INFLUENCIAS,
ORIGEN Y DESARROLLO
El interés por el origen humano se remonta a épocas muy tempranas, pero hace
solo relativamente poco tiempo que las explicaciones para dar cuenta de ese
interés escapan a las suposiciones teológicas y mitológicas, para ser
explicadas científicamente. CARL LINNEO, un naturalista sueco (1707-1778),
fue uno de los primeros en interesarse por el estudio de los patrones que
regían la evolución, y si bien no pudo evitar una explicación religiosa de la
cuestión, el planteo evolucionista encuentra sus primeros esbozos con sus
ideas. THOMAS MALTHUS (1766-1834), autor del "Ensayo sobre el principio
de la población"(1798), fue uno de los continuadores de la obra de
Linneo. Puede considerarse a Malthus como uno de los principales responsables
de la concreción del concepto de "la lucha por la existencia".
Concepto importantísimo en las teorías de Darwin. Representaba una posición
pesimista entre todas las ideas progresistas de la época. Para él "una
porción considerable de la humanidad estaba siempre condenada a la miseria
como consecuencia del desequilibrio existente entre la capacidad de
reproducción y la capacidad de producción" (Harris, 1983). Supuso que
dado el aumento constante de la población, era necesaria la limitación de los
matrimonios y nacimientos para evitar un empobrecimiento progresivo de las
clases sociales, producido por la escasez de los medios de subsistencia.
Llega a la conclusión de que hay que controlar el crecimiento. Con Malthus la
concepción evolucionista de que "los que se adaptan subsisten, los que
no desaparecen" empieza a tomar forma. Darwin reconoció las influencias
que la obra de aquel autor tuvo sobre él en cuanto al desarrollo del concepto
de la selección natural, pero se opuso a su pesimismo: "..como la
selección natural no actúa más que por y para el bien de cada ser, todas las
dotes corpóreas y mentales tienden a través del progreso hacia su
perfección"(Darwin, 1859).
JEAN LAMARCK (1744-1829) fue un
naturalista francés, padre del transformismo, uno de los primeros en proponer
una teoría sistémica evolucionista. Defendió la concepción de cambio
evolutivo de las especies animales basada en la idea de una herencia de los
caracteres adquiridos. Su hipótesis era que todas las formas superiores de
vida se habían originado por otras más sencillas, heredando de sus
predecesoras los caracteres que les permitían adaptarse mejor a las
condiciones ambientales. En su obra "Filosofía Zoológica", Lamarck
propone una teoría general sustentada en dos PRINCIPIOS GENERALES: uso y desuso del órgano, y la herencia
de los caracteres adquiridos. Con estos principios la idea de que las
especies van experimentando modificaciones y la concepción de una adaptación
con respecto al medio ambiente, empiezan a tomar forma. Pero Lamarck fue como
un profeta antes que un verdadero sistematizador de la teoría que marcaría un
quiebre en el pensamiento humano. Con Darwin la evolución deja de ser una
idea, una fantasía, para convertirse en una teoría científica, sistemática,
plausible de ser sometida a verificación empírica. Desde Harris, Lamarck
"había tenido que luchar contra los teólogos no sólo en la cuestión de
la evolución orgánica, sino también en la cuestión de la evolución
geológica". Ese constituyó uno de los principales obstáculos que la idea
de Lamarck tuvo que sortear, la edad de la tierra aún no había sido estudiada
en profundo. Los acérrimos defensores teológicos negaban una cronología que
se extendiera más allá del tiempo bíblico de la creación.
Cuando hacia 1830 SIR CHARLES LYELL (1797-1875), geólogo británico, publica
"Principles of geology" todo cambió. A Darwin "le dio esa
libertad de tiempo que a Lamarck le había sido negada.." (Harris, 1983).
Lyell defendió las teorías que explicaban la geología de la corteza terrestre
como resultado de procesos físicos, químicos y biológicos que se mantenían en
la actualidad. Empiezan a aparecer restos de hombres más viejos que los del
tiempo bíblico, la profundidad temporal es inevitable y la Biblia se vuelve
obsoleta para explicar los orígenes, se hace necesaria otra explicación que
abarque una escala temporal más amplia. Con Lyell y sus "Principios de
la geología" se proyecta el tiempo mucho más allá de los tiempos
bíblicos.
Se comprendió que los fósiles hallados en los estratos más profundos eran muy
antiguos, ellos se habían formado en procesos que abarcaban millones de años
(VER CUADRO DE ERAS GEOLOGICAS). Así Los procesos geomorfológicos
pasados podían ser explicados con los procesos observables presentes. Supuso
tambien que las causas de la extinción de unas especies era la introducción
de otras, así las especies antiguas y las nuevas entablaban una lucha por la
supervivencia, además propuso que toda explicación por causas sobrenaturales
debía ser rechazada, (posteriormente Lyell se adheriría al Darwinismo).
DARWIN: "EL ORIGEN DE
LAS ESPECIES"
El mismo año que Lamarck publicaba su obra principal "Philosophie
zoologique" en 1809, nacía CHARLES ROBERT DARWIN (1809-1882) principal sistematizador y autor de los supuestos
generales de la teoría de la evolución de las especies biológicas.
Descendiente de una familia acomodada británica, liderada por un padre rígido
que esperaba ver en su hijo la continuación de la carrera que él se había
forjado. Pero la vocación de Darwin era la aventura y su curiosidad
difícilmente podría ser domada por la disciplina de un padre que lo quería
médico. Tras un breve paso por los claustros de la Universidad de Edimburgo,
Charles Darwin se dirige a Cambridge a estudiar teología. Irónicamente allí,
en un ámbito de enseñanza religiosa, se instruía el hombre que luego
cambiaría para siempre el mundo, desoyendo quizá las máximas eclesiásticas
que lo habían formado. Lee a todos los naturalistas contemporáneos y
redescubre el hobby coleccionista que de joven lo apasionaba. Se dedica a
juntar y clasificar numerosas especies de escarabajos, plantas y pájaros.
Apenas termina sus estudios, la Corona Británica asigna al bergantín Beagle
la confección de mapas de rutas marinas a lo largo de Sudamérica, el capitán
buscaba un naturalista para su viaje. Darwin fue ese naturalista. A pesar de
sus miedos por la travesía y los mareos que lo atacaban, Darwin se embarca en
el mítico barco comandado por Fitz-roy.
Entre 1831 y 1836 el Beagle visitó América del Sur y las Islas del Pacífico,
allí Darwin realizó numerosas observaciones que le servirían para ir
apuntalando su posterior teoría. Escribió en su cuaderno de viaje:
"¿Cuales son las reglas de la vida?", tal era el tamaño de su
curiosidad. A partir de sus descubrimientos en las Islas Galápagos su destino
y el curso de la humanidad toda habría de dar un vuelco. Se dio cuenta que la
gran diversidad de especies que en esas islas había, variaba en
características de isla en isla, comprendió que cada una de las especies
provenía de un ancestro en común. La Biblia decía que las especies habían
sido establecidas desde la creación, las Islas Galápagos que las especies
podían evolucionar. Su descubrimiento parecía desafiar al mismo Dios, y su
idea amenazaba dar vuelta el orden establecido. Al volver a Inglaterra sus
ideas estaban en ebullición, una vez convencido de que las especies cambian,
se abocó a determinar lo misterioso: ¿Porqué?. Para 1838 el borrador de su
teoría estaba claro: la competencia en la naturaleza hace que las especies se
alteren y solo prosperen aquellas cuyas mutaciones son las más apropiadas a
su entorno. Así se desarrolló el memorable concepto: "solo sobreviven
los más aptos" (algunos autores consideran a Spencer y no Darwin como
creador del concepto - ver abajo). Darwin pensó que la aparición de nuevas
especies y desaparición de las anteriores se debían a un proceso que llamó
"selección natural". El cambio de las especies es positivo, ante
una situación de cambio el mejor subsiste. La selección natural es el proceso
imperante, unas especies evolucionan y subsisten y otras se vuelven poco
eficientes en términos evolutivos y desaparecen. Su teoría era muy explosiva
para la comunidad científica y para su tiempo. La guardó mucho tiempo para sí
mientras proseguía con sus investigaciones. Pasó años escribiendo y refinando
su libro. Cuando este finalmente se publicó una revolución generalizada
abarcó los diversos estamentos científicos y sociales. Los Cristianos
suponían que los humanos eran almas inmortales, su teoría demostraba que eran
tan sujetos a cambios como cualquier otra especie animal.
A los 50 años de edad Darwin reveló su teoría de la evolución y origen de las
especies. En noviembre de 1859 apareció la primera edición de "El origen
de las especies" y ya nada fue igual. Muchos autores alegan que fue
Alfred Wallace quien forzó la publicación de "EL origen de las
especies", al enviarle a Darwin un manuscrito que esbozaba la misma teoría
en cuya elaboración Darwin llevaba unos veinte años.
La opinión pública y los críticos creacionistas se aferraron del postulado
simplista "los hombres descendieron de los monos" para
ridiculizarlo, pero él nunca supuso algo así, él propuso que tanto los monos
como los seres humanos descendían de un ancestro común y que luego tomaron
caminos divergentes. Para los conservadores victorianos suponer que tenían la
más mínima relación con las "bestias" era cuando menos algo
insultante. Pero la evidencia que Darwin había recogido era enorme. Hacia
1871 Darwin publica "La descendencia del Hombre" donde ahora sí en
forma explícita incorpora al hombre en tanto organismo biológico, a los
procesos evolutivos, vinculando a los ancestros humanos con seres muy primitivos.
Ya la opinión pública se había empapado de sus ideas evolucionistas y ya nada
sería igual que antes de la publicación de "El origen de las
especies", cambió para siempre la forma de ver al mundo, Dios fue
quedando atrás marcando una nueva era en el desarrollo de la ciencia. Esta
teoría revolucionó todos los aspectos del pensamiento humano hasta el punto
de considerarse que la existencia del hombre sobre la tierra ya no se debía a
un designio divino y universal, sino al producto en gran medida, del azaroso
mecanismo de la selección natural.
Darwin demostró la existencia de leyes naturales en el proceso de evolución
biológica: "Se debilitó el argumento teológico sobre la creación del
mundo, tambien la imagen del hombre como criatura privilegiada de Dios. Somos
una especie más de entre las miles de especies que pueblan el planeta. Tan
sujetos a las leyes naturales como los animales y las plantas"
(Lischetti, 1995). En 1882, Darwin muere a los setenta y tres años, la
sociedad victoriana que tanto se había escandalizado con sus teorías le
rindió tributo y honores sepultándolo en la Abadía de Westminster junto a
Newton, Lyell y otros grandes ilustres de Inglaterra. Paradójico final para
un hombre que se adoctrinó en teología, que pasó gran parte de su vida oponiéndose
a tal doctrina y que finalmente fue enterrado en el seno mismo de la
cristiandad británica que tanto lo deploró.
EL PELIGRO DEL
"DARWINISMO SOCIAL"
La teoría evolucionista
significó una revolución para las ciencias naturales y la sociedad toda, pero
su búsqueda en pos de establecer leyes generales contenía un peligro: que las
concepciones evolucionistas aplicables al plano biológico de las especies
fueran extrapoladas a otros contextos asumiendo nuevos sentidos. Tal fue el
sentido equivocado e inaplicable que numerosos autores del siglo XIX le
dieron a la teoría evolucionista cuando ésta fue aplicada al plano social.
Cuando se propone conceptos tales como "lucha por la existencia",
"supervivencia del más apto" o "selección natural" al
desarrollo de las sociedades se encuentra subliminalmente disfrazado el
germen del determinismo racial. En el mismo siglo donde las potencias
europeas se repartían el mundo "no civilizado" para sus colonias,
la aparición de teorías como la evolucionista podían justificar
"científicamente" la superioridad de la "raza blanca"
sobre las "salvajes culturas no occidentales". HERBERT SPENCER
(1820-1903) intentó desde la teoría evolucionista de Darwin establecer la
leyes generales del progreso humano. Trasladando la "supervivencia del
más apto" al plano social desde lo biológico. Las consecuencias de este
error son varias, se justificaba así la conquista de un pueblo por otro, esos
pueblos eran subyugados como consecuencia de la selección natural, no había
otra alternativa histórica para ellos, su destino era ser colonizados y
sucumbir, (ver abajo: el evolucionismo en la antropología) Para Lamarck la
naturaleza, regida por leyes generales, conducía a la producción de especies
cada vez más adaptadas a su entorno, cada vez más perfectas. Lo cual iba a
ser retomado por Spencer para la tesis de su obra, "un esquema continuo
y progresivo de desarrollo". Las sociedades fueron analizadas como si
fueran organismos vivos, y sus órganos funcionales fueron caracterizados en
base a distintos grados de evolución. De aquí ya no había mucha distancia a
sostener que "..los pobres eran pobres porque eran biológicamente
inferiores, los negros esclavos como resultado de la selección natural...los
blancos superiores por ser los más aptos". Darwin tambien fue incapaz de
discernir en su momento los cambios aprendidos culturalmente de aquellos
cambios biológicos de carácter hereditario. Pero "es sobre Spencer y no
sobre Darwin sobre quien recae la mayor parte de la responsabilidad de haber
mutilado la potencia explicativa de la teoría evolucionista cultural por
haberla mezclado con el determinismo racial" (Harris, 1983). Con el
darwinismo social como marco se legitima la expropiación, la esclavitud y los
crímenes, si las cosas se daban así no era por la política imperialista, era
simplemente porque las leyes naturales de la evolución tambien regían en el
plano de las sociedades humanas. Era la lucha por la existencia, la
supervivencia del más fuerte, y Europa era el más fuerte: "La idea de
que los salvajes contemporáneos pudieran ser tan inteligentes como los
civilizados le resultaba lisa y llanamente inconcebible" (Harris, 1983).
Las actuales investigaciones arqueológicas y genotípicas demuestran que todos
descendemos de una población de homo sapiens sapiens en común que se originó
en Africa hace unos 120-100.000 años. Todos los representantes humanos del
planeta poseemos las mismas cualidades, la misma capacidad intelectual. Un
análisis como el de Spencer hubiera servido para comparar poblaciones
contemporáneas de australopithecus y homo sapiens por ejemplo. Las
diferencias "externas" (fenotipos) de los sapiens sapiens pueden
ser atribuidas a distintas interacciones entre la constitución genética común
y las adaptaciones locales a ambientes específicos. Pero es claro que las
diferencias se dan a un nivel fenotípico y no a nivel genotípico,
internamente "todos somos iguales".
LA ANTROPOLOGIA EVOLUCIONISTA
La Antropología se constituye como ciencia a mediados del siglo XIX con la
teoría evolucionista como telón de fondo, pero si bien la constitución
"oficial de la disciplina fue hace unos 150 años, la curiosidad
antropológica existió desde mucho antes. Con el descubrimiento de América por
Europa, occidente se vio súbitamente enfrentado a un mundo distante e imprevisto.
Se plantearon muchos interrogantes existenciales. Otras formas de normas eran
posibles, otras creencias, otras tradiciones que ponían en duda el mensaje
divino. Los pueblos descubiertos fueron caracterizados estereotípicamente de
un extremo al otro, representaban tanto "los primitivos salvajes,
viviendo al límite de la naturaleza", como la representación arquetípica
del "buen salvaje", viviendo en armonía con la naturaleza, en
permanente felicidad e igualdad, acaso aquello era el paraíso y no el infierno.
La aparición de la otredad, de la dicotomía nosotros/otros fue vital para el
desarrollo de la pregunta antropológica. Diversos son los antecedentes que
significaron el advenimiento de la antropología evolucionista, seguramente el
desarrollo de las ciencias biológicas y de la teoría evolucionista fue uno de
los principales alicientes. La astronomía demostraba que la tierra no era el
centro del Universo, la teoría evolucionista demostraba que ya nada era
estable, no había verdades absolutas, ya todo estaba supeditado al cambio.
Los teóricos veían en los pueblos no europeos el espejo de los diferentes
estadios por los cuales la humanidad había pasado. Desde una sociedad
definida "por ausencia de atributos materiales" ("sin"
estado, sin propiedad privada, sin diferenciación social, sin..)
paulatinamente empezaron a aparecer "con" hasta complejizarse
completamente. Si "en algún momento todo fue como América..", esto
significaba que América era el espejo del origen. Se convoca así a estudiar a
los pueblos salvajes, a conocer los orígenes del pueblo europeo, y ya no
tendrían que ir misioneros o soldados ignorantes que confunden "a
orangutanes con hombres", tendrían que ir hombres formados
científicamente, "objetivos", utilizando los métodos prestados de
las ciencias naturales: que a través de la observación, la descripción, la
comparación, la clasificación, permitiera arribar a leyes generales.
Nacía la antropología evolucionista, la primera corriente teórica de esta
ciencia. Su objetivo era comparar los pueblos, describirlos y clasificarlos
para comprender el desarrollo histórico de la civilización. La teoría de la
evolución social descansaba en algunos supuestos, la sociedad iría
progresando en forma natural a través de sucesivos estadios, cada uno de los cuales
correspondería distintos modos de subsistencia, distintas instituciones,
creencias y costumbres. Se sucedieron diversas comparaciones históricas,
occidente fue ubicado en el lugar preponderante de antemano, desde donde
todas las otras sociedades serían juzgadas y evaluadas. La idea del progreso
indefinido sustentaba esta concepción. La civilización representaba el grado
máximo de desarrollo, así lo evidenciaban las formas materiales y
espirituales que "habían probado ser las mejores". Las generalizaciones
basadas en comparaciones proliferaron. Concepciones que entendían el
desarrollo progresivo de la humanidad desde "lo simple a lo
complejo" se sustentaban en un evolucionismo unilineal que tambien
alegaba que "lo simple es lo anterior". La complejidad se medía por
acumulación de lo material en un proceso natural e inevitable. MORGAN y TYLOR
fueron los dos sistematizadores más importantes de la primera corriente
teórica de la antropología. Lewis Morgan (1818-1881) concibió a la historia
humana dividida en tres etapas : salvajismo - barbarie - civilización, las
sociedades fueron ubicadas en lugares ya establecidos en pos de su desarrollo
material e institucional. Europa ocupaba el lugar preponderante. Para Edward
Tylor (1832-1917) las invenciones eran buenos catalogadores evolutivos para
discernir quien estaba más evolucionado: "era evidente que una escopeta
era mucho más compleja que un arco", así los artefactos y la tecnología
podían ordenarse siguiendo patrones evolutivos coherentes. Supuso que las
comparaciones que permitirían descubrir las etapas sociales de la evolución
sólo serían logradas con la extrapolación de los métodos de las ciencias
naturales a lo social. Porque el comportamiento humano tambien respondía a
leyes mecánicas, naturales y generales, podían descubrirse las regularidades
que subyacían a las diferencias y agruparlas en una secuencia evolutiva. A
partir de aquí la antropología tuvo su objeto de estudio: "las
sociedades primitivas". Desde Tylor (1871) "..nuestros pensamientos
y nuestras acciones se ajustan a leyes tan concretas como las que determinan
el movimiento de las olas y el crecimiento de las plantas y animales",
así se hace posible su generalización en pos de clasificar patrones
culturales: "..un conjunto de salvajes es como cualquier otro"
dejando de lado las "peculiaridades por tener poca importancia".
"La civilización industrializada se convirtió en la medida de todo lo
demás...donde un género de sociedades se definió en términos de lo que le
faltaba al segundo, pero no viceversa." (Krotz, 1987).
Es importante tener en cuenta el contexto en el cual la antropología
evolucionista emergió: Europa se encontraba sumida en la vorágine industrial
y en un progreso sin precedentes que supuso un avance tecnológico que fue
catalogado como "indefinido o ininterrumpido". Las grandes
potencias necesitaban imperiosamente nuevas fuentes de materias primas, mano
de obra barata y mercados donde colocar sus productos manufacturados. La
antropología se constituye como ciencia en un contexto imperialista. Se dio
una carrera entre las potencias por la posesión exclusiva de regiones ricas
en materias primas, nuevos mercados, bajos salarios, tierra barata. En 1885
se produce en Berlín la nueva "creación del mundo" (Worsley), las
potencias europeas se reparten el mundo para sus colonias. El evolucionismo
supuso el sustento científico de tal proceso, los esquemas evolucionistas
legitimaban la colonización en base a la superioridad material de occidente.
Supuestos tales como "todos los hombres tienen derecho al
progreso", o "el hombre blanco debe en su misión civilizadora hacer
conocer sus formas materiales y espirituales superiores a aquellos pueblos
que las desconocen" eran moneda corriente en la época. La civilización
constituía la perfectibilidad, el grado máximo de civilización, el punto
culmine del progreso racional, era un deber "moral" que el Europa
llevara a los pueblos inferiores al progreso: "Las consecuencias
político-ideológicas de esta teoría son bien conocidas. Los pueblos considerados
inferiores, lo son por ley natural y no hay cambio histórico posible. De aquí
al racismo como doctrina seudocientífica habrá un paso" (Lischetti,
1995). En este contexto a la antropología solo le cabe describir las
sociedades atrasadas" antes de que sean transformadas por occidente,
porque "son el espejo de lo que fuimos". Así nutrido de un
etnocentrismo sin precedentes, la colonización se justifica científicamente.
El razonamiento evolucionista no fue producto de una artimaña
maquiavélicamente planeada, pero tal razonamiento apareció en el momento
justo en que los imperios se expandían y sin duda sirvió para justificar tal
expansión.
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