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El pequeño niño simpson


El delgado muchachito yacía acostado en su barriga frente al televisor, con las rodillas dobladas y los pies en el aire. Su papá ya le había dado su baño, y el niño usaba un par de pijamas azules, cuya camisa, azul y blanca, presentaba en el pecho una caricatura del conejo bugs bunny. Sus medias blancas estaban metidas dentro los puños de los pantalones de su pijama. Su cara, todavía rosada y limpia por el baño, era sostenida por sus manos, y el niño no hacia otra cosa que mirar asombrado y concentrado su programa favorito por televisión. Los viernes y sábados por la noche eran sus noches favoritas, ya que sus padres lo dejaban quedarse despierto hasta una hora después de las 9, hora en que debía irse a la cama entre semana. Los padres de Ruddy creían que los niños necesitaban bastante descanso. El hecho de que su hijo tuviera 18 años y cursara su primer año universitario no era importante. Ruddy era su bebito y único hijo, y así era exactamente como sus padres lo trataban.

Su mamá, una mujer muy atractiva, con grandes ojos cafés y pelo del mismo color, estaba sentada con las piernas cruzadas en el sofa de la sala, leyendo la última novela de Grishan. So apariencia juvenil había ocasionado más de una vez algún comentario de diferentes personas, preguntandose si Ruddy y ella eran hermanos. Su esposo afectuosamente la llamaba "mi niña" o "mi primera hija". A decir verdad, el hombre estaba verdaderamente cautivado por su esposa. Los dos tenían 43 años, y estaban mas enamorados que el día en que se casaron, justo después de terminar el colegio. Ruddy era el monumento vivo de su amor, único hijo, y el niñito, como les habían dicho, que siempre tendrían.

"maaaamiiiii" Ruddy grito durante los comerciales. "Tengo que hacer pipi". Cuando estaban en casa, Ruddy no podía usar el servicio sanitario solo. Estaba advertido de que siempre debería de preguntar a mami o papi, o algún otro adulto, para que le ayudara.

Esta Bien mi amor, levántese y mamita le ayuda" haciendo su libro a un lado, su mamá lo tomo de la mano y lo llevo hasta el sanitario al final de la sala. Después de cerrar la puerta, puso a su hijo en frente del inodoro y also la tapa. Cuando Ruddy estaba bien colocado en frente, su mamá puso sus manos a ambos lados de sus pijamas, y se las bajo hasta las rodillas, haciendo luego lo mismo con sus calzoncillos de Superman. Ruddy se quedo muy quieto, con las manos a los lados, mientras su mamá sostenía su pene por el, para evitar charcos o que se orinara fuera del inodoro.

Puedo ver una película con papito y usted, después de que termine mi programa?" pregunto el niño con su voz más dulce y tierna, mientras terminaba de orinar, y su mamá le sacudía para evitar manchar sus calzoncillos.

Su madre le dio la vuelta, de manera que quedara frente a ella, y le puso los calzoncillitos otra ves, seguido de las pijamas, acomodando la camisa dentro de los pantalones. "de verdad que papito hizo un buen trabajo quitándole todo ese feo pelito a mi bebé de entre las piernas" comento, dandole una palmada en la entrepierna, ignorando la pregunta que Ruddy le había hecho.

"sipi" respondió el muchacho, "hey mi programa" grito, mientras los comerciales terminaban y el nuevo episodio continuaba en la televisión. Mamá abrió la puerta y el niño corrió de nuevo a su posición en el piso, frente de la pantalla del televisor.

Cuando el programa acabo, a las 10 p.m. Ruddy no tenía intención alguna de decirle a su mamá. Ella estaba absorbida en su lectura. Ruddy penso que podría tener otros treinta minutos si se estaba quieto y callado. Pero después de 5 minutos, una urgencia infantil de que sus padres notaran que su hora de dormir ya había pasado se apodero de el. Mirando a su mamá de reojo, tomó el control remoto y comenzó a cambiar de canales rápidamente. Su madre no lo desilusiono, inmediatamente dejó de leer su libro y reviso la hora en su reloj "hora de dormir chiquito".

"aahh mamita" se quejo, agradecido de que ella hubiese notado su desobediencia. "me puedo quedar un poquito más, por fa?"

su papá se levanto de su mesa de trabajo, al otro lado del cuarto, camino hasta el sofá, quedándose detrás de el y colocando tiernamente sus manos en los hombros de su esposa. Luego le sonrió a su hijo "por que este niñito esta todavía despierto, si ya paso su hora de dormir?"

"ah, pero solo por cinco minutos" Dijo, con una risita entre dientes, por el hecho de que había desobedecido con su hora de dormir, aunque fuera por un margen tan insignificante

"vamos a acostarlo, campeón" le ordeno su padre.

"pero yo quiero mis tres deseos" pretendió gemir el niño, agitando sus piernas suavemente contra el piso, Ruddy se había vuelto sobre su espalda y estaba apoyado sobre sus hombros, mirando a sus padres.

"yo te voy a dar tus tres deseos, campeón" refunfuño su padre de manera amenazante, corriendo al rededor del sofá y precipitandose contra su muchacho. Ruddy trato de defenderse, pero su papá era muy rápido para el. Gritos y carcajadas salían de la boca del muchacho mientras su papá le hacia cosquillas en su barriga y pies, dando vueltas en el piso, mientras mamá los miraba sentada en el sofá y se reía.

Cuando los dos finalmente se calmaron, Ruddy estaba sentado en el estomago de su padre, con una pierna a cada lado, y bostezo dos veces.

"a dormir" dijo nuevamente su papá, Ruddy sabía que esta vez era en serio.

"buenas noches mamita, te quiero mucho" dijo el muchacho, todavía bostezando, y le dio un beso en la mejilla. Mamá y papá tomaban turnos para bañar y acostar al niño todas las noches, los viernes era el turno de papá.

"buen niño" papá tomó a Ruddy de la mano y lo llevo hasta su cuarto.

Su cuarto era el sueño de cualquier niño. El camarote estaba al fondo del cuarto, metido dentro de una pequeña alcoba que había sido construida para ese propósito. A un lado de la cama había un escritorio con una computadora, y en el otro, estantes y gabinetes para guardar sus juguetes y demás cosas. Un closet grande se situaba en el lado contrario del cuarto, una alfombra, del color azul favorito de Rudy cubría el piso, y la única ventana del cuarto estaba adornada con una cortina que tenia el logo y la mascota del equipo de baseball de la ciudad, cobijas y sábanas similares cubrían ambos camarotes. Una televisión, usada únicamente para juegos de video, una comoda, dos cajones de juguetes, dos sillas y una mesa pequeña completaban el cuarto. Varios juguetes, animales de peluche, y equipo deportivo estaban dispersos por toda la habitacion.

Todos estos accesorios fueron el regalo sorpresa especial para cuando se graduó del colegio, hasta entonces, su cuarto estaba adornado como un cuarto de bebé, y el niño dormía en una cuna, y sus papás lo vestían en una mesa para cambiar bebés. Todas estas cosas de bebé estaban ahora en el sotano, y solo eran usadas cuando Rudy se portaba mal o cuando debían de castigarlo.

A pesar de que Rudy tenía algunos privilegios por reconocimiento a su graduación, aún le ponían pañales y calzones de plástico cada noche a la hora de dormir. Papá lo sentó en la cama de abajo. - al niño no lo dejaban dormir en la cama de arriba - reuniendo los pañales y todo lo necesario para cambiar a su hijo. Luego ayudo al soñoliento muchacho a acostarse en la cama, y le quito los pantalones de la pijama, seguido de sus medias blancas y sus calzoncillos. El muchacho estaba ahora desnudo de la cintura para abajo, cuando papá miro la cara angelical de su hijo, sonrió al descubrir, que Rudy ya se había dormido. Luego procedió a levantarle un poco la camisa para tener un poco más de espacio para trabajar, papá levantó las piernas del muchacho y deslizó un pañal desechable debajo de sus caderas. Luego procedió a entalcarle el trasero, siento cuidadoso de separar un poco sus nalguitas, para entalcar esa tan sensible área. Después de bajarle las piernas a su hijo, le puso un poco más de talco en su entrepierna y genitales.

Papá puso el pañal por entre sus piernas y aseguro las cintas, esas mismas cintas, penso papá, que le habían hecho tan complicadas las noches, antes de que aprendiera a poner los pañales a su hijo correctamente. Parecía como si Ruddy estuviera usando un bolsa de basura plastica los primeros días que papá trataba de hacerlo. Ahora era todo un experto. Para finalizar, el hombre tomo unos calzones de plastico y los coloco por encima del culito bien acolchado de su muchacho y le puso de nuevo los pantalones de la pijama.

Con los pañales en su lugar, papá acomodo las sábanas y arropo a su niño bajo ellas, poniendo su viejo osito de peluche debajo de su brazo y besando al niño en su frente. Apago las luces, y dejo la puerta ligeramente abierta. Luego corrió a acompañar a su esposa que aún estaba el la sala. Ambos estarían cuidando y revisando al niño durante la noche, pero papito tenía a cargo los pañales humedos.