Xena se encontraba recibiendo la sentencia de su juicio por "actos en contra de la
seguridad de la Nación", por sacar a sus hijitas de un campamento de la guardia Real
Amazona.
Xena aceptó su sentencia, solo comenzó a hacer una petición:
X: Yo me encargaré de lo solicitado pero déjenme vivir en la cabaña donde me
encontraron. Iré y vendré todas las veces que sean necesarias, pero déjenme vivir allí.
Acepto que mientras organizo el ejército, unos meses, deberé permanecer aquí. Pero luego,...
El consejo fue a deliberar y salió en media marca de vela. Gabrielle no participó en
esta decisión. Ya había intercedido mucho por Xena y no quería ahora, cuando estaba
todo "encaminado" presionar de nuevo.
La espera se hizo muy larga, Gabrielle siguió tratando otros asuntos, como la petición
de boda de una de las Amazonas con una Griega, bastante mayor. Y a la vez permitir que
su Curandera se fuera con su nueva esposa. Esto no le agradaba demasiado, pero era
posible. Todo era posible para el amor. Y cuando posó nuevamente sus ojos en Xena que
permanecía a un costado, erguida y con una dignidad envidiable. Se preguntó: Todo sigue
siendo posible con mi amor?
Una vez que el consejo deliberó la amazona que había leído la sentencia, comenzó a
hablar...
A: Xena, el Consejo de la Nación Amazona ha evaluado y deliberado tomando en
cuenta tu petición. Y ha llegado a la conclusión, que aceptará la decisión que tome la
Reina Gabrielle a este respecto. Y así reconfirmarla en su función de estar siempre
enterada de tu paradero.
Xena se adelantó y agradeció al Consejo que la hayan escuchado.
Una vez hecho esto, Gabrielle que estaba sorprendida por la decisión del Consejo se
levantó de su trono y comenzó a decir:
G: Xena, estas lista para empezar ahora mismo a cumplir la sentencia?
Y Xena pensando que le había sonreído su suerte, por depender de las decisiones de
Gabrielle, se sonrió y contestó:
X: Quedo a vuestra disposición, ahora y siempre mi Reina.
Y diciendo esto, hizo una pequeña reverencia a Gabrielle.
G: Bueno, entonces acompañarás a Retonath que será la encargada de seguirte para
ver que se aplique la sentencia. Ella te indicará dónde te asentarás por ahora. Luego
veremos según pase el tiempo.
Xena comenzó a discutir, pero lo pensó mejor. Gabrielle continuaba enfadada. Y no quería
que compartieran su cabaña. Era mejor callar y comenzar todo otra vez. Otra vez?
Y así pasó casi un mes, que días parecieron eternos para la guerrera. Le fue asignada
una cabaña con dos habitaciones. Una era para ella y otra para Retonath. Era la cabaña
de un soldado, muy espartana. Con Retonath siempre se había llevado muy bien, pero esta
era muy intransigente cuando se trataba de cumplir las normas dictadas por la Reina, y
Gabrielle era muy consciente de esto cuando le asignó a su cuidado.
A Xena se le dió el cargo de Comandante General de Entrenamiento del Ejército Amazona.
Se levantaba todos los días al alba y procedía a incansables encuentros con guerreras
preparándolas. Obligándolas a escuchar historias de batallas para que aprendieran
diferentes tácticas. Diagramó el programa de entrenamiento completo, constaba en
ejercicio físico, tácticas de combate y resistencia a los elementos y el tiempo.
Procedió a dividir a la fuerza del ejército en tres ramas. Las expertas que ya contaban
con años de entrenamiento y experiencia en combate. Las intermedias, mujeres jóvenes
que habían sido preparadas recientemente y especialmente por Andras y las muy jóvenes,
las que no sabían de que se trataba una batalla.
Fue una época intensa, el tiempo no alcanzaba. Además de venir el invierno, tenía que
dejar a las amazonas preparadas para cuando terminara este... También tenía que olvidar
que no compartía prácticamente nada con Gabrielle y sus nenas...
Se veían esporádicamente cuando Gabrielle iba a inspeccionar el campamento donde
entrenaban y cuando dejaba que visitara a las niñas y saliera a pasear con ellas. Solo
eso. Gab mantenía una distancia que le dolía tanto... Y esta vez no sabía que hacer...
Entonces se abocó a lo que mejor sabia y en lo que nunca había fallado: LA LUCHA!!!
Durante este tiempo, Andras fue cada vez mas osada en "cortejar a Gabrielle", si hasta
la invitó a salir... en varias ocasiones, y lo que fue mucho peor es que la Reina
aceptó y pasaban mucho tiempo juntas. Era la consejera de la Reina y se temía en la
aldea que pronto seria algo mas...
Xena, si bien estaba muy molesta con la situación. Sabía que mientras estuviera casada
con Gabrielle, no pasaría nada. Confiaba en Gabrielle, pero no en Andras.
Así pasaron dos lunas mas, y llegó el día de agasajar a Crasso Tito, quien era conocido
como uno de los Generales más prestigiosos, y sus mayores características eran las de
ser osado y extremadamente sanguinario y cruel, el mayor "asesino" de todo el Imperio.
La Nación Amazona estaba dando esa noche una cena de recibimiento al romano. Una cena
que fue largamente postergada ya que Crasso Tito se negaba a recibir las atenciones
diplomáticas de la tribu. La cena se fue desenvolviendo excelentemente bien. Hasta que
Crasso Tito tomó la palabra.
CT: Reina Gabrielle, el Imperio Romano quiere hacerle a la Nación Amazona una
oferta de paz, a la que Uds. no podrán negarse...
Gabrielle al escuchar esto, tragó saliva con fuerza y dijo:
G: La escucho...
CT: Pasemos a una reunión privada entre Ud., yo y el Consejo Amazona en pleno.
G: Si Ud. así lo solicita.
Entonces procedió a dar la orden de preparar todo para reunirse en media marca de vela.
Una vez que todos estaban dentro de la habitación. La puerta fue cerrada para poder
debatir sin interrupciones la propuesta.
G: Y bien Gobernador, esperamos sus palabras...
CT: He mantenido bastante correspondencia con el Emperador, que esta muy
interesado en esta parte de la provincia, debo decir... Y luego de mucho persuadirlo,
he conseguido la manera de formar una Alianza.
G: Cómo? Explíquese, por favor!!!
CT: Teniendo en cuenta que para los romanos una de las alianzas más duradera es
entre familia, mi Emperador solicita el matrimonio entre Ud. y uno de sus hijos.
Gabrielle casi se le detiene el corazón.
G: Me honra con semejante propuesta pero, yo ya estoy casada.
CT: Si eso, lamentablemente, es de público conocimiento. Y también lo es, que ya
no vive con su esposa. Y que muy pronto Xena dejara de serlo...
G: Esa es una conjetura que no tiene ni pies ni cabeza. Además el matrimonio
Amazona es de por vida.
CT: No la ley amazona establece que la Reina puede volverse a casar...
Gabrielle continuo.
G: Si pero solo en el caso que repudie a mi esposa. Y diciendo esto vio que el
romano sonreía.
CT: Por eso le estamos proponiendo un esposo y, a la vez dejarle muy claro, que
sería el único termino de alianza que el Emperador aceptaría.
G: Estimado Encargado...
Y al decir esto fue cortada por el romano con un gruñido.
CT: Corrección, todavía no le he informado que mi nuevo rango es el de Comandante
del Ejército y Gobernador de toda la provincia.
Diciendo esto el orgullo se apoderó de él, un hombre de por si soberbio.
Gabrielle se quedó sin palabras, por lo que la Jefa del Consejo Amazona una mujer
entrada en años llamada Desseh, tomó su lugar y comenzó a hablar.
Mientras tanto en la fiesta todo era alegría y felicidad. La custodia romana la estaba
pasando como los dioses con tanta belleza allí reunidas. Ya había comenzado el baile
hace rato y estaban casi todos bastante bebidos a esas alturas.
Solo una persona se encontraba en un rincón observándolo todo, Xena. Iba vestida con su
nuevo "uniforme", por ella diseñado y acorde a su nuevo cargo.
Pero sus ojos fríos y calculadores, como un tigre al acecho, no apartaban la mirada de
la puerta de la sala donde se llevaba a cabo la reunión. Había algo en su interior que
le hacia saber que algo marchaba mal, muy mal...
Continuará...