Faltaba pocos días para el solsticio de primavera, todos los campos empezaban a
enverdecer y a crecer numerables tipos de flores muy hermosas. Xena y Gabrielle
llevaban bastante tiempo viajando, iban rumbo a un pueblo llamado Sirka, este era
un pueblo amigable, pero últimamente había sido atacado varias veces por maleantes
que se aprovechaban de la amabilidad de la gente que vivía allí.
A Xena y Gabrielle les faltaban un par de días para llegar allá y sus provisiones
se estaban agotando, además llevaban varios días viajando, se sentían algo
cansadas, pero viajaban rápido para llegar lo más pronto posible a rescatar a
la gente del aquel pueblo.
Estaba cayendo la noche y tenían que acampar para descansar y continuar con su
andar mañana temprano, de pronto Xena vio a lo lejos una cabaña vieja, casi
destrozada, entonces llamo a Gabrielle para investigar si estaba deshabitada y si
era así entonces esa noche dormirían allí. Esa noche hizo frió, pero para fortuna
de ellas la cabaña que habían encontrado las iba a proteger del frío. La cabaña
estaba algo destruída, pero era sólida, tenía adentro paja seca, la cual les
serviría a ambas como abrigo.
- Es perfecto para acampar esta noche, ya que parece que va a hacer algo de frío,
comento Xena.
- "Que bien, necesito descansar, ya me imagino el merecido que Xena les dará a esos
maleantes, será excitante..." bueno tengo que pensar el título de mi próxima
narración, estoy ansiosa por empezar mi un nuevo pergamino, ya casi empieza la
primavera... el amor, las flores, la belleza de la naturaleza... Comentó Gabrielle.
Xena emitió un pequeño gruñido.
- ¿Qué pasa Xena, no te gusta la primavera? Es la temporada más hermosa del año.
- Te voy a ser sincera Gabrielle, a mí todo eso de la primavera, el amor, las flores
y todo lo demás se me hace una cursilería.
- Vamos Xena...
Xena le lanza una mirada a Gabrielle indicándole que no quería discutir más del tema.
- Ok Xena, ya se que eres algo... algo.
Xena voltea a verla esperando su respuesta. Gabrielle se detiene un momento y piensa
que si le dice a Xena lo que realmente piensa de su mala actitud, ésta se enojaría
y empezarían a discutir toda la noche y la verdad ella se sentía algo cansada para
pasársela discutiendo por eso.
- Bueno y entonces ¿Qué soy qué? Xena le pregunta a Gabrielle.
- Pues algo diferente a mi, le contestó Gabrielle.
Xena asintió que fue fin de la discusión y por fin fueron a descansar. Gabrielle
suponía que el oscuro pasado de Xena tal vez era el motivo de su hostil actitud, lo
que la hacia dura e inquebrantable al más mínimo detalle de amor.
Últimamente Gabrielle se sentía algo extraña junto a Xena, cada día que pasaba quería
más a Xena y ese sentimiento cada vez se hacia más profundo, eso le empezaba a
preocupar, pensaba que había algo mal en ella, como era posible que le gustara su
mejor amiga y peor aun le daba terror que Xena se enterara y la rechazara, eso
podría significar tal vez perder su confianza y la amistad.
Al poco tiempo Gabrielle sin darse cuenta terminó por dormirse olvidándose de sus
pensamientos. De repente empezó a hacer más frió de lo que anteriormente hacia y
Xena voltió a ver aGabrielle y notó que estaba temblando un poco, así es que decidió
tomar un poco de paja y cubrirla, mientras Xena hacia esto, notó una sonrisa en el
rostro de Gabrielle. Xena se preguntaba en que estaría soñando su pequeña bardo...
dedujo que tal vez era en el solsticio de primavera. Finalmente Xena se acostó junto
a Gabrielle, como de costumbre, y cayo rendida a los brazos de Morfeo.
Gabrielle soñaba en todos aquellos bellos momentos que ha tenido con ella, soñaba en
los espléndidos masajes, como Xena la tocaba y como hacia que se relajara, también
soñaba en los abrazos cálidos que ha recibido de su guerrera en los difíciles
momentos, las miles de veces que se han bañado juntas...
Gabrielle se empezaba a excitar cada vez más y más conforme visualizaba sus sueños,
soñaba en que declaraba su amor a Xena cuando de pronto, Xena siente un peso encima
de su cuerpo y que algo trataba de morderle su cuello. Xena abre sus ojos
apresuradamente y toma aquello por el cuello y lo levanta, cuando va viendo que
aquello era en realidad Gabrielle.
Gabrielle aturdida se despierta y ve que Xena la sostienen por el cuello, ella aun no
comprendía por que Xena la mantenía así. Xena desconcertada la suelta y le pregunta
que era lo que le sucedía. Gabrielle algo aturdida y dolida de su cuello le respondió.
- ¿Qué me pasa de qué?.
- No te hagas Gabrielle, que hacías encima de mi, tratando de morder mi cuello, ¡Eh!
- Lo siento creo que tuve un mal sueño, eso es un espantoso sueño, discúlpame Xena
le contestó Gabrielle rápidamente.
- De seguro soñabas que volvías a ser una vacante, ¿No?. Gabrielle respondió con un no
se y alzando sus hombros. En fin, pensó Xena.
- Ya amaneció y es hora de continuar nuestro viaje Gabrielle.
En el camino Gabrielle iba pensando en lo que había pasado en la madrugada, lo último
que estaba soñando, era que abrazaba a Xena y le daba un beso, en eso la interrumpe
Xena y le pregunta que es lo que esta pensando. Gabrielle le responde que en su nuevo
pergamino, Gabrielle no quería tocar el punto de lo que paso hace un rato por miedo
a que Xena le preguntara que hiciera memoria de que era lo que estaba soñando. De
echo Xena quería preguntarle acerca de su sueño, pero sabía que si seguía
interrumpiendo a Gabrielle se molestaría, ya que Xena sabía que cuando Gabrielle
estaba preparando sus nuevas historias, se enojaba mucho si la interrumpían
continuamente, así es que siguieron viajando en silencio.
Gabrielle sólo pensaba en lo que había pasado y estaba asustada de que Xena sospechara
algo. Cayó la noche y decidieron acampar; Gabrielle decidió acostarse junto al fuego
con la excusa de que tenia mucho frío, eso evitaría que pasara algo como la noche
anterior. A Xena le pareció extraño, ya que no hacia mucho frío y le preguntó a
Gabrielle que si sentía bien. Gabrielle le respondió que se sentía perfectamente que
sólo tenía frío y quería calentarse eso era todo. Xena dejó el tema en paz y se fue
a acostar. Al día siguiente llegaron a Sirka.
Tan pronto llegaron, empezó la lucha contra los malos, después de unos momentos Xena
y Gabrielle se deshicieron de los maleantes. Una vez terminada la lucha ambas fueron
en busca de una posada para pasar la noche ya que sabía Xena que pronto llegaría el
jefe de la banda. Xena le preguntó al tabernero que si sabía quién era la persona que
comandaba esa tropa, a lo que el tabernero le contestó.
- Un hombre llamado Grujan.
Xena supuso que le daría aviso a su comandante de guerra, así es que se dispuso a
esperar para terminar con la ola de delincuencia. Xena y Gabrielle fueron a comer a la
taberna donde se hospoderian. Ya en la taberna y servida la mesa para ambas, juntas
disfrutaban de la comida y bebida. Llegó un joven alto, guapo, bien parecido a la
taberna y fue directo con el tabernero a preguntarle que si sabía donde podría
encontrar a Xena la Princesa Guerrera.
- Tienes suerte muchacho, le dijo el tabernero. - Son aquellas mujeres que se
encuentran en la esquina.
Con pasos apresurados, el joven fue hasta donde se encontraban.
- ¿Tú eres Xena? Preguntó el joven.
- ¿Quién quiere saber? respondió Xena sin siquiera voltearlo a ver.
- Yo, Heros próximo rey de Siren.
Xena levanta la mirada lentamente, mientras Gabrielle se quedaba observando al joven
detalladamente.
- ¿Qué quieres? Replica Xena.
- Necesito que me entrenes, se que tu eres la mejor guerrera que ha existido; quisiera
aprender todo lo que sabes, dijo Heros.
- ¿Dónde haz escuchado eso? Le preguntó Xena.
- Todo mundo habla de ti, además he escuchado las narraciones que compone tu bardo...
dijo Heros.
Xena voltea a ver a Gabrielle, mientras Gabrielle le sonríe diciéndole.
- Te he hecho buena reputación.
- Yo no soy maestra y no tengo tiempo de entrenar a nadie, dijo Xena.
- Vamos te pagaré. Además se rumora que haz entrenado bien a Gabrielle, si pudiste
entrenarla también podrás entrenarme a mí, ¿No crees?. Mira soy hábil y aprendo
rápido... dijo Heros.
- No molestes, dijo Xena y se paró para ir por otra jarra de oporto. Mientras Gabrielle
se quedó con Heros.
- ¿Así es que vas a ser rey? Preguntó Gabrielle.
- Así es, y por ende tengo que saber luchar para poder entrenar bien a mis tropas y
proteger a mi pueblo de los delincuentes, dijo Heros.
- Por favor Gabrielle, convence a Xena de que me entrene, les pagaré muy bien, aprender
con la mejor guerrera es vital para mi y mi pueblo.
- Ok, es una buena causa, trataré de convencer a Xena, pero créeme que será muy
difícil.
De pronto se empiezan a escuchar muchos ruidos y gente gritando; a lo lejos se oye
gritos furiosos que reclaman por Xena.
Xena sale tranquilamente de la taberna mientras Gabrielle le dice a Heros que las espere
sentando. Cuando sale Xena es atacada por miles de lanzas y flechas que esquiva
rápidamente, da un par de marometas, esquiva una y otra vez las flechas, de pronto se
lanza Grujan en contra de Xena.
- Aaaaaggggghhhh, gritó Grujan.
- Vaya supongo que tu haz de ser Grujan, dijo Xena.
- Supones bien, dijo Grujan burlándose.
Empezaron a combatir mientras Gabrielle se hacia cargo de la retaguardia. Heros no hizo
caso de las indicaciones de Gabrielle y decidió formar parte de la batalla. Eran
demasiados e increíblemente fuertes y a los tres les costó un poquito más de esfuerzo
derrotarlos, ya que tenían potentes armas y escudos, además de flechas y lanzas.
Estaba terminándose la batalla, Xena penetro a Grujan con su filosa espada mientras
Gabrielle terminaba de aporrear a los últimos guerreros que quedaban de pie. Heros
estaba libre, volteó a ver arriba en el lugar donde se encontraba Xena y vió que la
iban a matarla por la espalda, Heros corrió para evitar que aquel hombre se lanzara
encima de Xena y la matara. Heros se lanzó y fue herido por el guerrero en el estómago,
en eso voltea Xena rápidamente y mata al guerrero que lo hirió. Terminaron con todos
y rápidamente Xena y Gabrielle fueron hasta donde se encontraba Heros herido. Xena trata
de detener el sangrado y le dice a Gabrielle que vaya por vendas y los menjurjes que
tenían para estos casos.
Heros casi desfalleciendo, se le queda mirando profundamente a Xena, mientras ella le
habla para que no se desmaye y complique más la situación. Heros casi sin aliento le
dice a Xena que si él muere que le prometa que se hará cargo de su pueblo, Xena le
dice que no va a morir que resista. Heros deja salir una pequeña risita casi sin
fuerzas y le dice que entonces le prometa que si vive, que lo entrene para poderse
defender y no ocurran este tipo de cosas a él y a su pueblo. Xena no le contestó y
Heros le replicó.
- Prométemelo, sea lo que sea que pase, dime que me ayudaras por... fa... vor... Xena...
aaaaggggghhhhhh.
- Esta bien pero resiste, dijo Xena. En eso llega Gabrielle. Xena por un momento sintió
algo extraño al ver la mirada de Heros, sintió algo que tenía mucho que no sentía y
estaba dormido. Xena pronto detiene la hemorragia y lo venda, mientras Gabrielle le da
un té medicinal para el dolor. Heros no resiste más y se desmaya.
- ¿Crees que se recuperé? Le preguntó Gabrielle a Xena.
- Si Gabrielle, es joven y fuerte.
Pasaron un par de días y Heros se fue recuperando rápidamente gracias a los cuidados
de Xena y Gabrielle. En la tercera noche después de la pelea contra Grujan y su ejército,
Xena se encontraba algo preocupada y Gabrielle lo notó.
- Xena, ¿Te pasa algo?
- No.
- Vamos te conozco Xena se que algo te pasa, dímelo.
- Esta bien Gabrielle, le prometí a Heros que si sobrevivía lo iba a entrenar en caso de
no sobrevivir me haría cargo de su pueblo.
- Y bien, ¿Qué es lo que te preocupa Xena? Aaahhh, ya entiendo cumplir tu promesa...
- Así es Gabrielle. Tendremos compañía por un rato.
- Bueno al menos ya no tuvimos que convencerte, aun que veo que sigue sin agradarte la
idea, ¿Verdad?
- No, contestó Xena.
- ¿Entonces? No me digas que sólo se lo prometiste por que estaba moribundo.
- No, yo sabía que iba a sobrevivir.
- Y entonces ¿Por qué lo hiciste?
- No lo se, algo en su mirada...
- ¿Qué? Dijo Gabrielle con enojo.
Heros se despierta y lo primero que hace es buscar a Xena con la mirada, después le
pregunta que si va a cumplir con su promesa, Xena le responde que si, pero que ahora
era tiempo de descansar y entonces Heros se volvió a recostar y a dormir.
- Gabrielle tu también descansa, mañana partiremos a Siren.
Gabrielle un poco disgustada, se va acostar al piso que era cubierto por una manta, ya
que Heros ocupaba la otra cama.
Al día siguiente Heros ya estaba mucho mejor y emprendieron los tres su viaje a Siren.
Este pueblo estaba muy lejos de donde se encontraban, a varias lunas. Xena pensó
llevarlo a su pueblo y en el camino enseñarle algo de lo mucho que sabia, lo necesario
para que supiera defenderse y pelear bien. En el camino Xena empezó por explicarle
algunas cosas, ya que todavía no estaba bien para empezar con los entrenamientos.
Gabrielle también ponía atención, ya que no era muy usual oír a Xena impartiendo sus
clases a extraños y tenía curiosidad por saber como le explica a alguien más que no
fuera ella.
Pasaron los días, Xena le iba enseñando poco a poco las técnicas de defensa y combate
a Heros. Xena se sentía un poco extraña al enseñarle, no era lo mismo como cuando
entrenó a su pequeña bardo. había veces que sentía una mirada cálida he inexplicable
por parte de Heros, esto hacia que Xena tuviera escalofríos y de pronto empezó a
sentir un poco de atracción hacia el. Gabrielle notaba las miradas que Heros le lanzaba
a Xena y empezó ponerse celosa, además por que últimamente le dedicaba más tiempo a
Heros, que a ella, Gabrielle sentía que estaba pasando a un segundo plano.
Una noche Gabrielle no aguantó más y le preguntó a Xena.
- Y bien, ¿Cuándo terminara su entrenamiento?
- Pronto, dijo Xena de una manera algo cortante.
- ¿Qué tan pronto? Preguntó Gabrielle.
- Yo creo que en un par de semanas estará listo, es muy ágil y fuerte, además aprende
muy rápido, le contestó Xena.
- Aaaahhh, dijo Gabrielle no muy convencida.
- ¿Por qué lo preguntas? Dijo Xena.
- No por nada, era pura curiosidad, le contestó Gabrielle con una sonrisa.
- Esta bien, dijo Xena y volteó a ver a Heros con una sonrisa. Eso lo vio Gabrielle y
empezó a sentir una gran enojo, pero claro lo disimuló. Terminaron de cenar y los tres
se fueron a acostar.
Al día siguiente Xena y Heros empezaron temprano sus lecciones, esta vez le iba a
enseñar como defenderse cuando estuviera sujetado por otro guerrero y como safarse del
mismo. Gabrielle se despertó rápidamente al escuchar los golpes y gritos, cuando voltéo
vió que eran Xena y Heros, aun no se acostumbraba Gabrielle a la compañía de Heros.
- Por fin despertaste Gabrielle, ven ayúdame aca, dijo Xena. Gabrielle se levanta y no
muy agradada de la idea fue hasta donde se encontraban ambos. - Bien Gabrielle, le
explico a Heros como defenderse cuando alguien lo sostiene, le comentó Xena a Gabrielle.
- así es que atácalo Gabrielle, le gritó Xena.
- Con mucho gusto, murmuró Gabrielle.
Entrenaron todo el día, los entrenamientos de Xena eran exhaustivos. Gabrielle lo atacaba
y después se intercambiaban de papeles para que los tres tuvieran la oportunidad de
defenderse, atacar y ser sostenido para safarse.
Se dieron un pequeño descanso, a Xena le tocaba preparar de comer, mientras Gabrielle
comentó que se daría un baño y Heros se pondría a afilar y pulir su espada. Gabrielle
ya estaba dentro del lago muy pensativa, Gabrielle pensaba en el alejamiento de Xena
que tenía últimamente por culpa de Heros, pensó - "Heros es agradable, guapo, que tal
si Xena empezaba a sentir algo por él", ya que últimamente la veía con una actitud
diferente. Gabrielle sacudió su cabeza y dijo - "que cosas pienso, sólo son celos, ¿Qué
estoy diciendo? Basta, mejor me pondré a pensar en la historia que deje pendiente
cuando llegamos a Sirka."
Heros soltó su espada y un leve quejido. Xena lo escuchó y fue hacia él.
- ¿Estas bien? Dijo Xena.
- Si sólo sentí un pequeño dolor, por un golpe que me diste cerca de la herida y que no pude esquivar, dijo Heros sobándose.
- Lo siento aun haz de estar un poco sentido; déjame revisarte, dijo Xena.
Heros se destapó de la cintura para arriba y Xena lo empezó a revisar.
- Me parece que todo esta bien, sólo te resentiste un poco, comentó Xena.
En eso Heros tomó las manos de Xena e hizo que recorrieran sus pectorales hasta llegar
a su cara y luego las besó. Xena levantó su vista y vió la mirada de Heros, era
embriagadora e hipnotizante... En Xena surgió una sensación indescriptible, le
surgieron muchos sentimientos dormidos, empezó a sentir un escalofrío en la espalda,
un revoloteo en su estómago y su corazón empezó a latir rápidamente. Sin notarlo Heros
estaba muy cerca de Xena y a punto de besarla. Xena no se pudo controlar y se dejó
llevar por lo que sentía en esos instantes. Heros tocó sus labios contra los de ella y
empezó a besarla, sus besos eran tan apasionados, se besaban intensamente, tan intenso
que tenían que parar unos segundos para respirar. Xena empezaba a recorrer con sus
manos el cuerpo escultural de Heros, mientras el tenía plenas intenciones de empezar a
desvestirla. Antes que Heros comenzara intercambiaron miradas, como tipo aprobación,
pero de repente se escucha la voz de Gabrielle no muy lejos, preguntando si ya estaba
lista la comida, mientras Gabrielle se acercaba ella estaba distraída acomodándose la
ropa y ya muy cerca levanta la vista y ve a Xena y a Heros muy cerca uno junto del
otro.
- Pero que... dijo Gabrielle con una voz que hacia reflejar un enojo a verlos juntos.
Ya que Xena no pudo reaccionar rápidamente para alejarse de Heros cuando escucho a
Gabrielle, le dijo lo primero que se le vino a la cabeza.
- ¿Qué? Sólo estaba revisando a Heros por que se resintió por el entrenamiento de esta
mañana, dijo Xena volteando a ver a Gabrielle con indiferencia.
- ¿De veras? Contestó Gabrielle, asintiendo que no le creía.
Mientras comían, nadie pronunciaba palabra alguna. Gabrielle vigilaba cada movimiento de
Xena y Heros. Se descuidó por unos segundo Gabrielle y al voltear a ver de nuevo a
Heros, vio a este como miraba a Xena. ¿Qué?... ¿Cómo es posible? Parece como si se
estuviera devorando a Xena con la mirada, tengo que detenerlo, no soporto esto ¿Qué
tal si se está enamorando de ella y trata de quitármela? pensó Gabrielle, unos segundos
después sacudió su cabeza y empezó a hablar.
Después continuaron con el entrenamiento y al momento en que le tocaba a Gabrielle
atacar a Heros, le daba con toda su fuerza, Xena lo vió y le dijo que se tranquilizara
que era una práctica, mientras Gabrielle le respondió que si no era capas de soportar
tal fuerza de golpes no iba a estar listo. Xena no protestó más y la dejó que le
propinara varios golpes.
En la cena, estaba pasando algo similar a lo de la comida entonces Gabrielle empezó a
hablar sobre lo primero que vio, estrellas.
- El cielo tiene muchas estrellas hoy ¿No creen? Dijo Gabrielle. Xena volteó a verla
unos instantes y continuó con su cena, mientras Heros le contestó.
- Si, es una noche muy hermosa, con una brillante luna, que haría que cualquier
enamorado desbordara su pasión bajo su manto antes de caer en los brazos de Morfeo.
Después de escuchar eso, Xena empezó a agitarse, pero alcanzó a controlarse, estaba
confundida por lo que había pasado hace rato y no quería que volviese a pasar.
Gabrielle, al escuchar el comentario de Heros, abrió los ojos con gran admiración y le
llegó un sentimiento de furia, que atrevimiento, pensó y volteó rápidamente a ver a
Xena que continuaba cenando y con la vista al suelo.
Xena terminó de cenar y dijo.
- Bueno, me voy a acostar para tener fuerzas y continuar con nuestro viaje y con tu
entrenamiento Heros.
- Ok, gracias Xena por todo, hasta mañana, le contestó Heros dulcemente. Mientras
Gabrielle lo miraba como si quisiera matarlo en ese momento.
- Hasta mañana Xena, dijo Gabrielle.
Heros sintió la mirada de Gabrielle y volteó a mirarla de una forma muy amigable, sin
saber lo que sentía Gabrielle hacia él. Sus miradas chocaron unos instantes y a Gabrielle
le parecieron minutos; Heros después de unos segundos bajó su mirada para terminar con
su cena. Gabrielle se quedó desconcertada por la mirada de Heros, la dejó atónita, y por
un instante se quedó en blanco, era como si la mirada de Heros la hubiera
hipnotizado... sacudió su cabeza y miró como Heros se levantaba.
- Hasta mañana Gabrielle, dijo Heros.
- ¿Eh? Ah... si, hasta mañana, le contestó Gabrielle un poco desconcertada.
Gabrielle fue la última en irse a dormir y sólo pensaba en aquel momento que los encontró
a ambos juntos, si era cierto o había pasado otra cosa, su mente estaba llena de celos
y también de desconcierto por la mirada que cruzó que con Heros y que la dejó
hipnotizada. Pronto Gabrielle, entre tantos pensamientos, se quedó dormida. Gabrielle
observó los siguientes días a Xena y a Heros, para tratar de saber si empezaba a ver
algo de lo que pensaba.
Faltaba un par de días para llegar a Siren.
- Muy bien Heros se terminó el entrenamiento, ya estas listo, sólo faltan dos días y
llegaremos a tu pueblo, le comentó Xena a Heros y el cual le respondió.
- Muchas gracias Xena, te pagaré todo lo que haz hecho por mi... ah, también a Gabrielle.
Xena no le contestó, mientras que Gabrielle si lo hizo, arrojándole una mirada de si
como no.
- Estoy tan emocionado, ahora ya se todo lo que debo y protegeré a mi pueblo y saben
me da mucho gusto que mi gente vaya a conocer a mi gran maestra Xena, comentó Heros
muy feliz. Xena sonrió mientras Gabrielle sentía que iba a estallar de coraje con cada
palabra que pronunciaba Heros y porque no la tomó en cuenta, después de todo Gabrielle
también ayudó con el entrenamiento, poco pero ayudó.
- Por fin lo dejaremos en su pueblo y seguiremos Xena y yo como siempre. Le comentaré
a Xena que no nos quedemos mucho tiempo en ese lugar, pensó Gabrielle.
En eso Xena se detiene.
- ¿Qué pasa Xena, problemas? Preguntó Heros.
- Así es, le contestó. De pronto detrás de unos árboles sale una bola de maleantes a
atacarlos.
- Muy bien Heros es una excelente oportunidad de que practiques todo lo que te enseñé,
le gritó Xena mientras empezaba la batalla.
Unos golpes por aquí, otros por allá, el sonido de los choques de las espadas era
vigoroso, los gritos de pelea eran enardecidos y después de un rato de intensa lucha,
se oía a lo lejos como se iban corriendo los maleantes despavoridos y como se
silenciaban todos los ruidos de la pelea.
- Estuviste estupendo Heros, comentó Xena.
- Gracias, pero todo lo que logré fue gracias a tus enseñanzas, le respondió Heros
mientras la miraba fijamente como si quisiera tomarla en esos instantes y llenarla de
besos.
- Mmmmm, carraspeó Gabrielle.
- Ah, tu también estuviste bien Gabrielle, dijo Xena.
- ¿Qué, sólo bien? pensó Gabrielle.
- Sigamos, acamparemos más adelante para descansar, ya que mañana nos levantaremos más
temprano de lo costumbre para llegar a Siren antes del atardecer, les dijo Xena a
ambos. Y así fue llegaron antes del atardecer al siguiente día.
Aquel lugar era esplendoroso e impactante, era un lugar hermosos, las casas parecían
perfectamente simétricas y como si cada una fuera un templo de algún Dios, era un
lugar muy vivo, lleno de flores, fuentes hermosas y sobre todo la gente que lo
habitaba era muy atractiva, desde el más joven hasta el más anciano. Era como si
acabaran de entran a un gran paraíso terrenal.
- Guuuuaaaa, dijo Gabrielle con gran admiración,- ahora entiendo por que estabas tan
preocupado por defender a tu pueblo.
- Si Gabrielle, a los ladrones les atrae el gran resplandor que refleja mi pueblo, no
sólo por las joyas, creen que todo es riqueza, les atrae nuestra gente también, la
comida, bueno para terminar todo. Saben que somos pacíficos y se aprovechan de eso,
nos han causado grandes daños, pero los hemos superado, dijo Heros.
La gente al ver que entró su futuro rey con gente extraña, empezó a armar algo de
alboroto, ya que pensaban que se trataban de personas malas que habían capturado a su
rey y los iban a extorsionar. Pensaron eso por como estaba vestida Xena y porque no
parecía muy amistosa, además traían armas ella y su otra acompañante.
- ¡Alto! Ellas son mis amigas, dijo Heros para tranquilizar a la multitud que se
empezaba a formar para defender a su rey. - Ella es Xena, mi maestra y ella es Gabrielle
amiga de Xena y gran bardo. He regresado, ahora se pelear y defenderme
excelentemente... les enseñaré como hacerlo a ustedes también, para ya no sucumbir más
ante los malvados guerreros que osen atacarnos y aprovecharse de nosotros, aquellos
que nos quieran lastimar o robar... dijo Heros a su pueblo.
- Viva, por fin terminaremos con todo eso, urra, viva el futuro rey de Siren, Heros,
Heros, Heros, gritaba la multitud.
- Esta bien, entremos al palacio para poder descansar, nos demos un buen baño y
comamos, comentó Heros a ambas mientras se alejaban de la multitud.
- Esta bien, sólo nos quedaremos un par de días, comentó Xena. En eso salen los
padres de Heros...
- Yo soy Gros y ella es mi esposa Shana, dijo el rey.
- Muchas gracias por entrenar y cuidar de mi hijo, como podré pagarles esto... dijo
el rey mientras abrazaba fuertemente a su hijo.
- Con dinero, susurró Gabrielle. Xena la escuchó y le propinó un fuerte codazo a
Gabrielle y ésta última se quejó por eso.
"Que le pasaba a Gabrielle, ella nunca habría dicho eso, ahora que recuerdo últimamente
la he visto algo molesta, eso fue desde que me vio muy cerca de Heros", pensó Xena,
después sacudió su cabeza y siguió poniendo atención a sus pensamientos. "En que estoy
pensando, es como si estuviera insinuando que Gabrielle esta celosa de Heros, no es
posible, ella y yo... ¡Basta! Sólo somos amigas, ha de ser el cansancio lo que la debe
haber puesto así, después de todo no hemos descansado y comido muy bien que digamos
desde que estuvimos en Sirka, creo que deberíamos tomar un buen baño tibio para
relajarnos..."
El palacio era esplendoroso, lleno de estatuas de oro, cubierto por alfombras muy
finas; de día el sol alumbraba el palacio como si este tuviera luz propia y de noche
los imponentes candelabros hacían que se viera espectacular y vívido, ya que las
estatuas reflejaban la luz de las velas haciendo un entorno muy agradable.
El rey llamó a unos sirvientes y pronto conducieron a Xena y a Gabrielle a unos cuartos
que eran designados para visitas, claro le dieron uno para cada una. Heros se quedó
un rato para platicar todo lo que vivió con Xena y Gabrielle, después también se fue
a tomar un baño para descansar y relajarse del larguísimo viaje que tuvo.
El sirviente les mostró la habitación de cada una, Gabrielle replicó por la habitación y
el sirviente le preguntó que si tenía algún inconveniente...
- Xena, tu y yo siempre hemos dormido en la misma habitación, dijo Gabrielle.
- ¿Qué pasa Gabrielle? Eso era por que nunca tenemos el suficiente dinero para rentar
una habitación para cada una, además estamos con amigos y no pasa nada, a menos que te
de miedo estar sola, dijo Xena de una forma burlona al final.
- No, para nada, lo decía porque... olvídalo, por mi esta bien. respondió Gabrielle un
poquito disgustada.
Cada quien entró a su habitación donde les esperaba una confortable cama. Poco después
a ambas les llevaron comida y ropa limpia para que tomaran un baño.
"Que le pasa a Xena, últimamente se porta algo indiferente conmigo, creo que ya no
quiere estar cerca de mi." Pensaba Gabrielle.
Después de un rato Xena se dirige a tomar un baño, el lugar era muy grande, parecía un
pequeño lago, este estaba adornado por flores y velas que flotaban y despedían un
delicioso aroma. Xena entra al agua y de pronto aparecen cuatro sirvientas.
- ¿Pasa algo? Pregunta Xena y una sirvienta le responde.
- No pasa nada, estamos aquí para servirle, para ayudarle con su baño... Una sirvienta
tenía sostenida la ropa de Xena, otra una toalla y esencia para frotarle su
escultural cuerpo y otras dos se preparaban para meterse a bañar a Xena.
Xena vió las intenciones de las dos últimas y les dijo que no era necesario, que ella podía
valerse por si misma y les dio las gracias. Las sirvientas insistieron porque tenían
que acatar las órdenes y le comentaron a Xena que si no lo hacían les podía ir mal a
todas.
- Podemos hacer una cosa... ustedes me dejan tomar mi baño en paz y yo diré que me
ayudaron con mi baño, dijo Xena.
- Pero... replicó un de las sirvientas.
- Pero nada, si no quieren que me enfurezca obedézcanme, les dijo Xena alzando un poco
la voz.
- Esta bien, discúlpenos dijo una de las sirvientas llevándose a las demás a la salida.
Gabrielle iba pasando cuando terminaban de salir las sirvientas.
- Disculpen saben donde puedo darme un baño, preguntó Gabrielle.
- Por supuesto sígame por aquí, la sirvienta la condujo a otro baño y se llevó a las
demás para que la atendieran a ella. Gabrielle se asombró de lo bien que estaba ese baño
y del olor que despedía el cuarto. rápidamente se despojó de una bata que tenía puesta
y se metió a la cálida agua, cerró sus ojos y empezó a disfrutar de su baño. De pronto
sintió unas suaves manos que empezaban a tocarla y abrió rápidamente su ojos.
- ¿Qué hacen? Preguntó Gabrielle molesta.
- Le estamos ayudando con su baño, son órdenes reales y si no las cumplimos nos puede
ir mal, dijo una de las sirvientas.
- Pero... replicó Gabrielle.
- Por favor, no nos rechace usted también, dijo otra sirvienta.
- ¿Quien más las rechazó? Preguntó Gabrielle.
- La maestra Xena, contestaron dos sirvientas.
- "Mmmmm, no estoy acostumbrada a estos tratos y si les digo que se vayan las van a
castigar por culpa de Xena y mía, pero no me gusta que nadie me toque, bueno sólo una
persona... pero en que estoy pensando... esta bien dejaré que hagan su trabajo y así
veré que se siente, al menos por una vez, ser atendida como si fuera alguien de la
realeza", pensó Gabrielle. Ok, pueden ayudarme, dijo Gabrielle. Las sirvientas empezaron
su labor, mientras Gabrielle trataba de relajarse. "Cielos esto es difícil, tengo que
pensar en otras cosas y no en que me estén bañando, sino, no podré relajarme ni
disfrutar el baño... ya se tal vez pensar en algún escrito de Safo me relajará", pensó
Gabrielle.
Después del relajante baño, Gabrielle se dispuso a comer y después de un rato se durmió.
Gabrielle empezó a soñar que se baña con Xena, soñaba que ella era la que la bañaba, la
tallaba, en fin en su sueño parecía todo real; Gabrielle estaba a punto de confesarle
algo a Xena cuando de pronto...
- Señorita, señorita, aquí esta su vestido para la cena, le decía una sirvienta
mientras trataba de despertar a Gabrielle.
- ¿Qué? Yo... dónde, ¿Qué pasa? Preguntaba Gabrielle ensueñada y algo molesta por ser
despertada en un momento tan inoportuno.
- Le decía que este es su vestido para la cena que va a empezar en unos momentos en
su honor y en el de Xena, dijo la sirvienta.
Mientras tanto, una vez que Xena tomó su baño, se vistió y terminó de comer, alguien
tocó a su puerta.
- ¿Quién es? Preguntó Xena.
- Soy yo Heros, ¿Puedo pasar?
- Claro, respondió Xena.
- ¿Cómo te sientes? Le preguntó Heros a Xena.
- Bien, gracias. Ya me hacia falta un buen baño caliente.
- Organicé una cena en tu honor y en el de Gabrielle.
- No debiste.
- Claro que si, es para darles las gracias por todo lo que hicieron por mi. Por cierto
te traigo este vestido para que lo uses en la cena.
Xena fue y se puso el vestido....
- ¿Te ayudo a amarrarlo de atrás? Le preguntó Heros con un poco de lujuria (algo
tramaba).
- Esta bien, respondió Xena sutilmente.
Poco a poco se acercó Heros a Xena y muy lentamente fue amarrando su vestido y después
de eso fue deslizando poco a poco sus manos sobre sus hombros hasta llegar a su
abdómen y con un ligero jalón se acercó a ella. Su boca estaba en el oído de Xena, el
cual pretendía besar.
- Quiero darte las gracias por todo lo que me haz enseñado, pero creo que aun faltó
algo...
- ¿ah, si? No lo creo dijo Xena.
- Claro que si se te olvidó enseñarme, como ama un guerrero... ¿Acaso el amor no es un
motivo para triunfar en la batalla? Sabes que debes sobrevivir y luchar con todas tus
fuerzas para ello, por que tienes alguien que espera por ti, alguien que te ama y la
única razón para seguir vivo...
Mientras Heros le decía todo esto a Xena, iba recorriendo lentamente, su cuello, su
nuca, su oído, con su suave aliento, logrando así que poco a poco Xena empezara a
excitarse, pero claro no lo demostraba.
- Eso no se aprende de nadie eso nace y uno sabrá cuando sabe amar, contestó Xena
sutilmente. Entonces Heros volteó a Xena y se quedaron viendo uno al otro fijamente.
- "Esos ojos, pensó Xena, esos ojos me... no se que tiene que me hace sentir algo que
me atrae." De pronto sólo sintió los besos de Heros, por alguna razón Xena no pudo
controlarse y se dejó llevar; tal vez ese chico tenía algo que la atraía o tal vez
sería porque tenía mucho tiempo que no se relacionaba con un hombre.
Xena decidió continuar, después de todo necesitaba sacar su tensión de alguna manera,
pues ya que seguía teniendo necesidades como cualquier otra mujer. Heros recostó a
Xena en la cama mientras la besaba intensamente, Xena sin perder un momento empezó a
despojar a Heros de su vestimenta y al poco rato Heros hizo lo mismo.
- Esta bien no te enseñaré como amar pero si unas técnicas que te pueden ayudar cuando
estés en una situación similar a ésta, dijo Xena en un tono bromista.
- De acuerdo, no te preocupes, sabes que aprendo rápido, le contestó Heros muy
sonriente y ya se encontraba algo impaciente por tener acción.
Xena empezó a besar a Heros tan intensamente que parecía que quería comérselo a besos,
después empezó a lamer uno de sus lóbulos de las orejas, después continuó con su
cuello y fue bajando lentamente hasta llegar a sus pezones. Se detuvo un instante y
empezó a morder uno de sus pezones y con su labio inferior lo iba recorriendo antes de
morderlo y chuparlo (esto le empezaba a causar algo de excitación a Heros). Xena
siguió besándolo y lamiéndolo y bajando poco a poco por su cuerpo, pasó por su
escultural abdómen hasta llegar a su sexo, al llegar allí, Xena empezó a chupárselo, a
lamerlo, a mordérselo suavemente y después vigorosamente, mientras Heros se excitaba
cada vez más y más hasta llegar al clímax. Después de unos instantes Heros apartó a
Xena de él, ya que estaba a punto de eyacular y no quería hacerlo dentro de la boca de
Xena.
- Excelente, ahora me toca a mi mostrarte lo que yo se, dijo Heros lujuriosamente.
Heros empezó a hacer lo mismo que le había hecho Xena, besar su boca, su cuello, sus
tetillas, etc., hasta llegar a su sexo. Heros decidió introducirse dentro de Xena. La
penetró suavemente hasta estar completamente dentro de ella, entraba y salía de ella
suavemente mientras agarraba ritmo y después mas rápido y rígidamente, pronto Xena
estaba excitándose cada vez más y más. Xena lanzaba unos pequeños quejidos de
satisfacción.
- ¡Oh, si, por los Dioses, esto es sensacional! Tenia mucho que no disfrutaba de esto,
¡aaaaaahhhhhh! Dijo Xena casi gritando y llegando al orgasmo, estaban tan intensos
cuando de repente tocaron a la puerta.
- La cena esta por empezar y la están esperando, gritó una sirvienta.
- Si, gracias ya voy, gritó Xena muy molesta por ser interrumpida.
Heros sacó su sexo del de Xena para no eyacular dentro de ella y le comentó que no se
preocupara que tenían tiempo suficiente para terminar y llegar a tiempo a la cena.
Esta vez Heros penetró a Xena por detrás mientras besaba su cuello y una de sus manos
le daban un grandioso masaje a un pecho de Xena, mientras la otra se encontraba
frotando el sexo de Xena sutilmente. Los dos cuerpos ardían, parecían que despedían
luz propia y que se fusionaban uno dentro del otro. Los gemidos y movimientos de ambos
hacían relucir la pasión que despedían en esos instantes.
Tenían unos segundos de haber terminado cuando de pronto vuelven a llamar a la puerta.
- ¿Xena? Dijo Gabrielle después de tocar a la puerta fuertemente.
- Si ¿Qué pasa? Dijo Xena algo agitada.
- Pensé que ya estabas en la cena y como no te vi vine a buscarte ¿Necesitas ayuda con
algo? Dijo Gabrielle.
- No pasa nada estoy bien, iré en unos momentos, dijo Xena mientras se empezaban a
vestir ella y Heros.
- ¿Segura? Se oye mucho ruido ¿Tienes problemas?, volvió a decirle Gabrielle.
- ¡No, estoy bien Gabrielle te dije que ya voy!.
- Ok, no te molestes, ya me voy.
"No se que le pasa a Xena, esta cada vez más extraña, creo que ya no me quiere,
últimamente ya le soy muy indiferente, ya no necesita de mi ayuda" pensó Gabrielle
mientras se dirigía al salón.
Después de que se fue Gabrielle, Xena le comenta a Heros:
- Estuviste bien, pasaste, jajajajaja.
- ¿Sólo bien? Preguntó incrédulamente Heros.
- Mmmm, bueno pensándolo bien estuviste excelente, dijo Xena.
- Creo que ambos lo estuvimos, replicó Heros. [sonrió Xena]. Bueno vistámonos que
tenemos una cena, dijo Heros mientras se secaba el sudor.
- Cielos, desearía darme un baño de nuevo, sudé mucho, espero no oler mal, dijo Xena
antes de empezar a vestirse.
- Aquí hay toallas y esencia para que te pongas, y me adelanto yo para verte allá,
dijo Heros apresurado. Xena se secó el sudor rápidamente y se vistió y pensó dos veces
en ponerse la esencia, ya que no le gustaba ponerse ese tipo de cosas, pero comenzaba
a oler un poquito mal y como iba a estar cerca de los reyes decidió ponerse sólo un
poco de esencia para desviar el olor.
Al poco rato llegó Xena y se sentó junto a Gabrielle. Xena esbozaba una gran sonrisa y
la mantuvo así por largo tiempo.
- ¿Por qué tardaste tanto? Le preguntó Gabrielle a Xena. Xena no le contestó porque no
la escuchó. - ¿Pasó algo? volvió a preguntar Gabrielle.
- ¿He? Nada, nada Gabrielle todo esta bien, le respondió Xena muy feliz.
"Ahora si que no entiendo nada, primero no me hace caso, luego me grita y ahora
esta muy feliz", pensó Gabrielle. Después de unos momento entra Heros, se sienta y
el rey se levanta para comenzar con la gran cena en honor de ambas mujeres. La cena
empezó, brindaron y tanto Xena como Gabrielle y Heros dijeron unas palabras. Cuando
Heros no estaba ocupado, cambiaba miradas con Xena, ambos se veían muy contentos, pero
Gabrielle se dio cuenta de esas miradas y pensaba que no eran comunes entre ambos, ya
que nunca se habían mirado así mientras entrenaban, pensaba que algo sucedía y
trataría de averiguarlo. Empezó a pensar en todo lo que había pasado en los últimos
días, cuando los encontró tan cerca, en los ruidos de la habitación de Xena, en como
se miraban y los celos la invadieron, de pronto... - "Por Hades, ¿Xena estará
enamorada de Heros? No se quitan la mirada, parecen enamorados, no disimula nada
cuando se miran... que rayos... no, no, no, no, espera Gabrielle que tal si es sólo
para quedar bien, que tal si me estoy adelantando, pero que tal si no... cielos."
Por fin se desocupó Heros y fue hasta donde Xena y Gabrielle se encontraban.
- ¿Puedo sentarme? Preguntó Heros.
- Claro, contestó Xena.
- Es hora del baile, les dijo Heros a ambas. El baile era majestuoso y mientras este
transcurría, los sirvientes repartían bebidas a todos. El baile era majestuoso, digno
de reyes. La ropa de los bailarines era muy bonita y vistosa que atraían la mirada de
todo el público. Los bailarines eran los más agraciados y hermosos que existían en el
pueblo.
Heros le hablaba al oído a Xena y ambos se reían, Gabrielle no tardó en notarlo y
empezó a molestarse.
- Señor, el rey le llama para que platique con ellos y también a las señoritas por si
quieren discutir el tema del rey, le dijo un sirviente a Heros.
- Si voy ¿Vamos? Preguntó Heros a ambas.
- Si, dijo Xena.
- ¿Gabrielle nos acompañas? volvió Heros a preguntarle.
- ¿Es necesario? Dijo Gabrielle algo molesta. Heros se admiró de su reacción y le
contestó que no. - Bueno entonces deseo quedarme a ver el baile si no les molesta,
dijo Gabrielle algo indiferente.
Xena y Heros no replicaron más y se fueron a donde se encontraba el rey. Xena pensó que
estaba pasando con Gabrielle, "¿Por qué se comportó así, sería que realmente quería
ver ese majestuoso baile y no quería perdérselo?."
- ¡Hey tú! Tráeme otra jarra de ese excelente oporto, le gritó Gabrielle a un sirviente.
Ella empezó a beber más y más, estaba molesta por lo que acababa de ver, no lo podía
creer, su amada se iba con otro...
Uno de los bailarines, se acercaba constantemente a Gabrielle y cruzaba su mirada y
sonrisa cada vez que podía. Gabrielle lo notó y empezó a enfocarse más en él, la bebida
le empezaba a surgir efecto. Gabrielle empezó a sentirse extraña, le empezaron a dar
ganas de bailar, de divertirse, de olvidar lo que en esos momentos pasaba con Xena y
Heros... de pronto se levantó como pudo y fue a donde estaban los bailarines y empezó
a bailar con ellos. Al ver esto la gente que se encontraba allí empezaron a murmurar y
hacer algo de escándalo hasta que los todos lo notaron.
- Gabrielle ¿Pero qué...? Dijo Heros y fue rápidamente hacia ella, al ver esto Xena
fue tras de Heros.
- ¿Qué haces Gabrielle? Le preguntó Heros.
- Estoy bailando, apenas y pudo decir Gabrielle de lo ebria que se encontraba. Después
de unos instantes Gabrielle cayó al piso y tanto Xena como Heros la levantaron.
- Vamos a llevarla a su habitación, comentó Xena.
- Lo siento se me olvido decirle las reglas, dijo Heros encogiendo los hombros.
- ¿Qué reglas? Preguntó Xena algo enojada.
- Bueno es que esta prohibido emborracharse, y bailar con los bailarines, dijo Heros.
- ¿Por qué no nos dijiste ese pequeño detalle? Preguntó Xena.
- Bueno yo nunca imaginé que fuera a pasar esto y no lo esperaba de Gabrielle... así
es que no lo creí necesario, dijo Heros. Mientras Xena le dio la razón.
- Lo siento, hip ¿Hice algo mal? Hip, sólo quería divertirme, dijo Gabrielle.
- Llegamos, sostenla mientras preparo la cama le dijo Xena a Heros.
- Pobre Gabrielle, creo que le falta algo de diversión, pensó Heros.
- ¿Necesitas algo, o quieres algo para que puedas divertirte? Le susurró Heros a
Gabrielle, después de todo el pensó que se lo debía, ya que ella también colaboró mucho
en el aprendizaje de él. Gabrielle lo pensó por un momento y recordó como se estaba
comportando Xena con Heros y que tal vez habían echo algo... así es que como no
cavilaba bien lo primero que se le vino a la mente fue el bailarín que tanto la
impresionó.
- Tráeme al bailarín, que tanto me miraba y se me acercaba, hip, me gustó como bailaba,
hip, dijo Gabrielle a Heros en un tono muy bajo casi en secreto.
- ¿Deberas deseas eso Gabrielle? Preguntó Heros.
- Sip, hip, respondió Gabrielle casi cayéndose de los brazos de Heros.
- ¿De que hablan? Preguntó Xena. Antes de que dijera algo Heros Gabrielle respondió:
- Me va a traer a alguien para que me vigile hasta que me duerma ¿Verdad Heros?
- ¿Qué no que tú querías...? empezaba a decir Heros cuando de pronto recibió un pequeño
pellizco de Gabrielle. - "Aaaahhh, ya entendí", pensó Heros y dijo, si así es.
- Esta bien, ahora recuéstate y no te levantes, ¿Me entendiste Gabrielle? Le dijo Xena.
- Si mamá ya oí, le respondió Gabrielle un poco enojada.
- Vemos Xena, nos esperan, dijo Heros. Se dirigieron al salón donde era la cena y todo
se reanudo de nuevo.
- Ja, si Xena puede divertirse ¿Por qué yo no? Si, algo ha de haber hecho, por eso esta
tan sonriente, ja no la conoceré... dijo Gabrielle.
Al poco rato terminó el baile y Heros fue a donde estaban los bailarines.
- Esperen, dijo Heros a los muchachos del baile, ¿Quién de ustedes estuvo acercándose
a Gabrielle, la chica que nos llevamos cuando se cayó?. Todos se quedaron viendo unos
a otros y nadie quería responder. - ¿No me oyeron? Dijo Heros en voz alta y un poco
molesto por que no le respondieron.
Después de escuchar a Heros así, no tardó un muchacho en dar unos pasos al frente e
inclinarse para decir que él había sido.
- Muy bien los demás pueden irse, ¿Cómo te llamas? Dijo Heros.
- Asiel, respondió el joven temeroso.
- Muy bien Asiel, yo se que te voy a pedir algo inusual, pero como tu futuro rey debes
hacer lo que te digo... Quiero que vayas al cuarto donde se encuentra Gabrielle y
bailes para ella, quiero que se divierta, harás todo loo que te pida y una vez que se
duerma te retirarás y quiero que no comentes nada de esto a ninguna persona, ¿Oíste?.
- Si señor, no se preocupe, haré todo lo que usted me dijo para complacerla, dijo
Asiel. Así es que Heros le dijo donde encontrarla y le dijo que fuera lo más pronto
posible.
Sonó la puerta y Gabrielle que apenas y podía fue a abrir.
- ¿Quién eres tú? Dijo Gabrielle.
- Soy Asiel y el rey me mandó para entretenerla y hacer todo lo que usted desee con
tal de que se divierta.
- ¿Qué? "Pensé que no tomaría mi comentario Heros, Si viera Xena... Xena, Xena, ella
esta divirtiéndose y yo tengo que estar encerrada y aburrida, pensó Gabrielle."
- ¿así que te mandó Heros, no? Dijo Gabrielle.
- Si así es, como le dije estoy aquí para entretenerla, respondió Asiel.
- Pues pasa y diviérteme...
Asiel empezó a bailar tal y como lo hacia en el salón, después de unos instantes
Gabrielle reconoció al chico, el chico que atrajo su mirada...
- "Me voy a divertir Xena así como tu te diviertes con Heros", pensó Gabrielle.
- Acércate más Asiel, dijo Gabrielle y Asiel, así lo hizo, llego el momento en que
volvieron a cruzar sus miradas, en ese momento el chico paró de bailar y Gabrielle se
levantó de la cama y le propinó un fuerte beso y luego otro y otro. Asiel no sabía que
hacer estaba pasmado y después de unos instantes recordó lo que le dijo Heros, eso que
tenía que complacerla en todo.
Gabrielle, lo tiró a la cama y le dijo.
- ¡Hazme el amor!
- ¿Pero... ? Yo... esta bien, él respondió. Gabrielle ni tarde ni perezosa, se lanzó
encima de él y empezó a desabrocharle la camisa, después de eso empezó a besarlo y poco
a poco esos besos iban bajando por su cuello, luego por sus pectorales, su estómago...
por un momento (por lo ebria que estaba) pensaba que estaba con Xena, después Gabrielle
se puso en la cama y encima y le repitió de nuevo a Asiel.
- Hazme el amor dulcemente...
Asiel empezó a acariciarla y a besarla, el recorría todo su cuerpo con sus suaves manos.
Empezó por sus piernas luego por sus caderas hasta llegar a tocar sus pechos. Gabrielle
empezaba a excitarse y de pronto soltó un pequeño susurro...
- Xena hazme el amor, hazme tuya... Asiel no escuchó que lo había confundido con su
amada amiga. Él estaba muy nervioso, ya que el era bailarín no un juguete sexual que
complacía a las mujeres, pero tenía que cumplir por que era una órden, así es que
empezó a acariciar sus senos, y antes de despojarla de su top, Gabrielle, lo abrazó
tan fuerte y estuvieron así por unos minutos. Después de unos instantes Asiel notó que
Gabrielle estaba dormida, así es que la recostó, la tapó y como se le fue ordenado,
salió de allí lo más rápido que pudo.
Mientras todo esto pasaba, Xena estaba con Heros y los reyes que muy a gusto hablaban
y hablaban.
- Pasado mañana, estará listo todo, también esperemos que llegue a tiempo Serena, para
la coronación hijo, comentó el rey. - Xena al escuchar eso, volteó a ver a Heros como
pidiéndole una explicación. Mientras que Heros sólo alzó los hombros y cerró los ojos,
diciendo en voz baja.
- Ups, se me olvido comentártelo.
Xena pensó en investigar quién era ella, así es que decidió preguntarle al rey.
- Ella es la prometida de Heros, se conocen desde hace tiempo y creo que no hubo
necesidad de arreglar nada, ya que se enamoraron perdidamente conforme fueron
creciendo... le comentó el rey.
- Bueno estoy algo cansada aun, con su permiso, me retiro, dijo Xena a los reyes.
- Oh, si, por supuesto mañana tendremos mucho tiempo para platicar dijo el rey.
Xena se fue a su habitación, en esos momentos no sabía si estaba enojada, decepcionada
por haber caído ante la tentación que le provocó Heros.
- Padre, yo también iré a descansar, discúlpame, pero estoy muy agotado, dijo Heros.
- Esta bien hijo, descansa, tienes que reponerte y estar en excelente condición para
mañana, dijo el rey dándole permiso de retirarse.
Xena iba llegando a su habitación, cuando vio a salir a Asiel de la habitación de
Gabrielle, abrochándose su camisa.
- ¿Qué haces aquí? Le preguntó Xena furiosa.
- Yo, yo... dijo Asiel titubeando en decirle lo que hacia allí adentro.
- Detente Xena, gritó Heros al ver que estaba a punto de propinarle un golpe al
bailarín. Heros le explicó que él solo fue a cuidar a Gabrielle.
- ¿Ha si, y por qué no mandaste a una mujer para que la cuidara? Preguntó a Heros sin
creerle ni una palabra.
- Bueno es que...
- Es que ¿qué? además lo vi salir abrochándose su camisa.
- Bueno es que yo le ordené que la divirtiera, que hiciera lo que fuera para hacerlo,
además ella me lo pidió...
- ¿Qué? Grito Xena.
- Vamos vete, Asiel y no comentes nada.
- Si señor, dijo Asiel y se fue corriendo.
- ¿Cómo pudiste? Dijo Xena.
- Ella lo pidió te lo dije. Además necesito que hablemos...
- Déjame ver, se te olvidó mencionarme ese pequeño detalle ¿Verdad? Dijo Xena muy
enojada.
Gabrielle se despertó ante tantos gritos y se paro torpemente y fue a ver que era tanto
ruido, abrió la puerta y vio a Xena y a Heros así es que decidió entrecerrar la puerta
y escuchar la discusión.
- Déjame explicarte Xena, dijo Heros.
- No tienes nada que explicarme ya, le gritó Xena.
- Claro que si, contestó Heros y la tomó por un brazo fuertemente. - Por favor
escúchame. Pensé que la amaba, eso era hasta antes de conocerte, cuando te vi, fue
como un flechazo de Cupido, nunca había conocido a alguien tan admirable, tenaz, tan
valiente y... creo que te amo y quiero que tu seas mi reina.
Al oír esto Gabrielle cerró la puerta y se fue corriendo hasta donde estaba la cama y
se puso a llorar...
- La he perdido, eso era... por eso su cambio de actitud hacia a mi... Gabrielle lloró
y lloró hasta quedarse de nuevo dormida.
Mientras Gabrielle lloraba Xena le explicaba a Heros, que era un niño y que no lo amaba,
que lo que pasó sólo fue una enseñanza más, que él quería que ella le enseñara y sólo
cumplió.
- Mañana nos iremos temprano, para que sigas con tu vida de rey, dijo Xena furiosa y
se metió a su cuarto y cerró con llave. [toc, tock]
- Xena, ábreme, hablemos por favor, te amo Xena, Xena... estuvo gritando Heros, y al
ver que Xena después de un largo tiempo que no le abrió desistió y se fue a su
habitación.
Xena estaba desconsolada, había revivido su pasión por el amor de nuevo, pero todo
había sido falso creyó ella. - "Que tonta, me dejé llevar por sus encantos, por sus
ojos verdes, su cuerpo, su... por la tentación, que tonta, debí imaginármelo. Ahora
tal vez no se case por que cree que me ama, por lo que dijo, pude ver que lo que siente
es una gran admiración más que amor." - ¡Dioses! Que tonta soy, me dejé llevar.
Bueno ahora en adelante, jamás volveré a caer, no volveré. Xena se recostó y siguió
pensando en lo sucedido hasta quedar dormida.
Al otro día muy temprano Xena fue a despertar a Gabrielle para que pudieran irse.
- Gabrielle, vámonos.
- ¿Qué pasa? respondió aun con sueño Gabrielle.
- Es hora de irnos le comentó Xena.
- ¿Qué? No puedo caminar, estoy muy mareada, todo me da vueltas, me duele la cabeza y
no se si pueda caminar dijo Gabrielle molesta.
- Si, pues como no te va a pasar eso, después de todo lo que hiciste ayer, dijo Xena
reclamándole.
- ¿A qué te refieres con todo lo que hice? Si sólo cenamos y después bebí un par de
copas y ya.
- Oh si claro, y el chico que salió ayer de tu habitación abrochándose la camisa...
por los Dioses, quien sabe que más hiciste... dijo Xena irónicamente.
- ¿Quueé? Gritó Gabrielle.
- Ssshhhhh, vas a despertar a todos, mejor prepárate para irnos.
Gabrielle tardó en reaccionar y al ver a Xena molesta y como se lo comentó empezó a
fantasear (ya que no se acordaba de lo sucedido ayer) y por lo que escuchó ayer (de
eso si se acordaba muy bien) dijo:
- Bueno ya soy mayor y lo que hago con mi vida es muy cosa mía, si quiero meter a
chicos a mis cuartos, o si quiero hacer otras cosas ¿No crees? Dijo Gabrielle.
- Mmmmm, vamos levántate es hora de irnos dijo Xena algo molesta.
- ¿Por qué? Dijo Gabrielle.
- No repliques y veámonos, yo se lo que te digo.
- Esta bien, dijo Gabrielle y se vistió lo más rápido que pudo.
Después ambas salieron sin hacer ruido...
- ¿Me vas a explicar qué pasa Xena?
- Sssshhh, después.
Xena y Gabrielle pasaron por la cocina ya que no podían salir por la puerta principal,
por que si no iban a ser descubiertas. Xena no contaba que el rey estaba en la cocina
tomando agua.
- Xena, Gabrielle ¿a dónde van? Preguntó el rey. Xena no tuvo más remedio y le dijo
que tenían que retirarse. - Pero no pueden irse, mañana es el nombramiento de Heros
como rey y tal vez hasta la boda de él con Serena...
- Lo siento no podemos quedarnos, replicó Xena.
- Vamos sólo un día más, yo se que están muy ocupadas, pero es un día más, además se
que le agradará mucho que estuvieran para este evento tan importante, dijo el rey.
Después de las súplicas del rey Xena tuvo que quedarse, pero no estuvo muy conforme y
decidió que iba a tratar de no encontrarse a Heros lo menos posible, además pensó que
iba a estar lo suficiente ocupado con los preparativos. Así es que ambas regresaron y
Gabrielle le preguntó a Xena que si le iba a decir por que se iban.
- Bueno es que tanta amabilidad me aburrió y decidí que era tiempo de partir a
encontrar aventuras, pero bueno mejor tu dime que pasó con ese chico ayer, dijo Xena.
- Nada pasó Xena.
- Si como no Gabrielle, dime.
- Ya te dije que nada. Es más tu dime ¿Por qué ayer estabas tan sonriente en la cena?
- ¿Qué? Yo pregunté primero.
- Yo te dije que nada así es que tu turno dime.
- Nada.
- ¿Ha si? Pues hasta a rosa olías, anda dime.
Xena no le respondió. Gabrielle se enojó y le dijo:
- Esta bien no me vas a decir, pues entonces me voy.
- Bien dijo Xena.
- Pues bien, dijo Gabrielle.
Cada quien se fue a su cuarto y después del desayuno Gabrielle sugirió que fueran a
darle un recorrido al palacio (así Gabrielle podría sacarle la verdad). Pasaron por un
salón donde estaban unos bailarines, Gabrielle se detuvo para ver si veía al chico y
Xena siguió y se encontró con Heros.
- Xena puedo hablar contigo, dijo Heros.
- Gabrielle, gritó Xena.
- Vamos Xena por favor.
Xena no accedía hasta que empezó a pasar gente y los vieron juntos y después de eso
Xena accedió.
- Mira aquí nadie nos molestará y podremos platicar, dijo Heros y se metió a un cuarto
con Xena.
- Ya te lo dije, NO TE AMO, dijo Xena, - todo lo que pasó ayer antes de la cena fue un
arranque, y para mi no significó nada.
- Eso no es cierto Xena, yo se que lo disfrutaste tanto como yo, eso sólo me lo dices
para que no deje a Serena, pero me di cuenta que ya no la amo, tu me abriste los ojos,
Xena te amo.
- Ya te dije niño estúpido, que no te amo, lo de ayer sólo fue diversión para mi, le
gritó furiosa Xena a Heros y lo empujó.
Mientras su asesor lo buscaba al escuchar los gritos de Heros y Xena decidió asomarse.
- Señor, aquí esta, tiene que seguir con lo planeado, tenemos poco tiempo, tenemos que
probarle el traje de nuevo, por si hace falta ajustarlo o ensancharlo, tiene que
practicar para el discurso, tiene... dijo el asesor.
- Si voy dijo Heros.
Xena salió del cuarto y le dijo que fuera que su discusión había terminado y lo
esperaban.
Mientras Gabrielle trataba de encontrar al joven para saber que había pasado ayer.
Estuvo viendo a los bailarines hasta que encontró al joven.
- Oye tu dijo Gabrielle tocando el hombro de Asiel.
- Si, que pasa, dijo Asiel.
- Ven conmigo tenemos que hablar dijo Gabrielle.
Ambos fueron a otra habitación que estaba desocupada y Gabrielle empezó a interrogarlo.
- Dime una cosa, tu estuviste ayer en mi habitación ¿Verdad?.
- Así es, señorita.
- Dime tu... ¿Cómo te llamas?
- Asiel.
- Si, Asiel que pasó ayer, dime todo detalladamente.
- Creo que no recuerda nada, ¿Verdad?
- Así es por eso es por lo que te pregunto, dime que pasó cuando llegaste a mi
habitación.
- Bueno empecé a bailar para usted y luego...
- Si, luego que, no te detengas.
- Bueno usted me tiró en la cama y me pidió que le hiciera el amor.
- ¿Quuué? ¡Por los Dioses! ¿Lo hicimos?>br>
- No, se quedó dormida antes que lo hiciéramos.
- Fiuuu, que bueno, entonces sólo bailaste para mi, pero ¿Por qué Xena dijo que te vio
salir abrochadote la camisa?
- Pues es que baile un rato, después me tiró a la cama, me desabrochó la camisa, me
empezó a besar, después me abrazó muy fuerte unos momentos y después se quedó dormida,
y la recosté, la tapé y me fui inmediatamente y ya cuando iba de salida iba
abrochándome la camisa.
- Aaaahh, que bueno que no pasó para más. Bueno puedes retirarte.
- Esta bien.
Después de que el chico salió de la habitación a los pocos minutos salió Gabrielle y
después de caminar varios pasos se encontró con Heros.
- Gabrielle, ¿Haz visto a Xena?
- No iba a buscarla.
- Cielos, tengo que hablar con ella.
- ¿Por qué, qué pasa?
- Tu Gabrielle, si tú puedes ayudarme.
- ¿Yo, en qué?
- Tu eres la mejor amiga de Xena. Yo se que me ama, dile que acepte mi proposición.
- ¿Qué? Explícame porque no te entiendo.
- Ven aquí dentro podremos hablar, le dijo Heros.
Heros le comentó a Gabrielle que desde que Xena lo curó, empezó a sentir una gran
atracción a ella, su fuerza, su fortaleza, las habilidades que tenía... que aquella
vez cuando los vio muy cerca, se besaron muy apasionadamente; también le contó todo lo
que hicieron la noche anterior (pero no con mucho detalle, claro). Mientras Heros le
confesaba esto a Gabrielle, ella sentía que se moría por dentro...
- Le pedí que se casara conmigo pero me rechazó.
- ¿Qué? Pero... ¿Por qué? Dijo Gabrielle anonadada.
- Porque se enteró que estoy comprometido con alguien.
- ¿A sí y quién es?
- Se llama Serena, la conozco desde niña y nos íbamos a casar... bueno antes de
conocer a Xena...
- ¿Y qué quieres que yo haga?
- Yo ya no puedo casarme con ella por que amo a Xena y quiero que me ayudes a
convencerla.
- ¿No crees que lo de Xena sólo fue un desliz, algo así como un amor pasajero?
- No. Siento que ella me quiere y todo hubiera estado bien si no se hubiera enterado
de lo de Serena.
Al escuchar lo último Gabrielle estuvo a punto de estallar de coraje, no lo podía
creer, de él y menos de Xena.
- Por favor Gabrielle ayúdame, te lo suplico.
- Esta bien cálmate, veré que puedo hacer.
Gabrielle se fue y mientras caminaba iba pensando en todo lo que habían pasado juntas
en el amor que sentía hacia ella en todo lo bueno y lo malo que les ha pasado y que por
alguien que tiene poco de conocerlos entusiasmo más a su amiga que... pudo perderla y
ahora que sabe que no es así esta algo aliviada, pero le hizo también ver que entre
ella y Xena puede que nunca haya nada.
Gabrielle buscó a Xena por todo el palacio sin éxito. Casi con unas horas encima para
la comida decidió tomar un baño para relajarse y pensar un poco en todo lo que le había
sucedido.
Xena terminaba de regresar de cabalgar y como se llenó de mucha tierra y polvo, decidió
tomar un baño para relajarse y no pensar más en lo de Heros y sólo deseaba que se
fueran lo más pronto de ese lugar y haría todo lo posible para evitar a Heros en lo
que le restaba de estancia en el palacio.
Esta vez Gabrielle tomó su baño sin ayuda. Xena entró al baño que le había tocado ayer
para bañarse y entró sin tocar, se dio cuenta que estaba ocupado muy tarde y pidió
disculpas, pero Gabrielle estaba allí.
- No te disculpes Xena. Te he estado buscando toda la mañana ¿Dónde estabas?
- Cabalgando un rato.
- ¿Quieres acompañarme?
- ¿Por qué no?
Una vez que Xena entró con Gabrielle, esta la empezó a interrogar acerca de Heros y a
escuchar la versión de Xena y mientras tanto Gabrielle sentía como se destrozaba cada
vez más su corazón. Xena le dijo a Gabrielle que ella esta segura de que no la ama y
para él sólo es un desliz, que lo que realmente siente por ella es una gran admiración.
- ¿Te puedo preguntar algo, pero me dices toda la verdad Xena?
- Ya te dije que si Gabrielle. Ya te dije que no lo amo y todo lo que paso...
- Si, pero lo que quiero saber es por que lo hiciste.
- ¿Cómo? No entiendo.
- Si, por que te dejaste llevar si sólo dices que es un chiquillo que desea probar
cosas nuevas...
- Bueno, yo...
- ¡Dijiste que me ibas a decir toda la verdad Xena!
- Si, pero no te molestes. Bueno la verdad... es que bueno... yo...
- ¡Ya dime!
- ¡Cálmate! Lo hice por que tengo necesidades de hacer tu sabes... el sexo y porque
por un momento me dejé llevar por su gran personalidad...
- ¿Qué? Entonces si te atrajo... yo ...
- Por que tan interesada y dime ¿Cómo supiste todo esto?
- Bueno Heros me lo contó todo y quiere que te convenza de que te cases con él.
- Y entonces que podemos hacer para que entienda...
- No se Xena, déjame pensar...
Mientras tanto, en el camino hacia Siren se acercaba la princesa Serena. Se detuvieron
un momento para descansar.
- Princesa, permítame comentarle que no llegaremos hasta al anochecer dijo uno de sus
sirvientes.
- ¿Qué me sugieres que hagamos? Dijo Serena.
- Podemos ir por aquel camino y llegaremos más rápido, esta abandonado y nadie transita
por él dijo el sirviente.
- ¿Pero hay ladrones supongo? Dijo Serena.
- Lo dudo princesa, como nadie transita no ha de haber.
- Entonces sigamos y apurémonos para llegar lo antes posible.
Se fueron por el camino y desafortunadamente unos ladrones estaban escondidos ya que
habían asaltado a unos forasteros por otro de los caminos. Al ver que se acercaba
alguien decidieron investigar y atacar. Empezaron a atacar a la princesa y a su
escolta. A la mayoría mataron y solo dos quedaron vivos y heridos, pero mataron a todos
los ladrones.
La princesa se cayó de la carreta y quedó inconsciente cuando un ladrón al bajar las
cosas de valor insitó al caballo lo cual provocó que se volcara y la princesa se
pegara en una piedra y quedara inconsciente. Los dos que sobrevivieron como pudieron,
llegaron casi a Siren con la princesa y al faltarle unos metros desfallecieron. Unos
guardias que cuidaban las puertas para entrar a Siren se percataron y rápidamente
llevaron a los tres para que fueran atendidos. Se les dio aviso a los reyes y al
príncipe.
Xena y Gabrielle iban al comedor cuando oyeron el alboroto y fueron a investigar.
Vieron a los reyes y preguntaron que era lo que sucedía y ellos les comentaron que
sucedió, en eso sale el doctor y les dijo que no había esperanza que el golpe que
tiene la princesa es fuerte y no puede hacer nada. Heros estaba adentro con ella
desconsolado. Xena lo vio como lloraba por Serena como le decía que lo perdonara, que
la amaba y que no quería que se muriera. Eso que escuchó Xena bastó para terminar toda
duda que tenían ambos con sus sentimientos.
Después de ver esa horrible escena Gabrielle recordó que una vez había pasado algo
similar a una persona y que Xena lo curó, y rápidamente se lo comentó a Xena. Muy
rápido fue Gabrielle a donde se encontraba Argos para ir por las hierbas que guardaban
para este tipo de casos. Xena curó como pudo a Serena y le comentó a Heros que harían
lo posible por ayudarla y que mucho de la mejora dependía de ella.
Heros quedó muy agradecido y no se separó de ella. Toda la noche quedó Heros con ella
en vela y a la mañana siguiente Serena despertó con un fuerte dolor de cabeza y muy
débil. Al ver esto Heros se puso contento recostó a Serena para que descansara y fue a
donde Xena para agradecerle todo lo que hizo.
Gabrielle se topó con Heros cuando iba al cuarto de Xena y le preguntó acerca de Serena
y al saber que estaba bien, Gabrielle le preguntó acerca de lo que sentía por Xena.
- Gabrielle, después de esto que pasó, me di realmente cuenta de que lo que ocurrió con
Xena fue algo pasajero y lo que realmente sentía por ella era una gran admiración y a
la que realmente amo es a Serena.
Al escuchar esto Gabrielle se puso feliz y acompañó a Heros a agradecerle a Xena y
Heros le ofreció una disculpa a Xena por su comportamiento y por todo lo que pasó.
Transcurrió el día y Serena se fue recuperando rápidamente. En la cena los reyes
comentaron todo lo que pasó y la razón de que se pospuso todo.
- El nombramiento será hasta que se recupere Serena, dijo el rey.
- Mañana será, dijo una voz que se escuchó que venía de atrás del salón. Era Serena.
- ¿Qué haces Serena, no deberías estar levantada? Dijo Heros.
- Ya estoy bien y vine para acompañarlos, dijo Serena.
La cena marchó de maravilla y después de terminada cada quien fue a sus habitaciones.
Gabrielle ya estando sola en su habitación empezó a retomar todo lo que había pasado
respecto a los sentimientos de Xena y como se sentía ella.
- "Que bueno que todo fue un mal entendido, ahora sigue siendo mi Xena, mi Princesa
Guerrera... pero me pregunto... ¿Qué tal si alguna vez vuelve a pasar algo similar y
la pierdo otra vez?... No lo resistiría de nuevo. Tengo que... ¿Cómo podría decirle lo
que siento? Ahora más que nunca me siento insegura, quisiera gritárselo, pero y si me
rechaza... no se tal vez sólo lo que siento por ella es amistad y además como podría
yo satisfacerla sin... que cosas, ya no se que digo ni que siento, tengo que
tranquilizarme, mejor me duermo, tal vez mañana todo sea más claro para mi."
Al día siguiente era el nombramiento de Heros como rey y la boda de el con Serena.
Gabrielle fue a donde Xena para ver si estaba lista y que se fueran ambas a donde iba
a ser la ceremonia.
- [Toc, toc] ¿Quién es? Pregunto Xena.
- Yo. Gabrielle ¿Puedo pasar?
- Si adelante.
- ¿Estas lista?
- No ¿Puedes ayudarme con el vestido? Átalo de atrás por favor.
- Si como digas Xena.
Mientras Gabrielle ataba por detrás el vestido que usaría Xena, Gabrielle empezó a
sentir sentimientos raros, quería tocarla, su olor le provocaba que se acercara más a
ella y le dieron ganas de abrazarla...
- ¿Terminaste Gabrielle?
- ¿Qué? Yo... Ha si. Listo Xena.
Después de un rato empezó todo y Heros agradecía ante su pueblo a Xena y Gabrielle
sobre lo que le enseñaron y por salvar a Serena. Heros le pidió a ambas que se
quedaran a vivir allí, pero se rehusaron y dijeron estar muy agradecidas pero que al
siguiente día se marcharían.
Al día siguiente todo estaba listo para la partida de Xena y Gabrielle y argo estaba
cargado con muchas provisiones. Heros las despidió y ellas emprendieron su viaje por
el mundo de nuevo.
Ya en el camino empezó a Gabrielle a platicar con Xena como siempre lo hacia.
- Sabes Xena, por un momento creí que realmente querías a Heros.
- No Gabrielle, ya te lo dije... sólo tenía ganas de probar de nuevo... tu sabes...
- Mmmmm, si, si, bueno ¿A dónde vamos ahora?
- A donde haya problemas...
Caminaron durante varios días y aun no encontraban un pueblo, después de otro día de
caminar encontraron un lago y una linda cascada y el lugar estaba repleto de flores.
- Xena, necesito un baño ¿Podemos descansar aquí hoy?
- Mmmm, no se, no creo.
- Vamos Xena, llevamos varios días viajando sin encontrar a nadie, además este lugar
es hermoso y creo que ambas necesitamos un baño, además Argo necesita descansar.
- Mmmm, esta bien. Pon a Argo cerca de esas flores de allá.
- Si Xena, dijo Gabrielle muy emocionada. ¿Sabes Xena? Me encanta esta época del año.
Los pájaros cantan, las flores se ponen muy hermosas, los animales son felices con sus
parejas...
- Mmmm, Gabrielle si quieres que nos quedemos ayúdame a acampar.
- [Suspiros] Claro en seguida.
Las dos se metieron a bañar, de repente Gabrielle se volvió a centrar en el tema de que
era lo que sentía por Xena al verla como se bañaba. Ella veía cada centímetro de su
cuerpo, cada movimiento, todo eso la hacía estremecerse.
- Gabrielle.
- ¿Qué?
- ¿Qué si puedes lavarme la espalda?
- Aaahhh, si claro.
Gabrielle la empezó a tallarla suavemente.
- Gabrielle ¿Qué te pasa? Tállame fuerte.
- ¿Así esta bien Xena?
- Si así Gabrielle.
Después de que terminaron su aseo, decidieron jugar un rato en el agua a ver quien
podía atrapar a quien primero. Xena como siempre ganó y sin darse cuenta por un momento
ambas estaban muy cerca una de la otra. Gabrielle empezó a excitarse por la cercanía
de su cuerpo con el de Xena y después de unos instantes ambas se apartaron rápidamente.
Después de salir del agua Xena se estaba preparando para hacer la comida con las
provisiones que les dieron en el reino, mientras Gabrielle iba en busca de algunas
varas para la fogata.
Gabrielle iba pensando en aquel momento que estaban en el agua, cuando estaban muy
juntas...
- "Por los Dioses, no se qué hacer, la quiero y después de lo que pasó con Heros,
los celos, todo, siento que realmente lo que ahora me une a Xena no es amistad."
Después Xena se puso a sacarle filo a su espada mientras Gabrielle fue a hacer un
pequeño inventario de lo que les quedaba de provisiones. Gabrielle encontró una pequeña
botella de aceite perfumado y decidió en darle un masaje a Xena...
- Xena mira lo que encontré, es aceite, ¿Quieres que te de un masaje?
- Ahh, no gracias Gabrielle, estoy bien.
- Vamos Xena esto te ayudara a relajarte y a que duermas bien.
- Gabrielle... mmmm bueno me siento algo tensa, pero...
- No discutas, lo necesitas y yo con gusto te daré el masaje como me enseñaste, lo
sabes.
- Esta bien Gabrielle, pero hasta que termine de afilar mi espada.
Gabrielle esperó impacientemente, quería que pasara algo cuando le diera el masaje,
quería decirle, gritarle a Xena que la amaba pero no se atrevía...
Xena se quitó la ropa, solo se cubría con una manta su trasero. Gabrielle le empezó a
dar un masaje tan exquisito como nunca antes se lo había dado nadie.
- Xena ¿Quieres que te cuente una historia mientras sigo con el masaje?
- Esta bien Gabrielle.
Gabrielle le empezó a contar una tierna historia, mientras Xena empezó a relajarse más
y más hasta quedarse dormida. Después de ver Gabrielle de que Xena estaba dormida,
empezó a hablarle, sin dejar de darle el masaje y como vio que estaba completamente
dormida, Gabrielle volvió a sus pensamientos sobre Xena y sin darse cuenta empezó a
tocarla cada vez más y más de otra forma (como cuando dos amantes se tocan en el
preludio antes de tener sexo). Gabrielle simplemente se desconectó y sus pensamientos
salían por su boca y ella sin notarlo ya que estaba tan inmersa en sus sentimientos y
en la oportunidad que tenia en esos momentos.
- Oh Xena, si supieras cuanto te amo, si yo tuviera el suficiente valor de decírtelo,
eres hermosa y se que tienes necesidades de amar y ser amada, al igual que yo. No se
tengo miedo de que si te enteras esto no funcione, oh, no se, ¿Qué podría darte yo?
Sólo mi amor, mi gran e intenso amor; Xena yo te amo...
- Si, contestó Xena aun dormida.
Al oír eso Gabrielle se asustó y pensó que tal si la había escuchado y dejo de darle
el masaje. Xena no despertó así es que Gabrielle la cubrió y se sentó a meditar a
dibujar su cuerpo desnudo en su mente. Gabrielle no soportaba más esos sentimientos,
quería expresarlos, pero tenía miedio, cuando de pronto volteo y vio sus pergaminos y
decidió plasmar lo que sentía en uno de ellos, pensó que el pergamino seria su
confesionario.
Xena después de un largo rato despertó y le comentó a Gabrielle que había soñado con
ella, Gabrielle se asustó y le preguntó que había sido, Xena le respondió que no estuvo
muy claro su sueño, que solo recuerda que ella quería confesarle algo, al escuchar eso
Gabrielle empezó a reír y le dijo que no, que se equivocaba. Cayo la noche y ambas
fueron a recostarse. Gabrielle se durmió rápidamente, mientras Xena no lograba
conciliar el sueño, ya que durmió mucho por el masaje y no tenia sueño en esos
momentos.
Xena se levantó y fue a ver a Argo un rato y seguía sin tener sueño, empezó a ver si
todo estaba en órden y vió el pergamino de Gabrielle, le entró curiosidad por ver que
era lo que estaba escribiendo y pensó que de seguro era acerca de Heros y ella; Xena
se detuvo, sabía que a Gabrielle le iba a molestar si lo leía, pero ella estaba dormida
y no se iba a dar cuenta, pensó Xena, además quería averiguar que iba a poner acerca
de eso que pasó con Heros.
Empezó a leerlo y para su sorpresa no decía el nombre de la persona que describía, así
es que Xena se despreocupó y decidió dejarlo, pero le entró la curiosidad, y pensó que
tal si el nombre estaba mas abajo y siguió leyendo.
El pergamino describía a una persona similar a la complexión y características de Xena.
Tenía unas palabras muy profundas, el pergamino no estaba terminado y Xena decidió
guardarlo y pensó que a la mañana siguiente trataría de sacarle la sopa a Gabrielle de
quién era esa persona, de quién se trataba, tal vez fue una aventura de ella con
alguien del palacio...
A la mañana siguiente:
- Gabrielle, ¿Cómo vas con tu nueva historia?
- ¿Cuál historia? Preguntó Gabrielle asustada.
- He visto que has estado escribiendo, supongo que es una historia ¿No?
- Ahhh, si por supuesto.
- Anda dime de que se trata.
- Aun no se Xena sigo trabajando en eso.
- Ahh, tal vez esa es la razón de que últimamente estés muy pensativa.
Xena dejó a Gabrielle con sus pensamientos y al caer la noche acamparon. Gabrielle
decidió ir a buscar ramas para la fogata. Gabrielle cayó a un hoyo y se desmayó. Xena
al ver que no llegaba decidió ir a buscar.
- Vamos Gabrielle despierta.
- Auch ¿Qué paso Xena?
- Te caíste a un hoyo.
- ¿Y por qué no lo vi? Auch, me duele mi brazo y mi pierna.
- Porque estaba cubierto por pasto, era un hoyo de esos que hacen los cazadores para
atrapar grandes animales, y afortunadamente no pasó a mayores, ya que el hoyo guardaba
agua y amortiguó la caída.
- ¿Y mi ropa?
- Ahh, tuve que desvestirte y lavarte.
- ¿Qué?
- Tranquila tuve que hacerlo para poder sanar tus heridas.
Xena cuidó de Gabrielle, pero esta no se dormía y empezó a darle muchos escalofríos,
Xena la tocó y vió que tenía mucha temperatura. El calor que hacía y el agua fría que
había en el hoyo le hizo daño. Después de unos momentos Gabrielle empezó a desvariar
dormida por la calentura.
- Xena, no... ¡cuidado!, yo... Heros, no...
- Tranquila Gabrielle, aquí estoy, dijo Xena temerosa al ver lo que estaba
sucediéndole a Gabrielle.
- Yo... quiero... - Gabrielle seguía delirando - eres hermosa... Xena yo... no te
vayas con él Xena... yo te... no me dejes... te quiero...
- Si Gabrielle, aquí estoy, le respondía Xena mientras seguía escuchando atentamente
lo que Gabrielle decía.
- Xena... mmmmm... amo... yo... yo te amo Xena - Gabrielle continuaba divagando.
Al oír esto último Xena se quedó sorprendida, y decidió hablar con ella cuando
estuviera mejor, Xena pensó que algo pasaba con Gabrielle ya que cuando escribía no se
pasaba horas meditando en que escribir, y tal vez seguía molesta por lo que pasó con
Heros o... tenía que investigarlo, pero eso sería hasta que Gabrielle estuviera mejor.
Ya que estuvo mejor Gabrielle Xena empezó a decirle a Gabrielle que divagó mucho, que
la notaba últimamente demasiado distraída, que si quería decirle algo. Gabrielle negó
todo y dijo que estaba así por sus escritos. Xena no pudo más y le comentó que leyó uno
de sus pergaminos, Gabrielle se enojó muchísimo y le dijo que no debió haber hecho eso,
Xena se disculpó y dijo que fue por que no había podido dormir. Total que Gabrielle no
quiso hablar mas con ella y Xena decidió ver a Argo, en lo que se le pasaba el coraje.
Al regreso Xena volvió a tratar de hablar con Gabrielle, ella no le contestaba, así es
que Xena solo se dedicó a pedirle otra vez una disculpa y a expresarle lo que había
dicho cuando enfermó y a ver si así le decía lo que tenia.
Xena le dijo que si sentía todavía molesta por lo de ella y Heros, que lo que leyó de
su pergamino era muy bello y de quien se trataba (pero primeramente se disculpó por
eso) y le preguntó de quién se trataba. Gabrielle no le respondía. Xena al ver su
indiferencia le dijo:
- Sabes no se si estas molesta y realmente quisiera saberlo si algo te molesta ya que
pronunciaste varias veces a Heros, pero lo que más me dejo atónita fue cuando dijiste
que me amabas.
Gabrielle no sabia que decir, que podía decir y rápidamente y después de unos instantes
le dijo a Xena, de una manera despiadada, que quería dormir que la disculpara y así safó
de responderle todo a Xena.
A la hora de la comida Xena fue a despertar a Gabrielle y revisó que no le siguiera la
temperatura.
- Gabrielle, yo se que estas enojada poque no te dije lo de Heros y yo. ¿Sabes? Hay
veces que tengo necesidades, como cualquier otra mujer, tu sabes ese tipo de cosas...
- Lo se Xena lo siento mucho.
- Que bueno que lo entiendes. Sabes que no te lo dije por que no se expresar mucho
mis sentimientos y necesidades.
- Lo se, lo siento Xena.
- Pero si no le dices a nadie como te sientes, no te pueden ayudar ¿No lo crees?
- Cierto, muy cierto.
Mientras se decían esto Xena y Gabrielle estaban muy juntas una de la otra (Xena
quería saber la verdad de que pasaba por la mente de Gabrielle y lo tenía que
averiguar, para poderla ayudar).
- Hablando de sentimientos Gabrielle, ¿Extrañas... bueno tu sabes?
- ¿Qué? Dijo Gabrielle furiosa.
- Tener relaciones, bueno no se...
- Basta Xena.
- Esta bien, creo que Argo me llama.
Gabrielle no soportó estar más tiempo sola y comprendió que Xena solo quería saber que
era lo que tenía para poderla ayudar. Así es que Gabrielle se levantó con ayuda de su
cayado como muleta y fue hasta donde Xena se encontraba.
- Xena.
- Gabrielle ¿Qué haces levantada?
- Venía a disculparme.
- No tienes que disculparte de nada Gabrielle. No te hubieras levantado no creo que
estés bien.
- Claro que lo estoy mírame.
Gabrielle soltó su cayado y a los pocos segundos cayó, quejándose de su brazo y pierna
lastimada. Al ver esto Xena la recogió llevándola hasta donde estaba su manta y la
recostó.
- Lo siento Xena.
- Shhh, ¿Estas bien?
- Si, Xena.
- ¿Sabes que sería bueno para que ejercitaras otra vez tu brazo y pierna?
- ¿Qué, tal vez un masaje?
- No. Ir al río y que allí lo movieras; eso te ayudaría. encontré un lago no muy
lejos de aquí, si quieres te llevo y así te recuperas más rápido.
- Gracias Xena.
Una vez en el río, Xena ayudó a Gabrielle, parecía que tenía una pequeña niña que
necesitaba mucha ayuda. Por varios días Xena le daba a Gabrielle una especie de terapia,
para que recuperada la movilidad de sus partes. Todo ese tiempo que pasó con Xena
Gabrielle sentía que más y más su amor crecía por ella y también crecía más el
sufrimiento de no poderle decir lo que sentía por ella.
En una de esas noches cuando Gabrielle ya estaba recuperada, volteo a ver las estrellas
y le parecieron maravillosas, quiso compartir ese momento con Xena, pero ella estaba
profundamente dormida. Gabrielle se sintió romántica y empezó a acariciar a Xena, y
hablarle.
- Xena quería que vieras esto, le decía a Gabrielle, mientras acariciaba su rostro
suavemente. ¿Sabes...? Ya no puedo con este sufrimiento, lo que estoy apunto de
decirte, tal vez nunca te lo diría mientras estuvieras despierta. Xena empezaba a
despertarse por las caricias, iba a abrir sus ojos pero al escuchar esas palabras de
Gabrielle decidió no hacerlo y fingió seguir dormida. Xena no iba a perder la
oportunidad de por fin saber que era lo que le pasaba a su pequeña bardo y solo
haciéndose la dormida lo iba a averiguar. Xena pensó que le iba a costar trabajo, ya
que Gabrielle la acariciaba de una forma que nunca no lo había hecho y empezaba a
sentirse extraña, tal vez algo excitada, por el contacto.
- Eres mi amiga, te quiero mucho, gracias a ti he conocido muchas cosas, cosas que me
han hecho fuerte; he conocido el amor, la amistad y muchas cosas más, pero ahora...
ahora, como tu dices, hay veces que una mujer tiene ciertas necesidades...
- [Suspiró] Yo te necesito, yo te amo. Al escuchar eso, el corazón de Xena empezó a
latir muy rápido.
- Pero soy muy tonta, como puedo esperar que alguien como tu me pueda amar, amar a
una simple bardo que no tiene nada más que ofrecerte, si no su amor puro y
desinteresado. Una mujer como tu ¿Cómo podría amar a otra mujer? Una mujer como yo,
que no sabe tener relaciones sexuales, que no podría complacerte...
Gabrielle empezó a llorar, se apartó de Xena, se fue a recostar a un lugar alejado de
ella y al poco rato se durmió.
Xena se quedó atónita después de oír la confesión de Gabrielle, no reaccionó y empezó a
pensar en todo lo que había escuchado de ella. Xena se preguntó por qué Gabrielle sentía
eso por ella y si ella sentía algo por Gabrielle.
- "Gabrielle tu me haz ayudado, más de lo que crees, me ayudaste a mi lado oscuro,
eres como mi hermana, por los Dioses... no sabría que hacer si te perdiera o no
estuvieras junto a mí, sabes que tu me das alegría y sabes que daría todo por ti."
Mientras pensaba en todo eso Xena no se dio cuenta de que ya había amanecido.
En el resto del día Xena estaba muy pensativa al igual que Gabrielle. Después de
desayunar Gabrielle le propuso que si le seguía ayudando con ejercicios. Gabrielle sin
darse cuenta y creyendo que estaba completamente bien, se esforzó demasiado. Terminaron
de practicar en tierra y Gabrielle decidió a meterse a bañar ella sola, mientras Xena
cepillaba a Argo, además Xena estaba muy confundida y quería platicar con su amiga un
rato.
Gabrielle se metió al agua echándose un clavado, mientras Xena se alejaba, Gabrielle
se atoró con la rama de un árbol, se liberó con gran esfuerzo y se resintió de su brazo
y pierna lastimada, aparte de que los segundos que estuvo sumergida se le fue la
mayoría del aire. Gabrielle como pudo subió a la superficie y gritó el nombre de Xena
varias veces y empezó a hundirse. Xena se percató de unos ruidos y como hasta la
tercera vez escuchó su nombre pronunciado por Gabrielle y fue corriendo hasta donde se
encontraba. Xena llegó rápidamente y no vio a Gabrielle por ningún lado, le empezó a
gritar y esta no respondía, así que se aventó al agua a buscarla. Después de un par de
segundos la sacó del agua y al ver que no respiraba, le empezó a dar respiración de
boca a boca. Gracias a Xena Gabrielle no se ahogó.
- Cof, cof, ¿Por qué tardaste tanto? Le dijo Gabrielle a Xena llorando y a su vez
propinándole tremenda cachetada a Xena.
- Lo siento Gabrielle no te había escuchado, Dijo Xena sin entender por que la
cachetada y al mismo tiempo abrazándola.
- Lo siento Xena, siento lo de la cacheta, pensé que iba a morir.
- No lo siento yo por haberte dejado si aun no estas bien.
Después de consolarla un rato, Xena tomó una manta y la cubrió. Después de que
Gabrielle se sintió completamente seca y más tranquila le dijo a Xena que le pasara su
ropa para que pudiera vestirse. Xena empezaba a preparar la comida, cuando de repente
volteó y vió a Gabrielle desnuda, siempre la veía, pero en ese día en particular y
después de escuchar la confeción de Gabrielle empezó a verla, desde otro punto de
vista.
- "Cielos, ¿Cómo es que nunca me había dado cuenta de que su cuerpo ya es de una
señorita?" pensó Xena mientras la veía vestirse. Gabrielle sintió la mirada de
Xena y volteó a verla y Xena rápidamente agachó la mirada.
- Ahhh, Gabrielle mientras esta lista la comida voy a ver Argo ¿Estarás bien?
- Segura que si, ve a verla.
Cada una estaba undida en sus sentimientos. Llegó la noche y se dispusieron a cenar
para posteriormente irse a dormir.
- ¿Puedo preguntarte algo Gabrielle?
- ¿Sobre qué?
- Dudas que me surgieron de repente.
- ¿Qué clase de dudas?
- Sobre los sentimientos.
- ¿Qué, Xena quiere hablar sobre sentimientos? Ja, ja, ja, no te creo...
- Vamos Gabrielle, si no quieres, no...
- Mmmmm, no, si quiero, perdona... dime. Gabrielle empezó a saber que era lo que
traía ahora Xena en manos y pensó que era extraño, además era una oportunidad que
esperaba y nunca pensó que Xena le preguntara algo así.
- ¿Cómo supo al final Heros que realmente a quien quería era a Serena y no a mí?
- "¿Qué? - pensó Gabrielle muy decepcionada - así es que se trata de Heros y ella,
parece que no lo olvidara... no se ha dado cuenta que la amo y que haría lo que fuera
por ella..."
- Bueno Heros, creo yo, que lo que tuvo contigo era gran admiración hacia ti, tal vez
nunca había experimentado cosas nuevas y quiso probar; llegó un momento que se sintió
confundido por lo que sentía por ti. Creo que se sintió como niño con juguete nuevo.
- ¿Qué? Entonces sentía por mi sólo admiración y deseo ¿No?
- Así es.
- ¿Y por Serena qué sentía? Si la conoció de niña y en vez de amor ¿No era tan solo
costumbre lo que sentía?
- Xena ¿Me dejas terminar?
- Oh si por supuesto.
- Ellos se agradaban, se ayudaban y apoyaban, trabajaban juntos, sentían admiración y
respeto a su pareja cuando uno estaba feliz o triste, el otro también lo era,
compartían sus sentimientos, sus diferencias, en fin todo pero todo lo que no les
gustaba uno del otro lo aclaraban de inmediato y así trababan de cada día mas mejorar
su relación.
- Si, pero...
- Xena...
- Esta bien.
- A veces cuando caes en la monotonía o solo siente que estar con tu pareja por
costumbre, al final sale mal. Ese tipo de relación no tienen muchas descripciones que
te di anteriormente, caer en lo anterior, pasa por no cuidar y alimentar la relación
día con día. Cada día era nuevo para ellos.
- Aaahhh, muy bien. Cuando vez a alguien y te extremese, ¿Qué tipo de relación es?
- Mmmmm, tal vez puede ser deseo o simplemente atracción, sólo teniendo una relación y
con el tiempo tratarla, descubrirás lo que realmente sientes por ella.
- Aaaahhhh. Gracias por aclarar mi duda Gabrielle, hasta mañana.
- ¿Qué? Pero... esta bien hasta mañana Xena.
Gabrielle se fue molesta a la cama, ella quería continuar charlando y descubrir por qué
Xena le preguntó eso, después de un rato se durmió. Xena no dormía, solo tenia los ojos
cerrados y pensaba en las palabras de Gabrielle y trató de poner sus sentimientos en
orden (¿Qué era lo que realmente ella sentía por Gabrielle? Amistad, amor, o deseo de
probar algo...).
- "Gabrielle me agrada, nunca me aburre, me pongo feliz o triste cuando ella lo
esta, me gusta lo que hace y me pongo celosa cuando su atención se la dirige a alguien
más... yo... yo daría mi vida por ella. Últimamente, cuando la miro fijamente, siento
cosas extrañas en el estómago..."
Los pensamientos de Xena fueron interrumpidos por los lamentos de Gabrielle. Ella
estaba llorando.
- Gabrielle, despierta, Gabrielle es sólo un sueño, Gabrielle.
- [Abrumada] Xena, nunca me dejes, dijo Gabrielle y la abrazó fuertemente.
- Nunca lo haré, lo sabes... dijo Xena abrazándola para consolarla. Xena decidió dormir
junto de ella y porque Gabrielle no dejaba de abrazarla, al poco rato ambas durmieron.
Al día siguiente Xena se levantó temprano e hizo el desayuno. Xena decidió que había
llegado el momento de poner las cosas en claro respecto a sus sentimientos con
Gabrielle. Pasó todo el día Xena tratando de decirle pero no se atrevía y desesperada
fue en busca de consuelo con Argo.
- Cielos, Argo, he tratado todo el día de decirle a Gabrielle, pero no me atrevo, no
se ni por donde empezar - Argo relinchó señalándole la bolsa - ¿Qué pasa pequeña
quieres algo de la bolsa?. Xena abrió la bolsa y vió el aceite con el que una vez
Gabrielle le dio un exquisto masaje; eso es, le daré un masaje por la noche, tomó los
frascos y se retiró, no sin antes agradecerle a Argo.
- Oye Gabrielle ¿No te sientes cansada de que hoy día te la haz pasado entrenando?
- Mmmm, un poco.
- ¿Quieres que te de un masaje? Preguntó Xena con cara de pícara.
- Esta bien.
Gabrielle se descubrió y Xena empezó a darle el masaje, primero en su brazo, luego en
su tobillo, para seguir después por todo su cuerpo, mientras Gabrielle empezaba a dar
unos pequeños gemidos de satisfacción, por sentirse relajada.
- ¿Te agrada?
- Oooohhh, si.
Al empezar a escuchar los gemidos de Gabrielle y como empezaba a latir su corazón,
empezó a excitarse y fue cuando decidió decirle todo a Gabrielle.
- ¿Por qué paras Xena?
Xena la volteó y le dijo:
- Mírame a los ojos Gabrielle.
- ¿Qué mosca te picó?
- Te voy a preguntar algo y quiero que me contestes con absoluta verdad... ¿Me amas?
- ¿Queeee?
- Que si me amas...
- Xena mi brazo, suéltame me está doliendo.
En eso Xena le propinó un beso y le volvió a preguntar que si la amaba. Gabrielle
después de lo sucedido quedó anonadada. Xena volvió a besarla pero esta vez el beso
duro un poco más de tiempo.
- ¿Qué pasa Gabrielle, por qué no me respondes?
- Yo... bueno... yo te quiero. Eres mi mejor amiga.
- No seas absurda Gabrielle, tu me dijiste que me amabas, cuando estaba dormida y
cuando te embriagaste y lo dices en voz alta cuando sueñas...
Gabrielle no sabia que decir. Estaba sin reacción, de pronto la miró fijamente,
mientras Xena esperaba en silencio su respuesta. De pronto Gabrielle se le abalanzó y
le propinó un beso, luego otro y otro más mientras le decía que si la amaba, la amaba,
con pasión y locura desbordante.
- Gabrielle, no se que decir, sabes que no soy buena para expresar mis sentimientos...
- Inténtalo.
- Bueno tu sabes, no se, me siento asustada porque por un momento pensé estar
equivocada, pero ahora me siento feliz, excitada, no se yo...
- Ssshhhh, yo también me siento igual que tu.
- Yo te amo Gabrielle.
- [Snif] Yo también Xena te amo, dijo Gabrielle abrazándola fuertemente.
Xena acarició la mejilla de Gabrielle, ambas se miraban profundamente.
- Que bueno que por fin pasó Xena, ya no podía seguir guardando mis sentimientos
hacia ti, me estaba volviendo loca.
- Ssshhh, siento mucho en haberme tardado en darme cuenta.
Después de varios minutos de abrazos, caricias y besos, Xena le propuso que hicieran
el amor. Gabrielle contestó renuente, diciendo que no sabía cómo hacerlo, que solo
tenía una idea y Xena le dijo que no se preocupara que ella le enseñaría, que se dejara
llevar.
Ambas se despojaron de su ropa. Xena besó y lamió la sedosa piel de Gabrielle, después
empezó a lamer uno de sus pezones, mientras Gabrielle se estremecía de placer que eso
le provocaba, Xena fue bajando poco a poco por su cuerpo, besó su ombligo y llegó hasta
su pelvis, abrió las piernas de Gabrielle y Xena acomodó su sexo junto al de ella.
Las caderas de Xena empezaron a moverse lentamente adelante y hacia atrás, mientras
acariciaba los pechos de Gabrielle. Gabrielle empezó a esbozar unos quejidos y después
dejó salir un grito de placer. Ambas se estaban excitando mucho, Xena besaba su boca
mientras seguía moviéndose. Después Xena alzó a Gabrielle para que se sentara y la
abrazó fuertemente, acariciando su espalda y besando uno de sus hombros. Gabrielle
empezaba a jadear, se sentía feliz por esos momentos y aun no lo podía creer. Xena
después puso una de sus rodillas sobre el sexo de Gabrielle y empezó a moverla
rítmicamente, mientras besaba a Gabrielle. Luego de unos instantes empezó a sentir la
humedad del sexo de Gabrielle y ésta gemía, cada vez más fuerte de placer.
Xena empezó a acariciar los glúteos de Gabrielle y uno de sus dedos jugaba con las
líneas de ella, después Xena pasó su mano al sexo de Gabrielle y jugó con él sin
penetrar su dedo. Gabrielle llegó al orgasmo y se estremecía al igual que Xena. Pararon
unos instantes.
- Xena te amo, te amo como no tienes idea, dijo Gabrielle agotada.
Al recuperarse Gabrielle, se abalanzó sobre Xena y empezó a chuparle sus pechos,
después besó su boca, arrebatándole el aliento.
- Hazme tuya, quiero que me poseas, dijo Gabrielle mientras besaba a Xena.
- ¿Estas segura?
- Si, soy tuya y de nadie más.
Xena la besó y después de unos instantes empezó a tocar el sexo de Gabrielle. Entonces
ésta empezó a gemir y a gritar el nombre de Xena. Mientras Xena continuaba, Xena pasó
uno de sus dedos al clítoris de Gabrielle y contempló como las caderas de Gabrielle se
elevaban y Xena volvió ha hacerlo, tocando diferentes lugares causando a Gabrielle un
gran placer.
- ¡¡¡¡Dioses, Xena!!!! Gritó Gabrielle, mientras sus caderas seguían el ritmo que le
marcaba Xena con sus dedos entrando y saliendo y ala vez Xena sentía como los muslos
de Gabrielle por instantes atrapaba sus dedos.
Gabrielle gritó, poco a poco se acercaba al orgasmo y después de obtenerlo se puso un
poco rígida. Gabrielle cayó agotada entre los brazos de Xena. Xena le dijo que le dio
mucho gusto que lo haya disfrutado. Xena besó su cuello y subió a su lóbulo y mientras
lo chupaba, le dijo que era su turno. Gabrielle la miró tiernamente y empezó a besarla.
Xena llevó la mano derecha de Gabrielle hasta su sexo.
- Yo... Xena...
- ¿Qué pasa Gabrielle?
- Aun no puedo creer que te voy a hacer mía.
- Ssshhh, sólo hazlo, mi amor.
Gabrielle después de unos instantes, por fin encontró el clítoris de Xena, mientras
esta empezaba a excitarse.
- Vamos Gabrielle más rápido, más adentro, muévelos, le gritaba Xena desesperada.
Gabrielle entendió la ansiedad de Xena, Gabrielle hizo lo mejor que pudo y logró
llevarla al éxtasis. Xena gritó varias veces el nombre de su amada y después de unos
instantes, ambas se abrazaron.
- Xena...
- Si, Gabrielle..
- Estoy tan feliz de que me ames, ¿Sabes? Tenía miedo de que me rechazaras, sentía
que una mujer como tu no podía amarme, bueno amar a otra mujer.
- Ssshhh, yo era la equivocada, si nunca te hubiera oído entre tus sueños, si nunca
hubieras hecho inconscientemente lo que hiciste, esto nunca hubiera sucedido.
- ¿Entonces tu hubiera perdido?
- No, pero nunca me hubieras abierto los ojos a la realidad.
- Xena... yo... yo te amo.
- Yo también te amo mi pequeña bardo.
De pronto se escuchó un ruido. Era el estómago de Gabrielle.
- Vaya parece que quedaste con hambre, dijo Xena riéndose. Vamos a preparar comida.
Después de unos días y de haberse demostrado su amor una por la otra, partieron de
viaje como siempre y ahora más unidas que nunca. Ahora ya no solo eran amigas, ahora
eran amantes, compañeras, almas unidas para toda la eternidad.
FIN