Disclaimer: Como todos sabéis los personajes no son míos, pertenecen a MCA/UNIVERSAL y RENAISSEN PICTUERS (¡anda que los hay con suerte!)
Nota: Es mi primer Fan Fiction así que espero que no seáis muy dur@s con él, espero que os guste, si tenéis alguna crítica constructiva y dije contractiva (es decir que ayude a mejorar) podéis enviármela a lu_sur@hotmail.com . Si no es así ¡No molestar!
¡Ah! Si por lo que fuese no tienes la edad suficiente para leer esto, está prohibido en tu país o no entiendes que el amor está por encima de barreras mentales y físicas, es decir que hay gente que se enamora sencillamente de personas y no de sexos. ¡Para aquí y no sigas leyendo!
Subtexto: Aquí realmente yo diría texto principal.
Violencia: Para nada. ¡NO A LA GUERRA! No me va eso de robar a los pobres para dárselo a los ricos.
Dedicatoria: A todos: amigos, familia, bardos y gente que realmente me enseñan y de los cuales no dejo de aprender cada día el verdadero significado del amor y de la vida, el cual está en todo lo que nos rodea y en nosotros mismos. Besos.


UN DÍA COMPLETO

Autora: Arwen

De repente Xena se despierta, ¡de nuevo esa maldita pesadilla!, pero hay algo diferente, esta vez Gabrielle la sostiene entre sus brazos, puede notar el pánico en su mirada, los pensamientos se aturrullan en su cabeza.

G: ¡Xena tranquila! Ya pasó todo. No te muevas, te limpiaré la herida

X: (¿Qué herida? ¿Qué ha pasado? ¿Cómo es que no sentí nada? Por lo visto, en la misma agitación de la pesadilla me había golpeado con una roca semicubierta que me quedaba al otro lado de las mantas, precisamente por eso había escogido ese sitio, para que Gabrielle no se diese por descuido.
Veo como Gabrielle se afana por tranquilizarme y sacando una vendas de las alforjas me roza en la sien. Ni siquiera siento dolor, solo mi corazón golpeando cada vez más fuerte al notar su proximidad y su rostro tan cercano del mío. ¡Dioses, esos labios! ¡Cuanto daría por besar esos labios! No, Xena, no, ¡tranquilízate! me repito una y otra vez. )

G: No te preocupes, es muy superficial, no creo que te quede marca. Deberías haberme dejado dormir en este lado y más sabiendo que últimamente casi todas las noches tienes pesadillas. Xena ¿Con qué sueñas? Se que tu pasado fue muy sangriento pero pensé que esa etapa estaba superada, además, hacía ya mucho que no las tenías. (Parece que su rostro se va sosegando a la vez que le hablo, aunque noto como su corazón no deja de latir fuertemente y se acelera cuando me acerco. Dioses, ojalá fuera por mí. Pero que estoy diciendo, ella no siente eso. No se porque me hago ilusiones, me gustaría tanto decirle que la quiero como mujer, que me gustaría besarla, hacerle el amor, recorrer su cuerpo, besar su…… ¡Ah! Ahora es a mí a quien se le acelera el pulso.)

X: (¿Con qué sueño? Como podía decirle que ya todos los demonios de mi pasado han desaparecido. Pero que es ella, o mejor dicho el miedo de perderla, el que me sobresalta y me hace llorar. Es un dolor tan grande el que se aloja en mi pecho por esa idea. Sobre todo, últimamente, porque estoy cada vez más decidida ha decirle lo que siento y eso significa arriesgarme a no ser correspondida)

X: Nada Gabrielle, no te preocupes, era solo otro señor de la guerra.

G: Algún día desaparecerán del todo, ya veras. (le digo intentando que no se me note demasiado en que estoy pensando, aunque la idea rebota continuamente en mi cabeza ¡Y si realmente su corazón esta alterado por mí! No aguanto mas y me decido. No pierdo nada por intentar averiguarlo)

G: Espera Xena voy a coger el linimento de tu madre y te pondré un poco en la herida para que cierre más rápido.

Gabrielle se alza un poco sobre Xena para poder meter la mano en la alforja que esta mas arriba de la cabeza de esta y deliberadamente hace que su top rojo quede a milímetros de la cara de Xena. Busca en un bolsillo, luego otro y revolviendo no con demasiada prisa alcanza la pequeña botellita.
El tiempo parece detenerse, siente como la respiración de Xena se agita y el aire calido que sale de su boca llega a su pecho traspasando el top. Su piel se estremece como si ese aliento la quemara y una sensación indescriptible le hace a ella también acelerar su respiración. Con un leve movimiento de sus ojos hacia abajo puede ver a su compañera morderse los labios y siente como la mano derecha de Xena que la tiene cogida por la cintura se aprieta en ella intentando controlar la tensión.

G: (Esto mejora)
X: (Dioses, no puedo aguantar más) ¡Me vuelves loca!
A Xena se le escapa esto último en voz alta.
G: ¿Qué?

Se retira de encima de Xena hasta su posición inicial. E intenta mirarla lo mas seria posible haciendo ver que no se ha enterado de lo que Xena a dicho. Aunque por dentro siente que su corazón salta de alegría ya que no hay duda de la reacción que ha producido en la morena.

X: No, nada, que la pesadilla me va a volver…. loca. (No me lo creo ni yo).

Gabrielle la mira directamente a los ojos, esos ojos que le son tan familiares y en los que ansia perderse hasta la locura y ve como Xena se viene abajo y se queda totalmente desarmada ante ella, ante esos ojos verdes que tanto la llenan y que tanta paz le dan a diario. La morena comprende que es el momento de decir lo que siente. Y que a pesar de todos sus miedos y temores debe luchar por lo que realmente ama, de todas maneras si la respuesta es negativa no será peor que la frustración que lleva acumulada dentro y que poco a poco la aleja de la bardo al no poder expresar todo el cariño que siente.
En estos momentos Gabrielle la esta mirando fijamente, expectante, sin mover un solo músculo con una pequeña sonrisa dibujada en su cara y gritando por dentro:

G:( ¡Xena vamos, atrévete! ¡Solo tienes que decirlo! ¡Te amo! ¡Son solo dos palabras! ¡Pero que dos palabras!, son la diferencia entre la armonía y el desasosiego, entre una vida plena y una vida llena tan solo de ilusiones. Si no te atreves tú, seré yo quien lo diga).
G: Xena yo….

En esos momentos Xena se anticipa y….

X: Gabrielle ¡TE AMO!

A la rubia se le saltan las lágrimas, por fin ha escuchado lo que tanto ansia y de los labios que quería oírlo. En unos segundos parece que todo hubiera tomado mas fuerza, los colores parecen haberse intensificado, y todos sus sentidos parecen estar extasiándola. No tiene palabras para expresar lo que siente en estos momentos, ella que siempre ha sabido utilizarlas tan bien. Aunque quizás si. Esas dos palabritas tan cortas pero con tanto significado son perfectas.

G: ¡TE AMO!

Ahora es a Xena a quien se le abre el corazón que por unos instantes había permanecido encogido esperando la reacción de la rubia. No cabe en su pecho, si antes latía rápido, ahora parece que no tuviera capacidad suficiente para abarcar toda la sangre que entra en él y recorre todo su cuerpo.
Lentamente la mano derecha de Xena que permanecía todavía en la cintura de la rubia, se desplaza hacia su cuello, rozando sutilmente por donde pasa hasta llegar a la nuca de la bardo y entre tejerse con su pelo para acercarla hasta tener sus labios a escasos milímetros de su boca. Se para por unos segundos para intensificar la mirada en los ojos de Gabrielle pidiéndole permiso para seguir. Pero Gaby no vacila y sin necesidad de ser llevada roza con su boca los labios de su amada.

G: (¡Dioses, por fin!)

El primer contacto es leve pero ¡REALMENTE BUENO!, y tan esperado. Xena deja caer su cabeza hasta recostarse por completo y Gaby va tras ella hasta quedar encima. Poco a poco va cediendo el peso de sus caderas hasta estar en contacto con las de Xena.

X: Me encanta sentir tu peso sobre mí.

Gaby sonríe y aprisiona las caderas de Xena con sus musculosos muslos. Esta se estremece al sentirla y deja escapar un leve gemido. A la bardo esto hace le hace hervir la sangre. No puede creer que por fin pueda estar como tantas veces había soñado.
Vuelve a bajar hacia la cara de Xena y reencuentra sus labios pero ahora el beso se hace mas intenso y no tarda mucho en pedir con urgencia que la deje entrar, ambas lenguas se encuentras y empiezan una sinuosa danza que parece no tener fin, al mismo tiempo las manos de ambas vuelan en sus cuerpos. Antes de separarse de ella Gaby muerde deliberadamente el labio inferior de la morena. Xena suspira al sentir el abandono de la bardo, la cual esta sin aliento. Su cuerpo esta completamente embargado por la emoción, se ha retenido durante tanto tiempo, al igual que Xena.

G: No quiero estropear este momento, pero es la primera vez que lo hago con una mujer y bueno….
X: No te preocupes si quieres yo llevaré la ini…..
G: ¡No! (ni loca -piensa- puede que no tenga experiencia en este tema, pero lo que si me sobra es imaginación) ¡Quiero hacerte mía princesa guerrera! ¡Quiero sentir como pierdes el control en mis brazos! ¡Y quiero notar como te derramas de placer! Solo te pido un poco de paciencia.

Al escuchar estas frases que son dichas con un deseo irrefrenable y casi de lujuria Xena se queda paralizada, nota ese deseo atravesándola a la vez que las palabras entran en su ser.
Sin darle tiempo a decir nada, Gaby inunda su boca de besos, se separa y se sienta sobre las caderas de Xena, comienza a desnudarla pausadamente, no quiere perderse detalle de ese cuerpo tan maravilloso que tantas veces ha deseado. Retira la armadura, el cuero y por último el jubón. Dioses tiene ante si el cuerpo más hermoso que pueda imaginar y es solo para ella. Por un instante duda, pero esta desaparece en cuanto sus dedos rozan delicadamente el abdomen de su guerrera, la cual al contacto con su amada no puede remediar producir un leve temblor. Gabrielle levanta la vista y por unos instantes se hunde en los hermosos ojos azules que le dicen cuanto amor siente y cuanto desea que siga con lo que esta haciendo. Sonríe ante el estremecimiento de Xena. Algunos pensamientos cruzan su mente.

G: (¿Seré capaz de satisfacer su deseo? ¿Podré expresarle con mi cuerpo todo lo que siento por ella? No lo sé, pero por los Dioses que no seré yo si no lo intento.)

Xena aguarda, su tardanza no le preocupa, pues puede notar como la desea y esta segura de su amor.
Se ha dejado desnudar, cosa no muy habitual, ya que con el resto de sus amantes es ella quien marca las pautas, pero esta nueva situación le gusta y le excita. Esta deseando quitarle la ropa a Gaby. Para que pensarlo dos veces, sin darle tiempo a la bardo comienza a besar su cuello a la vez que deshace el top por detrás.

X: Gabrielle, eres tan especial, (beso) tan bonita, (beso) me gustas tanto.

A Gaby todo le da vueltas, sentir los labios de Xena rodando por su cuello es, es, es….

G: Dioses Xena, como hemos tardado tanto en hacer esto.

Los pechos de la bardo quedan al descubierto. Ahora puede sentir como la boca de la morena baja rápidamente hasta llegar a sus senos. Primero los rodea con la punta de su lengua, describiendo círculos cada vez más cerrados hasta llegar a su pezón, sigue jugando con ellos hasta hacer que se yergan, lame brevemente los alrededores y antes de seguir…. captura los ojos de su amada, la cual hace rato se aferró con fuerza a su espalda. Por unos instantes se miran.

X: Voy a hacer que toques el cielo.

Una vez dicho esto embiste el pezón y comienza a succionar cada vez con mas fuerza. Gabrielle se agita.

G: Xena…ah…ah…por favor…

El placer se incrementa en ella por momentos. Y al oír los jadeos también se acrecienta la excitación de Xena. Sin pensarlo muerde, de manera experta, el pezón.

G: ooohhhh…Dioses… no puedo mas…es…es…demasiado…yo

Las palabras salen entrecortadas de su boca, y nota como su sexo se moja por la excitación. Esto sobrepasa todo lo que había imaginado, esos escalofríos bajando desde su pecho hasta su entrepierna la hacen perder la razón.
Pero Xena no para, le encantaba sentir como Gaby se estremece, tiembla y se abraza a ella como si le fuera la vida en ello. Es tan gratificante ver como responde ese cuerpo a su contacto.
La agitación es tan grande que la hace caer sobre su espalda. Ambas se miran con cara de sorpresa y sin poder evitarlo estallan en carcajadas. No hay nada mejor que hacer el amor con pasión y desenfado. La bardo aprovecha para quitarse la falda, desea sentir completamente el contacto de su piel con la de su guerrera.

G: Xena déjame seguir a mí.
La morena se sosiega y relaja para dejar hacer a la bardo.
X: Lo que tu quieras amor mío.
Gaby se acerca a su oído y le susurra lo que le apetece hacerle.
G: ….crees que eso te gustará….
X: Si, claro que si.
G:…. pero después, antes que empi….mis manos….
X: Lo que tu digas.
G: ….aunque no voy a terminar ahí…..
X: No creo que pueda aguantar.
G: Claro que sí mi guerrera… porque después…
X: Dioses eso es …….

Gabrielle deja de hablar y comienza a besarla muy suavemente, incrementa la intensidad hasta introducirse para explorar cada rincón. Es correspondida de igual forma. Aumentando el ímpetu puede escuchar como la morena deja escapar pequeños gemidos de placer que se ahogan en su propia boca. Siente que no puede apenas respirar de la excitación, desacelera un poco el ritmo y decide mordisquear los labios que tanto deseo le producen. Ni la ambrosia puede comparase con aquello. Es un “Caprice de Dieu”.
Xena se siente feliz. Ha tenido muchos amantes, pero ninguno le ha producido tanto placer solo con sus besos, como lo hace ella. Claro que tampoco ha estado tan enamorada de ninguno como lo esta de su bardo.

X: Gabrielle, TE QUIERO
G: Yo también, Xena, te lo voy a decir todos los días de mi vida.
X: Y yo te lo demostraré todos y cada uno de ellos.
G: ¿No crees que vamos a acabar muy cansadas? ( con tono juguetón )
X: Quizá, pero si después de encontrar a la persona que llevo buscando toda la vida te dejo escapar, me pego un flechazo. Además, ¿sabes que eres “irresistible”?.
G: ¡Y tu que me vuelves loca!

Aprovecha la frase para hundirse en el cuello de su guerrea, el cual succiona, besa, lame para finalmente llegar a la oreja izquierda donde se deleita sosteniendo el lóbulo entre sus labios y tirando suavemente hacia abajo, para después atraparlo entre sus dientes.
Esto hace a la guerrera regresar a un estado de creciente excitación.

X: Dioses, eres tan dulce.

Sigue tirando, después delinea un recorrido de besos hasta los senos, que ya están erectos y anhelantes de sus labios. Captura uno con su boca y masajea el otro con la mano. Xena se estremece y arquea la espalda ante tales caricias. Aumentando la presión, consigue que exhale gemidos cada vez más fuertes al compás de su succión.

X: Ah….ah…..ah….gaby
G: ¿mmmmm?
X: No pa….rece….la….prime….raaaa….vez…ah…
Separándose un segundo.

G: Es que tu me inspiras (contesta con una sonrisa maliciosa)

Inmediatamente reanuda su tarea dirigiéndose al otro seno.
Después baja lentamente deleitándose con los abdominales. ¡Ah! ¿y ese precioso hoyuelo que está en su centro? Hunde su lengua en el de una manera muy sugerente sin dejar de mirar los ojos azules que la van siguiendo en todo lo que hace. Xena se agarra a las mantas intentando relajarse, pero el pensamiento de lo que se avecina la tensa.
Sin separarse de su ombligo, desliza sus dedos hasta hacerlos desaparecer entre los pliegues de su amada. Dibuja una gran sonrisa al sentir como la humedad de la guerrera moja sus dedos. Acaricia despacio esa pequeña semilla que ya esta endurecida por la excitación. El primer roce hace a Xena gritar y de una manera instintiva sus caderas se levantan. Abre las piernas e intenta dirigir a Gaby hacia su sexo. Pero esta se hace la distraída, se retine en su abdomen, quiere ser ella la que marque el ritmo. Y quiere hacerle sentir placer durante el mayor tiempo posible.
Cosa que consigue acariciando con su dedo; arriba, abajo, arriba, abajo, ahora mas fuerte, y deliberadamente le roza levemente con la uña. Xena se estremece por completo, parece como si una descarga le cruzara el cuerpo entero.

X: aaaaaffffgggg….puedes llegar a ser muy traviesa.(esbozando una sonrisa picara a la vez que levanta su ceja).
G: Yo también tengo muchas habilidades ¿sabes?

Ahora aumenta el roce y el ritmo, que es seguido fielmente por las caderas de su compañera. Por como las alza y los gemidos que esta emitiendo sabe que pronto llegará al final. Así que decide aminorar, cosa que a la morena no parece complacerle mucho.

X: No, no, no pares…..por favor.

Pero se conforma al ver que Gaby se desplaza hasta quedar con la cabeza entre sus piernas. Y ahora si, Dioses, esto si es ambrosía. El tacto delicado de los labios de su bardo besándola, hasta que ……

X: Oh…Gabrielle…esto es lo mas dulce que nadie……

Gaby esta introduciendo en ella su lengua, percibiendo su sabor, cosa que la excita de sobremanera. Cada vez más fuerte, cada vez más profundo. Los campos elíseos y el olimpo no son nada comparado con esa sensación. Vuelve para besar esa preciosa semilla y ajusta sus labios a los laterales para succionar al mismo tiempo que estimula con su lengua el sitio.
Xena ya no sabe donde se encuentra, su vista se nubla, ni siquiera percibe formas solo sensaciones. Sabe que su cuerpo se estremece, siente sus caderas agitarse, pero ya hace rato que perdió el control, y la verdad, tampoco le importa. Lo único importante es esa mujer a la que tanto ama y que le está demostrando cuanto la ama a ella. Solo nota su boca, su boca, o Dioses su boca.
En esos momentos la bardo introduce uno de sus dedos dentro de la guerrera y empieza a penetrarla.

X: Siiii….es per….fecto
No despega su boca de ella e introduce un segundo dedo.

X: Si, así, no pares

Cuando siente que su compañera esta llegando a lo mas alto introduce un tercer dedo y ahora si que no hay vuelta atrás. Xena se agita sin ningún control mientras las oleadas de placer recorren todo su cuerpo. Gaby al sentir como su guerrera llega al orgasmo rápidamente sube, atrapa sus labios y se mantiene sobre ella para que Xena pueda anclarse mientras los temblores siguen recorriéndola.
La morena abre despacio los ojos y encuentra los de Gaby expectantes.

G: ¿Estas bien?
X: Como jamás me he encontrado. Ha sido tan intenso que no tengo palabras.
G: ¿Qué raro tu sin palabras? (picándola)
X: Gabrielle sin bromas, me has hecho sentir tanto placer y tanto amor que no podría devolverlo ni en toda una vida.
Con estas palabras Gaby se emociona y caen lágrimas de sus verdes ojos.
G: No sabes cuanto he esperado este momento, cuanto he deseado que fueras mía, cuanto he anhelado esas palabras. ¡TE QUIERO TANTO XENA!.
X: Ven aquí mi amor, ahora quiero que tu….

En esos instantes se escucha dos silbidos de flechas cortando el aire. Tomando conciencia de donde están y sin ni siquiera tiempo para hablar se ponen de pie. Se visten en segundos. Parece que la reyerta no va con ellas, pero no pueden arriesgarse a que cualquier flecha perdida les acierte por casualidad. Xena deja a Gaby recogiendo las cosas y sale a toda prisa hacia el lugar de la batalla. Pero al llegar allí solo encuentra dos aldeanos muertos y uno mal herido. Al parecer los rufianes después de asaltarlos han huido. La guerrera se acerca al único que queda con vida y le extrae la flecha clavada en su hombro. Llama a Gabrielle, que enseguida aparece con Argo y suben al aldeano al caballo para dirigirse al pueblo más cercano. Una vez allí y habiendo dejado al hombre mal herido en manos del médico, se dirigen a la posada. El amanecer les cogió de camino al pueblo. Así que esta noche intentaran agenciarse una buena cama y darse un baño caliente.
A media tarde Gaby decide irse al mercado de compras, ¡le encantan las compras!. Pero antes de salir de la taberna donde han alquilado la habitación y aun estado la tabernera delante no puede resistir la tentación de preguntarle a Xena.

G: Xena ¿Qué pasa? Estas muy callada.
X: Nada Gabrielle, es solo que me hubiese gustado terminar lo que empezamos
anoche. Si no hubiese sido por esos matones.
G: Calmate, tendremos tiempo de sobra esta noche.

La mujer no deja de mirarlas de reojo y aunque no para con lo que está haciendo no pierde pizca.

X: Pero yo…necesito comentarte algo.
G: ¿Tan importante es?
X: No, bueno, si. (Xena tampoco le quita ojo)
G: ¿De que se trata? Venga dímelo.

El pensamiento de Gaby está en otra cosa. Su prioridad es ir al mercado para ver si puede encontrar algo realmente sexy para esta noche. Sabe que Xena se muere por tomarla y quiere estar lo mas excitante posible para ella.

X: No, es que a mi me gustaría….(para de hablar al ver que la tabernera agudiza su oído)
G: Xena lo que te guste a ti me gustará a mi. Bueno aunque a veces no estamos de acuerdo pero, es igual, yo confió en ti.
A Xena se le pone una sonrisa de oreja a oreja.
X: Gaby me voy al mercado. (Y sale a toda prisa por la puerta)

Gabrielle se queda atónita, ¿Xena al mercado? ¿Xena a comprar? Le habrá afectado demasiado lo de anoche. En fin, decide no pensar más, o no le dará tiempo de buscar nada a ella.
A la hora de la cena ambas regresan. La expresión de la cara de Gaby es de desilusión. Por más que buscó y se esmeró no encontró lo que quería. Xena en cambio aparece radiante por la puerta, coge del brazo a la rubia y se adentra con ella en el salón para cenar, le hace el pedido a la camarera y se sienta en una mesa junto a Gabrielle. En seguida son servidas.

X: Gaby ¿Qué te pasa? ¿Por qué esa cara? No me digas que no estas de humor para….
G: No, Xena, no es eso, es solo que no encontré lo que buscaba y deseaba tanto estar guapa para ti.
X: Vamos, no seas tonta, eres tu a quien deseo, eres tu quien me gusta, te aseguro que todo lo que te puedas poner no te hará mas bella de lo que ya eres, para mi no hay nadie mejor que tu. Además, para lo que te iba a durar (con una sonrisa burlona).
G: ¡Xena! No seas así. Es que me hacia ilusión. Y dime ¿tu que compraste?
Xena se ruboriza ante la pregunta.
Mira la gente que esta sentada cerca de ellas.
X: No te lo puedo decir.
G: Venga, dime que es. Nunca te había visto tan diligente para ir de compras.
X: Gaby, de verdad, no puedo decírtelo. Luego lo descubrirás, espero que te guste, confía en mí.
G: De acuerdo, pero ¿me lo enseñas en cuanto subamos?
X: No, un poco mas tarde ¿de acuerdo?
G: Vale.

Las dos comen con bastante hambre, pero ninguna puede quitar la vista de la otra, nada se compara con el hambre que sienten mutuamente. Se aman tanto, se desean tanto.
Terminan la cena y se disponen a retirarse a la habitación, Xena ya había dispuesto que el baño estuviese listo para cuando llegaran. Se acerca a la tabernera para recoger la llave, esta la observa como si hubiese descifrado algún acertijo, pero la guerrera como en otras tantas ocasiones solo se limita a mirarla con indiferencia absoluta. Al llegar a la altura de Gaby toma a esta por la cintura y se dirige escaleras arriba. Esta se queda asombrada, no estaba acostumbrada a las muestras de cariño por parte de Xena en público, pero le parece que no le costará mucho acostumbrarse a esto. ¿Quién no se acostumbra a lo bueno?

La habitación es bastante grande, al igual que la cama, las paredes están decoradas con pinturas, algo bastante inusual para una posada así, seguramente algún pintor que no pudo pagar el hospedaje lo hizo de aquella manera. La cama se halla pegada a la pared de enfrente, a su derecha hay una chimenea que caldea perfectamente toda la estancia. A un lado de esta y más cercana a la puerta que a la cama se encuentra la tina. En la parte izquierda de la habitación hay un pequeño balcón que da justo a la parte trasera de la taberna, la cual esta orientada ha un pequeño bosque.

Cuando las dos entran, se quedan gratamente sorprendidas, Xena piensa que quizás debió haber sido más amable con la posadera, pues está segura que aquella es la mejor habitación. Gaby corre a probar la cama, siempre le gusta hacer ese tipo de cosas, luego sale al balcón para ver las estrellas, parece tonto pero está tan acostumbrada a verlas todas las noches cuando acampan al aire libre que si no las mira parece que le falta algo. Xena se acerca por detrás y la rodea con sus brazos. Que maravilloso es estar así entrelazadas, sintiendo su contacto, no se puede pedir mas.

Xena se acerca a su oído y susurra:
X: Ves todo ese cielo, pues el amor que siento por ti es mucho mas grande que toda esa inmensidad. Gaby te amo.
En ese instante una estrella fugaz atraviesa el cielo.
X: Pide un deseo.
Gaby se da la vuelta.
G: Xena yo también te amo. Ojalá pudiésemos estar así toda la vida.
X: ¿Ese es tu deseo?
G: Si.
X: Concedido.
G: Y tu ¿qué pides?
Gaby sabe lo difícil que le es a Xena hablar de sentimientos.
X: Que cada amanecer vea tu rostro a mi lado, y que por mucho que pasemos nuestro amor no se desvanezca.

Sus labios se acercan, se unen, ese beso es seguido de otros muchos. Xena aprieta las caderas de Gaby a las suyas. Nota como el corazón grita queriendo salir por su garganta. Gracias a los dioses que no cabe, si no lo hubiese perdido la noche anterior.
La toma de la mano, para guíala dentro de la habitación, se para delante de ella y comienza a quitarle la ropa. Lo mismo hace Gaby. Una vez desnudas se introducen en la tina.
Nada mas entrar la rubia esconde el jabón rápidamente en un saliente que queda por fuera y disimula.
Xena coge la esponja y lo busca.

X: Gaby ¿Tienes el jabón?
G: No, no lo tengo. (Sonríe de una manera picara)
X: ¿Seguro?
G: Ya te he dicho que no ¿Por qué debería tenerlo?
X: Nada, nada, no te enfades.
Xena se sumerge para buscar por el fondo.
G: ¡ah!
Sale a la superficie.
X: No lo encuentro.
G: Xena estate quieta.
X: ¿Yo? ¿Qué he hecho? No he hecho nada.
G: ¡A no! Pues será que hay pirañas, pero debe ser una muy grande la que me ha mordido el dedo del pie.
X: Eso será ¿encontraste el jabón?
G: no, sigo si verlo.
Vuelve a sumergirse.
G: ¡aaahh!
X: ¿Qué pasó ahora?
G: Que ha vuelto a morderme, pero esta vez en el trasero.
X: No me extraña, teniendo en cuenta lo bien que estas. (Con una sonrisa maliciosa)
G: Me parece que esa piraña y yo vamos a tener que hablar seriamente.
X: A lo mejor también busca el jabón.
G: Bueno, puede que yo sepa dond……..
De repente se da cuenta del fallo, Xena se dirige hacia ella y la acorrala contra una de las paredes de la tina.
X: ¿Sabes donde está?
G: Bueno, tal vez, pero todo tiene un precio.
X: A si. No llevo dinero pero puedo ser muy persuasiva. (Muy insinuante)
G: No creo que logres sacarme nada.
X: ¿Eso crees? Recuerda que soy muy buena en esto. (Con la ceja alzada)

Se acerca y pasando sus brazos por debajo de las axilas de su compañera se aferra a la tina, Gaby se encuentra con su espalda contra esta y con las manos asidas a la madera sin apenas espacio. Se acerca, más, más, más.
Mirándola a los ojos.

X: ¿Me lo vas a decir?
G: No
Xena la besa seductoramente.
X: ¿y ahora?
G: No
Vuelve a besarla pero esta vez se esmera más.
X: ¿Algo que decir?
G: Nada (su respiración esta agitada)

La besa de nuevo pero de una forma totalmente pasional, descontrolada, mordiendo, jalando, hundiéndose una y otra vez, sin dejar que apenas pueda respirar. Después de unos minutos.

X: ¿Y?
Tomando aire con desesperación.
G: ¿Es esto lo mejor que sabes hacer? (con tono de superioridad, pero sabiendo en realidad que no aguantará otro ataque)

A Xena se le cambia la cara, ¿está cuestionando su poder de seducción? . La rubia está apostando alto y ella sabe que no es más que un farol. Así que frunce el ceño e intensifica su mirada para preocupar a Gabrielle, cosa que consigue, pues ve como abre sus ojos de par en par y pega a un mas su espalda a la madera.
Sabe que se ha pasado, pero cree que le va ha gustar pagar.
Xena se acerca hasta dejar los labios tocando los de la bardo. Esta se paraliza y cuando va a besarla, la guerrera se aparta hundiéndose en el cuello de Gaby, que gime al contacto, pero los labios no se paran, besan y lamen recorriéndole el cuello en todas direcciones, su control se debilita por momentos, esa mujer la vuelve loca.
Cuando está a punto de decirle a Xena lo que quiere oír, nota como esta le separa sus piernas con uno de sus muslos, haciendo que la parte superior de este roce deliberadamente contra su sexo, a la vez con su boca Xena se ha parado en el lateral de su cuello y esta succionado cada vez mas fuerte.

G: Xena…por…favor
La sensación que le produce el roce la esta desarmando.
X: ¿mmmmhhh?
G: Te….diré…lo…que…
X: nnnnnn, nnn. (Negando)
G: Para…no…

Pero la guerrera aumenta el ritmo, la fuerza del roce y la succión.
Gaby ya no sabe nada, aquello es tan, tan, condenadamente bueno. Suelta sus manos de la madera y abraza a Xena. Esta sonríe interiormente, parece que va por buen camino. Ahora la morena introduce un dedo en la parte del roce. Gaby grita su nombre.

G: Xennnna….por Zeus.
Sus caderas se mecen sin control.
G: aaahh….aaahhh….ahhhh

Todo su cuerpo se agita una y otra vez hasta llegar a un intenso orgasmo que la recorre de arriba abajo. Deja caer su cara en la clavícula de Xena, que la sostiene mientras las oleadas de placer van desapareciendo poco a poco y dan paso a un estado de sosiego.
Xena busca sus ojos, los cuales la miran con un amor que traspasa hasta el alma. Una tímida sonrisa se dibuja en sus labios.
Permanecen abrazadas un largo rato.
La guerrera se mueve un poco y alcanza el jabón.
Gaby sorprendida se incorpora.

G: ¿Sabias donde estaba desde el principio?
X: Si, pero no iba a perder el placer de jugar.
G: Te aseguro que el placer fue mío.
X: No estés tan segura, cuando tú gozas yo también. No sabes cuanto me satisface ver, oír, sentir, comprobar que disfrutas cuando te hago el amor.
G: Te quiero. (se da cuenta de que existe una Xena mas tierna de lo que ella conoce, pero lo mas hermoso es que realmente la ama)

Ambas se lavan mutuamente entre pequeños besos, arrumacos y caricias. Una vez han terminado el baño salen y se secan.

G: No espera.
X: ¿Qué pasa?
G: Quiero hacerlo yo.

Se acerca por la espalda y la recorre con su lengua capturando las gotas de agua que todavía permanecen en ella. Con este contacto a la morena se le eriza la piel. Intenta darse la vuelta pero Gaby la detiene.
Sigue bajando lentamente hasta llegar a los glúteos. Se arrodilla, los aprieta con sus manos y los muerde levemente. Xena salta al sentirla.

X: ¡Eh! no hagas eso.
G: ¿Es que acaso no te gusta?
X: Si, pero prefiero que estés delante. Me pone un poco nerviosa. (Xena no puede evitar dejar entrever un poco de miedo a sentirse indefensa)
G: Confía en mí.

Gaby se levanta, se pega a ella por detrás y deja que sienta su respiración rozándole la espalda. Xena desplaza sus manos hacia atrás hasta capturar las caderas de su compañera y pegarla a ella. La rubia coloca una mano en el abdomen de la morena y otra recorre un sinuoso camino hasta llegar justo al pubis de su amada. Se detiene por unos momentos y sin más dilaciones se introduce entre los pliegues. La morena se estremece.
Es ideal, piensa, puede sentir completamente todo su cuerpo y notar cada reacción como si fuese suya.
La mano del abdomen se mueve hasta llegar a un seno, lo masajea, para después apresar su pezón entre los dedos produciéndole leves fricciones.
La otra mano sigue acariciando entre sus pliegues, un poco más rápido y fuerte al notar como la guerrera tiembla ante el contacto.
La sola idea de ser tomada desde detrás por Gaby, y esa respiración en su espalda, la, la, puede. De hecho no tarda mucho en llegar. Su cuerpo se convulsiona por la sensación siendo ahora Gaby quien la sujeta hasta que finalmente se tranquiliza.
Se da la vuelta.

X: Esta noche promete ser larga. (con una sonrisa insinuante)
G: No creo, estoy bastante cansada. (la mira simulando cansancio, sabe que esta reserva algo, aunque no sabe que es, pero desea jugar, hacerle sufrir un poco)
X: ¿No lo dirás en serio?
G: Si Xena, creo que me voy a dormir directamente.
X: Pero….yo…quería
G: ¿Qué Xena?
X: No, nada, quizá sea mejor así. (Piensa que quizás lo que iba a proponerle sea demasiado para el primer día)

Gaby se mete en la cama. Sin parar de preguntarse: ¿Xena rindiéndose tan pronto? ¿Qué le pasa? ¿Qué es lo que lleva maquinando todo el día y no se atreve a contarme? ¿Será que realmente no se siente bien conmigo? ¿No confía en mí? Parecía tan entusiasmada esta tarde. Lo averiguaré aunque sea lo último que haga.
Cambiando totalmente de actitud. Se recuesta con un brazo en la almohada, una pierna doblada acariciando muy sensualmente la otra y se dirige a Xena con una voz dulzona.

G: Xenaaaa, ¿querías algo?. (si se muestra tan complaciente quizá a su guerrera no le sea difícil decirle que pretende)

Xena al oír la entonación de la voz, abre sus ojos de par en par y se precipita hasta el borde de la cama. Parece un niño pequeño al que le fuesen a dar un regalo. La recorre un movimiento intranquilo, de duda, no sabe si seguir o irse. Pero el deseo por esa mujer es superior a sus miedos.
Se sube a la cama y gatea hasta Gabrielle.

G: ¿Quieres algo? (muy insinuante)
X: A ti.

Gabrielle se sobresalta al ver tanto deseo en sus ojos, acaban de hacer el amor y parece que no la hubiese tenido en años. Sabe que la guerrera es muy ardiente, la ha visto mil veces en combate y en su vida diaria, cuando algo le gusta de veras se le nota a leguas. Es apasionada y sin mucho control. ¡Genial! Piensa, además de ser la compañera perfecta, es la amante perfecta.
La atrae hacia ella para que no haya dudas, si desea algo la complacerá. La guerrera comienza a besarla, sus labios le recorren todo el cuerpo milímetro a milímetro. Es tan dulce. Juguetea con sus senos durante un buen rato hasta ver como la cara de Gaby se acalora, conoce muy bien las fases de la excitación, busca el momento propicio, introduce la mano entre sus piernas y se asegura de que esté a punto.

X: Espera un momento.
G: ¿Qué pasa?
Xena se acerca a las alforjas y saca algo. Gaby mira curiosamente.
G: ¿Qué es eso? Parece un….es un…
Xena se vuelve a tender sobre ella. Mirándola amorosamente la acaricia a la vez que apartaba el pelo rubio de su cara.
X: Me gustaría hacerte el amor así, pero no quiero que hagas nada que no quieras hacer. Si no quieres seguir de esta manera lo entenderé, no pasa nada.

Gaby sabe que es aquello, no lo ha visto nunca, pero ha leído algo en la literatura erótica china sobre el, allí es nombrado como Tallo de Jade, este es de cuero aunque tiene “algo diferente” un poco mas arriba, como un pequeño botoncito y no le es difícil imaginar para que. Lo que se contaba de este objeto es que habían sido inventados para las mujeres desatendidas en la época de las grandes familias polígamas de la antigua china.
Gaby duda. En su encuentro con Perdicas aquella vez no había sido muy satisfactoria la penetración, no solo por que a quien realmente amaba era a Xena si no porque le había dolido, aunque Perdicas siempre tuvo el mayor cuidado posible y fue muy amable con ella.
Ante su duda a Xena se le cruzan todo tipo de pensamientos: ( No debí decirle nada, quizá me precipité ¿y si lo hace solo por complacerme?, yo quiero que lo haga para disfrutar. ¡Se acabó!. )
En esos momentos Gaby nota como Xena se comienza a separar de ella.

G: Xena, no. (La agarra por los brazos)
X: Déjalo, te digo que no importa.
G: Si importa, se que tú lo deseas, llevas todo el día esperando este momento, y yo quiero intentarlo. (Aunque no puede dejar de sentir un poco de inseguridad ante lo que va a pasar).
X: De acuerdo.

Se deja caer de nuevo. Empieza a besarla con mucha pasión, Gaby nota el hambre en sus besos, tanta que la estremece. Después baja por su cuello hasta sus senos para atraparlos con su boca y succiona cada vez mas fuerte hasta hacer que la bardo arquee la espalda del mismo placer que la recorre. Continua su camino descendente, llega al ombligo y se deleita hundiendo su lengua en él. Gaby esta perdiendo el control por momentos tanta pasión la esta desbordando. Sigue hasta enterrar su cara entre los muslos de su amada asiendo sus caderas con los brazos y juguetea con su lengua describiendo círculos que hacen a esta alzar sus caderas al ritmo que le marca. La rubia no para de gemir, se siente desfallecer, sus piernas tiemblan. Xena se alza un poco para mirar sus ojos verdes y pregunta.

X: ¿Lo deseas?
G: Si.
X: ¿Segura?
G: Si, si. (Con ansia)

Xena no pierde tiempo, se incorpora un poco, se coloca el pequeño cinturón y vuelve a las caricias con su lengua. Quiere que su amada esté preparada para lo que sigue.
Sube hasta colocarse encima de Gaby, la besa, y lentamente va introduciéndose en su amada controlando cada movimiento de esta para saber que se encuentra bien. La bardo cierra los ojos, hunde su cabeza en la almohada, intenta aferrarse a la parte superior de la cama, mientras sigue sintiendo el avance lento pero suave dentro de ella, la va inundando, llenando, hasta hacerla gemir. Es su guerrera la que está penetrándola hasta sentirse llena, es ella, la mujer a quien mas ama la que esta tomándola.
Xena se mantiene sobre sus manos para no dejar todo el peso sobre ella. Un poco dudosa pregunta.

X: ¿Bien?

Gaby no contesta, esta tan sumida en la sensación que apenas escucha.
Xena se asusta un poco pensando que puede estar produciéndole dolor. Aunque ella cree haber escogido bien el tamaño. Sin dudar comienza a salir para no dañarla. Pero cual es su sorpresa cuando siente a Gaby entrelazar las piernas tras su cintura para que vuelva a entrar.

G: De eso nada guerrera. Quiero más.

Xena sonríe aliviada, a su bardo le gusta aquello.
La siguiente penetración es más ligera pero más profunda. Llega al tope y con un leve movimiento hace que el pequeño botoncito roce en su parte más sensible.

G: Por….los….Dioses

Ya no puede reprimirse, la sola visión del placer que le proporciona a su compañera hace que ella arda por dentro. Y sigue embistiendo con diferentes cambios de ritmos: ahora rápido y poco profundo, lento y hasta el límite…. Sabe que es esto lo que mas placer le proporciona a su bardo.

G: ah….Xena….así…así

Gaby está llegando al límite. Se aferra a la espalda de Xena cada vez con más fuerza, tanta que esta nota como las uñas de su compañera se clavan con cada acometida que produce dentro de ella. En las que ya no existe control.
Xena se acerca a su oído y le susurra.

X: ¿Quieres tocar el cielo?
G: Siiiiiiiiiiiiiiiii………….. (no sabe si lo susurra o lo grita, todos sus sentidos están embriagados. Esa voz y esa respiración en su oído, el tacto de su piel, las incesantes acometidas, no puede más.

Para que llegue a lo más alto la guerrera además de penetrar, junta mas su pubis para que se produzca mayor roce en la parte alta.

G: ¡¡¡Xena!!! (exclama su nombre y se abraza a ella con todo su cuerpo mientras es recorrida por intensas oleadas de placer que la hacen agitarse y temblar)

Pasan varios minutos antes de llegar a sentir como sus músculos van volviéndose líquidos y pesados. Xena se mantiene ahí, quieta, tranquila mientras ella llega al sosiego. Observándola con ojos llenos de amor y felicidad al poder compartir con ella hasta su más recóndito deseo.

X: ¿Te encuentras bien?
G: Estupenda. (No deja de mirar esos ojos azules que tanto ama)
X: Gaby, te quiero tanto, no puedo expresarlo con palabras.
G: No te preocupes, acabas de demostrármelo. Xena me has hecho sentir mucho placer, más del que nunca sentí y del que estoy segura no sentiría si no fuese contigo, pero ante todo me has hecho sentir un amor tan inmenso que no creí que pudiese existir hasta esta noche. Quizá no haya sido dicho con palabras pero ha sido expresado en cada caricia, en cada beso, en cada roce. Realmente me he sentido amada. Xena me has hecho tuya por amor.
X: Gabrielle has hecho que mi alma se abra, me siento derrotada ante ti de una manera que en otro tiempo me hubiese dado miedo, pero ahora no me importa, tu ves mi interior directamente y haces que saque lo mejor de él. Toma mi alma Gabrielle, es tuya por completo.
G: TE AMO XENA.
X: YO TAMBIEN TE AMO.

Las dos se abrazan y se unen en un tierno beso, para después quedar la una junto a la otra con sus brazos entrelazados caminando hacia un tierno sueño.

G: Xena
X: mmmm
G: ¿Me acompañaras mañana al mercado?
X: Sabes que no me gusta
G: Pues esta tarde bien que fuiste
X: Era diferente, ¿quizá no te gustó la compra?
G: Oh, si, me encantó. ¿Pero vendrás?
X: No
G: ¿Sabes que yo también puedo ser muy persuasiva?
Gaby la coge por la cintura como si fuese a comenzar otra vez.
X: Vale, vale, me has convencido, estoy tan agotada que no podría….

La bardo sonríe y relaja su mano. Mañana será un día interesante, es todo un acontecimiento ir al mercado con ella. Aunque, pensándolo bien, tampoco es mala idea quedarse. ¿Quién sabe?, su guerrera ofrece muchas posibilidades.

Fin….

Nada de eso, a partir de ahora el día a día es mas completo. Ojalá todos encontremos a nuestra alma gemela.


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