Comenzaba a amanecer, los pájaros cantaban saludando un nuevo día.
En un pequeño claro había un campamento con una hoguera humeante.
Cerca de la hoguera yacían unas pieles, en esas pieles una figura comenzó a moverse,
eran movimientos lentos y adormilados. Con movimientos suaves se acurrucó al lado de
su compañera, colocando su boca a escasos centímetros del oído de su compañera.
-Buenos días cariño.
Dijo Gabrielle mientras Xena, con su brazo libre cogió la manta y la colocó encima de
sus cabezas, Xena abrió los ojos y con los labios estaba buscando a los de su amante.
A punto de rozarlos, se incorporó y puso a Gabrielle entre la manta y ella.
Se fue acercando a Gabrielle dándole ese beso, abriendo un poco la boca, introdujo su
lengua en la de Gabrielle haciendo el beso mas profundo.
-Me gusta cuando nos despertamos asi- dijo Xena con voz ronca haciendo enrojecer a
Gabrielle.
Gabrielle pensó en darse un tranquilo baño matutino en el lago cercano, pero cuando
intentaba incorporarse se dio cuenta que el cuerpo de Xena aun estaba encima suyo.
-Vamos, Xena sabes que necesito un buen baño para comenzar bien el día, después de un
despertar tan... rico.
Xena la miró con una ceja levantada y una sonrisa pícara en su boca.
-Mírame Xena, estoy que doy asco, huelo mal gracias a ese cerdito que no se dejaba
cazar, pegajosa del barro y sudor.
-Se te olvidan 2 cosas.
-¿Cuáles?- preguntó Gabrielle con curiosidad.
-La primera es que aun en tu estado, eres hermosa- guiñó un ojo.
-Y la segunda es...- dijo con indiferencia.
-Y la segunda... estas para comerte.
Dicho esto, Xena mordió el cuello de Gabrielle.
Gabrielle hizo una respiración rápida con un gemido.
-Xena, por favor, quiero bañarme, mi cuerpo lo pide- dijo Gabrielle con los ojos
cerrados haciendo pasar su respiración a cada roce.
Xena prosiguió con su labor, besando cada milímetro del cuerpo de Gabrielle, mientras
sus manos vagaban por los redondeados pechos de Gabrielle.
Sus manos fueron bajando por el estómago de Gabrielle...
-No... no... Xena... por favor- dijo Gabrielle con dificultad por la excitación.
Los labios de Xena seguían el camino que las manos marcaban, llegando casi al vello
Gabrielle rodó, saliendo de la cama desnuda.
-Xena... por favor... deja que me bañe.
Xena asintió mientras intentaba ocultar una cara de decepción.
-Yo iré luego- se limitó a decirle a Gabrielle, mientras se ponía a arreglar un poco
el campamento.
-Gracias.
Minutos mas tarde apareció Xena adentrándose en el lago. Gabrielle la observaba
escondida por debajo del agua.
Xena se relajaba, mientras que Gabrielle se le acercaba por detrás, cuando ya estaba a
su altura salió del agua y la abrazó dándole un suave beso en el hombro.
-Gracias Xena, necesitaba el baño.
-De nada Gabrielle, siento lo ocurrido, no pensaba obligarte- de disculpó.
-Shhh, no te muevas cariño, quédate como estas, disfrutemos un rato- dijo suavemente
al oído de Xena, cuando intentaba darse la vuelta.
-No te tendrías que disculpar, yo también lo deseaba- explicó mientras iba soltando
su agarre.
Sus manos fueron bajando lentamente bajo el agua, haciendo que Xena cerrara lentamente
los ojos.
Gabrielle volvió a besar el hombro de Xena, subiendo hacia el cuello, a la vez, Xena
inclinaba hacia atrás su cuello, para dar mas extensión a Gabrielle.
La respiración de Xena se fue acelerando cuando Gabrielle fue subiendo las manos hasta
la altura de los pechos.
Gabrielle, rozó suavemente los pechos, haciendo que los pezones de Xena se pusieran
duros.
Bajando una mano por el musculoso abdómen de Xena, ahora no había nada que arrepentirse,
a Xena ahora le preocupaba que Gabrielle le siguiera tocando con esa delicadeza.
Las tan dulces y expertas manos de Gabrielle siguieron bajando hasta que encontró lo
que buscaba.
-Te amo Gabrielle- dijo suavemente al oído de Gabrielle, y le dio un beso en el cuello.
Introdujo suavemente dos dedos haciendo que Xena soltara un gemido.
Gabrielle se puso delante de Xena dándole un beso apasionado, Xena abrazó a su amada.
-¿¿No creerás que voy a ser la única en gozar??- dijo Xena.
Gabrielle hizo caso omiso y aceleró el ritmo, para que llegara al clímax.
Cuando Xena se tranquilizó un poco, Gabrielle le dió un suave beso y luego se acercó
al oído
-¿Te acuerdas cuando nos despertamos hace 25 años?
HACE MAS DE 25 AÑOS
Noche estrellada, dos figuras en un lago parecen estar pesando en sus cosas.
Una figura, era de una mujer de pelo dorado y un mirar esmeralda.
-¿Por qué no me atrevo a decírselo?... seguro que será por el miedo a perderla, a
perder su amistad...- se decía a sí misma.
La otra era una figura atlética, alta y morena con la mirada de un azul cielo.
La figura más pequeña se sumergió para relajarse, pero no pareció hacerle efecto.
Después de un tiempo (que a la morena le parecía demasiado) se preocupó ya que su
compañera no salía a flote, la buscó y cuando la encontró la sacó rápidamente del agua.
-¿Estas bien?- Preguntó Xena preocupada.
-Si- contestó Gabrielle mirando el cuello de Xena.
Xena rodeó la cintura de Gabrielle con sus brazos, Gabrielle le rodeó el cuello,
haciendo que sus pechos se rozasen con la respiración.
-Me gusta la suavidad de su cuerpo- pensaron las dos.
-Xena...- dijo Gabrielle con suavidad.
-Gabrielle...- dijo Xena de igual forma.
Después de unos momentos de caricias, ocurrió lo que las dos mujeres ansiaban, el
beso, Gabrielle dio el primer paso.
Xena estuvo sorprendida unos instantes pero luego, correspondió a Gabrielle.
El beso se fue alargando, deshaciendo con él, todas las posibles preocupaciones.
Cuando se separaron, se miraron a los ojos. La primera en hablar fue Xena.
-Gabrielle no, no podemos, no quiero dañar nuestra amistad por una bobada.
-¿Por una bobada?- Dijo Gabrielle algo disgustada y empezándose a enfadar.
Xena la miró y la dejó continuar.
-Xena, yo lo he hecho porque te quiero- pareció sorprenderse que salieran esas palabras
-es la única cosa que se me pasa por la cabeza, la primera al verte levantada y la
última cuando te veo dormida a mi lado.
Xena la miró con sorpresa.
-¿Crees que yo no? ¿Por qué piensas que me levanto temprano?- se paró para luchar
contra las lágrimas -es porque te veo dormida a mi lado, tu belleza me deslumbra, la
cara que tienes, tan infantil cuando duermes, eres mucho mas que una bella mujer.
-¿Entonces por qué no quieres esto?
-Porque no quiero que sufras mas de lo que sufres ya, no quiero dañar nuestra amistad,
lo más importante que me ha pasado en la vida ha sido encontrarte- hizo una pequeña
pausa -eres el ser más importante en mi vida.
En ese momento Xena comenzó a derramar las primeras lágrimas, al ver a Gabrielle coger
sus pieles y llevarlas al otro lado del fuego, se convirtió en llanto, en llanto
desesperado al ver como una oportunidad esperada desde hace mucho, la había perdido.
Mientras Xena se iba llorando al bosque (ya vestida) quería estar sola.
A la mañana siguiente Xena y Gabrielle iban por un camino, las dos calladas, el camino
sé hacia interminable, ni siquiera Xena ha estado tan callada en su vida.
Gabrielle era la mas avanzada, Xena mas atrás con las riendas de Argo. No tenían rumbo,
solo iban caminando hasta que se encontraran con algún poblado.
Ninguna de las dos durmió la noche anterior, Gabrielle lloró acurrucada entre las
pieles, y Xena en silencio detrás de los árboles, observándola.
El camino se estrechaba, dejando un gran barranco al lado, las rocas por las que
caminaban, la mayoría estaban sueltas.
-Gabrielle ten cuidado, no quiero que te caigas.- Dijo Xena preocupada.
-Si Xena, no quieres que me caiga para que no me tengas que rescatar ¿verdad?- Dijo
muy enfadada y exaltada. Acelera un poco el paso al ver que Xena la esta alcanzando,
haciendo que pisara 2 piedras sueltas, y cayera por el barranco.
Xena la cogió a tiempo.
-Suéltame- palabras dichas casi en llanto.
-Pero que dices Gabrielle- dijo sorprendida -si te dejara, moriría.
-Si te soy tan importante, ¿por qué no lo aceptas?
-Me da miedo, toda persona que he amado, se va haciéndome daño.
Xena subió a Gabrielle, con la poca fuerza que le quedaba en el cuerpo, ya que no había
descansado la noche anterior.
Gabrielle, encima de Xena, mirándola profundamente a los ojos.
-Y no quiero perderte. Pero tampoco puedo evitar lo que siento- fueron las últimas
palabras antes de abrazar a Gabrielle.
Las manos de Xena fueron subiendo por la espalda de Gabrielle, hasta llegar a la cara,
la estuvo observando, inclinando su cabeza besó a Gabrielle.
Gabrielle abrió su boca, para profundizar mas el beso, su primer beso, el de las dos.
-No me perderás, porque sé que no lo permitirás.- Dijo Gabrielle suavemente al oído de
Xena, antes de darle un beso en el cuello.
Gabrielle bajó sus manos por los costados de Xena, hasta el final del vestido de cuero,
subió las manos dejando las tiras encima de sus manos, haciendo posible acariciar los
muslos de Xena.
Xena, por su lado, estaba acariciando la espalda y glúteos de Gabrielle, llegando a la
prenda que tanto deseaba quitarle, (una de las que tiene Gabrielle) desde que Eli las
resucito.
Cuando estuvo desatado, Gabrielle se sentó sobre Xena y se acabó de quitar el top.
Gabrielle volvió a besar suavemente el cuello de Xena, notaba sus pulsaciones, bajo
sus labios.
Xena rodó y así se puso encima de Gabrielle, sin romper el contacto, cuando se
separaron Xena se incorporó, y se quitó el traje y armadura, quedando en shorts.
Cuando se dispuso a tumbarse de nuevo encima de Gabrielle, vio que ésta separaba sus
piernas, para darle mas comodidad.
Xena la volvió a besar, arqueando su espalda para dar mas espacio a sus manos, para
acariciar el cuerpo de Gabrielle. Bajó hasta encontrarse con la falda que hacia
conjunto con el top, aflojó el cinturón, y con suaves movimientos la fue bajando hasta
quedar las dos iguales.
Gabrielle abrió los ojos al sentir a Xena ponerse de nuevo encima suyo, y besar su
cuello.
-¿Segura?- preguntó Xena.
-Si.
Dijo Gabrielle, mientras que sus manos iban bajando por la espalda de Xena, hasta
llegar a los shorts, juntando sus sexos y sentir así notar su excitación.
Gabrielle metió sus manos por debajo del short de Xena, acariciando los glúteos. Con
un movimiento de muñeca y con habilidad bajó los shorts.
Xena al ver que le faltaba poco para estar desnuda completamente, se levantó y se
quitó su última prenda.
Gabrielle apoyó parte de su peso en los antebrazos, para verla mejor.
-Sabes Xena, lo repito, y lo repetiré muchas veces mas, eres hermosa.
Xena alzó una ceja ante el comentario y le hizo un gesto para que Gabrielle se
levantara.
Gabrielle la obedeció un poco dudosa.
Xena se arrodilló mientras que iba besando el abdómen de su amada, mientras que sus
manos iban bajando el short, y le dio un suave beso en una parte, ahora mas sensible.
Gabrielle gimió al sentir la lengua de Xena, adentrándose en ella.
Xena acorraló a Gabrielle en una pared.
-Oh... Xena... no pares... te deseo... te necesito... te amo- dijo mientras Xena la
besaba apretándola mas contra su cuerpo y la pared.
Una de las manos de Xena iba acercándose a la zona húmeda.
-Te quiero tanto Gabrielle... no sabes cuanto- Dijo mientras dos dedos se introducían
en Gabrielle.
Gabrielle gimió de placer al oído de Xena.
Las caderas de Gabrielle tenían vida propia e intentaban dar un ritmo a los dedos de
Xena.
-Xena... Xena... oh... por los Dioses... ohh- decía Gabrielle ante el deseo.
Xena aceleró el ritmo y se apretó contra el cuerpo de Gabrielle para que el orgasmo
fuera mas intenso.
-¡¡¡XENA!!!- Gritó ante la explosión de placer.
Xena la abrazó y le susurraba al oido cuanto la amaba.
Gabrielle se despertó en una cueva, no muy lejos donde Xena abrió (al fin) su corazón.
Notó un leve aliento detrás de su corto pelo, en su cara se dibujo una sonrisa al
sentir, tambien, un fuerte brazo redeándole la cintura.
Xena se removió apretando con su brazo a Gabrielle, haciendo que los escasos
centímetros que la separaban desaparecieran.
-Me gusta esta sensación.- Dijo mientras se daba la vuelta y ver el bello rostro
dormido de Xena.
Quitó unos mechones aun sudorosos, de la cara de Xena.
Xena sonrió con dulzura, antes de abrir los ojos y mirar la cara sonriente de su amada.
-¿Qué tal?- preguntó Xena con la misma sonrisa.
-De maravilla, Xena y ¿tu?
Xena no contestó pues, se limitó a besar a Gabrielle.
-Deduzco que tambien estas bien- sonrió y se volvieron a besar.
Cuando se separaron, se miraron, se sonrieron y pensaron que aun quedaba un buen rato
para el amanecer y decidieron dormir hasta el próximo dia.
Gabrielle siguió con su costumbre y se durmió antes que Xena, pero ahora en sus brazos.
Xena miraba el tranquilo rostro de Gabrielle y acariciándole la cara, Gabrielle sonreía
a cada roce de la mano de Xena sobre su cara.
Durmieron en los brazos de cada una durante toda la noche.
PRESENTE
-Si Gabrielle me acuerdo, tampoco tengo tan mala memoria, recuerda que tengo una gran
memoria, y no como la tuya- dijo tocándole la frente con un dedo.
-Ay vale, comprendido- sonrió.
-Gabrielle, te parece si salimos, nos secamos y nos vamos a la cama, me estoy empezando
a arrugar, y no quiero parecer una abuela antes de tiempo- dijo quejándose, medio en
broma
Salieron del lago y se fueron a la cama, y para no romper la monotonia, se durmieron
en los brazos de la otra.
FIN