¿Por qué hay hambrunas en África?

El clima de muchas regiones de África está sometido a oscilaciones periódicas. Periodos de lluvias abundantes alternan con épocas de sequía.
Los pueblos de África venían aplicando desde hace milenios una adaptación práctica a esta situación: la construcción de numerosos graneros en los que se almacenaba la cosecha de los años de abundancia para hacer frente a los años de sequía.
El saqueo de África por las multinacionales y la deuda externa han acabado con esto. Ahora, las cosechas abundantes han de venderse para hacer frente a los pagos de la deuda externa. Ni los gobiernos ni los campesinos pueden permitirse almacenar excedentes. Buena parte de la mejor tierra no se dedica a producir alimentos, sino a cultivos de exportación que permiten obtener grandes beneficios a sus propietarias, generalmente las multinacionales o sus testaferros corruptos.
Cuando viene un mal año, no hay reservas. Sólo queda el hambre. En ese momento, el imperialismo aviva las rivalidades "étnicas" y lleva a los pueblos a la guerra.
La llamada "ayuda humanitaria" se convierte en otro instrumento del imperialismo. Este primero pone condiciones políticas y económicas para entregar comida (generalmente, exige "reformas estructurales" y privatizaciones, de las que se benefician las multinacionales). Luego, la entrega de grano a bajo precio acaba por arruinar a los campesinos, que no pueden competir vendiendo sus cosechas. Tras cada sequía y cada hambruna, los buitres del imperialismo medran a costa de los pueblos de África.
Sólo la revolución africana, liberando a los pueblos del yugo neo-colonial, puede garantizar un futuro para África.