JUVENTUD
COMUNISTA
DE
ALCORCÓN
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EDITORIALES "Página Roja ". Boletín de información alternativa de la Juventud Comunista de Alcorcón.
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Estamos todavía en
revolución 
Otro 14 de Abril; otro Día de la República. Pero este año, además, coincide con otro aniversario; hace 60 años perdimos la Guerra Civil Española (o nacional-revolucionaria como la llamaba el camarada Líster).
Aquellos hechos de Febrero y Marzo de 1939 en la España Republicana; ¡que poco se conocen!, deben servirnos a todos los antifascistas para reflexionar.
La República al perder Cataluña tras la batalla del Ebro controlaba aún 1/3 del territorio del estado y mantenía un ejército nada despreciable y muy capaz de 500.000 hombres armados. Además de reservas de combustible para mínimo un año.
Casado y otros militares profesionales, republicanos por circunstancias, llegaron a la conclusión de que la negativa de Franco a aceptar negociaciones era debida a la participación comunista en el gobierno de Negrín. Esta conclusión derivaba de la envidia que sentían por el arrojo de los oficiales comunistas y por su indudable preponderancia. ¡ Toma claro! ¿quiénes eran los primeros en el frente? ¿quiénes daban más de sí mismos para ganar al fascismo?.
La conspiración podría haber fracasado de no ser por los anarquistas que recibieron órdenes de Mariano Vázquez, su secretario general, para que se dispusiesen a aceptar la victoria nazional.
A principios de febrero, Casado ya mantenía correspondencia con Burgos encaminada a conseguir una paz que respetase las vidas de los oficiales del ejército que depusiesen las armas.
Solo el PCE propugnaba una política de resistencia a ultranza. Mientras que los otros se quedaron en Francia (después de perder Cataluña), los militares comunistas regresaron al campo de batalla.
¿Así preparaban su huida? Pues éste es el argumento más usado por los casadistas para justificar su sublevación. Unos morían en el frente y otros pactaban la rendición.
Algunos anarquistas de la península respaldaban la idea de resistir, pero sus dirigentes, que se quedaron en Francia cómodamente, pregonaban el aceptar la derrota apoyando activamente a Casado, militarmente (Mera) y entrando en su nuevo gobierno.
Otro argumento que se usa para justificar la sublevación de Casado es el cansancio lógico después de dos años y medio de guerra. Negrín (presidente del gobierno y socialista) negoció, pero al ver imposible una paz honrosa vio que la resistencia era la única salida.
Luego se ha comprobado que esa era efectivamente la única; y que si se hubiera unido la lucha en España con la lucha contra el nazismo, las cosas habrían sido totalmente distinta.
Dos semanas después de que el cerdo ganara la Guerra, Hitler invade Checoslovaquia. El plan de Casado consistía en detener y entregar a Franco, poco menos que como trofeo, a los comunistas para que vengándose en ellos, hacer méritos y que se salvaran las ratas. Cosa que les salió mal a juzgar como acabaron todos ellos.
Aunque el pueblo pagó con sangre la "jugada" de Casado ,el fascismo, como Roma, no pagó traidores.
El como se desarrolló la sublevación y con que apoyos contó es más penoso que todo esto, si cabe. Y las consecuencias que aún arrastramos pues el pueblo no está aún dispuesto o convencido de solucionarlas.
Ya va para 10 años que cayó el Muro de Berlín, y puede ser interesante analizar qué ha cambiado, y en que sentido, en el mundo del trabajo. Que mejor ocasión que este 1º de Mayo, Día Internacional de la Clase Obrera.
Los liberales (derecha, izquierda o centro, da igual) nos quisieron vender el cuento de que la "democracia capitalista" traería prosperidad y democracia para el pueblo. Los que se lo tragaron (de ambos lados del muro) han tenido 10 amargos años para comprobar que traía.
Los pueblos del este del muro sufren el capitalismo consumista que niega la esencia humana; sus derechos sociales y su nivel de vida han caído a un pozo sin fondo en nombre de una economía de mercado que reporta bienestar a ladrones y mafiosos. Esos pueblos no supieron desarrollar el socialismo y desde el 1956 iniciaron un proceso que sólo podía desembocar en lo que hay.
Por otro lado, nosotros, los trabajadores de la "rica y próspera" Europa occidental, hemos perdido igualmente con la caída del Muro de Berlín.
La Unión Soviética era el contrapeso a las políticas capitalistas que, por miedo, mantenían niveles de empleo y prestaciones sociales (el Estado del Bienestar) para que el obrero no pensase en experiencias revolucionarias. Al caer el muro el capital se lanza a recuperar el terreno perdido y el "ejército rojo...". En nombre de la competitividad y el mercado están arrancando todos los derechos conseguidos en muchos años de lucha, sacrificios y muertes de la Clase Obrera.
Enlazando con el 1º de Mayo, este no debe ser un día de celebraciones visto el panorama; sino de lucha.
Nuestros "gerifaltes" sindicales han convertido este día en una celebración de pachanga y pandereta. No les interesa que haya lucha, pues eso pondría en peligro sus sillones (¡ qué dirían sus jefes!).
Se les ve a disgusto y nerviosos ante la multitud que les achaca que no solo se hayan vendido ellos, también hayan entregado el acervo de luchas y conquistas que pertenece a la clase trabajadora y ellos han utilizado para "blindar" sus sillones. No están a gusto entre los obreros; ellos prefieren las reuniones con los ministros de turno, donde no se sabe por qué (¿serán los canapés?) van desmantelando una tras otra las garantías y derechos de aquellos que dicen representar.
Estos "mendas" que llegaron al poder reclamándose herederos de los luchadores antifascistas de este país; han conseguido que muchos obreros echen en falta el sistema de protección caritativo-paternalista del cerdo. Eso es trabajar para el enemigo; eso es hacer que las ideas fascistas se estén adueñando de una parte del movimiento obrero. Sus "fondos de formación" y sus "sueldos millonarios" hacen que estén desmantelando el sistema productivo del país: privatizaciones, cuotas agrarias, recortes, etc... y es que nuestros "capos" sindicales alegan que hay poca fuerza obrera para luchar contra el capital, omiten que es gracias a ellos, a su política colaboracionista, a su corrupción, a que han asumido la ideología de los capitalistas, a que son tan burgueses como ellos.
Había una UGT que convocaba huelgas políticas para hacer la revolución social (¿a que os suena a cuento?), pero tras el paso por los despachos ministeriales, los "descendientes" de aquellos luchadores utilizan los cargos sindicales para hacer "carrera" política o para incrementar el patrimonio familiar.
Hubo un tiempo en que CC.OO. organizaba desde la clandestinidad las luchas sociales para derribar al cerdo fascista que desangraba a este país. Sus militantes sufrieron cárcel, torturas y muerte por defender sus ideas. (Salud a los camaradas abogados laboralistas de Atocha, asesinados por mercenarios de los asesinos de siempre que no han pagado su crimen).
Hubo un tiempo en que decir Comisiones Obreras era decir lucha por el trabajador y las libertades políticas. Pero todo esto os sonará a chino. Todo esto es verdad, pero también es verdad que los "herederos" de aquella CC.OO. han "enmierdado" la organización hasta hacerla irreconocible para los antiguos represaliados militantes que han abandonado esta caricatura de sindicato; o se mantienen (camarada Camacho) porque es difícil abandonar aquello que dio sentido a tu vida.
Es triste este 1º de Mayo. Es triste ver como nuestros "representantes" venden a la Clase Obrera.
Junio 1999
Otra vez estamos en campaña electoral. Durante 15 días van a machacarnos con el mismo discurso de los últimos 20 años. Nos prometerán empleo, vivienda, transporte; eso sí, será el capitalismo quién va a dárnoslo.
Se gastarán miles de millones en una "representación" que nadie se cree. ¿Cómo hemos llegado a esto?.
El origen está en la Transición que legitimó el paso del régimen fascista a la democracia burguesa. Esto es, cambiaron las formas para que todo siguiera igual. Se pasó de la dictadura del cerdo a la monarquía impuesta y de las cortes franquistas al parlamento "democrático".
El poder, la capacidad de decisión y de condicionar nuestras vidas permaneció en las mismas manos. Los ricos siguieron robando y especulando con las necesidades del pueblo; este siguió sufriendo y sojuzgado.
Las fuerzas represivas (sin depuración alguna) continuaron salvaguardando el derecho de los capitalistas y la miseria de la mayoría de la población.
Algo sí cambió; si antes te convencían a "palos", ahora te aborregan sutilmente: te siguen diciendo lo que tienes que hacer y que tienes que pensar; pero son otras formas.
Y algunos cambiaron su situación económica. Ahí están los de la "nueva oligarquía"- la frase es de los Reinci- que en Andalucía se enriquecieron y se sumaron al grupo de señoritos y caciques que, desde siempre, viven de sangrar al pueblo.
La operación estuvo bien diseñada por la CIA y el capital internacional. Un partido comparsa (la UCD) tranquilizó a los votantes de derecha, católicos y demás, de que tras 40 años no iban a dejar el país en manos de las "hordas rojas" para que – como era de esperar – se tomaran la venganza de tantas humillaciones y dolor pasados en la dictadura. Los fascistas sabían que no iba a ser así, no lo permitirían.
Al pueblo (los perseguidos y machacados de los últimos 40 años) se les engañó con un PSOE que decía representar la memoria del antifranquismo y que había sido preparado y financiado por la socialdemocracia alemana ( y la CIA) para desmovilizar a las masas ansiosas de Libertad. Había que evitar que el PCE ganara (el capital tenía serias dudas al respecto) y, además de una bestial campaña en contra, se utilizó a grupúsculos izquierdistas y pseudo – revolucionarios para restar votos y cuyos líderes fueron bien recompensados después (¿verdad, Paca Sauquillo?)
La decepción y el asco que todo esto produjo en el pueblo explican que en 1999 el PP (los legítimos representantes del capital ) esté gobernando en la mayoría del país y que el PSOE (los de la cal viva, las comisiones, "chanchulleos" y robos de dinero público) les disputen las parcelas de poder.
En las Autonomías han montado chiringos para que los oligarcas locales exploten a sus paisanos ( todo queda en casa) ; los partidos políticos nacionalistas están "primados" con una ley electoral injusta que no da el mismo valor a todos los votos.
IU se presentó como un referente de izquierdas que querían entrar en las instituciones para ; desde dentro, combatir el capitalismo y luchar por el socialismo. En la práctica ha servido para enterrar al PCE y apuntalar la democracia burguesa allá donde gobierna (nuestro pueblo es un ejemplo). Hay excepciones, que sirven para confirmar la regla, se cuentan con los dedos de una mano (Marinaleda sigue "dando por culo").
Los sindicatos han entrado en la política – basura (en el sindical lo tienen abandonado y se aburren). Gutiérrez, después de expulsar, represaliar, vender obreros y "cargarse" a CC.OO., pide el voto para el chiringuito de PSOE y los tránsfugas de Nueva Izquierda.
Y ante este panorama, ¿a quién votar?.
Los que conocíais lo que hemos dicho antes, seguro que no tenéis esa duda. Los que pensáis que exageramos tendréis que elegir entre "getas" distintas que van a hacer la misma política (con pequeñas diferencias).
Los idealistas (aquellos que no valoráis la realidad y os guiáis por vuestros deseos, aunque no coincidan con la realidad) podéis votar un partido feminista, antitaurino, ecologista, etc . Vuestro voto servirá de poco frente a la maquinaria electoral capitalista pero al menos tendréis la conciencia tranquila.
¿Y nosotras/os? La Juventud Comunista de Alcorcón nos declaramos marxistas – leninistas. El análisis de la realidad nos lleva a la conclusión de que es imposible cambiar el sistema desde dentro (en esta situación concreta y con las organizaciones que actualmente compiten es totalmente imposible). Si no puedes con el enemigo, sigue luchando contra él. Cércale, no le des respiro, al final seguro que se agota y cae. Mientras se resiste, votaríamos a un partido que representase (aunque fuera parcialmente) nuestras ideas; cosa que actualmente no se da (quién dice una cosa y hace la contraria no es de fiar) y en el peor de los casos, daríamos nuestro voto a aquel partido que sin representar nuestras ideas, al menos permitiera que nosotras/os pudiéramos defenderlas y luchar por ellas. (si tenéis interés preguntarnos que organización política ha impedido con mayor ahínco y saña que podamos expresarnos y trabajar en Alcorcón).
Vamos a seguir trabajando (aunque a más de uno le duela y haga lo imposible por impedírnoslo) y el día 13 iremos a votar. Pensamos que en democracia hay que votar para trabajar por la Revolución (donde se pueda) o contra el sistema burgués.
Tú eliges (cada 4 años y entre lo que hay).
Al final va a tener razón el viejo dicho punk de "no hay futuro". Desde luego que no para toda una generación de jóvenes que nos ha tocado vivir en esta sociedad capitalista que no nos ofrece la posibilidad de realizarnos como personas, solo consumir, consumir, consumir... quizá España vaya bien pero no así sus jóvenes ni sus pueblos.
Unos datos para ver lo bien que vamos:
Ante este panorama las políticas de centro plantean como solución medidas tan ingeniosas y progresistas como: repartir el trabajo y el salario (contratos a tiempo parcial), más flexibilización del mercado laboral, más moderación salarial, menos protección social y menos impuestos a las rentas del capital o sea, continuar con la política que nos ha llevado a donde estamos.
Frente a esto IU propone la ILP (iniciativa legislativa popular) que consiste en:
Desde las Juventudes Comunistas de Madrid-Colectivo de Alcorcón apoyamos esta iniciativa por considerar que contribuye a mejorar las condiciones de vida de los jóvenes alcorconeros, además de servir como reivindicación justa para todo el movimiento obrero para romper con la inercia de un tiempo a esta parte de irnos recortando derechos sociales que tanto costaron conquistar a nuestros padres y abuelos. Pensamos que medidas como estas ayudarían a elevar la conciencia revolucionaria de las masas para conducirnos a la verdadera solución de nuestros problemas, esto es, la sustitución de la barbarie capitalista por una sociedad realmente justa, igualitaria y democrática; el comunismo.
MOSCU.- El último custodio de la ideología soviética juzga la crisis de la Rusia capitalista. Y saborea la histórica Revancha tras el descalabro de Gorbachov.
Pregunta.- Hace siete años, usted declaró que el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) resucitaría. ¿Ha llegado ese momento?
Respuesta.- Estamos cerca. Los defectos del capitalismo ruso nos han ayudado mucho más de lo que esperábamos. Tenemos una óptima estructura de partido. Más de 1.100.000 afiliados en todas las repúblicas de la antigua URSS. Tenemos un líder, Guenadi Ziuganov, que está ganando popularidad. El pueblo llevará de nuevo a los comunistas al poder.
P.- Ziuganov quiere más poder para la Duma, la Cámara Baja del Parlamento ruso. ¿Es una estrategia adecuada?
R.- Forma parte de la tradición revolucionaria
marxista-leninista. El partido comunista debe utilizar los
métodos de lucha parlamentarios y los extraparlamentarios. De
ahí la importancia de las protestas masivas de los trabajadores,
como la huelga general, convocada para el próximo 7 de
octubre.
P.- ¿Es un posible aliado el primer ministro, Viktor Chernomirdin?
R.- Chernomirdin ha acumulado un enorme capital robando al proletariado. Es un anticomunista nato y, además, es un cómplice de ese meapilas del capitalismo internacional, que es Boris Yeltsin. Aliándose con Chernomirdin, Ziuganov corre el riesgo de dividir el partido. Pero ya decía Vladimir Illich Lenin que "el camino de la revolución está lleno de compromisos con todos, incluso con los partidos burgueses".
P.- ¿Renacer la Unión Soviética?
R.- Primero tenemos que reconstruir el aparato industrial de Rusia. Y para eso hace falta un programa. Las prioridades están ya muy claras. En primer lugar, reconstruir la industria y la agricultura. En segundo lugar, nacionalizar los sectores claves de la economía. En tercer lugar, revisar las privatizaciones. Las fortunas realizadas con métodos criminales deben ser colectivizadas. Y en cuarto lugar, concentrar y, después, nacionalizar, el sistema bancario.
P.- ¿y la URSS?
R.- Después de esta transición, volveremos a proponer el tema de la sociedad comunista. Rusia no puede ser una gran potencia sin las ex repúblicas soviéticas y, por lo tanto, volver a renacer la Unión. Y después, le devolveremos el poder a los trabajadores. Por último, haremos el paso a la sociedad socialista plena.
P.- ¿Setenta a¤os de Gobierno no han demostrado ya el fiasco de la ideología comunista?
R.- Es evidente que hubo desviaciones, pero no volveremos a repetir esos errores.
P.- ¿Por ejemplo?
R.- La URSS estaba hipotecada por los gastos militares. Tampoco se dejaba salir a la gente al extranjero. Asimismo nos criticaban por el excesivo control de los intelectuales.
P.- Los negocios también estaban prohibidos.
R.- No había negocios, pero tampoco miseria. Hoy, en cambio, estamos llenos de empresas extranjeras. De la industria soviética sólo nos queda el 15% y el 40% de la empresa alimenticia. Hoy tenemos millones de parados y dos millones y medio de niños abandonados.
P.- ¿Quieren abolir de nuevo la propiedad privada?
R.- Existir la propiedad privada, sobre todo, en el comercio. Queremos preservar lo mejor del sistema soviético y las soluciones útiles que surgieron estos últimos años, incluidos algunos elementos del libre mercado. La economía planificada es una gran conquista de la Humanidad. Pero ya no podemos seguir definiéndolo todo en sus más mínimos detalles, como hacíamos antes.
P.- ¿Y la democracia actual?
R.- ¿Qué democracia? Ya el ministro del zar, Piotr Stolpin, decía que para tener democracia había que juntar libertad y bienestar material. ¿Qué democracia puede haber con el paro y la corrupción masiva que hay en Rusia? Si la gente tiene que pagar por la enseñanza, por la sanidad, si hay pisos vacíos que nadie puede comprar... ¿es eso democracia? En la Rusia de Yeltsin la democracia ni se huele. Eso sí, hay libertad para insultar al presidente.
CORRIERE DELLA SERA/EL MUNDO
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