leyra: sí, ya lo dijo, ¿qué quiere?
Horacio: sólo traía un poco más de agua, está caliente, por si quería más para su baño...
Leyra: ya terminé de bañarme...
Horacio: ¿y su amiga?
Leyra: ¿qué hay con ella?
Horacio: digo, si ya terminó...
Leyra: por supuesto, nos bañamos muy juntitas... ¿desea saber algo más?
Horacio: no, nada más... - miró de reojo el pecho de Leyra, la toalla se le había corrido un poco, y pudo ver el final de una palabra grabada a fuego en su piel, "ina" - bue... no aunque sí, quería saber si se quedan hasta mañana, digo por el desayuno y el almuerzo...
Leyra: sí, nos quedaremos...
Horacio: muy bien - quería mirar a toda costa dentro de la habitación, pudo ver solo un bulto en la cama, pues Leyra le tapaba la visión con todo su esplendoroso cuerpo - buenas noches...
Leyra: sí, sí... ¡oye!, espera...
Horacio: ¿sí?
Leyra: no quiero que nadie nos moleste más, mi amiga no se siente bien y necesita descansar... si alguna mujer pregunta por nosotras, no nos vistes... y si pregunta un hombre lo mandas hasta aquí... ¿entendiste?
Horacio: sí... pero aún no sé sus nombres...
Leyra: cierto... el mío es, tendré que confiar en ti, y por el bien de tu familia será mejor que no hables con nadie sobre nosotras a no ser que te pregunte algún hombre, ya te dije... bueno mi nombre es Leyra y mi amiga es Gabrielle...
Horacio: - se quedó en silencio, el escuchar de nuevo ese nombre tan dulce, lo conmovió - esta bien, ya le entendí...
Leyra: perfecto, si haces lo que te dije, nos llevaremos bien, y nadie morirá...

Horacio se retiró, con mucho odio hacia esa mujer, antes debía averiguar quien era esa Leyra, y sobretodo Gabrielle... ese nombre le retumbaba en su cabeza, y en su corazón... no podía ser "su Reina" era algo imposible... pero necesitaba conocer, ver a la otra mujer, a esa llamada Gabrielle...

Posadera: ahí baja Horacio... ¿y?
Horacio: y... tienes razón, nunca vi tanto odio en los ojos de una mujer... voy hablar con el padre de Lisa, él como viaja mucho sabe que está pasando en otros sitios, esta mujer no me gusta nada, algo planea... Me dijo que si viene alguna mujer a preguntar por ella no está, en cambio si viene un hombre sí, que lo hagamos pasar...
Miranda: ¿viste a la rubia?
Horacio: no, dijo que estaba algo enferma, me pareció verla en la cama, pero no pude verla bien... sólo sé que se llama Gabrielle...

En casa de Lisa:

Lisa: y eso es todo padre... tenemos que estar preparados en serio, esa Leyra es una asesina... ¿viste que hice bien en ir a buscar a Xena?
Roland: sí hija hiciste bien...
Xena: bueno, ahora tenemos que hacer un plan, primero quiero que una de ustedes vaya a la posada, allí siempre alguien sabe algo...
Lisa: iré yo, soy muy amiga de Miranda, es la chica que atiende la posada...
Xena: bueno me parece perfecto...
Ephiny: ¿qué pasa Xena? ¿viste algo?
Xena: sigue hablando... me pareció ver una sombra en la ventana... - susurró.
Ephiny: y bueno, entonces... ese será el plan...

Xena mientras tanto había salido sigilosamente de la casa y la rodeo hasta llegar a la ventana y allí se encontró con una joven mujer, que en la oscuridad de la noche no pudo ver su rostro... pero si su pelo, pues la tomó de los pelos y la hizo entrar a la fuerza en la casa...

Arax: ayyyyy... me lastimas... suéltame...
Xena: - al llegar a la casa la empujó sobre la mesa, todas se sobresaltaron - dime que quieres, ¿por qué estabas escuchando?...
Arax: es que...
Lisa: ¡Arax! ¿eres tú?
Xena: ¿Arax?
Arax: sí soy yo Lisa, ¡qué manera de recibir invitados!... hola Xena...
Xena: Arax, ¡por los Dioses!...
Lisa: ¿se conocen?
Arax: sí, fue hace mucho tiempo...
Xena: sí hace mucho, pero aun te recuerdo...
Arax: y yo a ti... - la miró con mucho cariño.
Ephiny: vaya, Xena, ¿habrá alguien que no te conozca?
Xena: es que viajo mucho - no le quitaba la vista de encima a Arax, esta mujer había sido alguien importante para Xena, en su juventud, el destino las había separado, pero se querían, y eso se notaba - Lamento mucho si recién te hice daño... lo siento, es que tenemos un problema y creí que nos estaban espiando...
Arax: no hay problema Xena, ya sabes que siempre te perdoné todo... y bueno díganme que les pasa, tal vez pueda ayudar...
Lisa: bueno, mira... es que... no sé, yo te invité para que pasáramos unos días juntas y justo ahora tenemos problemas..
Arax: por mi no te preocupes, aprendí a luchar bastante bien, ya tienen dos manos más para ayudar...
Xena: gracias Arax, no esperaba menos de ti... bueno mira, esto es lo que pasa...

Y así Xena luego de explicarle todo a Arax, decidieron que sería conveniente que Arax fuera quien se acercara a la posada ya que no la conocían en el pueblo, era mejor, para no levantar sospechas, sobretodo si la veía Leyra.

Al amanecer...

Xena: estaremos listas, aquí fuera, por si están en la posada... recuerda la vida de Gabrielle esta en juego, ella es la rubia de ojos verdes...
Arax: tranquila Xena, ya entendí todo...

En la posada:

Arax: hola buenos días...
Posadera: buenos días...
Arax: quería saber si vinieron anoche dos mujeres... - la mujer se puso nerviosa y Arax lo notó, en ese momento apareció Horacio.
Horacio: ¿a quién busca?
Arax: a dos mujeres... una es morocha y la otra rubia...
Horacio: no, lo siento...
Arax: - no le creyó, lo notó muy nervioso - bueno no importa ya deben estar por llegar, ¿podría darme una habitación?
Horacio: no tenemos...
Posadera: sí tenemos...
Arax: ¿tienen o no tienen?
Horacio: es que... están reservadas, querida, ¿ya te olvidaste que lo hicieron anoche?
Posadera: cierto, cariño... disculpe, es mi memoria...
Arax: entiendo...bueno gracias ¿hay alguna otra posada por acá cerca?
Horacio: lo siento, la otra esta en el otro pueblo...
Arax: esta bien, no se preocupe, veré como me arreglo... gracias de todos modos...
Horacio: no hay de que... - Arax se retiró.
Posadera: pobre joven me da pena que se vaya así...
Horacio: pero no podemos arriesgarnos, esa tal Leyra es muy peligrosa, ayer era muy tarde para ir a la casa de Lisa, ahora mismo iré, y recuerda si alguien pregunta por las mujeres no vino nadie ¿entendiste?
Posadera: sí, ya vete... no me gusta tener a esa mujer en nuestra posada...

En la casa de Lisa:

Arax: Xena, te digo que seguro están en la posada, los dueños se pusieron muy nerviosos cuando les mencioné que buscaba a dos mujeres...
Xena: bueno, tendremos que entrar sigilosamente, pues ya saben...
Arax: sí, la vida de esa tal Gabrielle... - dijo con sarcasmo.
Xena: sí, la vida de Gabrielle... lo mismo haría si fueras tú... - dijo con seguridad.
Arax: perdona Xena...
Ephiny: bueno ya basta, concentrémonos en mi reina...
Lisa: sí y cómo haremos para deshacernos de Leyra y sus hombres, seguro debe estar planeando algo.
Xena: sí, por eso debemos actuar rápido, no sabemos cuántos hombres tiene... oye Ephiny, ve con Danielle y rodea la posada... - levantó la vista hacia la ventana - alguien se acerca Lisa, ¿lo conoces?
Lisa: sí, es Horacio el dueño de la posada... seguro viene a decirnos algo...
Horacio: hola Lisa...
Lisa: hola Horacio...
Horacio: necesito hablar con tu padre, ¿puedo pasar?... no quiero que me vean...
Lisa: sí, pasa... - cuando entró Horacio se encontró con caras conocidas.
Arax: hola...
Horacio: hola, usted es la mujer que vino a mi posada...
Arax: sí...
Horacio: es que bueno... Lisa... necesito hablar con tu padre...
Ephiny: ¿Horacio, eres tú?
Horacio: ¡Ephiny! perooo... ¿qué haces aquí?
Ephiny: Gabrielle esta en problemas...
Horacio: ¿Gabrielle?... entonces la mujer rubia que esta en mi posada... ¿es Gabrielle?
Ephiny: sí, Horacio y necesitaremos tu ayuda...
Horacio: cuenta con ello, ya sabes lo que es Gabrielle para mí... - Xena lo miró en silencio, como estudiándolo - no puedo creerlo...
Ephiny: dime, en que habitación están, la viste si esta bien...
Horacio: bueno, yo no la vi, pero sí vi a la mujer morocha que esta con ella, no me gusta nada, es muy prepotente, y violenta, me amenazó de muerte si hablaba con alguna mujer... si le hace daño a Gabrielle...
Xena: vaya, veo que la reina tiene mucha gente que daría su vida por ella...
Horacio: por supuesto, es una gran mujer... y ¿tú quién eres?
Xena: soy Xena, y tú ¿de dónde conoces a Gabrielle?... - dijo celosa.
Horacio: de la aldea amazona...
Xena: ja, allí no dejan entrar hombres...
Horacio: pues a mí sí, y fui su mejor amigo durante un tiempo... y no tengo por qué darte más explicaciones...
Ephiny: es cierto Xena, él estuvo en la aldea...
Horacio: además, ¿con qué derecho preguntas sobre Gabrielle?
Xena: con el derecho que me da ser... nada, olvídate... no puedo perder más tiempo...
Horacio: me parece bien...
Xena: bueno dime, como se llega a la habitación donde esta Leyra y Gabrielle...
Horacio: subiendo la escalera que esta a la derecha de la entrada, están en la habitación matrimonial...
Xena: vaya... mmm... ¿y tiene ventanas?...
Horacio: sí, dan al callejón...
Lisa: que piensas hacer Xena...
Xena: rodearemos la posada, hay más gente allí, digo... en otra habitaciones...
Horacio: bueno sólo tengo ocupadas dos habitaciones más, por una mujer con su hijo y en otra un hombre mayor...
Xena: bueno ahora tendrán a una pareja de novios... consígueme ropa de hombre... Arax... serás, mi esposa... - todos la quedaron mirando sorprendida, Arax estaba en una nube, el amor que sentía por Xena no se había apagado en su corazón.

Al rato:

Xena: listo, ¿que tal me veo?
Arax: ese bigote me fascina...
Xena: no toques... - le dio un golpe en la mano.
Arax: auuuch... ¿así tratas a tu amada esposa?
Xena: jaja, vamos... lo que viene no será muy divertido... Horacio quiero la habitación que este al lado de la de Leyra...
Horacio: sí, esta vacía...
Xena: bueno vamos, Ephiny, ya sabes tú te quedas con Danielle en el callejón, Lisa y Silvia en la entrada, Arax y yo estaremos vigilando los movimientos, en cuanto pueda tenerla a mano, les hago la seña, con mi grito ayayy... ¿entendieron?
Todas: sí, entendimos...
Xena: y tú Horacio, tranquilo... actúa normalmente... pues a lo mejor bajaron por el desayuno y nos ven entrar... dile a..., no, mejor no le digas nada a tu mujer, se pondría nerviosa...
Horacio: muy bien Xena... haré lo que me digas, pero también sé usar una espada... no siempre fui posadero, antes de conocer a Gabrielle fui soldado romano, y ellas las amazonas me salvaron la vida, por eso, si es necesario daré mi vida por Gabrielle...
Xena: bueno, te agradezco por tu ayuda, y esperemos que no sea necesario, ojalá que nadie muera... bueno vamos... primero quiero que llegue Horacio nosotras iremos luego...

Y así Horacio se fue rumbo a la posada... las chicas se pusieron en la posición que les dijo Xena, ya tenía todo rodeado, sólo faltaban entrar en escena Xena y Arax, como esposos...

En la posada, Leyra había bajado con Gabrielle para desayunar, la barda tenía una marca en el ojo, luego de los golpes recibidos por Leyra,... estaban sentadas en una mesa, dándole la espalda a la entrada de la posada, Leyra seguía amenazando de muerte a Gabrielle quien tenía que esperar el momento justo para escaparse...
Al entrar Horacio a la posada no pudo evitar mirar hacia la mesa y vio la espalda tan perfecta de la mujer que amó con toda su alma, tenía ganas de correr y abrazarla y matar a Leyra... justo Miranda les alcanzaba el desayuno y Horacio le quitó la bandeja para entregarla él y así poder ver a Gabrielle...

Leyra: vaya , ya era tiempo que lo trajeran... tengo mucha hambre...
Horacio: aquí tiene... - Gabrielle tenía la cabeza agachada, pero al escuchar esa voz fue como una salvación, Horacio al cruzar la mirada con quien fuera la dueña de sus desvelos, se emocionó, pero luego se puso tenso al ver el ojo de Gabrielle morado, Gabrielle quiso sonreírle, pero se dio cuenta que Leyra podía reaccionar mal, y matar a Horacio.
Leyra: ¡oye! ¿qué miras?... se cayó en la tina... es muy tonta mi novia...
Horacio: si está con usted, no debe ser muy tonta...
Leyra: vaya, un hombre halagador... se agradece, pero queremos desayunar solas...
Horacio: si usted desea puedo traerle algo para el ojo de su...
Leyra: novia...
Horacio: sí, novia...
Leyra: sí, trae algo...
Horacio: muy bien, enseguida vuelvo, y no se preocupe, seguro con la hierba que traeré se le irá un poco la hinchazón...
Gabrielle: gracias... - dijo con una voz muy tímida.
Horacio: no hay de qué, G... gracias a usted... - casi le dice Gabrielle, aunque lo podía haber dicho ya que Leyra le había dicho sus nombres, pero le pareció que por ahora no era lo correcto, levantar sospechas que la conocía.

Horacio se retiró a la cocina, Leyra lo observaba atentamente, pero su atención luego se puso en dos personas que entraban a la posada en busca de una habitación...

Posadera: buenos días... ¿en que puedo ayudarlo señor?
Xena: queremos una habitación...
Posadera: por supuesto, son 3 denarios...
Xena: aquí tiene, ¿por dónde es?...
Posadera: Miranda... acompaña al señor y a ...
Xena: mi esposa...
Posadera: y a su esposa a la habitación...

Leyra: mira, dos enamorados... - Arax abrazó a Xena, y le dio un beso en los labios cuando pasó delante de la mesa de Leyra y Gabrielle, quien observó mucho, demasiado al hombre, con esos ojos, su corazón palpitó muy fuerte, esos ojos, solo los tenía el amor de su vida, su esperanza volvió a su corazón - bueno será mejor que vayamos a nuestra habitación, no me gusta estar acá tan expuesta, y estos estúpidos que no llegan, cuando lo agarre a Albertus, lo mataré, le dije que me esperara en este pueblo, y seguro hizo el campamento del otro lado... esperaremos un día más y luego iremos a buscarlos... vamos, levántate... en ese momento Horacio llegó con las hierbas para el ojo de Gabrielle...

Horacio: aquí, tiene...
Leyra: esta bien, désela a ella, nos vamos a nuestra habitación...
Horacio: cómo usted diga... - le dió las hierbas a Gabrielle y le rozó la mano.
Gabrielle: gracias - susurró tímidamente.

Mientras en el pasillo, Miranda les abría la puerta a la pareja recién llegada, y Leyra entraba en su habitación, Xena la miró fijo y luego desvió su mirada al sueño de su vida, a Gabrielle, quien leyó en esos ojos que no tuviera miedo... Leyra la empujó y Xena casi reacciona en el momento, se la quería comer...

Leyra: entra... parece que te gusta el hombre ese... es muy guapo no se puede negar... aunque la mujer también lo es... - cierto Gabrielle no había caído en eso, ¿quien era la mujer que estaba con Xena? - Bueno vamos a dormir un poco, si mañana salimos, tenemos que estar descansadas... ¿sabes? estuve pensando en que aún no voy a matarte, bueno, solo si te portas mal, te llevaré a la aldea amazona, y allí me proclamarás como nueva reina, me darás el derecho de ser tu sucesora, y te mataré delante de todas jajaja... eso sí que será divertido... pues todas así sabrán respetarme...

Xena estando en la habitación de al lado, vio hacia la ventana y le hizo seña a Ephiny que ya había tomado posición de ataque...

Arax: ¿qué haremos amor?
Xena: ¿amor?... te tomas demasiado en serio el papel de esposa...
Arax: Xena, siempre quise ser tu esposa... nos amamos mucho... y aun te quiero...
Xena: Arax... lo siento... yo también te quiero, pero ya no cómo antes, sólo como amiga...
Arax: bueno tal vez, después de esta noche, me convierta en algo más... mmm...
Xena: eres traviesa... pero debemos concentrarnos en Gabrielle...
Arax: sí, ya lo sé... ¿qué piensas hacer?
Xena: tengo una idea que seguro te va a gustar...
Arax: todo de ti me gusta, Xena...
Xena: pues esto te va a encantar... quiero hacer mucho ruido, de ese ruido que mueve paredes, con gemidos, y todo lo que te imagines...
Arax: ¿sólo imaginación?... mmm... Xena, eres muy cruel... - le puso carita triste.
Xena: pues sí, por ahora será solo imaginación... haremos que Leyra pierda su paciencia, y vendrá hacia aquí, para decirnos que nos callemos, mientras ella está aquí, Gabrielle podrá escaparse por la ventana, y se encuentra con Ephiny...
Arax: Xena, piensas en todo, por eso te adoro...
Xena: bueno, comienza la acción...
Arax: Xena, incentívame un poco, excítame un poco... ¡dale guerrera! eres mujer de rogar...
Xena: ja... solo un abrazo... no te entusiasmes...
Arax: mmm... así esta bien, algo es algo... Xena tus brazos son tan dulces... mmm...

Y así Xena y Arax disimulaban con gemidos excitantes que estaban haciendo el amor, Gabrielle se moría de celos, y Leyra muy enojada fue a golpear la puerta porque no la dejaban descansar y dejó a Gabrielle sola en su habitación, cuando Xena aun vestida de hombre le abrió la puerta...

Leyra: me hacen el favor de callarse un poco, ¡¡los animales lo hacen mejor!!
Arax: amor - rodeó la cintura de Xena con sus brazos - nos está llamando animales... muy mal... tal vez quiera ver cómo nos amamos...
Leyra: ¡por favor! tengo cosas más importantes que hacer...
Arax: cierto, tu compañera es muy bonita... - al decir esto Leyra se acordó que había dejado sola a Gabrielle, así que Xena rápidamente le tiró un golpe para que no se fuera, y comenzaron a pelear - Lo siento Xena... - Xena la quería golpear también a Arax por hablar tanto, en tanto seguía peleando con Leyra.
Leyra: ¡Xena!, maldita perra... - y le arrancó el bigote, Xena se quedó dolorida y Leyra aprovechó el descuido de la guerrera y le dió un buen golpe en la cabeza haciéndola marear, Arax corrió a su lado mientras tanto en la otra habitación; Gabrielle ya había escapado por la ventana, y estaba abajo junto a Ephiny y Danielle, que la esperaban ansiosas. Leyra al llegar a la habitación ve por la ventana a Gabrielle abajo que esta huyendo, Horacio entra en ese momento en la habitación para ver si ya había salido todo bien, y ve justo cuando Leyra va a dispararle una flecha mortal a Gabrielle.
Horacio: noooo... maldita...
Leyra: suéltame estúpido... - y así comienzan a pelear y Leyra siendo una asesina no le importa nada ni nadie, la lucha se vuelve muy violenta, los golpes cada vez eran más fuertes, Leyra le pega a Horacio en la nariz y lo hace sangrar, pero él un gran ex soldado romano no iba a caer tan fácil ante los golpes de esa maldita mujer, casi inconsciente por el dolor, logra atraparla entre sus brazos, la empuja contra una mesita que había al lado de la cama, Leyra se lastima su costado, pero el odio hacia Gabrielle era tal que no le importó y siguió pegándole a Horacio, para tratar de desmayarlo, ambos caen en la cama, y mientras giran, Leyra logra sacar su puñal y se lo clava en el abdomen, ya casi sin fuerzas, Horacio se queda para recibir la muerte en la cama, y Leyra se levanta tambaleándose hacia la ventana para cumplir con su cometido, matar a Gabrielle, y toma de nuevo su arco y flecha, y justo cuando va a disparar, un cuerpo ya casi muerto se abraza a ella y ambos caen por la ventana, quedando Leyra debajo del cuerpo de Horacio, ambos yacían muertos, Gabrielle al ver el horrendo cuadro corrió al lado de su amigo y lo cobijó entre sus brazos, Xena se asomó por la ventana y vió como las cosas no habían salido tan bien, Arax la seguía detrás... ya ambas estaban alrededor de Gabrielle, Ephiny, Danielle, Silvia y Lisa, mientras la barda lloraba a su amigo...

Gabrielle:¿por qué? ¿por qué? - lloraba desconsoladamente - mi amigo... no puede ser, ¡¡Horacio!! respóndeme... - lo abrazó con fuerza, la sangre de su amigo manchó su cuerpo y su alma, había muerto por defenderla - levántate, levántate - en ese momento llegó la posadera, la esposa de Horacio.
Posadera: ¡Horacio! por los Dioses... noooooo... no te mueras, nooo, ¿qué haré sin ti? - se aferró al cuerpo de Horacio y de Gabrielle quien aún no lo había soltado, ambas estaban muy conmocionadas, las demás las veían con profunda tristeza, sobretodo Xena, quería consolar a Gabrielle así que se acercó a la barda y la tomó de los hombros para que se levantara del suelo y dejara a Horacio en los brazos de su mujer.
Xena: ven Gabrielle... - le ofreció sus brazos pero Gabrielle se enfureció.
Gabrielle: ¡suéltame! no te necesito... ya no - dijo llorando - mi amigo murió por tu culpa... vete, vete... - y cayó rendida al suelo, al lado de la posadera y el cuerpo de su amigo, abrazadas lloraron juntas por Horacio.

Xena se quedó en silencio a un costado, y Arax se acercó a ella para consolarla, pues sabía que Xena no tenía la culpa que Horacio muriera...

Arax: ven Xena, déjala...
Xena: duele...
Ephiny: es el momento, seguro no quiso decir eso...

Todas quedaron paradas en silencio, observando la tristeza de su reina y amiga... luego de un rato, Gabrielle se levantó despacio y miró a los ojos a todas, con sus propias lágrimas todas se emocionaron, cruzó la mirada con Xena, y la miró con fastidio, porque había muerto su amigo, y ella se estaba divirtiendo con esa otra mujer que tenia a su lado, a la cual miró con profundo odio... pasó la tarde e hicieron el funeral... Leyra no merecía ni siquiera uno, pero Xena se encargó de ella... y mientras todos lloraban por Horacio, ella le cantó la canción de despedida... luego de eso, todas se reunieron en casa de Lisa... menos Gabrielle quien se quedó con la posadera...

Gabrielle: lamento mucho lo que pasó... era un muy buen hombre... ¡maldición! ¿por qué tuvo que suceder esto?...
Posadera: no lo sé... solo sé que ya no tendré a mi esposo... - se abrazó a Gabrielle.
Gabrielle: lo siento...
Posadera: sé que él te salvó la vida, debes ser una gran mujer...
Gabrielle: no digas eso , no en este momento... tú eres una gran mujer pues él te eligió a ti para compartir la vida...
Posadera: sí, compartir, algo que ya no será...
Gabrielle: él estará siempre, porque se amaban... siempre vivirá en tu corazón... - siguieron abrazadas, había mucho dolor en ambas.

En tanto en casa de Lisa:

Lisa: ¿qué pasara ahora con el resto del ejército?
Xena: supongo que se irán hacia otro lado, una vez que muere el líder siempre se dispersan.
Lisa: gracias Xena....
Xena: de nada... pero las cosas salieron mal, pobre Horacio, y pobre Gabrielle se ve que lo quería mucho...
Ephiny: sí, él la amaba...
Xena: ajá... - no se atrevió a preguntar si barda lo amaba.
Danielle: Ephiny, la reina te llama, dice que ya es tiempo de partir...
Ephiny: sí ya voy... Xena, ¿que harás tú?
Xena: no sé...
Arax: yo voy contigo Xena...
Xena: Arax... no sé... Ephiny ¿dónde irá Gabrielle?
Ephiny: no sé.
Danielle: me dijo que volveríamos a lo de Maritusky por las armas nosotras las necesitamos por los romanos...
Ephiny: cierto, con todo esto ya ni sé donde tengo la cabeza... Xena te necesitaremos ¿por qué no vienes a la aldea?
Xena: y tu reina ¿qué dirá?
Ephiny: bueno, tal vez ahora no diga nada, pero seguro aceptará tu ayuda...
Arax: pues, hoy creo que mucho no le gusto que la ayudáramos.
Ephiny: esta dolida por la muerte de su amigo.
Xena: lo entiendo... bueno, volvamos a lo de Mari...
Danielle: perfecto le diré a la reina...

Gabrielle estaba fuera de la casa mirando como el día se iba, en un atardecer muy triste, se había ido un amigo... necesitaba un abrazo... y esos brazos estaban tan cerca, pero a la vez tan lejos... cuando todas salieron de la casa de Lisa para partir, Gabrielle vio los ojos de la guerrera, había mucho dolor entre ellas, Arax no fue mas inoportuna al pasarle su brazo alrededor de la cintura a Xena para abrazarla, Gabrielle bajó su cabeza triste y se fue rumbo a un caballo que la estaba esperando para partir al campamento de Maritusky...
El viaje se volvió tenso para ambas, Gabrielle no sabía que esperar de Xena y Xena no sabía que esperar de Gabrielle, había tenido un hombre que la amaba, y aun le giraba en su cabeza el nombre de Pérdicas y ese hijo que había visto en sus brazos, por su parte Gabrielle no podía olvidar los gemidos de la otra habitación mientras Xena y esa otra mujer hacían el amor...

Ya en el campamento de Maritusky:

Maritusky: Xena, Reina Gabrielle, me alegro tanto de verlas... veo que todo salió bien...
Gabrielle: no tanto, he perdido a un amigo... - la miró a Xena de reojo - pero bueno, hemos venido por las armas, aun tengo problemas en mi aldea con los romanos...
Maritusky: sí, por supuesto... ya están listas, sólo hay que cargarlas en una carreta y listo.
Gabrielle: muy bien, estamos muy apuradas...

Almorzaron, entre miradas sugestivas... Gabrielle, se moría de celos al ver como Arax se acercaba a Xena, y ésta no hacía nada por separarla de su cuerpo, cuando la abrazaba efusivamente, o le acariciaba la cara... Xena por su parte no hacía nada, porque no estaba tan segura si Gabrielle aun sentía algo por ella.
Luego de tener todo listo, ya comenzaban de nuevo el viaje hacia tierra amazona, para comenzar una guerra contra los romanos...

Al llegar a tierra amazona...

Solari: se acerca la reina...
Solita: sí, voy por ella...
Gabrielle: hola, Solari, Solita... ya traemos todo lo que necesitamos, ¿alguna novedad?...
Solita: sí mi reina, los romanos están del otro lado del lago, han venido justo... Hola Xena, ¿cómo estás?
Xena: bien Solita...
Solari: nos alegramos que estés aquí, contigo seguro a esos romanos les daremos una buena paliza...
Xena: esperemos...
Arax: hola, soy Arax...
Gabrielle: vamos Ephiny, necesito cosas que hacer... - dijo enfadada, cortándole el saludo a Arax.
Solita: hola... - susurró.
Arax: tu reina mucho no me quiere - susurró.
Solita: mmm... no sé...

Ya llegando al centro de la aldea...

Gabrielle: Xena, dile a tú amiga - sin mirarla y con énfasis - que no distraiga a mis amazonas...
Xena: lo que tú digas Gabrielle... - Gabrielle ni le contestó.
Gabrielle: bueno Ephiny, me iré a mi cabaña, te espero allí, la guerrera y su amiga que se acomoden donde puedan...
Ephiny: les daré una cabaña Gabrielle...
Gabrielle: haz lo que quieras... - se retiró a su cabaña.
Ephiny: bueno, me parece que esta enfadada contigo y con Arax... no suele ser así, tan fría...
Xena: la verdad no sé por qué...
Ephiny: ¡Xena!... ¿lo dices en serio?
Xena: me disculpas a mí también, estoy cansada y si mañana hay que luchar contra los romanos será mejor que me vaya a dormir...
Ephiny: esta bien, como tú digas... - ninguna de las dos me quiere decir nada, pensó - bueno esta es tu cabaña, puedes compartirla con Arax...
Xena: sí gracias...
Arax: ¿en serio Xena?
Xena: sí, no te voy a dejar sola...
Arax: que buena eres Xena - y la abrazó, justo en ese momento salió Gabrielle para hablar con la guardia real y vio cómo se abrazaban Xena y Arax, su corazón volvió a romperse en mil pedazos, sintió que ya la había perdido para siempre y aun fue peor cuando se enteró que Xena compartiría cabaña y cama con Arax.

Al día siguiente, en el desayuno...

Gabrielle: los romanos parecen que no vienen... deberíamos ir hacia el lago, donde fue la última vez que los vimos...
Ephiny: sí, estoy de acuerdo... mira allá vienen Xena y Arax...
Xena: buenos días...
Arax: hola...
Ephiny: buenos días...
Gabrielle: hola.
Xena: y bien ¿cuál es el plan?
Ephiny: Gabrielle me decía que es muy raro que ya no hayan atacado, a lo mejor tomaron otro rumbo...
Xena: sí, es cierto... estaban por el lago ¿verdad?
Gabrielle: sí...
Xena: entonces iremos por allí...
Arax: yo te acompaño... - Gabrielle la miró.

Y Xena se fue junto a Arax, para el otro lado del lago, acamparon allí durante varias lunas al ver que no había señales de los romanos, no querían que las tomaran por sorpresa, Arax estaba muy contenta de compartir ese tiempo con Xena, pero no Gabrielle, que sentía que cada día Xena con su actitud fría y distante, se alejaba más de su lado y de su corazón, lo único que le quedaba para desahogarse era escribir, otra de las buenas cosas que hacía Gabrielle, comenzó a escribir un pergamino, en él volcó gran parte de sus sentimientos...

Gabrielle: - pergamino - Cuánto dolor hay en mi alma hoy, cada día te noto más distante y más fría, sé que quieres alejarme, y no sé por qué, ¿será, por qué ya no sientes lo mismo que una vez me escribiste?, pero te aviso que ni toda el agua del lago que nos separa podrá apagar el fuego que siento por ti... te amo, te amo tanto, que este amor morirá conmigo...
Te veo con ella y sufro, te imagino con ella y muero... mi angustia es tan grande que ya perdí el poder de tomar decisiones y son tan importantes para una reina, pero el verte reír con otra me rompe el corazón, saber que en las noches le perteneces, que tus labios tan dulces que una vez me dieron tu alma ya no son míos, me muero, me muero de amor, ya no como, ya no duermo... solo pienso, pienso en ti... mis lágrimas salen solas sin pedir permiso, al recordarte a cada instante y ver que no te tengo... que ya no soy la dueña de tu amor, de ese amor inmenso que soñé tantas veces que me darías, para compartir la vida, ese amor que sé muy bien que sentías y que por ser cobarde no lo asumiste, no me lo dijiste mirándome a los ojos, sólo tuviste el valor de escribirlo, cuando te marchaste dejándome el alma herida, me sentí como un pájaro sin alas, sin poder volar hacia la libertad... y ya ves, siendo una reina estoy rodeada de tantas personas, y me siento tan sola... pues sin ti no soy nada, me diste a probar el gusto del amor y me dejaste, a veces pienso... ¿por qué te cruzaste en mi camino?, al principio pensé que era para darme la vida, y me la diste el tiempo que estuviste a mi lado y otras pienso ¿por qué tuve que conocerte? si era para matarme, si fue para hacerme sentir el amor y luego dejarme... te fuiste, tu amor ya no es mío, si es que alguna vez lo fue, ¿sabes algo?, ya no quiero volver a sentir, ¿para qué?, si sentir y amar es para sufrir, eso es lo que aprendí a tu lado... aprendí a sufrir por amor... para que me enseñaste lo que era el amor si nunca me ibas a dar el tuyo... quiero ser como fuiste tú una vez, fuerte, dura, fría, a la vista de los demás, aunque sé que en el fondo eres dulce y sensible... tal vez no involucrarme mas con nadie sea la solución para olvidar lo que es el amor... necesito olvidarte, ya no quiero saber que es el amor... pues lo sentí, lo tuve y lo perdí...
Te preguntaría si en verdad eres feliz con ella porque te veo, te busco la mirada, el azul de tus ojos y no veo la chispa que había cuando viajamos juntas, cuando yo te miraba... y sé que me amabas y me amas como yo a ti, ¿por qué me lo niegas? ¿por miedo?, ¿por rencor?, porque piensas que estuve con Pérdicas, mientras tú sufrías por mi amor... ¿sabes? que tú ahora no reconozcas que me amas, mi sentimiento por ti no cambiara nunca... vaya donde vaya siempre estarás conmigo... aunque necesito olvidarte... pero... te amo...
Gabrielle.


Danielle y Ephiny entraron a la cabaña de la reina y vieron el pergamino sobre la mesa...

Danielle: ¿A quién crees que le escribió esto?
Ephiny: supongo que a Xena.
Danielle: ¿se lo dirás?
Ephiny: no sé.
Danielle: díselo, ella merece saber como se siente Gabrielle con respecto a ella, y estoy de acuerdo con lo que dice Gabrielle allí, se pregunta si Xena es feliz con Arax, para mí no lo es... conozco a la guerrera, creo que lo hace para darle celos.
Ephiny: ¿tu crees?
Danielle: sí, y es una tonta... la perderá para siempre... y mujeres como Gabrielle no se encuentran tan fácilmente, tiene un alma muy pura, además que es bellísima... muchas aquí estarían muy contentas si solo las mirara una vez como mira a Xena...
Ephiny: ¿crees que lo hará inconscientemente?
Danielle: no creo, Xena no hace nada en forma inconsciente, a lo mejor es para vengarse por lo de Pérdicas, el prometido ese que tuvo Gabrielle, bueno tú ya sabes la historia... ella sufrió mucho también.
Ephiny: pero si la ama no debería hacerle eso, a mí me enseñaron que cuando uno ama, siempre tiene que estar a disposición de la otra parte... sacrificarse uno mismo por amor...
Danielle: sí, eso es amor... bueno ¿qué vamos hacer con este pergamino?...
Ephiny: vamos, en cuanto podamos hablaremos con la guerrera...

En el lago... Xena estaba meditando... sabía que con Arax no llegaría a nada, se había encariñado con Arax ese tiempo, pero nunca hubo nada más que abrazos, y ella necesitaba amor, y ese amor era Gabrielle... se moría por tenerla cerca, siempre que podía buscaba su mirada... pero no sabía que sentía Gabrielle ahora por ella, el tiempo había pasado, pero la distancia que hubo entre ellas fue solo física pues se tenían muy adentro de ellas en sus corazones... así que buscó en el suyo y supo que ese amor nunca la había abandonado la amaba con toda su alma, y deseaba que Gabrielle aun sintiera ese amor tan fuerte que una vez le dijo que era de ella...

Iban pasando los días y se encontraban de vez en cuando, siempre esperando a los romanos que por suerte aún no llegaban, pero Gabrielle seguía sufriendo, al igual que Xena, pese a que estaba con Arax, sabía muy bien que no llegaría a nada, sólo había de vez en cuando un abrazo cálido de amigas... pero Gabrielle creía que había mucho más que eso, y eso la destruía... y volvía otra vez a su amiga la pluma para liberar su alma y su dolor...

Gabrielle: - pergamino - Por primera vez siendo barda se me acabaron las palabras, no sé como decirte que me duele el alma, por tu actitud, eso de pasearte frente a mí, agarrada del brazo de otra, me destruye el alma y el corazón, ¿por qué no puedo olvidarte como haz hecho tú?.
Ha pasado tiempo desde que me dejaste aquel pergamino, diciéndome adiós por mi bien... ¿por mi bien? si supieras cuantas noches y días lloré por ti, me levantaba con lágrimas, ¿vivía el día? y me acostaba con ellas... en el medio de la noche cuando mi sueño acababa, volvían mi mente y mi corazón a pensar en ti, y lloraba porque no te tenía, y cada vez era mas difícil encontrarte, tenerte, amarte como siempre soñé, desde el día en que te conocí... entregarte mi cuerpo y mi alma, como se hace una sola vez en la vida a la persona que realmente amas, y yo te amo, te amo tanto que duele, duele porque no estas aquí a mi lado, para luchar juntas en la vida, duele porque estas con ella, duele porque ya no me amas, como me escribiste aquel día en ese pergamino que aún guardo debajo de mi almohada, como el tesoro más preciado porque fue la única vez que salieron de ti las palabras "te amo", porque aunque también está escrito tu adiós, es lo único que me quedó de ti... además de aprender a llorar...

Ephiny: ¿se puede?
Gabrielle: sí, pasa - se secó las lágrimas.
Ephiny: ¿te encuentras bien?
Gabrielle: sí, ya pasará...
Ephiny: ¡Gabrielle!, no puedes seguir así, sufriendo tanto por ella... si tú quieres le digo que se vaya...
Gabrielle: no, no, por favor no lo hagas... sería peor... me acostumbré a verla de nuevo, aunque sea de lejos... detrás del lago...
Ephiny: pero, mírate como estás, te la pasas llorando... tienes derecho a ser feliz... aquí hay muchas que lo harían, sabes bien, que Nora esta enamorada de ti, ella daría su vida por ti... tal vez con el tiempo la ames, dale y date una oportunidad...
Gabrielle: lo sé, le tengo mucho cariño, afecto, pero no es el amor que siento por Xena... ella me mueve el alma, me transporto en una nube de paz cuando la veo a los ojos, así este luchando, verla es perderme en su interior, la amo... no puedo evitarlo, es algo mas allá de la razón, debo pensar mucho, lo sé... pero todos mis pensamientos se los lleva ella, no hay un momento del día ni de la noche en que no este en mi mente, en mi corazón, en las cosas que hago, en lo que escribo...
Ephiny: sí lo sé, ese pergamino esta inspirado en ella de nuevo ¿verdad?
Gabrielle: sí, ella lo es todo para mí... sin ella no vivo...
Ephiny: y con ella tan cerca y saber que no es tuya tampoco... ¡mírate! ¡por los Dioses! Ya ni comes... no permitiré que te mates, no lo dejaré... te quiero mucho, eres muy especial para mí, desde el día en que llegaste te haz convertido en mi mejor amiga, en mi hermana, no quiero que te mueras... - sollozó.
Gabrielle: - la abrazó - ¿morir?... yo ya he muerto cuando ella me dejó, cuando perdí la esperanza de volver a encontrarla pues se me hacía tan difícil, y cuando volví a verla y ya no estaba sola, ¡Dioses! ya no me interesa nada... - lloró en los brazos de su amiga.
Ephiny: lo siento tanto...
Gabrielle: yo también, nunca pensé que estar enamorada dolería tanto, nunca supe lo que era el amor hasta que la conocí, con Pérdicas no era nada comparado con lo que siento por ella, pero la vida continúa, y sé que debo ser fuerte, más que nada porque soy reina de una tribu maravillosa y no merecen tener una reina, triste, lucharé por ustedes, por mi familia... ¡Ephiny!, yo también te quiero mucho, mi amiga, mi hermana.
Ephiny: gracias... ¡¡oh!!! ¿y ese ruido?... tienes un monstruo en tu estómago... jajaja, ¿ves que tienes hambre?
Gabrielle: sí, la verdad que sí... vamos al salón, iré a comer algo...
Ephiny: sí vamos... el mío hace menos ruido que el tuyo jaja, tengo solo un monstruito...
Gabrielle: jajaja...
Ephiny: me gusta verte sonreír, tienes una hermosa sonrisa, cuando se arruga tu nariz, y ese hoyuelo en tu mejilla... eres muy bella Gabrielle, tanto por dentro como por fuera, mereces ser feliz, busca la felicidad...
Gabrielle: lo haré... con el tiempo, lo haré...

A un costado del salón:

Ephiny: Tere...
Tere: ¿sí?
Ephiny: prepara algo para comer, la reina tiene hambre...
Tere: con gusto... por fin sale un poco de su cabaña...
Ephiny: sí, hay que distraerla, sería bueno organizar una fiesta, algo, para hacerla olvidar ya sabes a quien...
Tere: sí, todas sabemos, sólo no entiendo ¿cómo no se da cuenta Xena, que la esta matando de a poco?...
Ephiny: hablaré con ella... aunque no le digas nada a Gabrielle... Xena merece saber lo que hizo Gabrielle por ella, que la buscó por todos lados... y que aún la ama con toda su alma... si tú supieras lo que sufre por ella... nunca vi amar tanto a alguien...
Tere: nunca me amaron así...
Ephiny: ya encontrarás, no te preocupes... todas tenemos nuestra alma gemela, por ahí...
Tere: ya estoy grande para el amor...
Ephiny: el amor no tiene edad... el amor es magia, viene solo... no pregunta, se mete en tu corazón cuando menos lo esperas, en el lugar que nunca te imaginaste allí lo encontrarás...
Tere: ¿sabes? yo estuve enamorada, y mucho... él era un buen hombre, marinero... fue un día estando en el puerto, allí lo conocí, era alto, fornido, musculoso de tanto trabajar, su piel dorada por el sol, y el pelo negro como la misma noche, yo era muy chica para él, pero no me importaba, tenía bigotes finitos que me enloquecían, lo servía en la posada de mi padre, siempre esperaba que llegara su barco, cuando volvía sentía vivir de nuevo, cuando se iba, mi tristeza me acompañaba durante largos días, hasta que regresaba, fue mi primer hombre, me enamoré, pero él a veces era tan frío, me trataba a veces como a una niña, y yo quería ser su mujer para siempre, antes de estar con él, lo veía irse con mujeres preparadas para eso, y me dolía, yo quería estar con él, quería pertenecerle, hasta que llegó ese día en que me entregué, luego por su trabajo iba y venía, y eso sí, me respetó, a partir de entonces fui su única mujer, la última vez que lo vi me pidió que me fuera con él y estaba decidida, y fue cuando mi padre se enfermó, y tuve que quedarme, no podía dejarlo solo... y él no lo comprendió, y yo creí que me amaba, si lo hacía debía esperarme, ¿no crees? y nunca más volvió, después con el tiempo mi padre falleció, y un día vino el barco en que solía trabajar él, y ya no estaba, me dijo el capitán que se había quedado en una isla a vivir con una mujer y mi corazón ya no tuvo esperanzas, y luego entre una cosa y otra los Dioses me fueron llevando por distintos caminos, hasta que llegué a la tierra amazona y me quedé a vivir aquí, ahora ustedes son mi familia... ¿sabes? hacía tiempo que no hablaba de él, lo ame mucho, aún lo recuerdo, me hizo bien recordarlo...
Ephiny: me alegro que me contaras tu historia, deberíamos hacerlo todas, hay mucho que no sabemos de nosotras mismas, deberíamos reunirnos un día y contar de donde venimos cada una, de cómo era nuestra vida antes de formar esta maravillosa familia...
Tere: sí, será maravilloso... bueno ya esta listo el guiso, nuestra reina se comerá hasta el plato... jajaja.
Ephiny: jajaja... eso espero hace varios días que no come bien... gracias...
Tere: ¿sabes? me encanta cuidar a mis años de una hija y Gabrielle, es tan dulce...
Ephiny: aquí todas somos tus hijas, te queremos mucho...
Tere: lo sé... todas lo son...
Ephiny: seguro, bueno le llevaré el plato a Gabrielle...

En el salón:

Ephiny: listo Gabrielle, aquí tienes tu comida... y cómete todo, porque sino me enojaré...
Gabrielle: esta bien, ¡mamá!... jajaja lo haré, tengo hambre en serio... ¿hizo más guiso?
Ephiny: ¡¡esa es mi Gabrielle!! - dijo con el alma, tan fuerte que justo cuando pasaba Xena la escuchó y se le paralizó el corazón, ¿acaso Ephiny y Gabrielle eran más que amigas?, Ephiny que estaba de frente a Xena vio como un dolor especial se apoderó de los ojos azules de la guerrera - Hola Xena... - a Gabrielle se le atragantó el guiso, pues no esperaba a Xena esa mañana y menos en el salón.
Xena: hola Ephiny, - hizo una reverencia y saludó a Gabrielle - hola Gabrielle...
Ephiny: ¿qué te trae por aquí?
Xena: lo mismo que a tu reina... me levanté con hambre y la verdad no tengo ganas de pescar, supuse que algo habría por aquí, y eso huele muy bien - se acercó al lado de Gabrielle, quien tembló, y olió el aroma del plato de la barda - mmm... delicioso - Gabrielle estaba que volaba, se había puesto muy nerviosa - ¿puedo compartir la mesa contigo?
Gabrielle: sí, sí... pue... des...
Xena: gracias, iré a traerme un plato...
Ephiny: no te molestes, lo traeré yo... - le hizo seña a Gabrielle, ¿qué querrá?
Xena: bueno... disculpa, no te incomoda que me siente aquí ¿verdad?
Gabrielle: no, ya te dije que no...
Xena: gracias... lindo día... ¿eh? - ¡Dioses, que bella esta!, pensó.
Gabrielle: ¿eh? ¿dijiste?
Xena: dije, que lindo día... - que estupidez cuando alguien no sabe que decir se habla siempre del tiempo, pensó.
Gabrielle: ¡oh! sí, muy lindo... - se miraron por primera vez, Gabrielle había levantado su vista hacia Xena, pues antes no había levantado la mirada del plato, se quedó en su mundo, ambas lo hicieron, verse tan cerca, fue mágico, el amor que había en el aire, se notaba a distancia, fue algo que vio Ephiny, ¿acaso Xena aun amaba a Gabrielle? ¿y por qué la hace sufrir tanto?
Ephiny: aquí tienes - le dejó el plato a Xena y rompió la magia que las envolvía.
Xena: mmm... gracias...
Ephiny: ¿y Xena? cuéntanos como te va del otro lado del lago, la verdad pensé que nunca te establecerías...
Xena: bien...
Ephiny: ¿sólo bien?
Xena: sí, sólo bien - la comió con la mirada - además es solo por un tiempo - Gabrielle la miró, triste.
Ephiny: ¿sólo un tiempo?
Xena: sí, ya sabes que no me gusta estar en un solo lugar... además parece que los romanos no vendrán...
Ephiny: pero creí que habías cambiado, la gente que amas te hace cambiar... y que opina Arax de todo esto, ¿ella también quiere irse? - Gabrielle esperaba ansiosa la respuesta.
Xena: no lo sé...
Gabrielle: no cambiaste nada, nunca consultas nada, no te importa nada ni nadie, ¡¡romperás otro corazón!! - se levantó y se fue, muy enojada.
Xena: ¿qué le pasa?
Ephiny: ¿en serio preguntas Xena? eres tan tonta para el amor...
Xena: sí, lo sé, me enamoré de ella hace tiempo, la dejé pensando que sería feliz junto a Pérdicas su esposo, y no entiendo aún que hace acá, la vi con él y un hijo en sus brazos hace mucho tiempo... no pensé nunca que Gabrielle abandonaría a su hijo...
Ephiny: ¿esposo?, ¿hijo?, ¿de qué hablas?
Xena: del hijo de Gabrielle, el que tuvo con Pérdicas...
Ephiny: Xena... Gabrielle no tiene hijos...
Xena: yo la vi... con un niño en brazos y al lado estaba Pérdicas...
Ephiny: pues, viste mal... Gabrielle no tiene hijos, y menos con Pérdicas, ella nunca se casó con él... - los ojos de Xena cada vez se abrían más.
Xena: no, no puede ser... pero yo la vi... y me destruyó el alma... porque me enamoré de ella perdidamente, "yo" la Princesa Guerrera, que nada ni nadie me hacía mover un solo músculo de mi corazón, ella los movió todos, con solo verla a los ojos... tuvimos algunas diferencias, luego la llevé a su pueblo y allí conocí a su prometido, yo jamás le había dicho a alguien "te amo" y me costó decírselo en persona, un día que me esperaba en la posada de su pueblo, decidí que lo mejor era irme, y dejarla para que fuera feliz con él, para que me olvidara pues yo sabía que me amaba, pero no podía ofrecerle nada, mi vida es muy dura, viajando de aquí para allá, jamás le podría dar un hogar, un hijo... me fui y desde entonces la pienso, la siento, cada día, cada noche, pues mi amor por ella no murió nunca y nunca lo hará, la amaré eternamente.
Ephiny: pero entonces ¿es verdad que tú la viste con él?
Xena: sí, por eso te dije que a lo mejor ella se iba de la aldea para verlo a él, los vi en un pueblo, ella estaba hermosa como siempre, se me iluminó el alma al verla, pero cuando lo vi a él al lado de ella, mi corazón volvió a sufrir como siempre, y encima él traía a un niño entre sus brazos se lo dio a ella y ella lo abrazó con mucha ternura, supuse que era su hijo y de él, por un lado estaba destruída pero por otro me alegré de verla tan feliz, al menos eso parecía.
Ephiny: no puede ser su hijo, además ella me lo hubiera dicho... ¿cuándo la dejaste?
Xena: hace dos veranos y medio.
Ephiny: vaya, llevas la cuenta.....
Xena: sí, es desde que no duermo una noche seguida.
Ephiny: hay algo raro en el tiempo, no puede ser su hijo... ella hace dos veranos que esta con nosotras... y estoy segura que no estuvo embarazada... lo notaría... ¿no crees?
Xena: ¿entonces?
Ephiny: debes hablar con ella...
Xena: ¿hablar?... me dijo que me odiaba...
Ephiny: está dolida... debes entender... ella te amaba y tú la dejaste sin ninguna explicación.
Xena: le deje un pergamino... le dije que la amaba.
Ephiny: eres terrible, le dices a una mujer que la amas y te vas, encima se lo escribes, no eres capaz de mirarla a los ojos.
Xena: sé que soy una bestia, pero entiéndeme es la primera vez que me pasa esto, nunca había sentido "eso" por nadie.
Ephiny: "eso"... es amor, Xena... averigua bien que paso y no te niegues la felicidad, ni a ti ni a ella, si se aman deben estar juntas... ¿quieres que hable con ella?, ¿sabes? si ella me hubiera dicho tu nombre hace mucho tiempo, si me hubiera dicho que era a ti a quien iba a buscar... no habría pasado tanto tiempo llorando.
Xena: ¿llorando?
Ephiny: sí, yo la escuchaba casi todas las noches lloraba en silencio en su cabaña, yo pasaba a desearle buenas noches y tenía los ojitos llorosos, ahora entiendo muchas cosas.
Xena: pobre Gabrielle, sino se casó quiere decir que realmente me amó mucho, ¡Dioses! que estúpida fui.
Ephiny: ¡Xena!, Gabrielle aún te ama con toda su alma, nunca pudo olvidarse de ti, te buscó por todos lados, estuvo en peligros por ti, hasta que los Dioses la trajeron aquí, y el mismo día en que iba a irse otra vez para buscarte, Melosa le pidió que fuera su sucesora, y por el reto a muerte con Leyra se quedó para ser reina...
Xena: cierto... pero...
Ephiny: sí, y bueno ya sabes el resto, que es muy buena peleando, recuerdo que ese día estaba nerviosa por la situación y hace poco me confió que pensaba en ti, se preguntaba si te sentirías orgullosa de ella, nunca dejó de pensar en ti, te ama Xena, con toda su alma, y no sabes lo que esta sufriendo desde que apareciste y estas viviendo con Arax.
Xena: pero yo por Arax no siento nada, es sólo una amiga... a ... a... - se le cortaron las palabras.
Ephiny: ¿si?
Xena: a Gabrielle la amo, nunca pude olvidarla, ella es el amor de mi vida...
Ephiny: y dile ¿qué esperas?
Xena: es que yo pensé que ella estaba casada con Pérdicas y que tenía un hijo... creí que ya no me amaba, que me había olvidado - sus ojos se llenaron de lagrimas, en ese momento entró Arax.
Arax: Xe... na... ¿te sientes bien?
Xena: disculpa, debo caminar...
Arax: sí, lo que tú digas... ¿qué le pasa?... estaba llorando, nunca la vi llorar... la he visto triste pero llorar...
Ephiny: el amor, hace cosas ...
Arax: ¿amor?... sé que ella no me ama... nunca me entregó su corazón, su alma, sólo pasamos momentos, ¿sabes? siempre supe que amaba a alguien con toda su alma, y a veces sentía envidia de cómo amaba a esa persona que no la dejaba dormir por las noches, mientras aparecía en sus recuerdos, en sus sueños, pues sabía que ella nunca me amaría así... esa persona es la reina Gabrielle ¿verdad?
Ephiny: sí... ¿cómo te diste cuenta?
Arax: hace falta ser ciega solo para no ver cuanto se aman... la quiero mucho a Xena, y me alegro que sea Gabrielle quien tiene su amor, es una gran mujer...
Ephiny: sí, lo es...
Arax: ahora no entiendo... ¿por qué no están juntas?
Ephiny: Xena creyó que Gabrielle se había casado y que tenía un hijo...
Arax: entiendo...
Ephiny: ¿y tú que harás?
Arax: me iré... sé que su amor nunca será mío... volveré a mi pueblo... ya tuve bastante experiencia de vida... iré a buscarla...
Ephiny: sí, avísale que te vas...
Arax: gracias por todo, han sido todas muy amables conmigo... déjale mis respetos a Gabrielle... y dile que sea muy feliz con Xena, ambas merecen serlo...
Ephiny: lo haré...

En el lago Xena tiraba un piedra detrás de otra, no podía creer todo lo que habían sufrido en ese tiempo, sólo por un mal entendido...

Arax: Xena..
Xena: hola Arax...
Arax: sé que me dijiste que querías estar sola pero debo hablar contigo...
Xena: esta bien, quédate... dime...
Arax: me voy... sé que nunca serás mía del todo, haz sido muy buena conmigo pero sé que no me amas.
Xena: lo siento... es verdad... amo a Gabrielle...
Arax: lo sé, lo pasamos bien mientras duró nuestra amistad... nunca te olvidaré...
Xena: gracias Arax... yo seguiré siendo tu amiga, como siempre pero nada más - se dieron un beso suave en los labios, se abrazaron, y unos ojos verdes lloraban una vez más detrás de un árbol, otra vez la veía en los brazos de Arax, Gabrielle se fue corriendo a su cabaña, hecha un mar de lágrimas.
Arax: ve a verla, debe estar esperándote...
Xena: sí, ahora mismo iré, no puedo esperar a verla y decirle que todo mi amor nunca cambio, que sigo amándola como el primer día, en que me crucé con ella, en aquella tienda... adiós Arax...
Arax: adiós Xena...

En la cabaña:

Gabrielle: ¿por qué?... ¿por qué?... Xena... no puedo seguir llorando tengo que sobreponerme, pero como hago para vivir sin ti... - en ese momento tocan la puerta - sí... - dijo llorando - ¿quién es?
Nora: soy Nora, ¿puedo pasar?
Gabrielle: si pasa...
Nora: lo siento, te vi correr tan angustiada... ¿te encuentras bien?
Gabrielle: sobrevivo...
Nora: sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras, Gabrielle yo te quiero mucho, te amo...
Gabrielle: no lo digas...
Nora: pero es lo que siento, sé que lloras por ella, todas en la aldea saben que la amas a Xena, pero ella no te ama, esta con Arax y solo te hace sufrir...
Gabrielle: lo sé, debo cambiar, pero cuando se ama tanto como yo a ella, es difícil...
Nora: si me permites, yo puedo hacerte feliz, yo te daré todo lo que ella no te dio... - a todo esto Xena estaba escuchando todo por la ventana.
Gabrielle: lo pensaré... gracias... - Xena al escuchar la respuesta de Gabrielle se sintió dolida, acaso no la amaba como ella creía... ¿Ephiny se había equivocado?, ¿pensaría en darle una oportunidad a Nora?

En el centro de la aldea:

Ephiny: hola Xena, ¿ya hablaste con Arax?
Xena: sí, se va... a lo mejor debería hacer lo mismo...
Ephiny: ¿de qué hablas?
Xena: de Gabrielle y Nora, sé que la ama... y Gabrielle le dará una oportunidad...
Ephiny: estás equivocada Xena, Gabrielle te ama a ti...
Xena: la vi, la escuché...
Ephiny: Xena, ¿le dijiste a Gabrielle que la amas?
Xena: no, aun no... fui a verla y me encontré con Nora en su cabaña...
Ephiny: habla primero con Gabrielle y déjate de dar vueltas... ya te dije, "te ama"... Vete, ya, o te llevo de los pelos ¡¡¡¡¡guerrera cobarde para el amor!!!!!...
Xena: tienes razón, siempre fui cobarde para el amor, iré a buscarla... - en ese momento se acercó Arax que se marchaba.
Arax: me voy...
Ephiny: bueno cuídate, yo iré hablar con Gabrielle - y la miró a Xena.
Xena: yo iré en un momento... Arax, cuídate mucho...
Arax: también tú, Xena, te extrañaré...
Xena: bueno vamos, te ayudaré con el caballo...

Mientras Xena se despedía de Arax, Ephiny iba muy ansiosa a la cabaña de Gabrielle...

Ephiny: Gabrielle debo hablarte urgente...
Gabrielle: ¿qué pasa?... ¿los romanos?
Ephiny: noooo, es algo que te alegrará la vida, comenzarás a vivir...
Gabrielle: déjate de tonterías...
Ephiny: hablé con Xena...
Gabrielle: ¿y?
Ephiny: y solo ¿y? ¿me dirás?
Gabrielle: es que disculpa ya ni quiero pensar en ella...
Ephiny: pues ahora lo harás, hay algo que debes saber... ella te ama...
Gabrielle: Ephiny, no estoy para bromas...
Ephiny: en serio, me lo dijo... hace un momento... te ama, como el primer día, nunca te olvidó...
Gabrielle: pues no lo parece... ella esta con Arax...
Ephiny: ya se fue...
Gabrielle: ¿cómo que se fue?
Ephiny: bueno, se esta yendo en este mismo momento... Gabrielle, por favor escúchame... hubo una confusión... Xena, creyó que tú te habías casado con Pérdicas y que tenían un hijo, al que ibas a ver de vez en cuando, por eso nunca más se acercó a ti... pero te ama, y ¡¡¡Dioses!!! ¡¡Cómo te ama!!, ella ha sufrido tanto como tú...
Gabrielle: pero y Arax...
Ephiny: Arax, fue solo una amiga, nada más... supongo que lo hacía para darte celos... pero entre ellas nunca pasó nada más, por eso Arax se va, porque sabe que Xena nunca será mas que una amiga...
Gabrielle: - se sentó en la cama, con los ojos abiertos como platos - me... me... ama... - se tomó la cabeza con ambas manos y no paraba de repetir - me ama... Ephiny... no puedo creerlo... pero... pero... espera ¿por qué no esta aquí ella para decírmelo?...
Ephiny: bueno, es que vino hace un momento y te escuchó hablar con Nora, y que le darías una oportunidad, y pensó que tú ya no la amabas...
Gabrielle: ¡¡¡guerrera tonta!!!... si la amo con toda mi alma...
Ephiny: pues ve a buscarla... se estaba despidiendo de Arax... y me dijo que venía hacia aquí, así que seguro se encuentran en el camino... ve Gabrielle... sé feliz, mi reina... nunca te había visto sonreír así... la luz que hay en ti... se ha encendido de nuevo... ve mi reina... ve a los brazos de tu amada guerrera...
Gabrielle: ¡¡¡¡ohhh!!!! Ephiny... claro que lo haré, soy tan feliz...

A todo esto ya Arax había partido de la aldea y Xena se dirigía hacia la cabaña de la reina, de su barda, de su Gabrielle, a la cabaña de la mujer que le movía el alma, la mujer que amaba, la mujer de su vida...

Luego de unos instantes de haber partido, Arax regresa a toda velocidad, para avisarle a Xena, que los romanos se estaban acercando...

En ese momento Xena va al encuentro de Gabrielle quien salía justo de su cabaña, ambas estaban a escasa distancia, perdiéndose en sus ojos, sus corazones palpitaban muy fuerte, aceleraron sus pasos para caer rendidas en los brazos de la otra, y la sonrisa de ambos rostros iluminaba el alma de la otra, cuando ya estaban a punto de abrazarse Arax entró gritando en la aldea...

Arax: ¡romanos! cúbranse...

Ambas quedaron asombradas por la noticia pero inmediatamente Gabrielle dió las órdenes de tomar posiciones, Xena sólo alcanzó a acariciar tiernamente el rostro de la barda y una dulce sonrisa salió de su rostro, pero debían reaccionar, los romanos ya estaban en la aldea...

Y así comenzó la batalla, cuerpo a cuerpo, espada contra espada, Gabrielle en un momento dado quedó luchando al lado de Xena, quien estaba muy sorprendida de las habilidades de su amada, no podía creer lo bien que peleaba Gabrielle, estaba embobada mirándola cuando un romano estuvo a punto de matarla, Gabrielle observó al romano y se abalanzó sobre él, para proteger a Xena, la espada del soldado atravesó el costado de Gabrielle, salvándole la vida a Xena, ésta reaccionó enseguida y mató al desgraciado y tomó entre sus brazos el cuerpo de Gabrielle, la herida sangraba mucho pero Xena pudo ver que solo había rozado el costado derecho, se alegró por dentro pues Gabrielle se repondría, pero algo pasaba Gabrielle se estaba desmayando, ¿qué le pasaba? ¿no quería vivir?, la llevó a su cabaña y allí la tendió en la cama, revisó de nuevo la herida tal vez se había equivocado pues Gabrielle estaba realmente mal, comenzó a faltarle el aire, Xena le comenzó a dar respiración boca a boca, Gabrielle no respondía.

Xena: ¿por qué lo hiciste?... debiste dejar que me hiriera, ¡maldición!... respóndeme... no te atrevas a dejarme... Gabrielleeeee... abre los ojos... por favor... - Xena sintió en su corazón un profundo dolor, sentía que Gabrielle se iba - no puedes dejarme... no puedes... - comenzó a pegarle en el pecho desesperada, le volvió a dar respiración boca a boca - te amo , por favor no me dejes... te amo, ¿me escuchaste?, te amo, te amo... vuelve mi amor... no puedo vivir sin ti - lloraba sin parar, en ese momento entró Ephiny.
Ephiny: Xena... ¿qué pasó? - hay que cerrar la herida... Xena reacciona, por favor, ayúdame.
Xena: - sollozando - ella me deja... se va...
Ephiny: no aun no, mira respira... ella no te va a dejar, ella te ama, dile que la amas y volverá para estar junto a ti para siempre.
Xena: ya se lo dije... Gabrielle te amo, no me dejes, no te vayas... aun podemos vivir nuestro amor si tú lo deseas, no me importa Pérdicas, no me importa nada, solo te quiero a ti, sin ti no soy nada - dijo entre lágrimas - ¿acaso esto será un amor imposible? - Gabrielle en ese momento abrió los ojos lentamente para perderse en los de Xena, y le dio su mejor sonrisa.
Gabrielle: mientras haya amor Xena, nada es imposible, y yo te amo... ¿tenía que morir para decirme que me amas?
Xena: ¿estabas fingiendo?
Gabrielle: sí, me duele la herida pero fue solo un rasguño.
Xena: te voy a matar, ¿hiciste todo esto solo para escuchar lo que ya deberías saber?
Gabrielle: pues si tú no me lo dices en persona ¿cómo sabía que era verdad?, aunque supe bien que siempre me amaste, pero eres tan dura, ¿por qué no me lo dijiste antes?, aquel día quería irme contigo, ya había hablado con Pérdicas, le dije que no me casaría con él. Te amo Xena, abrázame, abrázame fuerte, por favor mi vida... - Xena se acercó a su amada Gabrielle y la abrazó con el alma, se fundieron en un abrazo eterno, con amor, con ansias, con ganas de seguir juntas para siempre...
Xena: te amo tanto mi barda, mi pequeña, mi mujer...
Gabrielle: y yo a ti... nunca pude olvidarte un solo momento, estabas en cada instante de mi vida... Xena, no me sueltes, no quiero despertar de este sueño...
Xena: no es un sueño mi amor, es nuestra vida... y así será desde ahora y para siempre... nada ni nadie podrá separarnos jamás... ni siquiera la muerte, porque vayas donde vayas allí estaré porque sé que estoy en tu corazón y en tu alma, como tú lo estas en la mía... te amo Gabrielle... ¿sabes? cuando te vi, hace un tiempo, con un niño en brazos... - bajó triste su cabeza.
Gabrielle: - levantó la cabeza de Xena con un dedo - tonta, eres tan tonta para el amor... me encanta esa debilidad en ti, si te hubieses acercado sabrías que ese niño tan hermoso no es mío, es de Pérdicas y de Triasta, su esposa, él se casó con ella, después que yo lo dejé, se dio cuenta que nunca me amó como mujer, solo era una gran amistad, quedamos como lo que siempre fuimos, grandes amigos, eso es todo, pero el amor de mi vida eres tú Xena, te amo con toda mi alma. - le tomó la cara y la besó con pasión, Xena casi se desmaya.
Xena: creo que ahora yo necesito aire... - se volvieron a besar.

Cuando dejaron de besarse Ephiny terminó de curar la herida de Gabrielle, mientras Xena permanecía a su lado, mirándola a los ojos, esos ojos que tanto amó, ama y amará por siempre...

Ephiny: bueno yo me marcho, los romanos ya estaban perdiendo, supongo que al no escuchar tanto ruido de espadas habremos ganado, ¿pueden quedarse solas un momento?... no se metan en problemas, creo que por acá no vendrá nadie - les guiñó un ojo y se fue.
Gabrielle: ¿crees que por fin podremos hacer el amor?
Xena: ¿y tu herida?
Gabrielle: no hay nada que tú no cures, ven mi amor, esperé mucho tiempo para estar entre tus brazos, sentir tu cuerpo y estar en ti... - se abrazaron y se besaron apasionadamente, comenzando la danza del placer, por fin podían amarse sin nadie a la vista, ambas estaban desesperadas, era quien de las dos se sacaba más rápido la ropa - no puedo con tu armadura ¿me ayudas?
Xena: estas muy ansiosa.
Gabrielle: estoy desesperada... quiero volverte a ver...
Xena: pero si nunca me viste desnuda... a no ser que me hayas espiado cuando me bañaba... si es eso... eres muy pícara...
Gabrielle: - se sonrojó - sí lo soy... no podía perderme semejante belleza... ¡Dioses Xena! eres hermosa... quiero que me ames, quiero amarte... aunque tú sabes que nunca hice el amor con nadie... espero no defraudarte.
Xena: sé que no me defraudaras mi amor, veo en tus ojos cuanto me amas... ¿así que, entonces tú... y él nunca estuvieron juntos?
Gabrielle: no, Xena te amaba y te amo solo a ti, no podía pensar en nadie más que en ti...
Xena: eres tan especial, te amo tanto... - beso apasionado.
Gabrielle: Xena, ¿y tú?... te acostaste con alguien en todo este tiempo, no me mientas. ¿Qué es Arax para ti?
Xena: cuantas preguntas, eres la Gabrielle de siempre... y la respuesta es no, nunca pude olvidarte y Arax es solo una amiga... ¿celosa mi reina?
Gabrielle: sí... soy muy celosa... no quiero verte con nadie que no sea yo... te amo guerrera y voy a demostrártelo.

Se besaron apasionadamente, donde el beso se hizo intenso, con hambre de amor, ya sin aire, no les importaba no poder respirar, estaban juntas... unidas para siempre...

Gabrielle: wouuuuu... Xena espere tanto este beso, este abrazo...
Xena: y yo Gabrielle... mmm... ¿te dije que besas muy bien?...
Gabrielle: tú no lo haces tan mal... pero igual creo que mereces un poco mas de practica... ¿probamos mi amor?...
Xena: sí, mi vida... - y se volvieron a besar, las manos ya subían y bajaban por sus cuerpos que pedían mas que un beso, acariciaban lentamente cada una los muslos de la otra, la espalda... Xena no aguantó mas - Gabrielle... te amo y te deseo tanto... me estoy quemando... necesito amarte quiero amarte, quiero demostrarte cuanto te amo...
Gabrielle: y yo a ti Xena...
Xena: entonces no perdamos mas el tiempo... ya perdimos demasiado... quiero verte, déjame saborear tu cuerpo, quiero llevarte a los Campos Elíseos, a donde tu quieras...
Gabrielle: tus ojos, tus brazos, tu boca son mis Campos Elíseos haz conmigo lo que quieras... hagamos el amor... Xena...

Y así hicieron el amor como nunca, Gabrielle se desmayaba con cada beso, con cada penetración tan suave y exquisita que le daba su amada, con cada suspiro, con cada gemido... estaba en lo alto del placer, ambas disfrutaron todas sus caricias.

Gabrielle: Dioses Xennnaaaa... no te detengas... sigue... amor... te amo... cuanto te amo... - Xena seguía haciendo de la suyas, penetraba con más fuerza a una Gabrielle que ya estaba rendida a sus pies, llegó al clímax y se abrazaron tiernamente, para calmar sus cuerpos, estaban sudadas, agitadas de tanta pasión, luego le llegó el turno a Xena, quien se derritió con cada toque de Gabrielle era tan suave, tenía tanta ternura, nada que ver con las veces que había estado con alguien en su pasado, era exquisito sentir los labios tan dulces de la barda sobre su abdomen, sobre su sexo, tocó el cielo con las manos cuando Gabrielle metió dos dedos en su interior, haciéndola estremecer, ambas siguiendo el ritmo perfecto quedaron exhaustas de tanto placer, calmaron sus cuerpos, y se fundieron en un beso intenso, luego quedaron abrazadas por un largo rato.
Xena: es lo más hermoso que me paso en la vida, entregarme a ti, eres tan dulce.
Gabrielle: ¿en serio?... me alegra que te gustara... te amo tanto.
Xena: también te amo...
Gabrielle: ¿qué haremos ahora?...
Xena: yo, seguirte amando... soy muy fogosa.
Gabrielle: lo sé... y me encanta la idea, jamás me cansaré... pero me refería, a nuestras vidas, soy reina amazona y tú sigues viajando de aquí para allá.
Xena: cierto... haremos un trato...
Gabrielle: ¿un trato?
Xena: sí, ya no sería justo para ti, que dejes todo por mí.
Gabrielle: sabes que haría cualquier cosa por ti, te seguiría hasta el Tártaro de ser necesario.
Xena: lo sé, mi amor... por eso sería injusto para ti... quiero que aun sigas siendo reina amazona.
Gabrielle: Xena, no otra vez, no lo soportaría, no puedes dejarme otra vez - sollozó.
Xena: shhhh, tranquila... déjame terminar... me enteré que tú te ibas por ahí, buscando a alguien...
Gabrielle: a ti...
Xena: lo supe hace poco y te amo aun mas por eso, fui tan tonta en dejarte y no luchar por ti.
Gabrielle: no tenías que luchar por mí, yo fui tuya desde que te conocí.
Xena: gracias... mi amor... te decía como tu puedes irte de la aldea por un tiempo, ese tiempo lo usaríamos para viajar que es lo que más me gusta a mí, además de ti, andar por los caminos, tengo tanto para mostrarte, para que veas, será hermoso viajar juntas y luego de un tiempo volveríamos a la aldea para ver como andan las cosas, siempre serás su reina, pero que no se acostumbren mucho pues solo te quiero para mí, ¿estas de acuerdo?.
Gabrielle: Xena... siempre tienes una solución, te amo - beso apasionado - hablaré con Ephiny, ella es mi regente cuando yo me iba por ahí, ¿sabes? ya estaba resignada a perderte para siempre, el destino no quería que nos uniéramos, cuando llegaba a un pueblo, me decían: ¿Xena?, sí estuvo por aquí, pero ya se fue hace una luna, dos lunas, siempre llegaba tarde para verte de nuevo, mi corazón estaba cada vez más roto, te extrañaba tanto... - se puso triste.
Xena: lamento tanto, todo lo que sufriste por mi culpa... pero a partir de ahora nada ni nadie podrá separarnos... te amo barda, Gabrielle de Potedia...
Gabrielle: jajaja... te amo Xena, mi Princesa Guerrera... - volvieron a perderse en un beso apasionado sellando así la pureza de un amor que perduraría para siempre.

Luego de varios días de mucho amor, intenso, apasionado... la vida siguió su curso, se amaban con el alma... Y en un atardecer hermoso algo fresco del otro lado del lago, Xena y Gabrielle iban siempre allí para estar a solas y disfrutar del día, sin preocupaciones y amazonas a la vista... Gabrielle se puso a preparar las cosas para hacer fuego, y recordó cuando aquella vez le dijo a Xena que no sabía hacerlo, y sonrió... por su parte Xena también recordó lo mismo y lo que le había dicho Layla que Gabrielle era una experta solo que no lo hacía por vagancia... así que la guerrera decidió vengarse... y no moverse para nada...

Gabrielle: Xena, ¿no piensas ayudarme?
Xena: ¿ayudarte? ¿en qué?
Gabrielle: Xena ¿qué pasa?
Xena: nada... ¿por?... - le sonrió de medio lado.
Gabrielle: ¡¡guerrera!!... te conozco... tú no te quedas allí sentada mirándome... sin hacer nada, pues al menos trae leña... - Xena sonreía - no veo la gracia, que yo este buscando leña y tratando de prender el fuego mientras tú estas ahí sin hacer nada...
Xena: amor... ven aquí...
Gabrielle: mmm... si me llamas así, sabes que me derrito... ¿qué pasa?, en serio... dime...
Xena: estas muy ansiosa... ven dame un beso...
Gabrielle: sí, tu me pones ansiosa... y te daré el beso si me dices en que piensas. ¿Y por qué no quieres ayudarme?
Xena: bueno, recordaba cuando no sabías hacer fuego, veo que has aprendido bastante...
Gabrielle: pues sí.. mmm - bajó su cabeza.
Xena: tanto que casi incendiaste el granero de tu padre...
Gabrielle: sí, me acuerdo de eso, ja ja - dijo entusiasmada y se dió cuenta que había cometido un error - ... Xe... na... - se levantó pues sabía lo que venía.
Xena: ¡¡¡Gabrieeeeeeeelllllll...!!! ven aquí... tu castigo... serán las cosquillas...
Gabrielle: no, Xena, por favor, sabes que me muero de risa... no lo hagas...
Xena: mmm síii... mereces tu castigo por burlarte de mí aquella vez...
Gabrielle: es que nunca me gusto hacerlo, perdóname...
Xena: mmmm noooo... cosquillas para una barda - gritó con el alma y sonrió.

Xena la atrapó justo y comenzaron a reírse ambas sin parar hasta que cruzaron sus miradas y se besaron con el alma...

Gabrielle: te amo...
Xena: y yo a ti...
Gabrielle: ¿sabes? he aprendido con todo lo que nos pasó que todo éxito y tropiezo fortalece el alma, así que le doy gracias a los Dioses por poder sentir lo que siento, sea bueno o malo me di cuenta que "sentir" es lo que nos hace "un ser humano"... Gracias Xena, por mostrarme lo que es sentir...
Xena: a ti mi barda, a ti...

Un tierno beso y un abrazo fuerte sellaron para siempre su amor...

Fin

*********************************************
Nota de la autora:
Gracias a Lao Ma San por permitirme "robarle" parte de su inspiración, la última frase de Gabrielle en el ff, se la quité a ella...
Un saludito a Maye...
Y gracias a ti, "amor", que me das la inspiración...


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