Disclaimers: Xena: Princesa Guerrera, Gabrielle: Reina Amazona, son absoluta propiedad de copyright de MCA/Universal y Renaissance Pictures. Esta historia no puede ser vendida o usada en beneficio de ningún tipo, pues hay derechos de autor propios.
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Por ahora, me estoy dedicando a escribir historias continuadas, pero este es un "extra", es decir, un breve relato sobre el verdadero principio que no se vio el la serie. Así que no se líen con las otras, que no es continuación de nada, de acuerdo? Aunque eso no significa, que yo siga mandando más continuaciones. Bueno, espero que pongáis vuestras opiniones sobre mis historias en la página de FF.
SI ASI DEBE SER, SERA
By: Shyara
En una noche estrellada, cuando la luna reina en el cielo alta y orgullosa, una joven bardo volaba libre y triste por su mente. Esta bella chica de pelo rubio y largo, y de estatura media, yacía acostada en su cama con los ojos abiertos y llorosos. No podía dejar de pensar en las pocas razones que la mantenían con vida, y ya no podía más. El sol estaba preparado para salir y aún no había dormido nada desde que se acostó . Una lágrima tras otra se deslizaba por la suave mejilla y su mirada perdida en el suelo indicaba la agonía que ahogaba su interior. Tras pensar toda la noche sobre ese alguien que sentía muy cerca pero que no lograba alcanzar, se levantó con delicado sigilo, para no despertar a su hermana menor. Luego se dirigió a la mesa dedicada por completo a su escritura y tomó en su mano el último pergamino que había escrito dos días atrás, para comenzar a leerlo:
" Deseo ser lluvia infinita de otoño para que mis gotas recorran cada rincón de tu cuerpo y rocen toda tu alma. Deseo ser luna para ahogarme en tu presencia etérea e iluminarte la oscura noche. Quisiera ser estrella para oír los suspiros que al aire mandas y ser agua para entrar en tu cuerpo cada vez que bebas de mi pureza. Quiero ser noche para observar los sueños y deseos que dedicas a afortunados seres. Mas sobre todo, deseo estar hecha de tu amor y habitar en tu corazón...
Déjame beber de tu esencia y saciar mi sed de amor. Déjame divagar perdida por tu profunda mirada y sentirnos completas y llenas, asidas nuestras almas para siempre. Deja que mis labios se inunden en tu piel para poder percibir el perfume de las débiles flores en invierno. Deja que este anhelo reprimido en mi corazón se detenga con el sello de un sublime beso. Permite que esta lejanía sea enterrada en las sombras y vuelvas a mi para deleitarme con tu fiel delicadeza. Disipa las dudas que ciegan mi mente y dedícame tu vida como yo te la dedico a ti...
El cielo y el infierno caben en mi interior...pues la pureza y el pecado se adueñan de mi cada vez más. De tu vida se alimenta la mía...De tu tristeza se nutre mi dolor...De tu dolor florece mi muerte...Mas de tu alegría se alimenta mi sonrisa...de tu sonrisa mi luz...y de tu luz se viste mi alma.
Sé que contigo es amar y ser amada...es saber que toda demostración de mi amor queda exiguo. Sé que contigo es temblar con el leve contacto de nuestras pieles y dejar que nuestros cuerpos se sinceren y hablen por sí solos, abandonando este silencio que no me permite respirar...Sé que si te acercas a mi, mi corazón se eleva y flota entre las nubes como lo hace un tronco sobre el río. Contigo es olvidar el tiempo y abandonar las fronteras, dejando que las velas fundan su cera mientras nos unimos en la absoluta sumisión. Y sé que sin ti es el vacío, es la nada....Sin ti las lágrimas se deslizan por mis mejillas e inundan mi rostro, apagando la escasa luz que me queda desde que en mi alma reina la soledad.
Eres el sol que ilumina las solitarias mañanas que me otorga la vida. Tu perfecta imagen no se aparta de mi cabeza y me enamora cada da más y más. Y tu recuerdo inexistente es el aire que respiro cada mañana al volver a la rutina diaria sin ti. Esta idea creo que me está conduciendo a la locura y no sé si vivo por esta esperanza o espero para poder vivir. Pero estoy segura de que te pertenezco y que tu me perteneces...que todo lo que fui, soy y ser es todo tuyo. Siento que podemos inculcarnos la sinceridad de nuestras almas. Sé que he nacido para amarte...lo siento en cada partícula de mi cuerpo y no parar hasta aferrarme a tus brazos, de una manera u otra. Y sólo cuando nuestros cuerpos se fundan en uno solo para siempre, desaparecen los abismos que nos separa, amor mío. Tengo que encontrarte allí donde estés...Si el destino ha escrito que debemos encontrarnos, esperar dos días a que me lleve a ti, o mi alma pronto visitar el fin...pues tu ausencia inunda mi sonrisa y pierde la mirada que en mis ojos permanece sin rumbo. El anhelo que me inspiras sumerge poco a poco los ideales que me mantienen viva. Todo mi amor te lo regalo, mi desconocida alma gemela.
No existen palabras para expresar todo lo que en mi interior habita, sólo al cruzar tu mirada con la mía podremos entender el fuerte magnetismo que nos atrae.
Te amo, mi vida...Siempre tuya...
Gabrielle "
Después de leerlo varias veces, sus entrañas se retorcieron y volvió a llorar. No podía aguantar más ese presentimiento...esa tristeza que invada su cuerpo al sentirse sola...Tenía que acabar de una vez por todas con esa soledad. Sin despertar a nadie, cogió de su mochila un puñal que siempre haba guardado como defensa y se acercó a la ventana para observar al sol asomarse por el este sobre la aldea griega de Potedaia. Luego, besó a su hermana como despedida y dejé en su mesa un pergamino para sus padres explicando el porqué de su suicidio.
- Si así debe ser, será...-.
Gabrielle elevó el puñal dirigiéndolo a su pecho. Suspiró y cerró los ojos con coraje para atravesar su corazón, pero de repente un miedo aterrador la invadió y la detuvo en el momento preciso de acabar con su vida. No fue capaz, y tal vez esa fue su primera señal. De pronto unas manos desde su espalda la agarraron fuerte y le cubrieron la boca para llevársela al exterior de la casa, acompañada por su hermana. Aquellos hombres cogieron a todas las chicas de Potedaia para vendarlas como esclavas. Cuando las jóvenes, bien sujetas, se dirigían al carro que las llevaría a su paradero, el jefe de todos ellos les explicó que si se portaban bien, tal vez no sufririan aún daños, sin embargo Gabrielle se encaró al jefe.
- Llevadme a mi y dejad a las demás...- sugirió la valiente bardo.
- Una postura muy noble, pero te llevaré a ti y todas las demás, de acuerdo?- dijo sarcásticamente - Dadme mi látigo, hay que empezar a domar a estas chicas...- el jefe agarró fuertemente el mango del arma y lo alzó justo cuando la mano de una hermosa mujer alta y de cabello negro, vestida por un corto vestido beige y altas botas, agarró su brazo evitando que golpearan a Gabrielle.
- Debo confesar que las aldeanas de Potedaia sois muy valientes...A por ella! - orden a sus hombres.
La mitad de los hombres se limitaron a luchar con aquella mujer, y la otra mitad a agarrar a las chicas, las cuales, al desatarse la pelea, también intentaron escapar mediante el poco conocimiento del arte de la lucha. La guerrera, muy aguda debido a su agilidad, rapidez y destreza, derrota a los demás con ayuda de su espada y su arma particular llamado chackram. Una vez todos en el suelo, ésta se enfrenta al jefe con una sonrisa única y con un rápido movimiento consigue clavar la espada de su enemigo en un tronco, dejándolo vulnerable. Entonces, fue cuando, al ver el trapo azul que colgaba de su hombro, descubrió su identidad.
- Vas con Draco...Salúdale de parte de Xena - dijo lanzando un golpe seco sobre el cuello de aquel hombre, dejándolo inconsciente.
Todas gritaron victoriosas al ser liberadas y salvadas de ser vendidas o esclavizadas. Gabrielle, entre la multitud, se quedo paralizada al cruzar su mirada con la de aquella mujer de ojos azules. En ese momento no había nadie, tan sólo estaban ellas dos, conmocionadas y asombradas por los sentimientos que habían brotado en sus corazones.
- Xena...Ese es tu nombre...Eres t...- susurró la bardo sin que nadie la oyera al ver por primera vez a la heroína de su corazón y darse cuenta de que ella era la persona que comparta su alma.
FIN